(Sintonía)
La mirada mía de la vida en general
ha cambiado por ellas. Me había
resultado siempre indiferente:
"Las mujeres tienen que estar
en la cárcel porque han hecho algo.
Tienen que estar en la cárcel.
Bueno, cuando ya conoces
la situación de la cárcel
y las conoces sobre todo a ellas,
pues ya te empiezas
a hacer un montón de preguntas.
Yo estaba estudiando.
Era un año en que tenía
poquitas asignaturas,
entonces tenía bastante tiempo libre,
y ahí de repente dije:
"Tengo que hacer algo,
algo que me vincule más
a lo social".
Desde el ámbito sanitario,
desde el ámbito
de reclamar la salud
para las personas.
Eres parte
de la transformación social.
Yo creo que eso es lo que más valoro
dentro de mi trabajo.
Por eso a veces no está valorado
el trabajo social,
porque es una transformación
del pensamiento, de la sociedad,
de cambiar las cosas,
y eso a no todo el mundo le gusta.
Me llamo María Pilar D'Errico,
pero todo el mundo
me conoce por Mariú,
y pertenezco a ACOPE,
una ONG sin ánimo de lucro,
confesional y de ámbito estatal
desde hace 33 años.
ACOPE significa
Asociación de Colaboradores
con las Mujeres Presas.
Las presas salen de nuestra sociedad
y entonces, bueno,
si nosotros hemos tenido
el privilegio
de no tener que cometer
los errores que han cometido ellas,
pues entonces lo menos que
se puede hacer es echar una mano
para que este mundo
sea un poquito mejor.
Soy Teresa, soy médica
y en mi tiempo libre formo parte
como voluntaria de Médicos del Mundo
en el área de "Prostitución".
Caí en "Prostitución"
por casualidad.
De hecho, quien me hizo la acogida
fue una compañera
que cuenta los proyectos que hay
y ella ya sabía
que yo encajaba en este,
porque me gusta trabajar con
la mujer, luchar por sus derechos.
Cuando entras en esto
y te das cuenta
de cuántas vulneraciones hay,
cuánto sufrimiento hay detrás,
es que ya no puedes volver atrás.
No puedes volver atrás.
Soy Sonia San Andrés,
trabajadora social
de la fundación Luz Casanova.
Estoy en un proyecto que trabaja
con mujeres mayores de sesenta años
y en atención
en violencia de género.
Hay una anécdota
que cuenta una educadora.
Si tú metes a una rana
en una olla hirviendo,
la rana va a saltar, se va a ir.
Nadie está a gusto
en una bañera con agua hirviendo.
Sin embargo, si tú metes a una rana
en una bañera
adornada con una palmera,
vas calentando
poquito a poco el fuego,
luego otro día le traes un cóctel
para que, bueno,
esté a gusto y se siente
en la playa,
o a lo mejor le traes un libro
para que disfrute,
o la agasajas, la abanicas,
esa temperatura del agua
va a ir subiendo poco a poco
y, cuando quieras darte cuenta,
a lo mejor ya estás abrasada.
Eso es un poco lo que es
la violencia de género.
Lo mejor de ser trabajadora social
es el trabajo con las personas,
puedes sentir
que formas parte de un proceso.
Lo mejor de ser voluntaria
es que me hace crecer personalmente.
Lo mejor de ser voluntaria
es la posibilidad
de que tu vida tenga sentido
a través de lo que te aportan
todas estas mujeres.
Esta sede es el lugar de trabajo
en el cual estamos
cuatro o cinco personas
que no levantamos cabeza
de los papeles, por desgracia,
y que tenemos alguna cosa
que simboliza cosas que hemos hecho.
Pues este cartel de aquí
es un taller que se hizo
hace varios años,
en el cual cada mujer
dibujaba una muñequita
y ahí ponía su personalidad.
Tenemos otro cartel detrás, ahí,
que se llama ACOPE.
Este que está ahí, donde pone
Asociación
de Colaboradores con las Presas.
