Domingos a las 09:00 horas
¿Cómo ha ido la experiencia?
Esto es verídico. Mi padre, más de una vez,
paraba el coche en medio de la carretera y decía:
"¡No puedo más! O sea, callaos todos".
Por su seguridad,
utilice el cinturón también en la ciudad.
Veamos los efectos de una colisión a 50 km/h
con o sin cinturón.
Uno de cada cuatro fallecidos en accidente de tráfico
no usaba el cinturón;
una cifra muy alta que debe rebajarse.
-Podíamos haber salvado 100 vidas si todos usaran el cinturón.
La idea de estas campañas es seguir concienciando a la gente
de las ventajas del uso del cinturón
y también intensificar la vigilancia
para que quienes aún no usan el cinturón
sean conscientes de las bondades de hacerlas.
Estas cámaras, que van a estar ubicadas
en carreteras convencionales y en vías de alta capacidad,
toman una imagen de la parte delantera del vehículo
y por tanto podemos ver
si el conductor hace uso o no del cinturón.
Pues alegan muchas excusas: por despiste, por dejadez,
porque van cerca, porque son traslados cortos,
por olvido...
Me parece bien esta campaña y todas.
O sea, todas las campañas son para que todos vayamos mejor.
-Está muy bien. Más que nada porque es
una medida de seguridad para el conductor y los pasajeros.
Me llamo Miguel Ángel Gómez Molina.
Tuve un accidente de coche hace 30 años.
Yo iba a trabajar
y era una carretera de doble sentido.
Había una recta,
en la cual iba un coche más adelante,
y yo iba muy deprisa,
a una velocidad que no debía de haber ido nunca,
y me pegué mucho al culo del coche,
quise adelantarle
y, bueno, con 22 años, todos los jóvenes nos creemos
que somos Dios y que podemos con todo
y que todo lo hacemos muy bien.
Yo pensé que me hacía con el coche y que no pasaba nada,
hice una maniobra brusca
y me salí por la parte izquierda de la carretera,
caí con la altura que llevaba del terraplén,
más el coche que se levantó.
El coche se quedó boca arriba, se aplastó
y me aplastó las vértebras de la espalda
y bueno, me produjo la lesión medular.
Simplemente me montaron en una ambulancia
y yo veía que las piernas se me iban, se me caían,
que no las controlaba.
Y entré en el hospital y ya vieron que era
una lesión medular e ingresé en el hospital de parapléjicos.
Y bueno, con el día a día y poco a poco, te vas dando cuenta
de lo que tienes y el alcance que tiene.
Yo recuerdo que tenía una niña de ocho meses
cuando me pasó.
Y yo dejé de andar y estaba en el hospital
y, cuando la niña entró en el hospital con ocho meses,
empezó a andar ella.
Digo: "Mira, dejé de andar yo y empezó a andar mi hija".
Lo vas asimilando poco a poco; no es una cosa
que de la noche a la mañana digas: "Me he quedado así",
sino que siempre tienes una esperanza, dices:
"Volveré a andar", cuando estás en la cama,
pero cuando ves que ya no puedes andar,
pues ya lo único que queda es coger fuerzas y decir:
"Aquí estoy yo y puedo valerme por mí mismo"
y seguir adelante, que la vida sigue, y nada más.
El consejo que daría a todos los jóvenes
es que moderen su velocidad, que hagan caso a las señales
y por favor, los adelantamientos que los hagan correctamente,
siempre mirando y con una distancia prudencial.
Tú lo puedes evitar.
El nombre de latigazo viene
por la imagen de un látigo golpeando;
la forma del látigo al golpear es lo que ocurre
en un accidente.
Se produce un hiperextensión brusca del cuello,
seguida de una flexión brusca del cuello.
Eso hace que las estructuras cervicales sufran
una distensión brusca, los músculos, los ligamentos;
cuando estos ligamentos se rompen,
puede incluso producirse una fractura o luxación vertebral
y, en algunos casos, aparecen tetraplejias;
es decir, lesiones de la médula espinal
y los pacientes no pueden mover brazos ni piernas.
Los síntomas de una persona que sufre un latigazo cervical
son mareos, dolor cervical,
sensación de hormigueo en brazos y en algunos casos dolor de cabeza.
Según nuestro estudio con la Fundación Mutua Madrileña,
el 98% de los latigazos cervicales se producen en el coche,
generalmente por impacto posterior.
-Vamos a ver unos consejos prácticos
para evitar que se produzca asociada a un latigazo cervical.
Para eso es muy importante nuestra posición al conducir.
