Domingos a las 12.00 horas
(Música)
Pues soy María José, soy mariscadora,
pertenezco a la cofradía de Cambados
y llevo profesionalmente desde el año 1999.
Tenemos un horario de entrada, porque si se permitiera trabajar
cuando ya baja la marea,
pues toda esta zona ya estaría sobreexplotada.
Chicos, es hora, están bajando, vamos allá.
Hoy, el tope que tenemos para recoger aquí es...
almeja japónica y almeja fina.
La almeja fina es la autóctona de aquí.
Entonces, vive en los arenales,
lo que hace es protegerse, entonces, se entierra.
La almeja respira y se alimenta,
va dejando unos agujeritos en la arena.
Nosotros lo que hacemos con esto, mira, es escarbar.
Mira, encontraríamos una almeja.
Si hay dos agujeros, es de la fina,
porque tienen los sifones muy separados.
Si es la japónica, es uno solo.
Tú vas a notar que la almeja japónica
es como más rugosa, más áspera, como si fuera un papel de lija,
mientras que la fina es más suave.
Si pasamos al paladar,
esta es la que se suele comer ya al natural,
pero esta tiene la vianda más dura,
por eso es necesario cocinarla.
Hoy, con lo que hay que trabajar es con el rastrillo.
Ese es un trabajo físicamente muy duro,
pero psicológicamente, no tienes problema de ir al psicólogo.
Aquí, todas hablamos, reímos, nos paramos cuando queremos,
nadie nos controla
y somos nuestras propias jefas. Somos autónomas.
Desde niña, venía con mi madre, con mi abuela, aquí, a mariscar.
Al principio, jugabas, luego, al irte haciendo mayor,
pues ya empezabas tú a trabajar también.
Generalmente, la mujer gallega
siempre fue una mujer muy trabajadora
y que sacó a su familia adelante.
Marigel, ¿qué tal?
-Bueno, va bien. -Va bien, ¿verdad?
El sitio que nos tocó, pensé que iba peor.
Ya no hace falta medirla,
pero si no, habría que medirla.
Si tú terminas y te sobra marisco, antes de echarlo al mar,
lo que hacemos es preguntar a alguien
si necesita fina o japónica, y solemos ayudarnos.
Este marisco que se extrae no puede comerse directamente,
hay que pasarlo por una depuración.
Allí, expulsan sus arenas, sus microorganismos
y ya, de ahí, pasaría a la comercialización.
Acabamos el trabajo por hoy y nos vamos.
Ahora, a pesar
y clasificar.
Y carretera. Vamos allá.
Siempre fresco.
La forma de saberlo, por ejemplo, si tenemos un marisco
de molusco bivalvo, simplemente, con tocarlo levemente,
si se mueve, está fresco, consumirlo.
Si no, lo descartamos.
Y en otro tipo de marisco, por ejemplo, los crustáceos,
pueden ser frescos, pero atención, pueden llevar sulfitos.
No hay que asustarse, pero es un conservante legal,
pero sí que puede generar alergias, con lo cual,
mirar o preguntar al pescadero si ese marisco lleva sulfitos.
Sí, realmente, es un metal pesado y si se acumula
en nuestro organismo, puede llegar a ser peligroso.
Está, sobre todo, en los tejidos grasos este mercurio,
de los pescados azules y sobre todo, en los pescados grandes.
Aparece en muchísimo menor nivel en pescado blanco o en marisco.
¿Qué ocurre? Que hay que tener especial atención,
sobre todo, con atún, cazón o pez espada
si lo consumen mujeres embarazadas o niños menores de 13 años.
En este caso, hay que reducir un poquitín el consumo.
Pues mira, hemos hecho un estudio
y también, para tranquilidad de toda la audiencia,
hay que decir que encontramos unos límites de mercurio
muy, muy por debajo de lo que recomienda
la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria.
En concreto, encontramos 35 microgramos
por 50 gramos de atún.
¿Qué recomienda la Agencia Europea?
Pues deberíamos de consumir 10 latas a la semana
para llegar a esos límites, con lo cual, tranquilidad absoluta.
Sí, la sal, vamos a coger primero un pescado fresco.
En un pescado fresco, aproximadamente hay de media
50 miligramos por 100 gramos de pescado.
En un pescado en conserva, se multiplica por siete.
¿Qué hay que hacer en este caso? Pues consumir conservas
bajos en sodio, y eso, ¿dónde lo vamos a ver?
Pues como siempre decimos, Miriam,
miramos el DNI del producto, que es el etiquetado.
El aceite de oliva, como todos sabemos, es muy sano,
pero eso lo vamos a ver en el etiquetado,
si dice "conserva hecha en aceite de oliva".
El "en" es importante, esa preposición, si es "con",
significa que es añadido a otro tipo de aceite
y si indica el etiquetado "aceite vegetal",
no tiene por qué ser de oliva, puede ser de soja o de girasol,
con lo cual, preferiblemente, aceite de oliva.