Cómo era un patio
en la cárcel de Yeserías
y cómo nos sentábamos
ahí en un banco
a charlar con las mujeres.
Nosotros empezamos en la cárcel
de Yeserías, en el 86.
Y empezamos simplemente
visitando a las mujeres.
Después ya fuimos viendo
que había que hacer programas serios
para que tuviesen actividades.
Entonces empezamos con talleres,
crear un grupo de mujeres,
lo que continuamos haciendo ahora,
donde trabajamos la autoestima,
el respeto, la convivencia...
Y luego tenemos otro proyecto
en este momento,
yo diría, "estrella",
que es un vivero
en la cárcel de Alcalá-Meco.
El otro programa son los pisos,
pisos de acogida:
un piso de terceros grados,
otro de segundos grados.
Y luego tenemos algo importante:
la asesoría jurídica,
que son dos abogados
que las visitan mensualmente.
Lo último que hemos hecho
ha sido, precisamente, este folleto.
Se llama "Los permisos".
Les sirve de herramienta para poder,
entre otras cosas, defenderse.
El preservativo.
-Pero esto son los...
-Los sin látex.
-Ya está, lo tenemos todo.
-Sí.
-Sí.
-¿Adán no puede?
-No.
-Ni tampoco...
-¿Qué tal...?
¿Qué tal la salida
de la semana pasada?
-Más o menos gente, ¿no?
-¿Sí?
-Llegamos allí a las 5
y no había nadie.
-Cuando sales a pisos
es más complicado
porque las mujeres
no se levantan tan pronto.
Y entonces, cuando vas a pisos por
la mañana, no puedes madrugar tanto.
-Hola. ¿Qué es lo que más te gusta
de tu trabajo como voluntaria?
Me gusta mucho que hagamos
intervención directa.
Hacemos salidas
tanto a polígonos, a clubs, a pisos
y a calle.
Nos acercamos a las zonas
donde están las mujeres.
Si quieren hablar con nosotros,
bajamos, hablamos con ellas, y...
hacemos y promoción de la salud.
Llevamos preservativos,
lubricantes, esponjas...
Hacemos test de VIH,
de sífilis, de embarazo.
Y con eso ahí abrimos un diálogo,
hablamos un poco.
A veces, quien se quiere abrir más,
se abre más; quien no, pues se va.
Junto con los estadillos...
No, está aquí.
-Es que tienen a perderlo
y por eso...
-Esta no nos la llevamos.
-Sí, pero hacemos
como que la subimos a la "furgo".
Ya está.
(Teléfono)
¿Sí?
¿"Hazte visible, hazme visible"?
¿"Proyecto mayores"?
Sí, soy Sonia,
la trabajadora social.
¿De dónde me llamas?
Las mujeres llegan al programa
a través de los centros de mayores
de la Comunidad de Madrid,
que es donde estamos ahora,
actualmente, trabajando,
y ahí hacemos un proceso.
Hablamos mucho con las trabajadoras
sociales para que ellas detecten
qué mujeres
podrían estar en estos grupos
y así, bueno, se incorporan.
Llevamos tres años
con grupos de mujeres
en los que hemos trabajado
emociones,
en los que hemos trabajado
quién soy
y cómo me coloco en este mundo;
y luego un espacio más lúdico,
un espacio más distendido,
que son los espacios de ocio,
en los que damos mucha importancia
a que todas las temáticas
que veamos sean de mujer,
bien porque sean autoras
o bien porque la temática
sea de mujer,
y las haga reflexionar.
Pero sobre todo un espacio
luego de encuentro
porque creemos que,
cuando las mujeres se juntan,
suceden cosas maravillosas.
(Música de piano)
Me gustaría saber de vosotras
la primera experiencia,
cuando entrasteis en vuestra
asociación y os encontrasteis,
tú con mujeres mayores,
y tú con el tema de trata y demás.
¿Qué sentíais? ¿Qué os preocupaba?
Pues para mí la experiencia
con mujeres mayores fue también
como desterrar un poco
todas esas ideas preconcebidas
de la mujer mayor, de esa...
idealización que tienes a veces
de la típica abuelita o de...
