Domingo a las 09:45 horas
(Música)
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El proyecto educativo del centro,
donde lógicamente la parte judeica tiene un peso fundamental,
separamos dos partes: una,
lo que es la parte más de contenidos que está incluida
dentro de lo que son las horas lectivas;
y luego hay otra parte vivencial
que tiene que ver con la celebración de todas las festividades.
Yo siempre digo que una con la otra se complementan
y se enriquecen al mismo tiempo.
Hay que tener en cuenta que no todas las familias
que participan en el centro
tienen el mismo nivel de práctica
y de observancia y por lo tanto de celebración.
Y es una oportunidad de tenerlos a todos juntos para poder hablar,
para poder rescatar todos los valores
que emanan de la celebración de los "hàgim".
Y alegrarnos, por supuesto, todos juntos de poder festejar.
Yo creo que la Sucá es un medio maravilloso
para enseñar esto a nuestra nueva generación,
que son cada día más...
Cada día más conectados con la con la tecnología
o con la idea que tengo que defender la zona de confort.
La verdad es que lo contrario,
nuestros sabios
y no son ni solamente nuestros sabios,
muchos educadores ven en el desafío
de encontrarnos afuera de nuestra zona de confort,
el lugar donde desarrollar o ayudar
a desarrollar una personalidad fuerte.
Por supuesto,
en nuestro caso es una personalidad que tiene también que encontrarse
con su propia identidad judía
y su identidad de persona para enfrentarnos con el mundo.
Aprender a salir de nuestra zona de confort
y aprender a salir de esa zona para para forzarnos
y para conocernos más,
yo creo que es el mensaje más profundo y más moderno de Sucot
hoy en día.
Y bien, lo trabajamos, lo trabajamos en el colegio también.
Dejar nuestras cosas,
dejar nuestra vida muy cómoda y salir a la cabaña medio fría,
a veces con lluvia.
es un mensaje para entender que la vida puede pasar
que tenemos que enfrentarnos con algo diferente,
pero este algo diferente,
es lo que nos conecta,
lo que nos conecta con una visión trascendental
y más allá de nuestra vida diaria.
Una de las "Mitzvá" que a mí me encanta de Sucot
es que, desde el techo de la Sucot tenemos que mirar a las estrellas,
el techo tiene que ser cerrado.
¿Por qué?
Porque mirando a las estrellas
nos conectamos con algo más grande nosotros
y podemos entender que podemos relajarnos alguna vez.
No somos Dios. Hay un Dios y no todo depende de nosotros.
Y esto puede ser también un mensaje en esta vida tan tan...
complicada,
que a veces lo complicamos también nosotros.
El mensaje es: hombre, persona, relájate, porque hay un...
un dibujo mucho más grande de lo que pensamos en nuestra vida.
Y tenemos también que entender esto.
(Música)
Sucot es una semana de fiesta en el sentido
que los primeros dos días y los últimos dos días
son de fiesta solemne,
en el sentido de que no se trabaja, es como "Shabat",
los días que van desde el segundo a los últimos,
son días de trabajo.
En el colegio nosotros, que son días por supuesto escolares,
en el colegio nosotros tenemos nuestras Sucá.
Tenemos el lugar físico donde vivir esta experiencia
de fiesta,
más que las otras fiestas que se estudian
o se viven a través de una preparación hasta la fiesta,
pero el niño, después, el alumno vive su fiesta en su casa,
por supuesto.
Sucot es la fiesta que nosotros también
podemos vivir aquí en el colegio,
con el rezo festivo, con la Sucá, con la comida, con las actividades,
toda la clase de judaísmo, por ejemplo,
en los días de Sucot se llevan la Sucá, no en la clase.
Entonces salimos como manda la Torá, como manda la Biblia,
salimos de nuestra zona de confort o nuestra zona habitual
y vamos a la Sucá a vivir la experiencia de la fiesta.
Yo creo que más de todo, la idea de conocer la fiesta como manda
el versículo de la Torá en el colegio
o con la fiesta de Sucot,
de verdad cumplimos perfectamente esta visión educativa.