Pues la receta mágica de la conserva
sería una conserva baja en sal,
sería también una conserva en aceite de oliva
y si podemos elegir, que el envase sea de cristal,
en este caso, evitamos migración que pueda llegar a alimentos,
como por ejemplo, el bisfenol A, que está en plásticos.
Bueno, lo principal que hay que saber
es que el color no está relacionado con la calidad de un aceite.
El color cambia en función
del contenido en pigmentos y clorofilas que tiene la aceituna,
porque es un zumo de aceituna,
y del grado de maduración,
y de dónde se ha producido este aceite,
en qué momento de la maduración del fruto.
Esto es porque es un aceite sin filtrar.
Se llama "aceite en rama"
y es porque es un aceite de esta cosecha,
es un aceite que se acaba de producir esta semana
y por eso tiene todavía esta materia orgánica en suspensión
que no se ha filtrado.
Bueno, el aceite de oliva virgen y el virgen extra
son ese zumo de aceituna.
Se obtienen del fruto directamente.
La diferencia es que dentro de la clasificación,
el virgen extra es el mejor.
El aceite de oliva es una mezcla de aceites de oliva refinados
y aceites de oliva vírgenes, es decir,
tanto virgen como virgen extra pueden ir en esa mezcla.
Tienen también en común la base de ácidos grasos,
pero tienen un inferior contenido
en antioxidantes naturales, en polifenoles.
Esto lo utilizaría para cualquier cosa, o sea,
porque la calidad del producto te va a dar la calidad del resultado
que tú cocines.
El aceite no caduca, el aceite tiene fecha de consumo preferente.
Lo que caducan son los productos frescos
y esos productos, una vez caducados, no se pueden consumir,
porque podemos tener un problema grave de salud,
como una intoxicación alimentaria.
Para que no se pasen de fecha, no acumulemos, no compremos mucho
y si se van a pasar, cocinémoslo y ya está resuelto.
No lo tiramos, Miriam, podemos consumirlo sin problemas.
Hay que evitar ese desperdicio alimentario,
podemos consumirlos una vez pasada esa fecha de caducidad.
Eso sí, observemos un poco, probémoslo y si están correctos,
los podemos ingerir.
se pueden consumir los huevos aunque la fecha esté pasada.
pues bueno, mejor cocinarlo, los cocemos y no hay problema.
Pues también, lleva huevo, la procesada, obviamente,
estamos hablando, también se puede consumir sin problema.
La probamos, vemos que no tiene un sabor extraño y consumimos.
hay que tirar a la basura en caso de que no se consuma
en el mismo momento.
Pues igual, se puede consumir sin problemas.
Quizá observemos el sabor un poco más ácido,
porque la lactosa se convierte en ácido láctico,
pero sin ningún problema, se puede consumir.
También la tiene. ¿Qué puede ocurrir aquí?
Que observemos que está un poquitín más rancia.
Quitamos la parte un poquito más amarilla y rancia
y la consumimos sin problema.
Para las tostadas, pues mermelada, igual,
puede perder alguna cualidad organoléptica,
en este caso, puede ser el sabor, pero ningún problema.
Sabe menos, pero perfectamente, y nunca la tiramos.
igual puede perder alguna cualidad, por ejemplo,
puede estar una magdalena más dura, una galleta más correosa,
pero no hay que tirarlo, evitar el desperdicio alimentario,
se consume sin problema.
Estamos en Los Santos, que es el ecuador de la recogida.
-Sí, es la fama que tiene, siempre decimos ahora
cuando llegan Los Santos, Halloween, el momento de la calabaza.
Y mira, como ves, ahora es cuando empiezan ya
a estar maduras y a coger, y ya ves.
Es la variedad que nosotros ponemos, porque tiene menos acidez,
es más dulce, es de la zona de Jaén,
de la comarca de la Loma, por Úbeda, por ahí,
y es una calabaza que es riquísima, y de nutrientes y todo eso.
Lo que tiene el interior de esta calabaza, es muy carnoso,
es de color anaranjado,
más bien oscuro,
pero la verdad es que está muy rellena, muy maciza,
y es lo que hace que... al cocinero, a los chefs, les viene de maravilla,
porque además, tienen un aprovechamiento, decíamos,
unas propiedades que a los chefs les encanta.
-Creo que nos la vamos a llevar a la cocina.
-Venga, vamos y que nos prepare algo Toño.
Venga. -Vamos para allá.
Toño, nunca mejor dicho, de la huerta,
que la tenéis aquí al ladito, a la mesa.
-Al lado y en un minuto, si te entretienes,
ya llegas aquí. -Ya está, o sea, perfecto.
Además, está mucho más rica, recién hecha.
-Es conocida como el pavo de la huerta,
que tiene casi un 90 % de aprovechamiento.
Tiene las pipas por dentro, pero la mayoría se puede aprovechar.
-Claro, porque estamos acostumbrados a esa famosa calabaza regordeta,
rechoncha, tan bonita,
pero que a lo mejor, no tiene tanta carne como esta.
