Lunes a viernes a las 17.15 horas
Lunes a viernes a las 17.15 horas
¿Cómo te llamas? -Christian.
-¿Y le has encontrado signos de violencia o maltrato?
-Aparte de esa herida, no. ¿Por qué lo preguntas?
-Creo que le explotan para robar cartones de los contenedores.
-¿Qué hace aquí la policía?
-Tiene pinta de soplo.
-Vivancos nos la jugado pero bien.
-Traigo novedades del asalto a la Red Star.
Una cámara grabó a Chus Vinuesa con ese tipo.
¿Os suena de algo?
-Se llama Abel Cifuentes García.
-¿Seguro que es el número de Vivancos?
-Ayer hablé con él.
(Música emocionante)
(Sirena lejana)
Ha aumentado en el último año un 10 %
la cifra de jóvenes en riesgo de exclusión en nuestro distrito.
Lo que nos da un dato del 26 %,
que es una...
-...una cifra alarmante.
-Una cifra alarmante frente a la cual
tenemos que hacer frente cuanto antes.
Lo he dicho así de aquella manera,
pero lo haré bien delante del concejal.
-No pienses en eso.
Piensa en ser tú mismo, pasarlo bien y disfrutar,
y todo saldrá bien. -Sí.
(Móvil)
-¿Sí?
Hola, Julián.
(PERPLEJA) ¿Cómo?
Pero ¿cómo puede ser?
Sí, tranquilo, yo me hago cargo.
Si te enteras de algo me avisas, ¿vale?
y yo lo mismo.
Gracias, ¿eh? Chao. Adiós.
-¿Qué ha pasado?
-Era el coordinador de la ayuda al menor, Julián.
Christian ha desaparecido.
-Violeta. Violeta, ¿me oyes?
Te vamos a llevar al calabozo. ¿Avisamos a alguien?
Pero, bueno, ¿a estas horas?
Me iba a tomar un cafetito.
Ella lo que necesita es mucha agua.
-Venga, vamos a tocar el piano.
-Cuidado.
Se lanzó sobre una gogó gritándole que le había robado.
Después fue a por el "dj" y a por uno de los clientes.
Al parecer, la echaron del "after"
pero el responsable pensó que era peligrosa.
Así que dieron el aviso.
Puestísima, hasta arriba de pastillas y alcohol.
Violeta Pasabán, lo sabemos porque llevaba el DNI encima.
Perfecto.
¿Volvemos al "after"? Seguramente no sea un caso aislado.
Tiene que ser un punto de distribución.
O sea, que al final has pasado buena noche, ¿eh?
Vaya, lo siento, Carlos.
Sí, seguro que sí.
Venga, que te invito a ese café.
¿Y sabemos dónde puede estar?
-Nos mintió, no vive en la calle.
Vive en La Pajarera, con su familia.
Nos lo ha dicho el chaval que estaba con él en el piso.
-Lo que comentamos con Lara, ¿no?
(ASIENTE)
-Es familia numerosa:
los pequeños se meten en los contenedores
para sacar el cartón.
Flipo con que hayan dejado a Christian atrás.
-Bueno, saben con seguridad que el juez no puede imputarle.
Pero si les pillan con la furgoneta llena de cartón es un problema.
-Y para encubrirles nos miente y dice que vive en la calle.
-Ahora sabemos que tiene familia y casa.
-Pero no debería ir recogiendo cartones,
debería estar en el instituto estudiando.
-Debería. Pero no olvides que tiene 17 años
y ha pasado la edad de enseñanza obligatoria.
-Está claro que no se le puede obligar,
pero podríamos convencerle.
Bueno, igual convencerle tampoco,
pero que se venga al centro,
que se meta en un taller de fontanería o de lo que sea.
-Estaría bien. Si le volvemos a ver estaría bien.
-¿Cómo? Bueno, sabemos dónde vive.
-Sí, pero no querrás ir sola a La Pajarera a buscarle.
Ni lo sueñes.
-Prometí que le ayudaría.
-Y le ayudarás, pero, por favor, usa la cabeza:
él se ha ido en cuanto ha podido
y tú no vas a ser bien recibida allí.
-¿Entonces qué dices que me quede aquí de brazos cruzados?
-No, lo que propongo es que llames a Lara
y le expliques lo que ha pasado.
La UFAM tiene recursos para actuar en estas situaciones.
-¿Quién es el ingenuo ahora?
¿Crees que Christian se va a dejar ayudar por la policía?