Tenemos que prestar atención a la relación, en primer lugar,
que hay entre las piernas y el tronco.
El ángulo que se conforma entre piernas y tronco
debe estar entre 90 y 100 grados.
Otro aspecto a considerar es el reposacabezas
y, como ven, la distancia entre el reposacabezas
respecto a la cabeza del conductor debe estar
a una distancia aproximada entre 10 y 15 cm.
Y la altura del reposacabezas debe coincidir aproximadamente
con la posición más alta de la cabeza del conductor.
Y por supuesto es muy importante el uso del cinturón de seguridad,
porque el cinturón me va a frenar
del movimiento hacia adelante y hacia atrás;
con lo cual evitaremos el movimiento de la cabeza.
Hay que prestar atención
a la distancia con el vehículo de delante
porque a veces si hay un frenazo,
no me va a dar tiempo suficiente y le impactaremos por detrás
y nosotros colisionaremos por la parte delantera.
También son muy frecuentes estos accidentes
cuando estamos detenidos en un semáforo
y un vehículo no consigue frenar y nos impacta por detrás.
Ahí lógicamente, bueno,
estar atento en todo momento al espejo retrovisor
para ver si algún vehículo nos está abordando por detrás.
¡A ver si me vas a hacer preguntas comprometidas!
-Sí, claro.
-La he visto pocas veces.
-¿Si he visto qué?
-Eh, por esta calle no, pero sí en alguna carretera.
-Perfecto. -¿En un puente?
-Pues no lo sé.
Donde son dos direcciones.
Donde hay mucho peligro; lo que sea.
-Un vehículo que...
-Es una dirección obligatoria derecha, izquierda.
-Pero creo que es de carretera, no lo sé.
-Creo que la he visto en el libro de la autoescuela.
En la realidad, pocas veces.
-Me estás pillando. -Puede que la haya en ciudad;
pero yo no la he visto.
-Pues tiene un prohibido, o sea que...
-El disco este significa algo, ¿no?
-Hombre, la señal no, las flechas.
-Eh... -Mal asunto.
-Doble sentido.
-Hombre, no. -No, para el contrario.
-Tiene preferencia el que viene de frente...
-Pues eso... no sabría decirte.
-Y paso. Pero mientras esté aquí peligro, no puedo pasar.
Aquí pasaría que yo libré.
-Más o menos. -Yo creo que más claro, imposible.
-Veo que tiene prioridad el que viene en sentido contrario.
-Tiene preferencia el que viene en dirección de la negra.
-Usted no tiene prioridad; sería la definición.
-Creo que ahora mismo suspendería el carné.
-Qué buena vista desde aquí.
¿De verdad? -Vamos.
Lo tenemos en todo, pero es un pique sano.
-Sí, pero ahora no has puesto el intermitente.
Vale, vale.
Ya veo que esto...
Me fastidia mucho que vayan despistados,
que no estén concentrados en lo que hacen.
-Y a mí que toquen el claxon a la primera de cambio.
Para nosotros es muy práctico por el tema de tráfico
y yo creo que Barcelona tiene mucha consciencia con las motos,
los coches respetan y controlan bastante,
porque hay una cantidad de motos increíble.
Sí, le damos duro. -Sí.
Nos gusta mucho la bici, es una válvula de escape.
Vamos bien en la bici, con casco, con el traje,
con herramientas; con todo lo que tiene que llevarse.
Y luego también en la moto pues evidentemente siempre
con el casco y una chaqueta un poco bien,
y guantes... Sí, sí, sí.
Yo creo que sí, que arreglar evidentemente aquellos tramos
de carretera que son conflictivos a la hora de haber accidentes.
-Respetar los límites de velocidad, que es importante;
no ir aquí a 80,
porque entonces si te sale cualquier imprevisto,
pues te lo vas a llevar por delante.
Puf...
Esto es verídico. Mi padre, más de una vez,
paraba el coche en medio de la carretera y decía:
"¡No puedo más! O sea, callaos todos".
-¡Eh!
Nosotros... -La abuela; todos en el coche.
-Todos ahí gritando
y de verdad llegaba un momento en que...
Pues aquí tenéis dos libros para que no tengáis excusa.
Las cien mejores recetas del programa.
¡Hombre, claro! -Por supuesto, claro.
Ahí. -Exactamente.
-¿Cuánto falta, papá? -Mamá, ¿cuánto falta?
(NIÑOS) Papá, ¿cuánto falta?
-Un radar no; no lo sé.
-Un radar... ¡Un radar!
