Cuando era pequeño,
antes de la llegada de los
magnetoscopios y de los DVD,
mi padre me ponía películas
en el salón con un proyector,
eran mudas y en blanco y negro.
Corríamos las cortinas
y emergía un mundo de ensueño
en el que el protagonista
era siempre la misma estrella.
¿Sería por sus andares,
su forma de mirar, su bigote,
su sombrero o su bastón?
Chaplin, Charlie, Charlot.
Un siglo después de que apareciera
ante las cámaras,
el pequeño vagabundo se
ha convertido en el icono del cine,
en su estrella más ilustre
y su silueta más reconocible.
Gracias a números de comedias
salpicados de ternura,
risas y pasos de baile,
Chaplin logró que el cine cruzara
el umbral de la modernidad
y arrancara el brillo
en los ojos de los espectadores
avivando sus sueños.
De los barrios más pobres de Londres
hasta la gloria eterna de Hollywood,
he aquí la increíble historia
de un hombre menudo
que alcanzó la eternidad en la piel
de un vagabundo.
Principios de 1918,
Chaplin tiene 28 años.
Es uno de los hombres
más conocidos del mundo
y recibe miles de cartas
de admiradores y admiradoras.
Actor, director y productor
independiente,
todavía no ha rodado ninguna
de sus obras maestras;
El chico, La quimera del oro,
Tiempos modernos o El dictador.
Lo que ha creado en pocos años,
ha sido algo más destacable,
ha inventado un personaje, su doble.
Y si un día Chaplin se convirtió
en Charlot,
no fue en absoluto por casualidad.
No entendemos muy bien porque Chaplin
sigue funcionando hoy en día
y otras estrellas del mismo periodo,
no.
Hay muchas teorías y estoy segura
que es una mezcla de todo;
tenía un talento descomunal
y trabajaba mucho
pero sus orígenes también influyen.
Steve Walfman tiene una teoría;
si una persona ha tenido una infancia
muy infeliz,
de adulto tendrá una vida desastrosa
o terminará siendo único en su campo.
En términos de psicología
se les conoce como "invulnerables"
y creo que Chaplin era uno de esos.
Charles Spencer Chaplin nació
el 16 de abril de 1889
en uno de los barrios más pobres
de Londres.
Inglaterra era, entonces, la primera
potencia industrial
y la reina Victoria llevaba más
de medio siglo en el trono.
Una época austera que apenas dejaba
hueco al ocio y la diversión.
En la década de 1880 y 1890
actuar en el Music Hall
era como ser hoy día
una estrella del pop.
Su padre y su madre alcanzaron
la fama en dicho género,
de hecho, su padre consiguió labrarse
un nombre
pero por distintas razones,
como la de que los artistas tenían
que beber con el público,
cayó en el alcoholismo.
Su madre tenía talento pero no llegó
a alcanzar la fama
porque perdió la cabeza y se pasó
media vida en psiquiátricos.
Sin duda Chaplin tenía un espejo
en el que mirarse.
Lo que me parece fascinante
de su infancia
es que antes de que su madre
cayera enferma,
él se pasó muchas noches
entre los bastidores
observando actuaciones,
escuchando canciones y música,
viendo acróbatas
y pensando que él quería hacer eso.
El joven Charlie tenía de quién
aprender,
sólo faltaba un pequeño empujón
del destino
para que empezara a escribir
su leyenda.
Charlie contaba esta anécdota,
imagino que es real.
Cuando tenía cinco años y la carrera
de su madre estaba en declive,
ella cantaba en un teatro
en los barracones militares
y Charlie se quedaba entre
bastidores.
Un día su madre se quedó sin voz
en mitad de una canción
y no pudo seguir actuando.
El muchacho salió a cantar
una canción y fue un gran éxito.
El público se quedó entusiasmado
con aquel número
y empezaron a llover monedas
sobre el escenario.
Él hizo un gesto muy suyo, recogió
las monedas y cantó otra canción.
Los primeros años de la vida
de Chaplin
constituyen una historia
extraordinaria,
en su situación otros niños
habrían muerto pero él sobrevivió.
Fue testigo de cómo su madre
perdía la razón,
vi a su padre convertirse
en alcohólico
y vivió momentos en los que eran
tan pobres
que no tenían dinero para comer.