Ya le viste, no abrió la boca.
-¿Y qué quieres que te diga? A ver, por favor:
Christian es un menor, de 17 años.
Pensamos que está siendo explotado por una red de robo de cartón
o lo que sea. Eso es un asunto policial.
-Me dices esto para que no vaya a la Pajarera.
-Te lo digo para que no vayas. Considero que es peligroso.
-¿Y esto me lo estás diciendo como jefe o...?
-Te lo digo como el responsable del centro cívico,
como responsable de las personas que trabajan en él.
Si me lo preguntas como pareja, sí: es peligroso y no debes ir.
-A ver, Miguel,
si trabajo aquí en algún momento tendré que ir.
Si no, ¿de qué sirven las subvenciones
y todo lo que hacemos?
No sirve de nada si no estoy donde realmente me necesitan.
-Paty, me encanta tu entusiasmo, lo valoro muchísimo,
¿vale?
Pero te pido que tengas la cabeza fría en esto, por favor.
Me voy, porque llego tarde a la cita con el concejal.
Cuando regrese, lo hablamos
y vemos si nos vamos juntos a la Pajarera.
-¿Y mientras yo qué hago?
-Llamas a Lara y le explicas todo para que ellos se encarguen.
¿Vale? Me voy. Haz lo que te pido. Luego nos vemos.
(Música de tensión)
(Llave en cerradura)
-¡Ya era hora!
-Se me está haciendo tardísimo.
No sabes cuánta gente había en la cola.
-¿Ay, compraste las galletitas que me gustan!
-De marca blanca, porque hay que ahorrar.
-Claro, si saben mejor que las otras.
-Sigues desayunando lo mismo que a los cinco años.
-Es que el aguacate y esas cosas no me sabe igual.
-¡No, de aguacate ni hablamos! Está carísimo.
En mucho tiempo no vamos a comer aguacate.
-Pues igual y van a caer unos aguacates
antes de lo previsto.
-¿Qué es eso, Ángel? -Mi primer pago de la deuda.
-¿Cuánto hay ahí?
-No soy matemático, pero serán como 60 billetes de 50
que será un total de 3000 euros.
-¿Y de dónde sacaste todo ese dinero?
-De mi trabajo, si no de dónde.
-¿En efectivo?
-Así me dio el adelanto mi jefe.
-En el cáterin mi jefa no me daba ni los buenos días.
-Era una desgraciada, pero Joaquín se está portando bastante bien.
-Pero ¿y cuánto te adelantó? Si te están pagando el mínimo.
-Pero ¿qué es esto, un interrogatorio policiaco?
(RECOGE PAPELES) -A ver...
Lo que quiero saber es que no te hayas metido en ningún lío.
-Dos meses. Son dos meses de adelanto.
Como ahora trabajo de noche, me paga más.
-Si tuviste que hacer algo raro para conseguirlo no vale la pena.
Encontraremos la manera de pagar el crédito.
-¿Qué haces?
-Aquí está el contacto de mi jefe. ¡Llámale!
Llámale y pregúntaselo tú.
Ya que no confías en mí, venga, llámale.
Vas a ver, él te lo va a decir.
Venga. -Ya, perdóname.
Perdóname, no te quiero hacer sentir mal.
Pero es que se me hace superraro
que vengas con este dinero de repente a la casa.
-Ya lo sé, pero yo pensé que te ibas a alegrar.
-No, si sí me alegro,
siempre y cuando sea limpio.
-Mira, Dani, yo solo te quiero ayudar.
Estoy haciendo esto para que veas que cambié.
-Y yo estoy muy orgullosa de ti.
-Aunque no me vas a ver mucho. Voy a trabajar todas las noches.
-No, si sé que te estás dejando la piel en ese trabajo
y me da mucho gusto que por fin tu jefe sepa apreciarlo.
-Sí, la verdad es que sí.
¡Y pensar que no me quería contratar!
-Si tú eres lo máximo, Angelito.
-Eso es lo que digo yo.
-Gracias, de verdad.
-Oye, guárdalo tú, porque yo lo voy a perder.
-Sí, desde luego, su currículum es intachable.
Lo que pasa es que en la entrevista
me dio la sensación de que era una mujer un poco fría.
No me dio mucha confianza.
-Claro, es que hablamos
de confiarle la contabilidad de todo un conglomerado.
Si Ud. me dice que no ha tenido ningún problema con ella,
se lo agradezco.
Muchas gracias. Sí. Adiós, buenos días.
