La mayoría de votantes republicanos sigue apoyando al expresidente Donald Trump. Siguen creyendo que hubo fraude electoral, sueñan con volver a verlo en la Casa Blanca y consideran absurdo acusarle del asalto al Capitolio. Además creen que el grupo de republicanos que ha roto filas y ha condenado a Trump son una desgracia para el partido. Mientras, en el otro bando, Michael Taylor, alcalde de una ciudad de Michigan, dice que su partido ya no es un partido de valores y de ideas, sino un culto a Donald Trump.
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