Pasó parte de su infancia
en orfanatos, tuvo una vida terrible,
pero, sorprendentemente,
a los diez años,
encontró trabajo en el Music Hall
con una compañía infantil;
"Los ocho muchachos de Lancashire".
Si lo pensamos,
era algo raro en esa época,
ocho muchachos que bailaban
y cantaban
pero resultó un número muy popular y
en taquilla se agotaban las entradas.
Era la gran época de Music Hall
y este grupo
compartían cártel con los artistas
más importantes del momento.
Durante las primeras horas
del siglo XX,
la vida del joven Chaplin,
que ha abandonado el colegio
a una edad muy temprana,
transcurre entre las giras
por los teatros ingleses
y pequeños trabajos mal pagados.
La escuela de la vida
y el examen del público
serán las mejores lecciones para un
joven artista que busca su camino.
Recordando su difícil infancia,
Chaplin diría más adelante:
"Incluso cuando estaba
en los orfanatos
o vagaba por las calles
en busca de comida,
incluso entonces, creía que era
el mejor actor del mundo".
Tenia que conservar aquella
exuberancia
procedente de la total confianza
en uno mismo.
Sin ella, uno está abocado
al fracaso.
A su lado permanece Sydney,
su hermanastro,
cuatro años mayor que él.
Sydney también es humorista
y empieza a alcanzar notoriedad
a partir de 1906
cuando entra a formar parte de la
famosa compañía "Fred Karno".
Fred Karno se dedicaba a organizar
espectáculos cómicos,
algo así como Mack Sennett
de los estudios Keystone;
era rebelde, un poco cruel
y no muy agraciado
pero tenía una fantástica vis cómica.
Es indudable que todo aquel
que trabajaba para Fred Karno
terminaba sabiendo hacer de todo;
patinaje, acrobacias, mimo...
Aprendían las destrezas
más inimaginables,
supongo que porque repetían
los números una y otra vez
y tenían muchas representaciones.
En febrero de 1908, Sydney consigue
meter a su hermano
en su compañía a pesar
de la reticencia de Karno
a incorporar a aquel jovencito
pálido y enfurruñado
que le parece demasiado tímido
para lograr algo en el teatro.
Los años de vagabundeo son historia
Chaplin tiene tan solo 19 años
pero su destino está en sus manos.
Durante tres años, desarrollara
su don para el mimo
y encadenará espectáculos y giras.
Va subiendo los escalones del éxito
uno a uno
y termina aupándose a lo más alto
del cartel.
En el escenario, literalmente,
eclipsa a los otros artistas.
A Chaplin le llegó su gran momento
en 1910.
Todos los años Karno enviaba
una compañía a EE.UU
para realizar una gira larga
de espectáculos de bodeville
y en 1910 Chaplin fue elegido actor
principal de la gira.
Aquello constituyó
toda una revelación para él.
Entre los actores que lo acompañan
se encuentra el joven
Stanley Jefferson, quién también
conocerá la gloria años más tarde
con el nombre de Stan Laurel.
Laurel y Chaplin, dos actores
de ejemplo y dos jóvenes ingleses
con sendos destinos extraordinarios
para quien la conquista
del nuevo mundo
empezó aquél mes de octubre de 1910.
Laurel lo recordaría más adelante.
"Nueva York nos había electrizado
pero conocer el país
ciudad por ciudad
nos permitió realmente descubrir
EE.UU.
Durante la gira, Chaplin y yo
compartíamos la misma habitación
y tengo que admitir
que era fascinante.
Mucha gente comentaba lo excéntrico
que se había vuelto
pero él ya era excéntrico entonces.
Tenía continuos cambios de humor
y una apariencia más bien modesta,
nunca sabíamos con qué nos iba
a salir.
Era imprevisible."
Las dos giras estadounidenses que
Chaplin realiza entre 1910 y 1912
lo llevan de Nueva York a Chicago
y de Sun Light City a California.
La compañía siempre interpreta
los mismos números,
repitiéndolos, al menos, cien veces
y, sobre todo,
el éxito más importante de Karno,
en su versión estadounidense
se convirtió en
"Una noche en un music hall inglés".