-No sabía que eras empresaria.
-No. Investigo el pasado de Eva Velasco.
-A quien tenemos que encontrar es a Cifuentes.
-Pero Abel Cifuentes era su empleado
y ella es la única valedora de su coartada para el atraco.
Casualmente se va de vacaciones el mismo día del atraco.
No saben dónde, no se ha puesto en contacto con nadie...
¿Es sospechoso o no?
-Hombre, un poco.
Pero esto no tendrá que ver con el pique que tuviste con ella.
-Elías, no soy ninguna novata.
Estoy acostumbrada a que cierta gente no colabore.
-Por eso, no sé por qué le dedicas tanto tiempo a esta mujer,
por muy estirada que fuera.
-Bueno, he hecho tres o cuatro llamadas.
-Ya, pero ¿qué has averiguado?
-Aparentemente es una tía legal.
No tiene antecedentes ni problemas con Hacienda... nada.
Lo que sí tiene es un currículum "pa" flipar, mira.
Se sacó la carrera de ADE con matrícula,
y tiene no sé cuántas becas.
Y un máster en Finanzas y Contabilidad en la...
Bueno, en una universidad de Londres.
-Mucha formación para llevar una mensajería.
-Un poco raro.
-Y en la formación laboral, empezó haciendo prácticas
como contable en una constructora, de ahí pasó a técnico contable.
Y su jefe me ha dicho que era un cerebrito.
Todo son buenas palabras.
-¿Y por qué la despidieron?
-No la despidieron, se fue. Querría cambiar de aires.
Trabajó como contable fiscalista en un despacho de abogados.
Su jefe también habla maravillas de ella.
-¿Y has hablado con sus últimos jefes?
-Con todos menos con el último.
Si te fijas hay un vacío
entre el último trabajo que ha publicado y la mensajería.
-Puede que le saliera mal
y no quiso poner el enlace de un jefe descontento.
-No. Por lo visto trabajó de contable con su padre
en un negocio familiar.
-Armerías Velasco. Es poco para ese currículum.
-El negocio familiar tirará mucho. Pero ¿por qué ocultarlo?
-¿Cómo dices que se llamaba el padre?
-Enrique Velasco.
-¡No me fastidies, el Balas!
-¿De qué me hablas?
-Se ganó ese apodo porque recuperaba armas de detonación.
Presuntamente, nunca se demostró nada.
-¿Y le conocías?
-No, trabajaba muy lejos de Distrito Sur.
Creo que tenemos otras cosas de que ocuparnos, ¿no?
-¡Una armería!
Igual vendían algo más que mercancía legal.
-Son solo rumores. Pero, bueno, cuando el río suena...
-Hay que investigar quién más trabajaba allí.
-Al final la Eva Velasco esta nos va a dar sorpresas, ¿eh?
-¿Paula Martín?
-Vivancos, ¿verdad?
Me han hablado muy bien de su trabajo.
-Lo conoce poca gente, y más vale que siga así.
-Sí, no ha sido fácil dar con su contacto.
-¿Y quién le ha dado mi contacto?
-Blas Naranjo. Me ha dicho que podía confiar en usted.
-¿El Castaña? ¿De qué lo conoce?
-Primo de mi marido. Primo segundo.
Coincidimos en una boda el domingo pasado...
Le conté mi situación y entre copas surgió su nombre.
-Qué gracia que el Castaña tenga parentela tan fina.
¿Es usted galerista?
-Galerista, sí.
Era un negocio rentable antes de la segunda crisis.
Pero resulta que tengo un inversor que no quiere cumplir lo acordado
y necesito que recapacite.
-Y el Castaña le dio mi nombre. ¡Qué bocazas!
-Me ha hablado maravillas de usted.
Dice que en Madrid se mueve como pez en el agua.
-¿Y por qué no me ha llamado él antes de meterme en este lío?
-Al parecer él no tenía su contacto. Se lo pidió a un amigo,
este a otro amigo...
-No, no, señora. Las cosas no se hacen así.
Búsquese a otro.
-Llámelo usted.
Si no me cree...
No hace falta. Dígame de una vez qué quiere de mí.
-Lo que le he comentado.
Este inversor, un francés,
quiere comprar una galería de la competencia.
Y eso supondría mi ruina.
-¿Y en qué piensa? ¿Una paliza?
-No creo que hiciese falta llegar a tanto.
Hablando se entiende la gente.
-Sí. Pues hablemos.