-Esa es la calabaza americana, que utilizan ellos,
pero realmente, lo que tienen, es muy hueco y está llena de pipas.
-Esta es la rica. -Esta, para mí, sí.
Para nuestra crema de calabaza trufada,
comenzamos sofriendo el puerro, el apio, la cebolla,
y luego, añadimos la calabaza y luego, le echamos un caldo.
Dejamos cocer hasta que se quede blanda la calabaza,
y una vez que se queda blanda, cuando echemos el caldo, corto,
no debe cubrir todo, tiene que llegar hasta la calabaza,
pero que flote un poco, para que no quede muy líquida.
La calabaza, luego, la pasaremos por la turmix,
la rectificamos de sal, no mucha, porque el tartufato lleva sal,
y luego, escalfaremos un huevo,
añadiremos el huevo,
el tartufato por encima y un poquito de queso parmesano
y ahí, rematamos el plato.
Ya está aquí el frío, está, efectivamente, el otoño,
y van a circular los virus respiratorios, como todos los años,
lo que pasa es que este año, efectivamente y desgraciadamente,
está circulando también el coronavirus,
así que tenemos que recordar que tenemos que mantener las medidas
y especial atención en el uso de las mascarillas,
y recordad que hay que usarlas siempre en espacios cerrados,
sobre todo, si están mal ventilados
y a pesar de que las personas que están con nosotros estén alejadas.
Recordemos que el virus se puede mantener en suspensión
y hay riesgo de contagio.
Pero es que también hay que utilizar la mascarilla en espacios abiertos,
porque aunque el riesgo es menor, el riesgo existe y por tanto,
ahí también debemos utilizar la mascarilla.
Tenemos que sacar la señal de prohibido.
Prohibido permanecer con personas que no vivan con nosotros
sin utilizar la mascarilla.
La mascarilla tiene que ser nuestra fiel compañera
en este otoño-invierno.
Y más allá de recordar el número exacto de horas que permanece,
lo que tenemos que tener claro es que el virus puede estar ahí,
aunque no lo veamos y por tanto, tenemos que actuar
asumiendo que el virus puede estar ahí.
¿Y esto cómo es? Pues tocándonos poco la cara,
la nariz, los ojos, después de tocar este tipo de objeto,
limpiando muy bien las superficies en casa
y sobre todo, asegurándonos de que nos lavamos bien las manos
con agua y jabón en cuanto llegamos de la calle,
tenemos que disminuir al máximo el riesgo de contagio.
# Uno, lavo mis manos # con agua y jabón.
# Dos, palma con palma, # arriba y abajo.
# Tres, entrelazo los dedos.
# Cuatro, puño con puño, # le saco brillo.
# Cinco, a los pulgares # les doy mimitos.
# Seis, y con las uñas, # cosquillitas. #
El gel hidroalcohólico es una excelente alternativa
al lavado con agua y jabón, sobre todo,
cuando no hay suciedad visible
y una de las mayores comodidades que ofrece
es que siempre lo podemos tener a mano.
Podemos tener un pequeño botecito en el bolso o en cualquier comercio.
Lo que pasa es que ahí, precisamente, radica su riesgo.
Y es que hemos visto que se han multiplicado
las intoxicaciones accidentales con este tipo de geles,
sobre todo, en los niños
y por lo tanto, vamos a sacar la señal de peligro
a dejar geles hidroalcohólicos al alcance de los niños.
Estos geles, siempre a la mano, pero la mano de los adultos.
Pues ni lo uno, ni lo otro.
No usar el gel hidroalcohólico cuando está recomendado, malo,
pero usarlo excesivamente, malo también,
porque puede dañar nuestra piel.
Tenemos que usarlo el número necesario de veces,
evitando un uso obsesivo.
Tenemos que alternarlo cuando sea posible con agua y jabón.
Tenemos que buscar siempre un producto
que no tenga muchos perfumes, no tenga otra serie de compuestos
que puedan favorecer la irritación.
Y tenemos que utilizar cremas hidratantes con frecuencia,
que contrarresten el daño que pueda hacer en nuestra piel.
Y esto es especialmente importante ahora que, con este clima tan frío,
nuestra piel sufre un poco más.
La verdad es que son tiempos duros, ¿no?, gestionando los miedos
de contagio, no contagio,
contagio a mi familia cuando vuelvo a casa.
Nosotras trabajamos a turnos, fines de semana,
lo de la conciliación ya de por sí la tenemos muy complicada,
como para empezar a asumir todo esto de forma tranquila.
ha sido complicado, sobre todo,
el encierro posterior.
Nunca he sentido ese miedo de pavor, pero sí algo de incertidumbre,
sobre todo, porque no se sabía con qué estábamos tratando,
lo que iba a pasar,
cómo afectaba a los niños, cómo nos afectaba a nosotros,
si esto será a corto plazo, a largo plazo...
Con cuatro palabras: "soledad",
"indefensión", "olvido".
Y todo se resume en "indignación".
Pues mira, yo te diría que la estamos llevando
como hacemos todo,
con la solidaridad entre los compañeros.