Chaplin borda el rol
de un alcohólico
que altera el espectáculo.
Un personaje por el que siempre
conservará una cierta ternura.
No hay noche que no triunfe
pero Charles empieza a cansarse
de este público tan poco exigente.
Ha llegado el momento
de que las cosas cambien.
Chaplin contaba que en una ocasión
estaba con la compañía en Filadelphia
cuando su director recibe un
telegrama de un abogado de Nueva York
preguntándole si en su compañía hay
un actor llamado Chaplin
y que se pusiera en contacto
con un abogado en concreto.
Chaplin se emocionó mucho porque
tenía una tía en EE.UU.
y pensó que le había dejado
una herencia.
Se marchó a Nueva York a reunirse
con los abogados
pero eran representantes
de la compañía Keystone
que querían ofrecerle un contrato.
En aquellos tiempos, el cine era una
actividad de la clase trabajadora,
me refiero a que cuando entrabas
en un cine
lo primero que te venía era el olor
a desinfectante,
no sólo por el olor corporal,
también por los insectos.
Por eso, las clases medias y altas
nunca iban al cine.
Cuando recibió el famoso telegrama
de los abogados de Keystone
y se enteró de que iba a rodar
una película,
pensó que iba a interpretar
un papel dramático.
Pero cuando descubrió que se trataba
de la compañía Keystone
se llevó una gran decepción
y pensó que era lo último
que le gustaría hacer.
La Keystone film company fundada
en 1912
está dirigida por Mack Sennett,
antiguo leñador canadiense
convertido en actor, director
y productor.
Su estudio es una verdadera fábrica
de risas,
el equivalente cinematográfico
a las compañías de vodevil.
Mack Sennett era un oportunista
y se aprovechó del cambio
de uniforme de la Policía
para adquirir los antiguos uniformes
que ya no se iban a emplear.
Así fue como nacieron
los legendarios Keystone Cops,
siempre involucrados
en interminables persecuciones.
En aquellos años los policías
eran muy estrictos
y la palabra clave era disciplina.
Mucha gente trabajaba sumida
en el miedo
y ver cómo le daban puntapiés
a un policía, era algo inimaginable.
Ver cómo perseguían a un policía
de forma tan divertida
era algo irresistible.
En la segunda década del siglo XX
la gente iba a ver estas películas
por los gags,
era con diferencia el género
más comercial de la época.
Sennett tenía una única receta,
el ritmo debe ser ininterrumpido.
El espectador no puede disponer
de ninguna pausa
para recuperar el alimento
o ejercer su sentido crítico.
Los guiones son muy básicos.
A partir de una idea sencilla,
se suceden los acontecimientos
hasta la persecución final.
Además, en cuanto se termina
una película,
se pasa a la siguiente.
Enero de 1914.
Chaplin prepara el rodaje
de su primera película
"Making a Living",
estrenada en España como Charlot
periodista y haciendo por la vida,
un verdadero emblema si bien él
sigue convencido
de que su carrera cinematográfica
solo es un paréntesis
en su carrera de actor.
Ataviado con un bigote caído,
una levita y un sombrero de copa,
Chaplin encarna el rol
de un falso dandi,
un auténtico estafador dispuesto
a todo para desbancar a su rival.
La película la dirige Henry Lehrman,
un ex conductor de tranvía austriaco
que se había hecho pasar
por realizador francés
para poder trabajar con Sennett.
El resultado es evidentemente
un desastre.
Si bien una revista de cine recalca
que tras ese actor novel
se esconde un cómico
de primera clase.
Unos días más tarde,
Chaplin pisa de nuevo un plató
para rodar su segunda película,
"Aventuras extraordinarias de Mabel"
En pocos minutos y sin él saberlo,
su destino dará un giro.
Más tarde comentará:
"no tenía ni idea de qué tipo
de maquillaje tenía qué aplicarme,
no me había gustado mi traje de
periodista en mi primera película
y al ir a vestuario pensaba ponerme
un pantalón grande,
unos zapatos grandes, un bastón
y un bombín.
Quería que todo resultara
contradictorio;
el pantalón demasiado grande
y la chaqueta ajustada,
el sombrero pequeño
y los zapatos enormes.