-Y dale recuerdos a tu hermana de mi parte.
Hace un siglo que no la veo.
-Hola.
-¿Qué te pasa, Paty?
-Nada. Vengo a tomar algo.
-Ya. ¿Has discutido con Miguel?
-¿Qué? No, no tiene nada que ver con él.
-¿Seguro?
-¡Que no!
Bueno, igual un poco sí. -Lo sabía yo.
¿Qué ha "pasao"?
-¿Te acuerdas de Christian?
-¿El que comió ayer aquí?
Que hambre tenía el pobre.
-Él y su familia viven en La Pajarera.
-¿En La Pajarera?
Dios, qué barrio. Lo he visto en el telediario.
Es increíble que la gente pueda vivir en esas condiciones.
-Tiene que ser tan duro y difícil criarse ahí...
Y eso está lleno de niños, María.
¡Se me ha quedado un mal cuerpo!
-¿Cómo? ¿Has estado en la Pajarera? ¿Tú sola?
Pero ¿en qué estás pensando? ¿Qué te han hecho?
-Nada, no me han hecho nada.
-Y vienes con esa cara.
-Es que no me han dejado ni entrar, de verdad.
Al bajar del coche me han rodeado un montón de niños
y les he preguntado por Christian.
Y cuando han ido a buscarle
han venido cuatro tíos y me han echado.
-Y suerte que no te han dado una somanta de palos.
-Solo quería ayudar a Christian.
Se lo he explicado, pero, nada, no se fían.
-Claro. ¿Querías que te pusieran una alfombra roja?
Tú colaboras con la policía, no saben otra cosa de ti.
-Por eso, he intentado explicárselo.
Y cuanto más lo hacía más se cabreaban.
-Suerte tienes de haber salido de allí sin un rasguño.
-¿Cómo voy a ayudarles? Es que así no puedo.
-No lo sé, corazón,
quien sabe de esto es Miguel. ¿Él qué opina?
-Opina que lo tenemos que dejar en manos de la policía
y que llame a Lara.
-¿Y Lara ha estado de acuerdo en que fueras allí sola?
-Bueno...
Nadie sabe que he ido.
Pero es que... -Pero ¿qué, Paty?
-Ya sé que la he cagado.
No hace falta que te cebes conmigo.
Pensaba que si hablaba con él...
-Podrías haber salido con un navajazo, Paty.
-Lo que me preocupa es que Miguel piense que no le hago caso
y que paso de él.
-Justamente lo que has hecho. -No.
-¿No? -Bueno, sí.
Pero era por ayudar al chaval.
-Bueno...
Tranquila, Miguel seguramente lo va a entender.
Pero cuéntaselo tú
antes de que se entere por ahí.
-Está en una reunión importante y no quiero molestarle.
Lo que voy a hacer es llamar a Lara como debí haber hecho.
-Sí, es lo primero que tendrías que haber hecho.
Te voy a ir poniendo un café.
(MARÍA SUSPIRA)
-Hola, Lara, soy Paty.
Cuando escuches el mensaje llámame o ven al centro cívico.
Tengo novedades sobre Christian. ¡Un beso!
(RESOPLA AGOBIADA)
-Por unos 6.000 le va a salir esto.
Tirando por lo bajo.
-¿Cómo 6.000? Blas dijo que por la mitad estaría hecho.
-Eso, un bocazas. Pues por la mitad que lo haga Blas.
-¿No estará intentando engañarme?
-Mire, está claro que usted tiene prisa
y que este trabajo conlleva riesgos. O lo toma o lo deja.
Su marido tiene que estar forrado. ¿A qué se dedica?
-Tiene un negocio pequeño. -¿Sí? ¿Y el anillo dónde está?
Tuve que empeñarlo hace 15 días.
-Pues no sé cómo va a pagarme.
-He estado haciendo mis cábalas y puedo llegar a 5000.
Solo necesito un artista, uno que dé la campanada.
Si este hombre no se echa atrás lo lograré.
-La mitad por adelantado.
-De acuerdo.
Esta noche a las 22:00 aquí, es el negocio de mi marido.
Por la puerta de atrás.
-Julián. ¿Qué tal? Soy Paty, del centro cívico.
Bien, bien.
Oye, te llamaba por el tema de Christian.
Tú no sabrás dónde está ni nada, ¿no?
-Ya. Ya, ya, ya...
No, no te preocupes. Gracias.
Gracias, chao.
¡Christian!
Te estaba buscando. ¿Estás bien?