Hay germen de pedir
que nos ayuden a gestionar toda esta incertidumbre
y todo esta situación que nos está desbordando
como personas y como profesionales.
Trato de vivirlo con normalidad.
Lo más difícil ha sido gestionar la emoción de Olivia, de la mayor,
con una hermana nueva, un encierro en medio,
el cole cerrado.
No me parece sano tampoco generar una paranoia,
sobre todo, con niños pequeños.
Lo peor que puede pasar en una situación de enclaustramiento
es abandonarse.
Hemos tenido que construir redes de voluntariado
y lo estamos haciendo otros mayores, unos mayores nos ayudamos a otros.
La verdad es que el colesterol, no mucho,
pero la cifra de la tensión sabemos que se relaciona muchas veces
con la situación emocional, con el grado de estrés
y también el azúcar, también esa glucosa
se puede ver elevada en circunstancias estresantes.
Por lo tanto, para controlar nuestra tensión y nuestra diabetes,
es importante, efectivamente, tratar de liberar ese estrés
y de intentar estar un poco más relajado, más tranquilo.
Te adelanto que con esto, no suele ser suficiente
y tenemos que recordar la importancia
de hacer un buen ejercicio físico
y de controlar nuestra alimentación.
Dicho de otra manera, Miriam,
por muy relajados que estemos,
ya te adelanto que si esa relajación la hacemos tumbado en el sofá,
todo el día comiendo bollería y patata frita,
no vamos a controlar ni la tensión, ni la diabetes.
Y no es bueno, efectivamente, ni lo uno, ni lo otro.
Menos mal que nuestros amigos de "Saber vivir" ya saben
que no tenemos que preocuparnos por nuestra salud,
pero sí tenemos que ocuparnos de ella.
Y en ese sentido, tenemos que recordar
que cuando las cifras de la tensión, del azúcar o del colesterol
están altas, muchas veces, no sentimos nada.
Repito, no sentimos nada y por lo tanto,
si tenemos recomendado hacer una serie de revisiones
o una serie de controles, no debemos dejar de hacerlo,
porque como me siento estupendamente,
debe estar bien controlado.
Cuidado con esto.
Y por tanto, si nuestro médico, si nuestro enfermero,
nos han recomendado que tengamos determinados controles,
tenemos que sacar el semáforo rojo,
semáforo rojo que nos indica que nos tenemos que parar,
tenemos que pararnos, porque tenemos unos hábitos de vida
que nos han llevado a una cifra elevada, por ejemplo,
de tensión o de azúcar, y tenemos que mejorar esos hábitos,
tenemos que poner otros en marcha, en los que se incluye, por supuesto,
el ejercicio físico.
Primero, debemos recordarle que el colesterol no es malo,
que el colesterol es necesario
para el normal funcionamiento de nuestro organismo.
Y segundo, que esa publicidad se basa
en que ha demostrado en algunos casos
que puede producir ligeras disminuciones del colesterol,
lo que no está tan claro, lo que no ha demostrado
tan claramente es que esa leve disminución
pueda suponer una disminución de nuestro riesgo cardiovascular,
que es lo que realmente queremos hacer,
y por eso, a este tipo de producto, le vamos a poner el semáforo ámbar.
Siempre que ponemos el semáforo ámbar
es porque hay un semáforo aún mejor, ¿verdad?, el semáforo verde.
Semáforo verde a esas cosas que suelen venir en estos productos
en letra muy pequeñita y que en los anuncios pasa tan rápido
que no nos da tiempo a leer.
Y es que lo prioritario es cuidar nuestra alimentación,
sobre todo, evitando un exceso de azúcares
o de grasas de mala calidad,
en la que tenemos que hacer ejercicio físico
y en la que tenemos que evitar el consumo de tóxicos,
alcohol y sobre todo, tabaco.
Con estos cuidados, Miriam,
eso sí que produce una disminución de nuestro riesgo cardiovascular.
A mis 87 años,
saber vivir yo diría que es fácil.
Dos partes.
Una, hacerte feliz tú,
otra, hacer feliz a los demás.
La importancia de la segunda.
Lo que pasa, que es consecuencia de la primera.
La primera consiste, simplemente,
en no estar hablando en esos momentos
de lo mal está todo,
todo el día,
porque está mal todo, ya está.
Lo segundo
es intentar animar a la gente a hacer cosas.
El señor que tenga un trabajo, intentar hacerlo,
y el señor que no lo tenga, intentar ayudarle a buscarlo.
Estamos viviendo una serie de crisis, la sanitaria,
terrible, tremenda, mundial.
Bueno, entonces, en esa angustia personal,
estoy viendo ahora que hay personas
que lo están pasando mal psíquicamente, anímicamente.
Bueno, gente que le afecta más que a mí,
o le afecta más que a otros.
Bueno, esto, tened mucho cuidado con esto.