No había decidido si quería parecer
viejo o joven
pero recordando que cuando Sennett
me conoció se esperaba encontrar
a un hombre mucho mayor,
me puse un bigotito que me ponía
algunos años encima
sin ocultar mi expresión.
No tenía ni idea de cuál sería
el resultado final
pero una vez vestido y maquillado
empecé a sentir el personaje
del vagabundo.
Me hice con él y cuando me subí
al escenario
había nacido Charlot."
Cuenta la leyenda que en cuando
Chaplin llegaba al plató
no había forma de parar de reír.
Pero el público tendrá que esperar
un poco más
para descubrir estas primeras
imágenes
ya que antes de que se termine
el rodaje de esta película,
un acontecimiento local
da la oportunidad a Sennett
de rodar otra película
de un coste menor.
Una ocasión que no pueden
pasar por alto.
Aquel sábado se celebraba una carrera
de coches para niños
que consistía en bajar la colina
a toda velocidad
dentro de un coche casero,
algo bastante peligroso.
Sennett envió a un equipo de rodaje
y Charlie se metió en el papel
de un personaje anodino;
un tipo raro que se planta delante
de la cámara oficial
y que vuelve loco al que la controla
que lo empuja para que salga
del plano
a tiempo que Charlie
esquiva los coches.
Es un documento increíble porque
"Aventuras extraordinarias de Mabel"
todavía no había visto la luz
así que nadie había visto nunca
al personaje del vagabundo,
los espectadores no eran actores
de figuración, eran reales.
Se trata de la primera grabación
que conozcamos
en la que el público descubre
a Charlie Chaplin.
¡Es emocionante!
Chaplin rodará 35 películas en menos
de un año para Mack Sennett.
La mayoría son mejorables
pero sirven de borrador para las
obras de arte que están por venir.
Cuando las visionamos hoy,
no vemos más que de una forma tosca
e inacabada,
el esbozo de los primeros trazos
de su personaje.
Pero para los espectadores
de la época,
su aparición tuvo el efecto
de una bomba.
En pocos meses, el pequeño vagabundo
se convierte en la silueta favorita
del estudio
y el público solicita verle
en todas las películas.
Ni Sennett, ni los ejecutivos
de Keystone ni el propio Chaplin
podían haber previsto un éxito
de esta naturaleza.
Sin embargo, el humor de Chaplin
no es el de Sennett.
La vulgaridad de las comedias
de persecución
entre policías y ladrones,
no es en absoluto de su gusto.
Pero como es el estilo de Sennett,
tiene que ceñirse a él,
al menos un tiempo.
Chaplin lo sabe perfectamente,
por ahora está ahí para aprender
el oficio
ya que aún es un gran desconocedor
del mundo del cine.
Al cabo de unos meses se dio cuenta
de lo interesante que le parecía
el trabajo de cámara
y de que hasta qué punto
le permitiría mejorar sus películas.
Así que ya no le molestaba tanto
rodar comedias
ya que así conocía el material
y las cámaras,
lo que resulta curioso porque Chaplin
siempre ha recibido muchas críticas
por la falta de precisión técnica.
En aquella época era lo que más
le interesaba.
Chaplin no soportaba
a los realizadores
porque procedían de mundos distintos.
Él quería tomarse su tiempo y ellos
no querían perderlo.
Chaplin se sentía incómodo trabajando
a las órdenes de otros,
su felicidad llegaría cuando empezó
a dirigirse a si mismo.
Apenas cuatro meses después
de su llegada al estudio,
Chaplin logra un empujón inesperado;
se convierte en el director
de sus propias películas.
Entonces, inspirándose en los años
pasados en la compañía de Karno,
encadena comedias en las que retoma
sus antiguos números
perfeccionados en los escenarios
de los music halls.
Septiembre de 1914.
Chaplin rueda uno de sus grandes
éxitos con Keystone,
Dough and Dynamite.
Basada en la huelga de panaderos,
la película se rueda en nueve días.
Y ocupará dos bovinas.
Una superproducción al precio
de 1.800 dólares
frente a los mil dólares
de un presupuesto ordinario.
Charlie desoye el consejo de Sennett
de recortar la película
con el fin de mantener el ritmo,
y construye la película a su gusto.
Esta película recaudará
130 mil dólares
en su primera temporada
en la cartelera.