-¿Por qué haces esto?
-Me preocupo por ti. ¿Necesitas algo?
-No necesito tu ayuda, ni nada de esto. Dejadme en paz.
-Solo estoy intentando ayudarte.
-No necesito ayuda, Paty. Estoy bien.
-No sé yo, viviendo en las condiciones en las que vives.
-¿Tú qué sabrás? La Pajarera es mi casa.
Ni aunque tuviera pasta me iría de allí.
Somos una familia. Si no lo pillas es tu problema.
-Vale. Lo siento.
Pensé que igual querías cambiar de vida.
-Os mola juzgarnos, de verdad.
-No es eso, Christian.
Si no me hubieras mentido no habría tenido que ir.
-Mentí a la poli para no meter en líos a mi familia.
¿No lo entiendes? -Claro que lo entiendo.
Pero también te digo que robar no puede ser vuestro medio de vida.
-¿Y si no hay otra cosa qué?
-¿Tú has estudiado?
-Lo que pude, pero es una pérdida de tiempo.
-No lo es,
y aquí tenemos talleres enfocados al mercado laboral.
Puedes encontrar algo que te guste. ¿Qué? ¿De qué te ríes?
-Lo de dedicarte a algo que te guste
está bien para la gente como tú.
A mí me vale con que mi familia pueda cenar esta noche.
Yo tengo hermanos pequeños. Eso es lo que me importa.
-Christian, yo no quiero buscarte ningún problema.
Que sepas que si tú o tus hermanos necesitáis algo,
voy a estar aquí.
-Si quieres ayudarme, no vuelvas por el poblado,
y mucho menos preguntes por mí o por mi familia.
Al final me vas a meter en un follón.
-¡Hola! -Adiós.
-¿Qué tal? ¿Cómo te ha ido el día?
-¿Qué hace aquí Christian?
(DUDA)
¿Se está moviendo en otros distritos?
¡Angelitos!
¿Crees que hay una nueva organización criminal?
Pero no me gustaría mandarles solo una foto,
¿qué hay del análisis?
Déjamelo a mí.
Dale un abrazo a Bremón de mi parte.
Espera, Miralles.
Se me acaba de ocurrir, ¿por qué no lo coordinas tú?
No creas que intento escurrir el bulto,
pero creo que tu experiencia en el distrito es un plus.
¿Quién ha llevado los casos de narcotráfico en esta comisaría?
Conoces los puntos calientes, tienes tu red de confidentes,
y yo confío plenamente en tu criterio.
Además, me vendría bien repartir los casos contigo.
Estoy un poco desbordado.
El asesino de policías suelto, el atraco a la Red Star aún colea
y Bremón fuera...
Déjame a mí, no pondrán pegas.
Y es bueno que los dos inspectores jefe
de una comisaría colaboren y se entiendan bien.
El caso está abierto, es pronto para tirar la toalla.
Sobre eso,
me gustaría seguir colaborando contigo en la investigación.
Si tú quieres.
Cuando quieras, quedamos.
Miralles.
-Me has mentido. En cuanto me doy la vuelta te vas a La Pajarera.
-Yo pensé que igual... -¿Pensaste?
Pensar e ir sola a La Pajarera es algo que no encaja.
-No te pases. Hice lo que creía que era mejor para el chaval.
-Muy bien.
Explícame qué es lo que creías que era mejor para él.
-Pues yo pensaba que yendo al poblado,
él vería que me importa y confiaría más en mí.
-Y te contaría quién es el que les obliga a robar el cartón.
-Tenía que intentarlo.
-Es que tenías que hacer lo que yo te pedí que hicieras,
que era llamar a Lara.
Porque el responsable aquí, no solo de cómo van las cosas
sino de las personas que trabajan aquí soy yo.
-Vale, me ha quedado clarísimo que tú eres el jefe.
Clarísimo.
-Esto no nos lleva a ningún lado.
Llama a Lara ahora, por favor, y dile cómo están las cosas.
-La llamé, no lo coge.
En cuanto escuche mi mensaje, vendrá al centro.
-Si hubieras llamado cuando te lo dije ya estarían en ello.
-Que sí, que he metido la pata. ¿Es lo que querías escuchar?
Me he equivocado, ya está.
-Lo tenemos, todo cuadra.
-Solo digo que no te embales.
-Bueno, vete a casa porque si estás así no me ayudas nada.
-Mejor, mañana lo vemos.
-Mañana no. El tema está clarísimo.
