Domingos a las 09:00 horas
Que la gente no beba, que es nuestro lema;
no corras, no bebas, no cambies de ruedas.
es igual de peligroso que conducir bebido.
¿Por qué? Porque los síntomas de la deshidratación
son muy parecidos.
Es cuestión de paciencia.
Oye, qué maravilla, qué diferencia, ¿eh?
El parque automovilístico en España es antiguo, es obsoleto.
Tiene una media de edad de 11,6 años
y en algunas comunidades autónomas supera la barrera de los 13 años.
Un coche de más de 10 años no tiene nada que ver
en razones de seguridad con un coche actual.
De hecho, un estudio que hicimos nos dice que la probabilidad
de sufrir un accidente mortal se triplica en un coche
de más de 10 años respecto a uno nuevo.
Por lo tanto, la seguridad en los vehículos nuevos
es mucho más alta que en un vehículo antiguo.
Un vehículo de hoy está equipado con muchos más elementos
de seguridad de serie que uno de más de 10 años.
Cada vez hay más elementos de seguridad
que minimizan el error humano.
También la seguridad de los ocupantes y del peatón
es un elemento que en los últimos años se está incorporando.
Los vehículos de más de 10 años están involucrados
en la mayoría de los accidentes con víctimas mortales
que se producen España.
De hecho, en la última campaña de Semana Santa,
en todos los accidentes mortales que se produjeron en carretera
estaba implicado un vehículo de más de 10 años.
-Las estadísticas demuestran que coches con más de 10 años
son menos seguros que los modernos, pero habrán escuchado el tópico
que dice que ya no se fabrican coches como los de antes.
Vamos a comprobarlo.
Están circulando hoy en día, por nuestras carreteras,
más de tres millones de vehículos de entre 15 y 20 años.
Por lo tanto, eso empobrece la seguridad en nuestras carreteras
y hacen falta planes de rejuvenecimiento
para sacar los coches más antiguos de la circulación
y hacer nuestras carreteras más seguras.
España tiene que tender a reducir la edad media de su parque
al entorno europeo.
La media en la Unión Europea está en torno de 7, 8 años.
España está en 11,6 años.
El objetivo debe ser reducir la edad media de nuestro parque
a siete años.
Mi nombre es Andrés Herrera, tengo 36 años.
En 2006 sufrí un accidente de coche
que me produjo una lesión medular a nivel L1 incompleta.
El accidente fue muy cerquita de casa.
Es un lugar por donde pasas cada día, lo conoces y quizá pues te confías.
Y se juntó un cúmulo de circunstancias
entre la lluvia, el estado de los neumáticos,
que no estaban muy bien...
Había un vehículo parado en la carretera,
porque llovía bastante; intenté adelantarlo
y al adelantarlo, el coche se fue hacia un lado
y empezó a dar bandazos de un lado a otro,
invadiendo el carril contrario,
y uno de los vehículos que venía de frente me golpeó.
Al principio se te cae el mundo encima.
Acostumbrado a ser una persona activa,
a estar viajando, por mi trabajo, de un lado a otro,
es complicado, pero he tenido el apoyo de la familia, siempre.
Si tú caes, ellos caen; entonces había que tirar para adelante.
Durante tres años, los tres primeros años del accidente,
luché bastante y me esforcé para poder salir de la silla
y, aunque como yo digo, mis andares son como Robocop,
soy completamente independiente
y hago mi vida sin ningún problema.
Me dedicaba, antes del accidente, al mundo de la competición,
mecánico de competición. Hablé con mi jefe, le dije
que no quería salir de la rehabilitación e irme a casa,
y él me dijo: "Bueno, el taller sigue siendo tuyo".
Bueno, decidí que quería volver a montar en karts.
En el circuito de los Santos de la Humosa
estaban haciendo un campeonato
a nivel amateur con karts,
les ofrecí poner una adaptación a uno de los karts
y, a raíz de ahí, Félix, un chico con una amputación,
se puso en contacto conmigo porque quería montar en kart.
Empezamos una lucha para crear un equipo
solamente formado para personas con discapacidad.
Y conseguimos formar "No limits".
Una de las frases que tenemos en nuestro logo
es "Es difícil vencer a quien nunca se rinde".
Aunque tengas el carné, es conveniente
hacer un curso de conducción, de pilotaje
en situaciones extremas
y, además, hay que mantener el vehículo siempre en buen estado,
porque eso puede salvarte la vida.
Tú lo puedes evitar.
Las campañas de vigilancia y concienciación
que realiza la DGT se realizan para concienciar
de los elementos principales que afectan
a la accidentalidad. Es importante poner cara
a las consecuencias de los accidentes.
Por este motivo, la DGT colabora con ASPAYM
en algunas de sus campañas a las que acuden
lesionados en accidentes de tráfico,
haciendo visible las consecuencias de un accidente
y concienciando a aquellas personas que paran en estos controles.
