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El Parque Nacional de Ordesa ha tenido la inmensa ventaja
de estar protegido.
Hay que tener en cuenta que cuando se hizo las protestas
de Schrader, los franceses, de Briet, de los pirineistas,
como era el Príncipe de Mónaco, todo ellos eran
porque se estaban talando las hayas,
había unas talas que le parecían abusivas
y entonces, el edén, el paraíso, el jardín
corría peligro de desaparecer.
Por lo tanto, había una razón de paisaje vegetal
a la hora de proteger ese conjunto.
La palabra Orodesa quiere decir cebada,
viene de "ordio" del latín "ordium" y por lo tanto de cebada.
Es un lugar que ha tenido plantaciones
y había lugares donde se plantaba patatas
y está reconocido por los ingenieros
que trabajaron originariamente en Ordesa.
Por lo tanto, Ordesa, se ha renaturalizado,
ha cobrado más naturalidad, hay incluso imágenes,
fotografías o de dibujos del siglo XIX
comparadas, por ejemplo, debajo del Tozal del Mallo,
se puede observar con perfecta claridad
que se han recubierto de vegetación.
Era lugares pelados, y por lo tanto,
estaban o explotados para la ganadería
o incluso para la agricultura en las partes más bajas
y eso ha desaparecido recubierto por un bosque nuevo
que es continuidad del bosque antiguo que ya preexistía.
En el valle de Ordesa o en el valle del río Arazas
porque es el río que la recorre que va a parar al río Ara,
han confluido dos miradas,
una mirada que venía de abajo, del río Ara propiamente dicho,
y otra mirada que venía de arriba, que venía de Bujaruelo
o de la Brecha de Rolando o de Góriz, de los "Altos Egores".
El pirineísmo llega de Francia, fundamentalmente
y España se incorpora muy tardíamente a esa corriente.
Esa corriente excursionista vienen, efectivamente, de la parte alta,
atraviesan desde Francia buscando el monte, que para ellos está perdido
pero para nosotros no pero es el monte que ellos llaman Perdido,
"le monture perdue" y atraviesan desde la Brecha Rolando
o por el Paso de Bujaruelo
o cerca del Gabietos o bien desde la Brecha de Tucarroya
camino de Pineta e incluso entre el Cilindro y el Monte Perdido
hasta Góriz.
Por lo tanto, lo que ven desde arriba
es el jardín que está metido en el fondo del valle.
A partir de los primeros viajeros franceses e ingleses, sobre todo,
que se empiezan a colar desde el lado norte de la frontera
y vienen aquí al sector, muchas veces, a partir del Puerto Bujaruelo,
empezó a existir en Francia, sobre todo,
a partir de comienzos de siglo XIX un interés por la cumbre máxima
del Parque Nacional de Ordesa, que es el Monte Perdido.
En 1802, Louis Ramond de Carbonnières,
un alsaciano que vino aquí un poco por casualidad
y que empezó a explorar los Pirineos,
empezó a asediar esa montaña y consiguió subirla el día 10 de agosto
Desde la cima del Monte Perdido, vio una grieta,
una gran raja que era Ordesa y le fascinó.
Entonces, siguiendo la ruta de sus predecesores
cruzó el Puerto de Bujaruelo, exactamente 11 días más tarde,
y el día 21 de agosto de 1802
Louis Ramond de Carbonnières,
acaso el primer viajero ilustrado que se conoce,
ya estaba explorando lo que era la entrada del Valle de Ordesa,
penetró en el Cañón y subió, más o menos,
hasta las Praderas de Góriz, puede decirse que eso fue
el inicio del conocimiento...
Del descubrimiento turístico de lo que es el Valle de Ordesa.
Las paredes meridionales del Valle de Ordesa
al igual que las del lado opuesto se hallan cortadas
por cornisas, aquí denominas fajas,
en el fondo la vaguada no puede ser estimada la grandeza del paisaje
espectáculo semejante al de un museo de pintura
colocado sobre el abismo y cuyo valor inmenso
se aprecia de una ojeada.
Las murallas de este valle son tan hermosas que sin cesar
volvíamos la cabeza para mirarlas de nuevo.
Siempre atraen los primeros amores.
Los fotógrafos de ahora nos fascina ver
las imágenes antiguas de los primeros pirineistas
que llegaron a estos valles pues apuntando sus anotaciones
viendo cuál era su visión romántica pero hubo un momento,
sobre todo a principios del siglo XX cuando esos pirineistas
y esos primeros exploradores de las Cumbres de los Pirineos
se armaron de una pesada cámara fotográfica, parecida a esta,
y cómo fueron retratando los valles, las gentes,
las cumbres, los bosques...
Y es una visión en blanco y negro pero es una visión que nos dice mucho
y que nos refleja también a veces cómo ha cambiado el Pirineo.