-¿Todavía por aquí?
-Tenemos novedades, jefe.
Tenemos la conexión entre los Vinuesa y Cifuentes.
-¿Colaboraron en un crimen?
-Fue una conexión legal.
-Según la base de la Seguridad Social,
los hermanos y Cifuentes trabajaron en la misma armería,
regentada por Enrique Velasco.
-¿Velasco? ¿Cómo la jefa de Cifuentes en la mensajería?
-Exacto. Eva Velasco es la hija.
-Esto se está poniendo interesante.
-Sobre todo porque Velasco padre, presuntamente,
traficaba con armas desde esa armería.
-"Presuntamente". ¿Tenemos algo más que rumores?
-No, nunca pillaron al Balas con las manos en la masa.
Ese era su apodo, el Balas.
¿No te suena de nada?
-No, pero tengo ganas de conocerlo.
Traedlo mañana a primera hora
a ver qué nos cuenta de Cifuentes y de los Vinuesa.
-Imposible, está en el hospital en coma.
Hace unos meses le dio un ictus. Lo hemos comprobado.
-¿Y sabe quién trabajó también en la armería?
-Eva Velasco trabajó personalmente como contable
durante varios meses.
Si ese negocio era una tapadera,
aprendió lo necesario para establecerse por su cuenta.
-No tan rápido, Alonso.
-Que tampoco es tan descabellado.
La armería cierra porque al viejo le da un ictus;
al poco, Eva monta una mensajería.
Puede que sea ella la que venda armas a los hermanos.
-O puede que no. -Que venga y la interrogamos.
Que venga y le preguntamos por los Vinuesa.
Dirá que no los conoce.
-De acuerdo, hablad con ella.
Pero no pierdas el foco, lo primero es lo primero.
Tenemos que esclarecer si Cifuentes es efectivamente
el tercer atracador de la Red Star.
-Lo tenemos "controlao".
Buen trabajo. Guevara, Alonso.
-"Pa" casa, que nos lo hemos "ganao".
(Música nostálgica)
(Timbre)
Sí.
Me ha sorprendido mucho tu mensaje
después de lo de ayer.
¿De qué va todo esto, Carlos?
No. No sé qué estoy haciendo aquí.
Te dije todo lo que tenía que decir.
¿De qué va esto, Carlos?
Ah, ¿qué quieres, devolverme mis regalos?
Son tuyos. Tíralos si no los quieres.
Un amante de la literatura no puede tirar unos libros.
De Hammet ni más ni menos.
Vale.
Carlos, mira...
¿El divorcio?
Carlos, no sabes el peso que me quitas de encima.
Sí, yo te lo hubiera dicho ayer,
pero pensé que necesitarías tiempo para digerirlo.
Bueno, a ver, es lo lógico.
Y además, siendo de tu muto acuerdo,
nos ahorramos mucho papeleo. En 48 horas estaría solucionado.
Bueno.
No sé.
Carlos, yo tampoco.
De verdad, has sido un compañero maravilloso.
(GIME EMOCIONADA)
Además, la vida sigue y es justo que lo haga para los dos.
(SILBA) -Buenas.
Se me ha olvidado el pan y la fruta, vuelvo ahora.
-Tranquilo, yo ya me iba.
Ya está todo hablado, ¿no?
Hasta luego. -Adiós.
-¿Qué tal, compañero?
¿Qué...?
¿Qué ha pasado?
Eso está bien.
En la práctica ya lo habíais dejado
y tú vives conmigo... ¡Y ella está con otro, tío!
Acabad con esto, hacéis los papeles y olvídate.
Vamos.
Claro que sí.
¿Qué haces?
No. Tengo una idea:
deja los libros que nos vamos a tomar algo.
Coge tu chaqueta. Déjalos ahí, ni los mires.
Vámonos.
Ahora me lo cuentas. Venga, tío.
Lara, ¿quieres algo más? -No, gracias, está bien así.
Tengo que irme pitando a comisaría.
-¿Y vosotros?
-Yo no quiero nada más. ¿Tú, Paty?
Nada más, gracias.
-Bueno, ¿qué opinas?
-Que has hecho bien en contármelo.
Ya imaginábamos que los cartoneros venían de La Pajarera
o de un sitio similar. -Pero no vais a entrar allí, ¿no?
-¿A La Pajarera? Qué va, eso es como echar gasolina al fuego.
-Y más viendo cómo me han recibido.
-Es que lo que has hecho es muy delicado.