-Creo que es algo así.
-Ah, ya, la gasolina.
¡El turbo-propulsor!
-Por ejemplo en la A-2 hay unos cuantos radares,
que... -En la M-30.
Es una máquina que hace unas fotos.
-Ah, sí.
-Bueno, hace la foto a la matrícula.
-Una foto, sí.
-La matrícula va a la Policía
y así la Policía puede ver de quién era el coche.
-Los radares están como un poco escondidos
para que no los veamos.
-Cuando vas más rápido de lo normal...
-Si en un pueblo vas
a más de la velocidad permitida...
-Nos podemos hacer mucho daño.
-Te pueden parar.
-Como a Jaime Rodríguez,
que le quitaron bastantes puntos y casi le dejan sin carné.
-Le ponen una multa.
-Sí, una multa.
-Y tiene que pagar.
Es una cámara
que se coloca en el parabrisas y un chip que procesa las imágenes.
Esa cámara emitirá señales acústicas
cuando incurras en una situación de peligro.
Esa señal de peligro la podremos interpretar en un display visual
que ayuda a interpretar de qué te alerta.
En este caso podríamos tener funciones,
desde la más sencilla, que es la salida de carril;
te alerta de que te estás saliendo involuntariamente;
a algo más complejo como la distancia de seguridad;
controlar la distancia con respecto al vehículo precedente
y avisarte si estás incurriendo en una situación de peligro.
Y luego las más avanzadas, que son las alertas de colisión,
tanto con otros vehículos
como alertas para evitar atropellos de peatones y ciclistas.
Un vehículo que no venga equipado
con los sistemas de seguridad de alta gama
podremos convertirlo en un vehículo prácticamente igual de seguro.
Se trata de un sistema de asientos integrados para niños,
del grupo 2 y 3;
es decir, grupo 2, desde los 15 hasta los 25 kg,
y grupo 3, desde 22 hasta los 36.
En el lugar del reposacabezas incorporas una pieza
que tiene unas sujeciones laterales,
subes la banqueta con un simple clic,
la colocas a la altura correcta
para pasar el cinturón a la altura de la clavícula
y que el niño vaya colocado perfectamente,
y acabas poniendo unos refuerzos laterales
para que en cualquier movimiento lateral, curvas o adelantamientos,
estén sujetos y sea más seguro.
Con dos movimientos, con dos clics, tienes la sillita del niño.
-Algunos peatones cruzan correctamente, poco más o menos,
pero otros lo hacen así.
La moto atraviesa el paso de cebra indebidamente.
Y los transeúntes pasan como pueden entre los vehículos parados.
¡Aquí todo es acera! No hagan esto, por favor.
Así aprenderemos a ser buenos ciudadanos
y todo irá mejor.
-Mi primer coche fue un 850.
-Un R8, en el año 63.
-Un 133.
-Con ese coche me hacía mis viajecitos.
-El que tuve primero,
ese me dejaba tirado cada dos por tres.
-Le tengo mucho cariño porque era muy limitado...
-Un coche que naturalmente no andaba como andan ahora.
-El coche, como es natural, no tenía ni airbag
ni dirección asistida, ni nada de eso.
-No había ni cinturones de seguridad, creo.
-Tuve yo que instalar el cinturón en el coche.
-Lo tuve que poner porque salió la obligación.
-Uso obligatorio del cinturón;
es decir, que a partir de aquí te tienes que poner el cinturón.
-No tenía espejos retrovisores, solo interiormente.
-No tenía espejos retrovisores fuera a la izquierda
ni a la derecha.
-Otro problema es que no había dirección asistida.
-Dirección de cremallera.
-Bueno, la gasolina siempre ha sido cara.
-La gasolina estaba a doce pesetas.
-Pero es que los sueldos eran también poquísimo.
Llenar un depósito, aunque fuera por... 150 pesetas,
ya nos dolía el bolsillo.
Tenemos el peligro de que creer que el problema de los accidentes
actualmente está controlado porque las cifras son buenas
y esto hace que la sociedad crea
que ya hay poco que hacer
y ocurra lo que ha pasado en otros países,
que han tenido retrocesos
precisamente por creer que el problema ya estaba resuelto.
Esto nos puede dar lamentablemente una sorpresa
porque en el tema del tráfico nada es definitivo.
Y nada es definitivo en el tema del tráfico
porque el tráfico es muy vivo, es enormemente cambiante,
porque depende mucho de lo que le ocurre a la persona
y depende mucho de lo que ocurre en el entorno.