Algo insólito para un cortometraje.
Las películas que rodó con Keystone
son de aprendizaje
que le enseñaron mucho sobre
su personaje y gracias a ellas
Charlie y su personaje empezaron
a descubrirse mutuamente.
El segundo acto de la carrera
de Chaplin
empieza a través
de una propuesta insólita.
George Kirke Spoor
y Bronco Billy Anderson,
estrellas en películas del oeste,
crearon en 1907 en Chicago
una sociedad de producción
cuyo nombre lleva sus iniciales;
Essanay.
Su propuesta es sencilla,
si Charlie se une a ellos para rodar
14 películas
que él mismo dirigirá, interpretará
y controlará en su totalidad,
y que saldrán bajo el sello
Essanay Charlie Chaplin Comedy,
recibirá 1.250 dólares por semana.
Y una prima de 10.000 dólares
en el momento de la firma.
Chaplin acepta.
Esta segunda serie de películas
se rodará principalmente
a las afueras de San Francisco.
Chaplin había decidido
que los estudios de Chicago
eran demasiado fríos.
Los guiones de estas primeras
películas
siguen estando muy marcados
por el estilo Keystone
pero el márquetin publicitario
es claramente diferente.
En vista de los carteles,
las películas de Chaplin
son algo más que cine,
son arte cómico.
Peor el fenómeno de Charlot empieza
a ser un verdadero negocio.
Essanay empezó a comercializar
la marca y el personaje de Chaplin
en 1915.
Estos son los objetos más antiguos
que conservamos;
un cuenco, una taza y un tazón.
Este Charlie parece malo y vulgar,
no da ninguna pena.
Aquí le vemos de camino al parque
y va mal encarado,
no nos gustaría cruzarnos con él allí
Los primeros derechos de imagen
del vagabundo
son cedidos para elaborar objetos
o publicaciones de todo tipo;
canciones, poemas, cómics,
dibujos animados...
su marca se convierte
en un valor seguro.
En la primera década del siglo XX,
lo único que tenías qué hacer
si tenías un cine,
era poner un cartón con la foto
de Charlie a la entrada
y escribir encima: "Está aquí".
Con eso llenabas la sala.
Chaplin está tan absorto
en su trabajo
que es uno de los últimos
en calibrar
el alcance de su popularidad.
En su autobiografía,
contará que durante un viaje en tren
al ver cómo aumentaba el número
de gente en cada estación,
había pensado que en el tren viajaba
alguien famoso
pero que luego se dio cuenta
que se trataba de él mismo.
¿Precio de la fama
o márquetin publicitario?
Un sinfín de concurso de imitadores
prolifera por todo el mundo.
Se dice que Chaplin participa
de incógnito en uno de ellos
y que termina tercero.
El personaje del vagabundo pertenece
ya al imaginario popular
al mismo nivel que Arlequín.
No obstante, más que su disfraz,
que es el mismo
que el de millones de vagabundos,
lo que hace único a Chaplin
es su inimitable forma de caminar.
En el cine sus competidores
toman prestada la receta del éxito,
no tardan en aparecer supuestos
imitadores oficiales
afirmando que son más divertidos
que su modelo
o que son el hombre más divertido
del mundo.
Al lado de unos de ellos,
el principiante Oliver Harrys,
simplemente llena el espacio.
En vista del éxito comercial
de las películas de Chaplin
muchos empezaron a copiarlas.
Chaplin empezó a demandar
a aquellas personas
y el juez terminó dando
una descripción perfecta
del pequeño vagabundo.
Curiosamente en el documento
del veredicto
incluye un retrato de Chaplin vestido
de vagabundo y una frase del juez:
"Este vagabundo es el vagabundo
de Charlie Chaplin".
Pero esto no impidió que muchos
continuarán copiándole
pero de manera menos rentable.
Chaplin lleva mucha ventaja
a sus imitadores,
sus guiones son cada vez más sutiles
Ahora sus películas duran 20 minutos
es decir, dos bovinas
y el vagabundo, que hasta ahora
había estado basado
en la dureza del music hall,
dónde un número tiene qué triunfar
en pocos minutos,
se vuelve más complejo.