Además, no buscamos identificar a los cartoneros,
sino detener a los intermediarios.
Y familias como la de Christian no lo van a denunciar jamás.
-A pesar de estar siendo explotadas,
es su único modo de vida.
-De eso se aprovecha la mafia del cartón.
-Ojalá pudiera hacerle entender a Christian
que se están aprovechando de él.
-No es tan sencillo, Paty.
Y la próxima vez haz caso a tu jefe.
Te has expuesto mucho yendo allí sola.
-Ya me ha quedado claro, tranquila.
-Vale. Bueno, me tengo que ir a comisaría.
Siento no haber atendido tus llamadas,
pero tengo un día de locos.
Hasta luego. (PATY Y MIGUEL) -Chao.
-Paty, siento si estoy siendo demasiado duro
con todo esto de Christian,
pero necesito que entiendas que no lo hiciste bien.
Es importante.
-¿Me vas a volver a echar la pipa?
-Estoy intentando estar seguro de que sabes que no lo hiciste bien
y de que esto no se repetirá.
-Sí, me ha quedado claro.
Lo siento mucho, me he precipitado, la he cagado, ¿vale?
Pero calentando la silla delante del ordenador
no voy a ayudar a nadie.
-Paty, mira, tú puedes cuestionar
todas las decisiones que yo tome siempre que lo necesites.
Las podemos discutir las veces que haga falta
hasta que te convenzas.
Pero a día de hoy quien dirige el centro cívico soy yo.
El que toma las decisiones soy yo,
el que tiene la responsabilidad
de la seguridad de las personas que trabajan en el centro
soy yo.
Por lo tanto, lo que no puede pasar
es que yo te diga: "Haz esto",
y tú me digas: "Ok, te doy toda la razón",
y luego hagas lo que te dé la gana.
-Estabas en una reunión con un concejal.
No había tiempo para discutir absolutamente nada.
-Precisamente por eso yo te dije:
"Llama a Lara y le explicas".
-Pero ¿tú la has oído? Les da igual Christian.
Solo quieren pillar al pez gordo y ya está.
-Paty, yo entiendo que todo lo que hiciste
fue para ayudar a Christian. Esto lo entiendo.
Lo que quiero que entiendas es que no hiciste bien tu trabajo.
Necesito que entiendas eso. -En serio.
-No he terminado.
No hiciste bien tu trabajo. Actuaste de manera imprudente,
y te arriesgaste a que te pasara algo de una manera estúpida.
Y si hago una lectura de esto es que no estás preparada,
que te falta mucho por aprender y que estás muy verde.
-¿Has acabado? -Sí.
-Pues muy bien.
Yo lo que saco es que te arrepientes de darme el trabajo,
¡así que genial!
De nada.
(Música electrónica animada)
El último y nos vamos. -A ver si es verdad.
(RÍEN)
A ver si es verdad y me dejas tranquilo.
¡Bueno!
Tampoco nos conocemos tanto.
También tendrás que poner de tu parte.
Compis de piso, poli bueno... poli gruñón.
Bueno...
Que no tienes el cuerpo.
Lo único que no debes hacer es hablar demasiado.
No. No, no, no.
Tienes que empezar a pensar en el futuro desde ya.
Es probable, pero hay mucho más que eso.
Daniela.
(Móvil)
Abel.
Sí, iba a llamarte al llegar a casa.
Sigo aquí. No, porque tengo jaleo.
Tranquilo, que me apaño.
Aún no sé nada de ese traidor, no.
No, tú quieto ahí, que te conozco.
(Golpean la puerta)
Te dejo, que tengo lío. Hasta mañana.
Pasa.
-Vaya.
¿Y su marido?
-Está al caer, pero de esto me encargo yo.
-Necesito que me diga lo que sepa sobre el franchute.
-Claro. ¿Has leído la prensa últimamente?
-¿Qué pasa? ¿Es famoso? Entonces le costará más caro.
-Te hace falta la pasta, ¿no?
Si hubiera salido bien lo del golpe...
-¿De qué me habla?
-Parece que el Castaña no es el único bocazas.
Porque es maja, dulce.
Y os reíais muchísimo juntos.
Me encanta su sentido del humor.
Y es muy guapa.
Bueno, eso también es importante.
Tío, que una cobra no es el fin del mundo, Carlos.
Además, que a ella también le gustas.
Bueno, pero eso es bueno.
Sí, no te engañes, eso es que le importas.
No, déjate de tiempo para ti.