Quiero decir, que si yo tengo a mi alrededor alguien
que le veo que por las circunstancias que sea,
sufre, sufre en su alma, por decirlo así,
lo tengo que cuidar con mucho cariño,
y esperanza,
esperanza quiere decir que saldremos de esta,
porque hemos salido de muy malas, muy malas.
Esta será mejor, peor, no importa, esperanza, porque saldremos.
Es uno de los grandes reyes de España del atletismo.
Seguro que le conoces.
Ha sido campeón de maratón y quiere seguir siéndolo
cuando algunos de sus colegas ya se han retirado.
Se trata de Martín Fiz.
Fue campeón de Europa de atletismo de maratón en Helsinki,
con un triplete español, con un podio fantástico,
donde estaba también Diego García, que ya no está con nosotros
y Alberto Juzdado, además, con unos tiempos magníficos.
Luego fue en el 95, en Goteborg, fue campeón del mundo también.
Bueno, todo esto hizo que en España, hubiese un "boom" de correr,
porque toda la gente se animó, como Martín Fiz, a correr maratones,
etcétera, etcétera.
Y nuestro protagonista, pues siguió corriendo, siguió ganando,
siguió cumpliendo años, fíjate que ya con 50 años,
fue capaz de ganar la maratón de Nueva York,
maratón de Tokio, luego, de Boston y luego, el de Berlín,
mejorando su marca en dos horas y 26 minutos
en la categoría de más de 50, pero es que después,
ganó el maratón de Chicago y el maratón de Londres,
ya con 55 años,
convirtiéndose en el primer atleta mayor de 50 años
que ganó los Six Majors, los Six Majors son...
los seis maratones más importantes del mundo.
O sea, llevaba una trayectoria imparable
hasta que 2018 se convirtió así, de golpe y porrazo,
en su annus horribilis, en su año desgraciado, terrible.
Pues mira, ya cuando corrió el maratón de Londres,
ya había sufrido una caída antes, le costó recuperarse,
porque a esa edad, también, recuperarse para seguir en la élite,
corriendo, te cuesta, pero se había recuperado bien.
Y llegó el momento más trágico de su carrera, digamos.
Fue atropellado por un coche en un paso de cebra
en su ciudad natal, en Vitoria, cuando se entrenaba el maratón.
Resultado: cuatro costillas rotas, en el hospital, en fin,
pero bueno, con su constancia y con su buen hacer,
y con el sufrimiento que tienen los corredores de maratón,
en este caso, pues lo pudo superar.
Sí, te voy a decir una cosa, vamos a ver,
con todo lo fuerte que es y con todo el buen estado físico
que tienes que tener para correr un maratón,
para correr pruebas de resistencia,
yo creo que es mucho mayor la fuerza mental
que necesitas para gestionar una carrera de este tipo.
O sea, tú tienes que planificar tu carrera mentalmente
y tienes que conocer tu cuerpo y saber lo que está sucediendo,
o saber cuándo puedes apretar, cuándo puedes parar,
porque tu rendimiento dice basta.
Y todo esto, lo gestiona perfectamente Martín Fiz,
lo hacía, lo hace ahora, como lo hacía hace 30 años.
Toda una vida corriendo, practicando deporte.
Estas piernas tienen más de 300.000 kilómetros.
Ahora mismo, tengo 56 años y sigo corriendo.
¿Y por qué? Porque me relaja
y me saca esa fiera que tengo dentro.
Ya sabes, la edad no es ningún impedimento
para practicar deporte.
Este año 2020 se me presentaba
como un año de sueños,
de retos y sobre todo, de emociones.
Se cumplen 25 años de cuando logré la medalla de oro
del Campeonato del Mundo de maratón allá, en Goteborg.
¿Y qué mejor manera de haberlo celebrado
que habiendo participado
en el 50 aniversario del maratón de Nueva York,
corriéndolo con mi mujer y con mi hijo?
Y el reto que me había marcado, intentar haber ganado
en la categoría de mayores para 55 años.
No ha podido ser, la COVID-19 nos está afectando.
Mi mayor sueño es que desaparezca esta pandemia,
poder viajar,
seguir siendo tan optimista como la gente me conoce.
Por lo tanto, seguid practicando deporte
y yo intentaré ganar ese maratón.
Martita Ortega, 23 años, es la jugadora más joven
que ha llegado a ser la número 1 del mundo en el pádel.
Una chica excelente,
con su esfuerzo, trabajo, dedicación,
demuestra que también, sí, Martín Fiz tiene veteranía
y tiene muchas tablas, pero ella, con eso,
con el día a día de su trabajo, llueva, nieve, haga frío, calor
o estemos pasando el coronavirus, está luchando por ser la mejor.
Buenos días.
Hola, ¿qué tal, cómo estáis? Me llamo Marta Ortega,
soy jugadora de pádel profesional y estudiante de Medicina
y hoy, venís a entrenar conmigo un rato al club.
Estamos en el gimnasio y nos toca toda la preparación física.