-Buenas tardes. -Hola.
-Estamos participando en esta campaña
con una asociación para prevenir lesiones medulares
por culpa de accidentes de tráfico e incluye todo.
Nuestro lema es "No corras, no bebas, no cambies de ruedas",
que es lo que me pasó a mí
por culpa de una conductora que había bebido.
-Lo que queremos es llegar a la gente,
contarles nuestra experiencia,
que hemos sufrido un accidente de tráfico
y concienciarles de que no merece la pena
el llevar el coche en mal estado,
poder tener un accidente y acabar en una silla de ruedas.
-A mí me conciencia y me ha emocionado un poco,
porque ver a alguien que le pasara y que se preocupe
de que no le pase a otras personas es importantísimo.
-En mi caso fue un exceso de velocidad lo que conllevó
a una lesión medular.
Además, no llevaba el cinturón de seguridad puesto.
Les digo que cumplan las normas y sobre todo que se conciencien,
que no queremos que se vean en la misma situación que yo.
-Hola, buenos días.
Estamos realizando una campaña de control de vehículos.
Nosotros paramos a los conductores;
su reacción es la habitual,
suelen hacerse los despistados con la documentación...
Cuando ya les decimos que hay un compañero en silla de ruedas
que se quiere dirigir a ellos,
ven que es la realidad y les puede tocar a ellos.
Un compañero de ASPAYM quiere hablar con usted.
-Vale.
-Lo hacemos cada año,
principalmente suelen ser contra el alcohol y drogas,
que la gente no beba, que es nuestro lema,
"No corras, no bebas, no cambies de ruedas",
que la gente vaya con el cinturón,
porque yo iba detrás sin cinturón,
entonces pues concienciando un poco a la gente
para que la gente vea que una cosa de estas puede pasar.
-Cuando ha hablado de su experiencia ha sido algo bastante duro,
pero es la realidad, que la gente no está concienciada
de lo que te puede pasar y de lo que es llevar un vehículo,
que es una máquina muy peligrosa.
-Lo usamos todos, pero no.
-Creo que no es lo más adecuado.
-Parado en el semáforo, no, ya tienes tiempo para utilizarlo.
-No, no se debería.
Estás ahí conduciendo y el móvil es un peligro.
Dejas de prestar atención a lo que haya.
-Soy la primera que lo hago y sé que lo hago de forma incorrecta;
pero no es lo más adecuado.
-Mucha gente no ve el peligro, entonces ves que es algo normal
y que lo hacen otros, que no pasa nada
y que estás parado.
-Pues porque tenemos eso de inmediatez absurdo.
-Porque el mundo del trabajo está loco
y hay que utilizar el móvil donde sea.
-Porque estamos enganchados a la tecnología.
-Los WhatsApp ha ayudado mucho a que estén todos con el móvil.
-Por la adicción que tenemos
mandando WhatsApp, mirando Twitter...
-Pues porque es el momento en el que paras con el coche,
no tienes que estar atento con el volante, etc.,
y aprovechas para contestar.
-Hacen falta golpes para que la gente se conciencie.
-La gente reacciona cuando a ellos en primera persona les pasa algo.
-Creo que las multas deberían ser muy altas
porque así la gente, con las multas y la retirada de puntos,
la gente se asusta.
-Pero cuando se te olvide, lo utilizarás otra vez.
-¿Cuánto falta, papá? -Mamá, ¿cuánto falta?
-El paso de peatones sirve para... -Sirve para cruzar.
-Para que los autos vean que hay personas cruzando.
-Pues en la carretera hay unas líneas
que son blancas y negras.
-Sí. -Sí.
-Pues para que la gente pase y los coches se paren.
-Pues donde pasan las personas.
-Por la señal que hay un peatón cruzando por el paso.
-La del muñequito que tiene un paso de peatones.
-Pues cerca del colegio,
para que los autos tengan precaución con los niños.
-Porque los coches se paran.
-En la carretera.
-Pues cuando hay alguien.
-Para dejar a la persona que cruce.
-Sí, podemos hacerlo.
-Cuando no vemos ningún coche.
-Mirar a ambos lados.
-Pues porque si viene un coche, te puede atropellar si no te ve.
-Si yo te contara cómo eran los coches sin cinturón...
Ni nos lo imaginábamos que pudieran tener cinturón.
-Era lo que había y nos sentíamos seguros.
-No se pensaba en la seguridad como ahora.
Además, corrían mucho menos.
-Yo no me he sentido incómodo nunca con el cinturón de seguridad.
-No te hacía mucha gracia ponértelo,
porque ibas un poquito incómodo.
-Bueno, todo es acostumbrarse.
-Ahora no son como los de antes;
antes iban más fuertes e iba uno que no podía...