(Música)
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Creo que es fundamental en tanto que,
tanto las festividades judaicas como las lecturas semanales
de las "Parashot",
todo es, o sea, todas y cada una de ellas,
podemos y debemos analizarlas
y poder sacar cuáles son los valores
que están detrás
y lo rico y lo interesante es que también...
a diferentes edades y en diferentes momentos,
podemos ir obteniendo una lectura diferente cada vez más rica.
Y creo que esto es algo que, bueno, que diferencia,
que no es una... No es un aprendizaje estandarizado,
sino que es algo que va creciendo
y que va enriqueciendo también al alumno.
(Música)
Básicamente,
"lulav" son cuatro especies de diferentes partes
de la vegetación de la naturaleza.
Hay palmera, hay sauce,
hay mirto y el "etrog",
que es una especie de limón.
Y son cuatro elementos muy diferentes entre ellos
y yo creo que hoy en día es la idea
de entender cómo acoger la diferencia,
entender cómo acoger esa diferencia, y cómo encontrar también la unidad.
El "lulav" es un lugar... Es un lugar, es un elemento
que está dividido en cuatro, en cuatro partes,
cada una tiene su propia importancia
y si va a faltar una de las cuatro,
las tres no son aptas para la "Berajá".
Y entonces la idea que en la unión encontramos nuestra fuerza,
en la unión encontramos nuestro sentido como sociedad, como pueblo,
como comunidad escolar también.
(Música)
Todo aprendizaje pasa por la emoción y pasa por el afecto.
Entonces, el hecho de poder festejar, poder celebrar,
está cargado de emoción y de significado también.
Y eso sin duda va a dejar
una impronta muy especial en nuestros alumnos.
Yo creo que si uno mira un poquito para atrás,
tenemos la suerte de que tenemos un colegio de más de 50 años
donde los chicos que han pasado por este colegio,
primero tienen un amor hacia el colegio,
que creo que eso es algo muy destacable
y automáticamente también hacia la comunidad y al pueblo judío.
Hay una unión quizás muy especial.
No quiero decir que una persona que alguien no la pueda tener,
pero es evidente que todos los chicos
que han pasado por aquí sí que tienen
una unión muy especial.
Y esa unión no es solamente con la comunidad judía de Madrid,
a lo mejor será con la comunidad de Londres
o de cualquier ciudad donde ellos puedan vivir en el futuro,
sí sienten que haya allí una responsabilidad
para con su legado, con su identidad.
Cada uno como lo construya.
Pero sí que allí hay un link y una responsabilidad
que creo que, sin duda, queda para futuro.
Podemos mirar juntas directivas actuales,
cuántos han sido también chicos que han pasado por aquí,
que ya son mayores y siguen sintiendo esa responsabilidad,
o personas que están trabajando
o que son activas en la comunidad nuestra,
yo creo que eso, sin lugar a dudas,
es parte del resultado de haber tenido
una experiencia educativa en nuestro colegio.
(Música)
Yo creo que cada detalle, cada experiencia, cada día,
cada día pequeño que se pasa aquí en el colegio,
es como un pasito
para para la construcción de la identidad
de las futuras familias judías de los niños de este colegio.
O sea, aquí en Madrid o en cualquier lugar del mundo.
Cuando hablamos de educación no tenemos que olvidar
que hablamos de experiencia.
La experiencia educativa en la que se basa el colegio,
por supuesto,
influye sobre la vida de nuestros niños.
Una experiencia que no tiene que ser simplemente teórica o intelectual,
tiene también que conectarse con el día a día.
Y en esto Sucot es una magnífica ocasión.
Porque revolucionamos nuestro espacio físico del colegio,
y esto se queda en la memoria y la experiencia,
y también, por supuesto,
en la identidad de nuestros alumnos y alumnas.
(Música)
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Sucot es salir de tu entorno para encontrarte afuera
con ti mismo y con el mundo.
Sucot es esto: salida,
la salida hacia el mundo con la fuerza de la identidad.
(Música)
Este domingo en SHALOM queremos compartir con ustedes la alegría que nos transmite la celebración de la fiesta de Sucot, fiesta en la que rememoramos el deambular del Pueblo Judío por el desierto tras su liberación de la esclavitud de Egipto.