-Nosotros, siempre hay una primera parte,
que es de calentamiento, nuevamente, hacemos una parte aeróbica,
luego, un trabajo de movilidad y de activación
y luego, la parte central del entrenamiento,
que puede estar enfocada a diferentes manifestaciones
de la fuerza o la resistencia.
Tiene que ser un trabajo global.
Son muy importantes el trabajo de tren inferior,
al final, los desplazamientos y la fuerza de golpeo
viene siempre un poco del apoyo.
Hacemos mucho hincapié en el trabajo de fuerza de piernas,
pero es cierto que también, al ser deporte de raqueta,
el trabajo de cintura escapular, de hombros, de zona media,
es un trabajo integral y global.
-Yo digo que David está conmigo 24/7,
porque entreno con él los fines de semana,
entre semana, a las 15, a las 20.
La comunicación es continua.
Él, además, es muy técnico y muy perfeccionista,
que es algo que a mí me gusta, porque soy igual.
Tenemos que adaptarnos a las condiciones climatológicas
y hacerlo lo mejor posible.
Cuando llueve, tenemos que buscar otro club para poder entrenar.
Pierdes un poco el ritmo y te quedas un poco frío.
Simplemente, es intentar aceptar la situación con buena mentalidad.
En pista, solemos hacer una hora y media, dos horas,
y a veces, es un poco solo la parte técnica
y ejercicio con un sparring.
Otras veces, montamos partidos para intentar entrenar
lo más similar a la competición posible.
-Encerrala un poco y le volvés al medio otra vez.
Vamos tratando de mejorar día a día, corrigiendo un poquito
lo que vamos viviendo en el torneo,
puliendo un poquito lo que hicimos mal en ese torneo
y trabajarlo un poquito más a fondo durante la siguiente semana.
No me hace falta con Marta ser muy exigente,
porque la verdad que ella es muy profesional en su trabajo
y lleva a la perfección lo que tiene que hacer.
-Para mí, el pádel lo es todo, desde que soy muy chiquitita,
he jugado al pádel, creo que me ha dado mucha disciplina,
mucha capacidad de organización y también, pues esa competitividad
que yo creo que siempre es sana y positiva en la vida.
Voy al hospital por las mañanas,
hago mis entrenamientos a partir de las 15
y en cuanto acabo, 18:30, 19, pues me voy a casa a estudiar.
Sé que lo que hago merece la pena,
que todo esfuerzo, luego tiene su recompensa.
Yo estoy viviendo una época muy bonita de mi vida
y no lo cambiaría por nada en el mundo.
(Música)
Buenos días, Carmelo.
-Hombre, hola, ¿qué tal? -Muy bien, ¿y tú?
Te veo que estás metido en faena.
-Sí, por aquí, terminando de atar los cardos.
-¿Nos ponemos la mascarilla y me cuentas un poquito más?
-Entre junio y julio se plantan
y luego se cogen en noviembre, diciembre.
Se tapan con sacos para que no les entre nada de luz
y entonces eso hace que se blanquean y se pongan más tiernos.
Mira, vamos a coger una penca para que lo veamos mejor.
Básicamente lo que se come es el tallo.
Quitaríamos esto
y ya esto es lo que se utiliza.
De verduras, hortalizas y frutas
La Vega de Calatayud es bastante, bastante buena.
Esto me lo llevo yo. ¿Y qué hago con esto?
-Y se lo das a Lorenzo, que él ya sabe partir
y terminar de limpiar y tal.
Pero vamos, básicamente este es el producto base.
(Música)
Oye, me han dicho que con esto tú haces maravillas.
-Ahora veremos.
Prepararemos un caldito
con salsa de almendras tradicional de Calatayud.
-Venga, ¿pasamos y me lo enseñas? -Vamos a por ello.
Cogemos la pieza de cardo,
cortamos la base
y limpiamos bien los hilos de los lados.
Todos los hilitos, cuanto más lo limpiemos
y perdamos tiempo ahora,
luego se agradece mucho mejor emboca.
Esto lo coceríamos
con un poquito de sal.
Unos 20, 25 minutos.
(Música)
Lorenzo, ¿cómo empezaría nuestras receta?
-Lo primero que hay que hacer es una picada.
Con la almendrita esta que tenemos tan rica,
cogemos un diente de ajo,
lo ponemos en un lateral para no terminar de picarla,
para que no se haga polvo la almendra.
Bien machacado, añadimos un poco de perejil.
-¿Ahora qué harías?
-Vamos a echar un poquito de majado aquí
para que se vaya friendo.
-¿Esta receta de dónde viene?
-Este plato en verdad es de lo más caro que había antes.
Era para familias muy acomodadas.
-Ahora lo puedes encontrar en cualquier parte.
-Así es.
Bueno, ahora echamos un poco de harina,
para que espese.
Echamos el caldo de ave.
-¿Ahora el caldo de cardo también? -Así es, haz tú los honores.
-Ahora si va, ahí va. -Está fuerte.
Una vez que lo echamos todo
Pues cogemos y lo dejamos cinco minutitos,
como digo yo, al "chof-chof".