Estoy segura de que su experiencia
en los escenarios,
su conocimiento del público,
fueron elementos cruciales
a la hora de concebir sus películas.
En la época del music hall
aprendió a anticiparse
a las carcajadas del público,
a saber a qué ritmo debía realizar
un gags
y el tiempo que tenía de dejar en
medio para que la gente se recuperara
Probablemente montó sus películas
pensando en las carcajadas
de la gente.
A lo largo de 1915, también rueda
"Charlot en el teatro",
obra en la que retoma por última vez
el número cómico
que tanto éxito le había reportado
con Fred Karno,
"La noche en el music hall inglés".
En esta obra interpreta dos papeles;
el del dandi alegre en el escenario
y el de un vagabundo instalado
en el palco
que arroja todo lo que encuentra
sobre los pésimos actores.
Chaplin hace así un guiño al teatro
del que proviene.
A partir de ahora,
será exclusivamente una criatura
del cine.
Durante su etapa con Essanay,
Chaplin conocerá a una persona
decisiva en su vida, Edna Purviance,
una joven y pizpireta secretaria
de 20 años
a la que descubre en un café
de San Francisco.
Edna no sabe nada de cine
pero se convierte en su emblema,
en la actriz principal de todas
sus películas
de los próximos 10 años.
Edna Purviance resulta interesante
porque es distinta
de las estrellas femeninas
de la Keystone.
Al entrar en Essanay,
Chaplin se dio cuenta
de que su personaje tenía
que levantar más simpatías
y que no necesitaba como compañera
a una joven escuálida
a la que dar puntapiés en el culo.
Necesitaba a una mujer más romántica
y Edna tenía un rostro verdaderamente
increíble.
En las primeras películas
para la Keystone
Chaplin es simplemente
un hombrecito vulgar
pero a lo largo de la producción
para Essanay
descubrimos películas formidables
como "Charlot vagabundo"
o "Charlot y los atracadores",
dónde ya encontramos emoción
y sentimientos
y con las que reímos y lloramos.
Transcurridos unos meses,
Chaplin se aburre en Essanay,
echa de menos la vida en Hollywood
y convence a sus empleados
para alquilar el estudio Magestic,
en Los Ángeles.
Allí rodará una de sus películas
más emblemáticas,
"Charlot vagabundo".
Será aquí dónde por primera vez
y con el corazón roto,
recorrerá solo el camino
haciendo frente a su destino.
En diciembre de 1915 el contrato
de Chaplin con Essanay llega su fin
y llega el momento de marcharse.
Nunca ha disfrutado de tanta
popularidad.
Y nunca se había sentido
tan enérgico
y con tantas ambiciones artísticas.
La locura por Chaplin acaba,
simplemente, de empezar.
Febrero de 1916.
Chaplin y su hermano Sydney
viajan a Nueva York
para estudiar las numerosas
propuestas cinematográficas
que llegan de todas partes.
Pero ninguna de ellas puede
rivalizar
con la de la Mutual Film Corporation
que adquiere los servicios de
la estrella más rutilante del cine
por la módica suma 10.000 dólares
por semana
con un bonus de 150.000 dólares
al firmar.
Hasta la fecha, ningún artista había
ganado una fortuna similar.
Chaplin encarna entonces el triunfo
del sueños americano.
Cuando le pagaron su primer salario
los de la Mutual
sacaron una fotografía del cheque
y lo publicaron en la prensa:
"Aparte de la guerra, Chaplin
es la cosa más cara de la historia".
Y luego añadían: "Y lo vale".
Porque sabían que recuperarían
su inversión que es lo que sucedió.
Ahora Chaplin tiene a su disposición
un estudio para él solo
compuesto por un gran escenario
iluminado por el sol de California,
un laboratorio para revelar
películas, una sala de proyección,
oficinas
y camerinos para los actores.
Entre esos actores destaca
una nueva adquisición,
Eric Candell, un gigante de 1,93
que se convierte en el Goliat ideal,
puesto que, como diría más adelante
Alfred Hitchcock,
"cuando mejor sea el malo,
mejor es la película".
Para Chaplin los años con la Mutual
fueron los más felices de su vida.
Era prácticamente independiente
ya que disponía de su propio estudio,
tenía personal propio y todo el mundo
trabajaba en lo mismo que él.