Luego era obligatorio y si no te lo ponías, te multaban,
y si no, mucha gente iba sin el cinturón.
-Ipso facto; yo y mi señora, ipso facto
que nos poníamos siempre el cinturón sin decírnoslo nadie
ni exigírnoslo nadie.
-Siempre he respetado las normas. En cuanto lo implantaron,
me ponía mi cinturón.
-A veces se me olvidaba o no me lo ponía.
-Ni cuando era obligatorio ni cuando no,
yo me lo he puesto
siempre que he tenido el coche con cinturón, siempre.
-Señor vulgar y corriente que llega a su coche
y realiza la rutina de ponerlo en marcha.
Mete la llave del encendido.
Lo que oye no es el motor, sino una chicharra.
Prueba otra vez y lo mismo; el coche no arranca.
Por fin descubre una señal luminosa:
abróchese el cinturón de seguridad.
Un dispositivo legalmente obligatorio impide el encendido
si los cinturones no están ajustados.
Cumplido lo cual, todo vuelve a la normalidad.
Claro que quien hace la ley hace la trampa,
y a poco, por muy legal que fuera,
quien más quien menos aprendió a desconectar los cables.
Al final y a causa de masivas protestas,
la ley de la chicharra fue derogada en noviembre de 1974.
Lo que continúa siendo estrictamente obligatorio
sigue siendo el cinturón de seguridad doble,
y cualquier vehículo que no lo lleve, está fuera de la ley.
Lo cierto es que en España, en 2004,
después de casi 10 años, había todos los años 5500 muertos.
Era una situación de siniestralidad muy alta,
éramos una anomalía en Europa
y se decide por parte de algunos políticos
tomar una decisión. ¿Cuál era la decisión óptima?
Lo que veíamos en Europa era que el carné por puntos
es lo que estaba funcionando en los países con mejores índices.
Por lo visto con el tiempo, desde luego,
parece que ha conseguido su efecto.
Donde antes íbamos en autopista, en 2001, a 150 km/h
el 6% de los vehículos, ahora lo hacen el 0,6%.
Antes el 5% de los conductores venían borrachos,
ahora lo hacen el 1,8%.
Y antes utilizábamos el cinturón el 50%,
ahora lo utiliza el 90%.
Pero por encima de ello,
lo que ha provocado el carné por puntos
es que utilicemos la vía de una manera más tranquila.
Después de la evolución del permiso por puntos,
la imposición de los radares,
toda la política de seguridad vial,
hemos llegado a que España es el quinto país mejor de Europa,
por encima de Alemania y Francia,
con lo cual los resultados son muy buenos
y el problema es: cómo podemos mejorar.
Hay dos escenarios sobre los que centrar los focos:
las carreteras convencionales de doble dirección,
donde se produce un 85% de los muertos en carretera.
La mayor medida de seguridad vial
es el desdoblamiento;
cuando se separan las calzadas y se generan dos autopistas,
entonces la siniestralidad baja de una manera estructural.
Podemos llegar a desdoblar calzadas
donde podemos llegar a desdoblarlas.
En las carreteras convencionales que no podemos construir,
no podemos llegar a construir más.
En segundo lugar, la ciudad.
En la ciudad hay un cambio que viene con más fuerza,
que es la incorporación de los peatones, de los ciclistas,
a las calzadas,
y hay que hacerlo coexistir con que no vuelvan crecer los accidentes.
Es muy complicado seguir avanzando.
Lo que hay que tomar son decisiones estructurales.
En las vías convencionales
a lo mejor hay que reducir el límite de velocidad,
o en la ciudad también.
Si esas decisiones no se toman,
no podremos seguir avanzando.
Pero no tenemos grandes diferencias con respecto
al resto de conductores del mundo. Ha respondido a los estímulos
que han respondido ingleses y alemanes,
que es que cuando impones un sistema de fiscalización
de control, modera su comportamiento,
deja de beber, deja de correr, etc.
Un concepto mixto que es la educación mediante la represión,
es decir, al final cambiamos nuestro comportamiento
porque el sistema nos obliga
a cambiar el comportamiento.
Al final se acaban comportando
los conductores porque el sistema les obliga.
¿Es malo? No, no es malo.
Llegamos a un sistema en que nos educamos
porque el sistema nos obliga.
La educación y la formación vial,
especialmente la formación, necesitan una vuelta más de rosca.
Pasamos del conocimiento, normas y señales
y cada vez más a conocimientos en movilidad, en seguridad;
en comportamientos más que en conocimientos.
Ese es el gran reto que hay que ir planteando en los próximos años.
En el tema de la moto es donde vamos a hacer todos un esfuerzo.
En la moto es donde se van a producir un tercio de los muertos
en los próximos años. La moto es vulnerable,
a la que hay que cuidar y aquí es donde la formación
va a ser por parte de los conductores
de automóviles y motos el elemento clave.