-Al "chof-chof", que se impregne bien del sabor.
Para que se impregne bien
y ya luego a emplatar y a disfrutar de él.
-¡Qué bueno! ¡Qué maravilla!
"Mmmm". Maravilla.
Anda que coméis mal aquí en Aragón.
-Ya te digo yo que no comemos mal, no.
Yo estaba en un punto en el que pues comía bastante mal,
a deshoras, salió bastante, hacía bastante ocio nocturno.
Al final estaba como todo desordenado.
Y un día me dije: "Cambio de hábito ya".
(Música)
Bienvenidos al curso de repostería saludable.
Primero nos higienizamos las manos y nos ponemos manos a la obra.
La primera receta que vamos a realizar es un bizcocho de plátano
que tiene muy poquitos ingredientes
y no vamos a usar ningún tipo de azúcar ni de grasa adicional.
Vamos a usar harina integral, puré de manzana,
que es un puré que podemos hacer asando la manzana
y pasándola por el chino,
los plátanos y después bicarbonato y una gotita de vainilla.
Cortad los plátanos y lo vamos a machacar un poco con el tenedor
hasta que tengamos como un puré.
Vamos a incorporar el puré de manzana.
Nos va a aportar revulsión que nos dan los huevos normalmente.
Es muy importante que sea manzana asada
o manzana cocida al vapor y no manzana cocida con agua,
ya que si no nos aportaría demasiada agua.
Vamos a incorporar la vainilla.
También podéis utilizar canela, ralladura de naranja,
ralladura de limón para darle un toque adicional de sabor.
Lo siguiente será incorporar la harina.
Vamos a usar harina integral
y la vamos a mezclar con el bicarbonato.
Añadimos por aquí
y ya vamos a mezclar y tenemos nuestra masa lista.
Solo nos falta pasar la masa a nuestros moldes.
En este caso yo voy a usar un molde grande con aceite
y ahora voy a repartir bien mi masa.
Pero podéis presentarlo de muchas maneras.
Os he preparado unos moldes individuales.
Podéis dividirla con la cuchara medidora
entre los moldes y luego decorarla con los copitos de avena.
Y en unos 25 minutos lo vamos a tener listo.
(Música)
Mientras se hornean,
vamos a preparar una "mousse" de chocolate.
Muchas veces solemos tener el problema
que queremos hacer una "mousse" y nos exige usar huevo.
A lo mejor no lo podemos consumir o nata.
Puedes sustituir unos por otros,
hace que puedas adecuar la repostería casera
que haces en tu día a día,
pues tanto a intolerancias como a si quieres reducir el azúcar
o eliminarlo, si quieres reducir las grasas.
En este caso usaremos va a ser aguacate, cacao puro,
vamos a usar aceite de coco,
sirope de agave al gusto y un poquito de avena.
También es apto para personas que no pueden tomar leche.
Vamos a pelar los aguacates
y los vamos colocando en nuestra batidora de vaso.
Vamos a añadir también la leche vegetal.
Vamos a incorporar el sirope de agave o miel,
también podemos utilizar,
e incluso se podría consumir sin ningún tipo de endulzantes
si así lo deseamos.
Y el aceite de coco que después cuando enfriamos la "mousse"
le dará esa textura, también se solidifica.
Vamos a triturar esto todo junto.
Incorporaremos el cacao.
Absolutamente espectacular.
La textura es totalmente similar a la de una "mousse" clásica
y no se nota que lleva aguacate, que es algo que me preguntan mucho.
Vamos a darle un toque final con unas virutas de chocolate.
Y listo.
(Música)
Ahora solo nos queda esperar a que se enfríen por completo
para poder hincar el diente.
-Me gusta muchísimo hacer repostería.
Necesitamos un poquito de control
del deporte que hacemos y lo que nos comemos.
-Se nos han quedado unos postres súper apetitosos,
con la vista ya da ganas de comérselo.
Y creo que es interesante explorar todas estas variedades
de la repostería que nos permiten cambiar de ingredientes
y adecuarlo a nuestras gustos o necesidades
y hacer la repostería un poco más saludable.
(Música)
Bueno, pues la dieta mediterránea es más mercado, menos supermercado,
y además prioriza el consumo de alimentos
de cercanía y de temporada.
Lo que sí es verdad es que en los últimos tiempos
la hemos abandonado porque se incluyen alimentos
que no son propios del patrón mediterráneo.
Además, se consumen muchos alimentos ultraprocesados,
cocinamos como no debemos y abusamos de lo industrial.
Ese es el problema.
Así es.
Era una dieta muy rica en alimentos de origen vegetal,
con un menor consumo de alimentos de origen animal.
Dentro de ellos, pues se recomienda
que haya algo más de pescado que de carne,
unas cuatro raciones de pescado.
En las carnes, sobre todo las carnes blancas,
unas tres o cuatro raciones por semana
y dejando las carnes rojas para algo ocasional,
pues quincenal, mensual, sabiendo que las carnes procesadas
pues ahí sí debemos limitarlas al máximo.