Pero al mismo tiempo no trabajaba
para él mismo
y tenía que rendir cuentas
a la Mutual.
Después de todo,
ellos eran los productores.
Si bien dependían por completo
de Chaplin,
si a él se le agotaban las ideas,
ellos no podían hacer nada sin él.
Se supone que Chaplin tiene
que rodar una película al mes,
lo que no parece imposible
porque en Sennett
rueda una al día con la Keystone.
Sin embargo, los métodos de trabajo
de Chaplin son muy diferentes.
Chaplin no es de esos que producen
películas como churros
sin preocuparse de lo que sucede
en las salas.
Él sabe lo que quiere el público,
ha oído reírse al público
y, por eso, se toma su tiempo.
En la industria cinematográfica
lo peor que puedes decir de alguien
es que no sabe lo que está haciendo.
Esto no se podía decir del humorista
más exitoso de la historia,
pues sí.
Cuando Chaplin empezaba una película
no tenía guión
y no sabía qué iba a rodar.
Rodaba hasta que la cosa funcionaba
y luego decidía qué eliminaba
y qué no eliminaba.
Y en el caso de "El inmigrante"
la película empezaba en un café
de espíritu bohemio,
nada que ver con la inmigración.
Por los 20 minutos que dura
"El inmigrante",
Chaplin utilizó tanta película como
D. W. Griffith para "Intolerancia"
que dura tres horas y media.
Chaplin abandona la idea bohemia
y se imagina una nueva situación.
El decorado es el mismo
pero esta vez Charlot
debe hacer frente
a un irascible camarero
interpretado por Henry Bergman.
Un camarero que se hace respetar
cuando un cliente no puede pagar.
Cuando el camarero se da cuenta
de que la moneda de Chaplin es falsa
empiezan los problemas.
El encadenamiento de escenas
es perfecto
pero hay algo que no funciona.
Una vez más,
hay que empezar de cero.
Esta vez es Eric Campbell quién
se mete en papel de Bergman.
Todo indica que es el personaje
espantoso e ideal
que necesitaba la película,
capaz de dar miedo
con su simple presencia
y de enriquecer la acción
con nuevos gags.
Chpalin es muy perfeccionista
y no duda en repetir la misma escena
tantas veces como sea necesario,
limándola hasta obtener un resultado
perfecto ante la cámara.
El metro de película es barato
pero las ideas no.
Finalmente, las horas de trabajo
con el equipo,
las innumerables repeticiones y los
kilómetros de películas empleados,
dejan paso a unos minutos de gracia
e ingenio en estado puro.
Tenía una forma característica
de moverse en el escenario,
una forma única,
probablemente porque era muy bajito.
Si hubiera medido 1,80
no se hubiera movido igual,
no habría tenido la misma gracia
ni la misma agilidad,
no habría tenido la misma capacidad
para hacer todo lo que hacía.
Todas las mujeres caían rendidas
a sus píes.
No podía evitar moverse de manera
tan maravillosa, con tanta gracia.
Creo que el día que conoció
a Nijinsky
fue uno de los más importantes
de su vida.
Nijinsky estaba en Los Ángeles
y visitó el estudio,
observó a Chaplin mientras actuaba.
Lo hizo con el gesto serio
y al final le dijo:
"tú eres bailarín".
Chaplin no cabía en si.
El estudio de Chaplin se convierte
en un lugar de moda
dónde la gente se arremolina
para ver al genio de la escena
y para dejarse ver en compañía de él
Cuando rueda su última película
para la Mutual,
Chaplin recibe la visita del francés
Max Linder,
al que considera su maestro.
Aquel encuentro simboliza
el increíble éxito de Chaplin.
En 1914 cuando debutó
con la Keystone,
el cine francés seguía dominando
el mundo
y Linder era su estrella
más destacada.
Tres años más tarde, las cosas
han cambiado notablemente;
Europa se ha enmarcado en una guerra
y Hollywood es ahora la capital
mundial del cine.
Linder,
cuya carrera está en declive,
acaba de ser contratado por Essanay
para sustituir a un tal...
Charlie Chaplin.
El alumno ha superado al maestro.