Si lo tuyo con Daniela no ha ido más
es porque pensabas volver con tu ex y eso se acabó.
Ahora tienes dos opciones.
Una, dejar escapas a Daniela y otra ponerte las pilas.
No me mires así. Hazme caso, que yo de esto entiendo.
¿De qué te ríes?
Pero porque quiero.
Lo mío con Lara va a otro ritmo.
No. ¿Cómo vas a hacer eso? Tú no tienes ni idea.
No te presentes ahí con el cartel de "disponible".
"Disponible" es cero sexy.
Tú te tienes que presentar con firmeza,
con el cartel de "inaccesible".
Hasta que tengas otra oportunidad.
Y le haces ver que pudiendo elegir te quedas con ella.
Exagerado. No es mentir.
No.
Lo utilizan tanto los tíos como las tías.
Es el juego de la seducción.
Claro que sí.
Fíjate. Dime una pareja. Te lo voy a demostrar.
Los dos más raros.
Mira él.
A él se le ve serio.
Ella, en cambio, está sonriente.
Seguro que está diciendo:
"Cariño, hoy no es mi día. Pasa de mí".
Y ella le dice: "No te hagas el duro,
lo pasaremos muy bien".
Está pagando.
No, que... Le está pasando algo.
Oye, vamos a dejarnos la intrigas de amor para otro día.
Vamos para allá.
Hola, buenas.
Policía nacional. ¿Me enseñas lo que tienes ahí?
-"La policía busca al tercer atracador de la Red Star.
La investigación del asalto a la Red Star
sigue en busca del tercer asaltante.
Sería cómplice de los hermanos...".
¿Quién eres?
-Una amiga de los Vinuesa.
No como tú, traidor.
-¿Qué? No, yo no tengo nada que ver con esa chapuza.
-El plan era bueno, muy bueno, y solo lo conocías tú.
(GIME)
-¿Qué queréis?
-Una confesión.
-Flipas si crees que te voy a decir algo...
(GIME DE DOLOR)
-Habla.
Habla. Cuéntame,
o no podrás seguir trabajando como matón.
¿Vendiste tú a los Vinuesa?
-¡No sé de qué me hablas!
-Sí sabes.
Ibas a ser el tercer asaltante, pero te dejaron fuera.
-A Chus se le cruzaron los cables.
Él me la jugó, yo solo se la devolví.
Ya te he dicho lo que querías, déjame marchar.
-Va a ser que no.
-¿Qué vais a hacer?
-Justicia.
-¡No! Te juro que nunca diré nada de esto.
-Ya. Pero Abel no parará hasta encontrarte.
La policía le detendrá y no lo puedo permitir.
-Desapareceré, me iré del país.
-Lo siento, este es mi negocio.
Esto es lo que habría hecho mi padre.
(GIME)
Que sea lejos de aquí
y que nadie encuentre el cadáver.
-Voy a recoger la furgo.
(Música tensa)
-Puede que fuera Cifuentes,
pero que Eva Velasco esté en el ajo...
-En el ajo no sé si está.
Pero seguro que vendió las armas para el atraco.
-Como haya salido a su padre, no la vamos a pillar.
-¿Sabía que eran atracadores profesionales?
-Evidentemente, no.
Proveedora, una tal Susi.
-¿Has traído el pedido?
-Está debajo del banco.
-Los de Distrito 2 han encontrado un pasamontañas
a 400 metros de donde apareció Victoria Castaño.
-Podría tratarse del asesino.
-No le pega ser tan descuidado. -Tenía restos de sangre.
Creen que podría ser de Victoria Castaño
a consecuencia del disparo.
¿Celebraste algo?
Esa es la furgoneta de Fulgencio, el chatarrero.
-¿Lo conoces?
-Es habitual de La Parra.
-Es que antes vivía en La Pajarera y ahora viene de visita.
Pero, vamos, que es un buen tío.
-¿Tú conoces a Eva Velasco?
-Sí viene al bar de vez en cuando. No es muy sociable.
¿Por qué? -¿Sospechan de ella?
-Cree que está metida en cosas turbias.
-Si ya es malo que vayan detrás de Abel
peor que vayan detrás de Eva. Nos traerá problemas.
Lidia, celosa de la complicidad entre la empresaria y Hanna, investiga a Eva y no tarda en descubrir junto a Elías la conexión entre Abel Cifuentes y los hermanos Vinuesa: la Armería Velasco.
Carlos pide a Inés el divorcio.