Bueno, esa es la base de la dieta mediterránea.
El consumo de alimentos vegetales y las frutas y verduras
son especialmente importantes.
Fruta entera y fresca es la prioridad
y al menos tres raciones al día,
tres o más raciones al día de frutas.
Dos o más raciones al día de verduras y hortalizas.
Interesante que una de ellas sea en forma de ensalada, por ejemplo,
una forma cruda y la suma de ambas, de verduras, hortalizas y frutas,
cinco o más raciones todos los días.
Pues las legumbres son un alimento muy mediterráneo
que por diferentes motivos se ha dejado de consumir bastante
en los últimos tiempos.
Pero habría que consumir dos o cuatro raciones semanales.
Y los cereales también son interesantes,
sobre todo en su versión integral.
Podemos consumir pan de masa madre integral,
arroz integral, pasta integral.
La cantidad va a depender un poco de la actividad física.
Pues lácteos, unas dos, cuatro raciones diarias.
Y aunque hay muchos mitos sobre los lácteos,
aunque no sean imprescindibles, son alimentos interesantes,
especialmente los lácteos fermentados no azucarados,
como puede ser un yogur.
Además, no hace falta que sean desnatados,
pueden ser enteros.
El consumo de este tipo de lácteos se relaciona con ventajas
desde el punto de vista cardiometabólico y vascular.
Pues son un alimento también interesante,
un consumo de unos cuatro huevos por semana se recomienda,
aunque consumiéndose a diario tampoco habría problema.
(Música)
# Más y más lejos cada vez, # pisa a fondo para desahogar. #
Hola a todos. Mi nombre es Roi,
soy músico gallego afincado en Madrid
y me considero una persona bastante saludable.
Soy gente saludable desde hace un año.
Un año atrás sería imposible haber hecho este reportaje,
pero ahora soy un tío rutinario.
Mis amigos, me llaman el "rutinitas", y no es mentira.
Os voy a enseñar un poco cuál es mi día a día.
Bueno, pues ahora estamos en mi estudio.
Bueno, mi estudio es alquilado,
pero es donde paso gran parte de mi tiempo componiendo,
maquetando cosas.
Antes del programa yo vivía de la música,
trabajaba de músico en orquestas, y ahora sigo haciendo música,
es cierto que lo mejor ahora hay más grado de exposición.
Desde que salí de Operación Triunfo estaba un poco más disperso
y desde hace como medio año tengo una rutina que antes no tenía.
Al final la primera canción que saqué
es una de esas a las que le tengo un cariño especial
y no supe valorar casi en su momento,
así que os la voy a tocar porque me apetece.
# Dices que no,
# que lo que vivimos se desvaneció.
# Que fue fruto # de nuestra imaginación. #
Yo estaba en un punto en el que comía bastante mal,
a deshoras.
Salía bastante y hacía bastante ocio nocturno.
Entonces al final estaba como todo desordenado.
Y un día me dije: "Cambio de hábito ya".
Me saqué el título de submarinismo,
y me da por la lectura, por indagar en la nutrición.
Estoy fantocheando un poco, tampoco indago demasiado,
pero veo mis documentales y tal.
Y sí que es cierto que me ayudó tanto el deporte
como alimentarme mejor a ser mucho más organizado con todo.
Bueno, pues llevo como seis o siete meses
cuidando alimentación, mucho, estoy con un nutricionista,
entonces me va dando opciones para cada día
y yo intento hacer todo siempre tal cual,
pero como cuando tengo que trabajar voy al estudio
no me da tiempo a comer, entonces me vengo aquí,
sobre todo por el pescado,
como cocino fatal pescado y no me gusta
un restaurante siempre es más agradecido.
(Música)
Pintita, ¿eh?
Me levanto, voy al gimnasio,
ya tengo pilas, si no, me cuesta mucho más espabilarme.
A veces, si no hay mucha gente, para no dar la nota,
corro y canto un poco
para ganar un poco de control diafragmático.
(Música)
Pues para mí saber vivir es ser libre,
sentirme libre y ser feliz
y amar lo que haces y todo eso.
Disfrutar, yo sé disfrutar.
(Música)
# Dices que no. #
Esta semana hablamos de las conservas de pescado y marisco, y cómo podemos identificar las más saludables. Aprendemos las propiedades del aceite de oliva y por qué merece la pena consumirlo en su opción “virgen extra”. Hablamos de la fecha de consumo preferente y por qué no es igual que la caducidad, repasamos con Fernando Fabiani las medidas que podemos adoptar para prevenir el coronavirus y por qué tenemos que tener cuidado con dejar el gel hidroalcohólico a mano de los más pequeños de la casa. Silvia Álava nos da herramientas para lidiar con la incertidumbre de esta situación, descubrimos cómo tiene que ser la dieta mediterránea de verdad y asistimos a un curso de repostería saludable con Alma Obregón. Y nos visitan el cantante Roi Méndez, la jugadora de pádel Martita Ortega y el campeón de maratones Martín Fiz.