-Conducir deshidratado es igual de peligroso que conducir bebido.
¿Por qué? Porque los síntomas son muy parecidos.
Un nivel de deshidratación de tan solo el 2%
ya puede tener un efecto
en que incrementa el tiempo de reacción, la tensión disminuye
y cometemos más errores.
No hay que esperar a tener sed para beber
mientras estamos conduciendo.
En el momento en que sentimos que nuestra boca está seca,
cuando sentimos que estamos más confusos,
que tenemos una cierta letargia, es el momento de parar.
Sobre todo, bebe agua.
¿Qué es lo que aconsejamos?
Pues beber entorno a 300 ml, que sería el botellín pequeño,
cada dos horas de conducción.
Si nos entra somnolencia, una solución puede ser un café.
-Un gesto tan sencillo como este, nos ayuda a salvar vidas
porque el café ayuda a nuestra concentración
y alerta cuando estamos conduciendo.
El café te ayuda a reducir el número de errores que cometes
a la hora de pisar las líneas de la calzada,
que son el síntoma clásico del conductor somnoliento.
También lo sabemos porque ayuda a reducir en un 7,7%
el tiempo de reacción
y, por último, ayuda en un 25%
a mejorar nuestra sensación de fatiga y de cansancio
que nos va a mantener más alerta al volante.
Y si no te gusta el café, puedes recurrir a un refresco.
-Verano, muchísimo calor, viajes largos;
un refresco, el mejor combustible.
Nos aporta, claramente, ese agua que hemos perdido,
esa necesidad de recuperarnos, que no sabemos a qué aducir,
y realmente lo que nos falta es parar e hidratarnos.
Tomar un refresco es una buena manera de hacerlo.
Y especialmente en momentos de cansancio,
lo más reparador es un buen sueño;
no intentemos maquillar una cosa con la otra;
pero en cualquier caso, un refresco con cafeína
o una bebida energética puede ayudarnos
a estar en mejores condiciones.
Y otra forma de hidratarse, un zumo.
-Desde el punto de vista de la deshidratación,
los zumos nos aportan compuestos beneficiosos
como son vitaminas, compuestos antioxidantes
y también minerales.
Cuando nos deshidratamos, también perdemos minerales;
por eso es importante que a la hora de hidratarnos
tomemos además de agua, minerales.
Hola, Marta.
Y no limpian.
¿Cuándo fue la última vez que los cambiaste?
Sí, cada seis meses o un año hay que cambiarlas.
A simple vista parece que están nuevas,
pero la goma de los coches, por el sol,
por estar mucho tiempo parado, se cristaliza y pierde su cualidad.
Esto hace que no limpie bien y que no nos deje la luna bien.
Hay productos limpiacristales que se mezcla con el agua,
pero con el agua vale.
Es fácil, es cuestión de paciencia y de fijarse bien.
De hecho, en el libro de instrucciones viene.
En este caso, porque todos los coches no son iguales,
tiene un clic que apretamos ahí
y tiramos hacia fuera de la escobilla...
Hay que llevar cuidado de que no se nos escape el brazo
porque podría dar un golpe en el vidrio y rajárnoslo.
Este es el correcto, porque son dos medidas;
aquí va el corto y ahí el largo.
En los estuches con las escobillas nos suele traer un juego
por si acaso el enganche es distinto en nuestro vehículo.
lo metemos por el canal y hasta que haga clic. Ahí está.
Ahora nos vamos con la larga.
Igualmente, la sacamos...
Siempre las dos.
Tenemos que tener una buena visión. Y ya están cambiadas.
Vamos a comprobar que funcionan.
Y que limpian bien.
Estupendo.
Ahora ya es otra cosa.
Ahora me fío.
Tardé en sacarme el carné un año.
Muy, muy triste.
Me han multado pocas veces y las que me han multado
por aparcar mal.
Pues se me pinchó una rueda y no pude cambiarla.
Me ayudaron entre cuatro amigos que tenía en el trabajo
y me ayudaron; pero no, o sea, negadísima.
No, pero bueno, todo es averiguarlo en esta vida.
Yo al volante soy una mezcla entre Hulk y Gandhi,
o sea, tengo las dos. Depende como me pille,
voy para un lado o para otro; a medias no me quedo.
Pero intento ser Gandhi.
Venga, va, un siete. No voy a pasarme, un siete.
Seguro que hago cosas mal, seguro.
A Punset. Me encanta.
A su hija Elsa o a él, me da igual.
-Cuando quieras.
Estoy grabando. -Cuando quieras.
Hoy: la elevada media de edad de los coches; colaboración de lesionados por accidentes en Campaña de Tráfico; la deshidratación al conducir; entrevista a Ramón Ledesma; cambio de escobillas. Invitada: Chenoa.