El protagonista de Ordesa es la belleza,
es lo que trata de captar un fotógrafo.
Muchas veces cuando te dicen "Que fotos más bonitas que haces".
Es que la materia prima ya de por sí es preciosa,
es una hermosura el Valle.
Ya los primeros pirineistas,
esos que venían con las cámaras ya se fijaron el Ordesa
y eso fue la puesta en valor del Valle de Ordesa,
del Valle del Cañón del río Arazas
y luego, a partir de ahí,
pues se vió que era un lugar excepcional, un lugar retirado,
un lugar que cumplía los cometidos, que podía tener también
un cierto interés turístico al principio del siglo XX
y a partir de ahí pues se reconoció el carácter salvaje
que tiene este lugar moldeado por los hielos,
donde la geología ha hecho verdaderas piruetas
un lugar excepcional, entonces bueno,
pues después del Parque Nacional de Ordesa
fue ampliado posteriormente en el año 1982
se hizo una Reserva de la Biosfera, porque al fin y al cabo,
estas son montañas salvajes
pero también humanizadas a través de la actividad,
sobre todo, pastoril, no olvidemos que el fonde del Valle de Ordesa
también había sido cultivado, o sea, aquí el hombre en los Pirineos
pues cumple una función importante y luego ha sido reconocido
con el diploma europeo,
zona de especial protección para las aves
debido a la gran variedad ornitológica que este lugar tiene
y luego la variedad florística y de habitat de alta y de media montaña
también ha sido reconocido como lugar de importancia comunitaria
dentro de la Red Natural 2000, o sea que,
Ordesa es uno de los sitios que tiene de todo
pero ya la guinda del pastel fue
pues junto con la parte francesa del Monte Perdido,
del Macizo, el reconocimiento como Patrimonio Mundial de la Humanidad
como un sitio destacado, además, en sus dos categorías
que puede tener un lugar que es Patrimonio Mundial.
En la categoría natural, que es indudable y está reconocida
pero también en la categoría cultural por ese paisaje humanizado
sobre todo del entorno de los pueblos donde pues,
las bordas, los campos de siega antiguos,
el pastoreo, las ovejas, todo eso pues ha ido moldeando
y dando identidad a este paisaje.
Hubo un espeleólogo francés muy conocido del siglo XIX
que se llamaba Martel,
que publicó un libro que tiene un título enormemente sugerente,
decía "La Francia ignorada",
era la otra Francia que estaba bajo tierra,
decía debajo de tierra hay un Himalaya
y ese Himalaya es necesario reconocerlo.
En el momento en el que empezó la espeleología.
Lógicamente donde hay macizos calcáreos de gran envergadura
y abundancia de agua que corre o que ha corrido en tiempos pasados,
pues hay ese mundo subterráneo exactamente igual
o amplificado todavía más.
Ese es el caso del Macizo del Ponte Perdido
y el conjunto de Ordesa.
Pero a parte de ser un Macizo que tiene una gran pluviosidad
y por lo tanto, donde el agua circula con una gran facilidad
y se infiltra por las fisuras y por las áreas de disolución bajo tierra
creando un karst, encerrado en ese mismo macizo
y que necesita un reconocimiento, tiene otro hecho que es fundamental,
y es que por una parte hay una excavación extraordinaria
que es la excavación de Gavarnie y por el lado sur
hay otra excavación extraordinaria
que es el valle, concretamente de Ordesa
pero también el Valle Añisclo, etcétera.
Y por lo tanto, ese macizo tiene grandes paredes,
y tiene grandes salideros posibles del agua que circula por el interior.
Eso significa que a parte de la alimentación hidrográfica
procedente de la nieve, procedentes de las lluvias,
procedentes de la fusión del pequeño glaciar de Monte Perdido
existe otra alimentación que procede de ese macizo subterráneo,
de esa circulación, de ese castillo de agua que conforma ese macizo.
Y por lo tanto, el reconocimiento del Karts del Macizo de Monte Perdido
ha sido un empresa, casi una aventura espeleológica
bastante exigente que ha llevado mucho tiempo.
Y entre esas exploraciones destacan en el mundo clásico
las exploraciones de Norberto Casteret.
Casteret ha sido el gran investigador,
no sólo aquí sino de todo el Pirineo y concretamente
por ejemplo, del Macizo del Aneto, con la fuga del Forau d'Aigualluts,
que después llega hasta los Ojos del Judío en el Valle de Arán.
Pero aquí, concretamente, tuvo un descubrimiento fantástico,
y es descubrir una gruta que estaba tapizada de hielo en su interior
con hielo parietal, con estalactitas y estalagmitas de hielo
y con un mundo cristalino encerrado en el interior,
que además provocaba la incógnita de saber cuándo eso se había formado.