Si los años que Chaplin pasó
con la Mutual
fueron los más felices de su vida,
las doce películas que rodó
con este estudio
son también sus cortometrajes
más redondos.
Y obtuvieron en todo el mundo
un éxito incomparable.
Pero nunca llueve a gusto de todos.
Como una carta del responsable
de unos cines de Ohio
dirigida a la Mutual:
"Estimados señores, ayer presentamos
su película titulada The Rink.
Las carcajadas ininterrumpidas
y los gritos de júbilo del público,
han destrozado literalmente
una parte del teatro.
Su película es una amenaza
contra los cines
y contra su mobiliario en general."
Otras nubes más inquietantes
vienen a ensombrecer la buena
estrella de Chaplin en este año,
1917.
Estados Unidos acaba de involucrarse
en la guerra
y almas de buena fe no comprenden
que Chaplin, ciudadano británico,
no se haya implicado.
Charlie argumenta que está dispuesto
a responder a la llamada de su país
y que él no ha solicitado ninguna
exención ni favor,
algo que confirma su propia embajada
que además añade:
"Chaplin puede presentarse
voluntario en cualquier momento
pero ya es de gran utilidad
para Inglaterra.
Que gane mucho dinero y lo consagre
al esfuerzo de guerra
por encima de servir
en las trincheras."
Así pues con sus amigos,
Chaplin se esmerará en promover
el esfuerzo de guerra
y el famoso préstamo por la libertad
La imagen del pequeño vagabundo
en las pantallas
también sirve de consuelo
para los soldados.
La luminosidad y la alegría
que desprende
valen más que si hubiera cambiado
su disfraz raido por un uniforme.
Charlie lo sabe,
su mejor arma es la risa.
1914-1918, azar o ironía del destino
El personaje de Charlot se construyó
durante estos años negros
en los que se tambaleó
el orden mundial.
El pequeño vagabundo jovial
e impertinente
se convierte en una figura
comprometida,
en un icono universal de la lucha
contra la injusticia.
Chaplin es ahora libre
e independiente.
Los años de aprendizaje son historia
A los 28 años puede dedicarse
a escribir
algunas de las páginas más bellas
de la historia del cine.
¿Qué ha sido de las primeras
películas de Charlot tan innovadoras
y que hicieron reír a todo el mundo?
Nunca han desaparecido por completo
de nuestras pantallas
gracias a versiones en formato
reducido para verlas desde el sofá
o gracias a numerosas reediciones.
Pero Chaplin no produjo estas
películas y no las controla.
Sin una persona que las conserve
y vele por una difusión de calidad,
han ido perdiendo su interés
con cada nueva reemisión.
Ahora las copias son mediocres
y algunas defectuosas
o productos de un nuevo montaje.
Además, la banda sonora se introduce
de forma aleatoria
por lo que pierde
su carácter ensalzador.
En el negocio del cine,
si una película tiene éxito
se proyecta hasta la saciedad
pero ni los proyectores
ni los encargados de manipularlos
han sido cuidadosos,
lo que explica que las películas
estén rayadas,
que les falten fragmentos
y que cuanto más se vean,
más se vayan estropeando.
Las películas de Chaplin
han sobrevivido al paso del tiempo
y hasta hace muy poco nadie había
intentado recuperar
la calidad fotográfica original
de las imágenes.
Entre las miles de copias mediocres
repartidas por todo el mundo,
los restauradores han tenido
que recuperar
los escasos elementos primigenios
directamente de negativos originales
Las imágenes recuperadas dotadas
de una calidad insuperable
han sido tratadas y digitalizadas
y, a continuación, completadas,
estabilizadas y restauradas
fotograma por fotograma.
Un trabajo ingente para hacer
desaparecer los estragos del tiempo.
Estamos en la Piazza Maggiore
en Bolonia
para el estreno mundial de la
restauración de Burlesque on Carmen.
Por primera vez desde 1915
la película será presentada tal cuál
la había imaginado Chaplin,
con la diferencia de que esta vez
se empleará tecnología digital.
Cien años después del nacimiento
de Charlot
cada nueva proyección
de sus primeras películas
constituye una verdadera
resurrección.
La emoción permanece intacta,
intemporal y universal
porque Charlot está en cada uno
de nosotros para lo bueno
y para lo mejor.