Si aparece una nueva droga, se nos va a meter en el tráfico.
Si aparece el WhatsApp, se nos va a meter en el tráfico.
Ahora resulta que el WhatsApp está causando más muertos
que el alcohol o la velocidad;
a esto me refiero cuando digo que el tráfico es vivo,
porque hunde sus raíces
en lo que está pasando en el sistema social.
El modelo de educación vial en las escuelas
es un modelo que ha fracasado rotundamente.
Por una parte, porque las administraciones
no se han tomado en serio el tema de la seguridad vial,
cuando resulta que por debajo de los 25 años
y a partir de los seis o siete
el niño o el joven tiene más posibilidades
de morir en un accidente que de otro tipo de problema.
Y por otra parte, porque es que el modelo surge muy bien legislado,
pero muy poco realista. Y pongo un ejemplo.
¿Quién va a formar al niño, quién lo va a educar en la escuela,
si el educador no se ha formado en materia de seguridad vial?
Tenemos que ir a un modelo que explique el porqué de la norma
y que explique incluso aquellas cosas que no estando prohibidas,
como el manos libres, pueden ser enormemente peligrosas
y dar lugar a accidentes muy graves.
Hay que decirlo claro;
tenemos que hacer una gran apuesta por el tema de la formación,
no vaya a ser que al final tengamos carreteras y coches inteligentes
y no tengamos conductores inteligentes y bien formados,
porque al final el conductor va a ser el máximo agente
que provoque o evite un accidente de tráfico.
En los próximos años,
si queremos dar solución al problema,
hay muchos sectores que tienen que trabajar conjuntamente.
Tiene que ponerse también en ello el sistema sanitario,
porque la atención a las víctimas en España no es mala,
pero es muy mejorable en comparación con Europa.
Los sistemas formativos tienen que mejorar
y para ello están dispuestas las autoescuelas.
Y desde luego lo que más hay que hacer
es potenciar el mundo de la investigación,
porque si no sabemos cuándo, dónde, cómo y por qué
se están produciendo los accidentes de tráfico,
difícilmente podremos poner soluciones que sean lógicas,
que sean científicas y que sean rigurosas.
Esta clase de vehículos no necesitan un permiso específico,
el de la clase A, de motocicleta;
pero eso no quiere decir que no tengas que tener
una formación y aprender a manejarlo.
Tiene más estabilidad en el tren delantero,
pero también tiene particularidades que hay que conocer.
vestirnos adecuadamente y después dar una vuelta y probar.
Fundamental, en la moto, los frenos.
A diferencia de los turismos, aquí tenemos siempre la posibilidad
de diferenciar qué freno queremos usar en cada momento,
y eso es importante.
Además, este tipo de vehículo incorpora la posibilidad
de un tercer freno que actúa en las tres ruedas.
muchos de los accidentes de moto que se producen
por pérdida de adherencia del tren delantero,
esta moto los soluciona.
Mantener el equilibrio, la mirada lejos,
observar bien por los espejos
y, bueno, que te vayas haciendo a sus sensaciones.
Ahora vas a hacer estos jalones para que veas la diferencia,
a ver qué tal.
coge freno y botón de "star", y arráncala.
¡Cuando quieras!
A ver los jalones, sortéalos. La mirada lejos.
Eso es.
¿Qué tal, Marta?
¿Cómo ha ido la experiencia?
Saqué... Creo que dos horas para sacar mi licencia.
-Y yo todavía no sé manejar, así que no tengo.
-Una vez por pasarme un alto
y en EE. UU. te multan porque hay cámaras en los semáforos.
Pensé que me estaban tomando una foto
y luego resultó que era una multa.
Una vez rumbo al aeropuerto mi novio me estaba llevando
y se le poncha la llanta.
Entonces intentamos hacerlo, no nos salió
y hablamos a la policía
que viniera a por mí y me llevara al aeropuerto.
-Yo nunca he cambiado la llanta.
El gato del coche se lleva... -En la maletera.
-Ajá. -¡Ella no sabe nada de coches!
Soy Hulk 100%.
-Yo soy Gandhi porque no lo toco.
Hanna es un cero. -No, me pongo un 6, por esfuerzo,
porque me he atrevido a manejar; ella ni siquiera se atreve.
-Yo llevaría un chófer.
-Y yo no me llevaría a Ashley.
¡Estamos grabando!
(RÍEN)
Otra vez.
Hoy: el cinturón de seguridad, conducción de motos de tres ruedas, impacto de las colisiones y afecciones cervicales. Invitados: Sergio y Javier Torres.