Era un hilo actual
o era un hielo heredado de la época del cuaternario
y por lo tanto se podría decir que procedía de la glaciación
ha sido de extraordinario interés a parte de la belleza de ese conjunto.
El hecho es que con el retroceso de los glaciares actuales también
una parte, sobre todo,
de la parte más cercana a la superficie
al exterior de la gruta ha experimentado un descenso.
No obstante, ese fue el gran descubrimiento.
Es una de las grutas heladas más elevadas de Europa
y sin duda ha sido una referencia también
dentro del conjunto de las maravillas naturales que tiene Ordesa.
Pero Ordesa, desde el punto de vista de la naturaleza,
lo que es es un gran cañón.
Es un formidable cañón que no se encuentra en otras partes,
que no lo hay en toda la geografía de la península en estas condiciones,
y en estos tamaños y debajo de un pico de tres mil metros
con estos desniveles extraordinarios y albergando un bosque
un bosque bello y variado sobre todo por los Abetos y por las hayas
que da lugar a un ambiente élfico
en la zona interior de ese profundo valle
marcado escénicamente, sobre todo, por las rocas calcáreas,
por los grandes abismos de roca calcáreas.
Se trata de un cantón muy preciso
metido angostamente en la concavidad del valle,
per que ha sabido unir la convexidad de la montaña,
es decir, ha sabido unir a lo hidrográfico lo orográfico, es decir,
lo que es la alta montaña al extenderse en su ampliación
hacia las altas cotas fronterizas y hacia el Macizo de Monte Perdido.
Y al tener esas montaña tan elevadas,
al tener esas características tan sublimes, podríamos decir,
es el aposento de un glaciar.
De un glaciar que ha descendido en una cascadas de seracs
hasta el siglo XIX que ha sido admirado
por los pirineistas de fines del XVIII
y a lo largo de todo el siglo XIX y que mediado el XX
ya había disminuido de grosos, de espesor y de tamaño
de una manera verdaderamente llamativa.
Por lo tanto, tiene otro hecho más que le diferencia
y es tener justamente en la cumbre ese mundo glaciar,
por lo tanto, es una escalinata de paisajes lo que se da aquí
verdaderamente extraordinaria.
Como es sabido, el Pirineo tiene
dos cordilleras yuxtapuestas en realidad.
Una de ellas es la cordillera que hace de eje,
que es la que crea la mayor parte de la frontera,
y que se llama axial, y que está compuesta por rocas del primario,
y que se deformó, se erosionó y sobre la cual
se depositaron enorme cantidades
de acumulaciones de sedimentos marinos
que son los que estamos viendo justamente detrás,
en uno de los apilamientos más impresionantes
que puede haber en toda la cordillera pirenaica.
Todo el Valle de Ordesa ha sido escavado por un gran glaciar
que podía tener en algunos lugares hasta 800 m de espesor de hielo,
lo cual es una cantidad de hielo verdaderamente notable
y que luego baja al Valle del Ara hasta Asín de Broto,
y se comunicaba, evidentemente, con el que venía del Valle del Ara.
Por lo tanto, se trata de un área escavada
por otro de los grandes elementos de fuerza
que hay en toda alta montaña que es la erosión glaciar.
Se trata de un cañón por otro lado en calizas, es decir,
que también ha tenido un ingrediente de eso que se llama
cárstico, es decir, la disolución de las calizas
que propician dar grandes paredes y valles muy profundos,
es decir, cañones.
La combinación entre el karts y ese enorme glaciarismo,
al que antes he aludido, es justamente lo que ha permitido
la existencia de esta garganta, la existencia de este cañón
que es uno, entre otros, que divergen del Macizo de Monte Perdido
puesto que están Añisclo, Escuaín y Pineta, concretamente,
pero son grandes cañones todos ellos, aunque quizá,
Ordesa se lleva la palma, es el mejor de todos ellos,
el más característico y el que nos muestra mejor
lo que es la constitución de este macizo.
Subtitulación realizada por Beatriz Barroso Bravo.
Con motivo del centenario de la declaración como Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido La 2 estrena este documental, dirigido por Eduardo de la Cruz y Amalia Sesma-Nuez y coproducido por Dondevanlasnubes y Aragón TV. Un trabajo que repasa la historia de este territorio del Pirineo de Huesca y que recuerda que España fue el primer país que promulgó una ley de parque nacionales en 1916.
Con motivo del centenario de la declaración como Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido La 2 estrena este documental, dirigido por Eduardo de la Cruz y Amalia Sesma-Nuez y coproducido por Dondevanlasnubes y Aragón TV. Un trabajo que repasa la historia de este territorio del Pirineo de Huesca y que recuerda que España fue el primer país que promulgó una ley de parque nacionales en 1916.