El desconocimiento, ¿no? Porque
a veces, bueno... Y el miedo de:
"¿Qué le tengo yo que contar
a esta gente que saben ya
toda la vida?".
Yo llegué un poquito con miedo,
pero con miedo por eso:
a qué me iba a enfrentar,
qué podía decir que pudiera molestar,
cómo llegar a ellas.
Tenemos una idea preconcebida
de las mujeres prostitutas.
Parece que la idea que tiene,
o tenemos, la sociedad...
Tenemos ahí una concepción
de "mujer prostituta",
es una mujer prostituta
en todo y ya está.
Esa es su identidad
y no tiene nada más.
Entonces llegar
y hablar de otras cosas.
Y reírte.
Al principio
es una situación un poco rara,
como: "Estoy frivolizando".
La imagen que da la sociedad
probablemente tenga que cambiar.
Hablo de la imagen que se da en los
medios de comunicación, en el cine,
que, para que nos lo creamos,
es la víctima, víctima, víctima,
súper víctima.
Si no, no nos lo creemos
y a lo mejor está porque quiere.
Es que hay muchas formas
de ser víctima.
Y luego uno puede tener
ciertos condicionantes
y ser incluso feliz.
"¿Quieres ser voluntaria de ACOPE?
Pues vente".
Y me dijeron que en la cárcel.
Pero yo estaba muerta de miedo.
Me acerqué a una reja
que había en un patio,
y una mujer vino y me dijo:
"¿Y tú cuándo has entrado?".
Y yo, claro, pues me sentí un poco...
Dije: "No, yo soy de ACOPE.
Yo soy de ACOPE".
Y la mujer no sabía
ni qué era ACOPE ni nada,
pero se dio cuenta de la situación.
Dije: "Bueno, es que soy voluntaria
y estoy aquí".
Y dijo: "Bueno, pues...
yo te voy a decir
que no tengas miedo
porque no somos malas".
Y... aquello me impresionó mucho
porque, cuando me marché,
cuando salía de la cárcel,
pues me fui dando cuenta
de cómo había entrado y cómo salía.
Había entrado pensando
que, efectivamente,
yo era la buena, que iba allí,
bueno, pues más o menos
a ayudar a la gente...
Yo qué sé a lo que entraba porque
al principio, no sé ni por qué,
dije que sí.
Pero me fui con la certeza de que,
efectivamente, aquello no era
de buenos ni de malos,
aquella cuestión
era de circunstancias:
dónde estaban ellas
y dónde estaba yo.
Y ahí empecé a aprender.
(Música de piano)
Me gustaría saber
si el cine influye negativamente
en nuestra percepción
de las cárceles, es decir,
¿la vida en las cárceles
es tal y como
nos la muestran en las películas?
La imagen que tenemos desde fuera,
yo misma, lo que yo pensaba,
era de las películas:
con monos de un cierto color,
con problemas entre ellas, gente...
violenta.
Algo que no es así.
Ellas visten normalmente,
con las ropas que ellas tienen.
Una de las frases que a mí
me gusta muchísimo es que,
cuando vamos la gente de ACOPE
los sábados a la cárcel,
no te digo todas, pero la mayor
parte, están arregladísimas.
Arregladísimas.
Se arreglan el pelo, se tiñen...
Se cuidan una barbaridad
entre ellas.
Pues es que no recuerdo
un motín en la cárcel.
En los primeros años,
al principio en Yeserías,
recuerdo un pequeño motín.
¿En el resto?
Jamás he visto un motín,
que las mujeres sean violentas.
No lo son, no lo son.
Para nada,
son terriblemente sumisas.
Tan sumisas son que muchas veces
nosotras, en los talleres,
cuando nos enfadamos por algo:
"Oye, no estáis haciendo esto bien",
y yo, con esta edad que tengo ya,
que las regañe;
y estas mujeres,
que tienen detrás una trayectoria
dura a veces, también incluso
de violencia, que me digan:
"Ay, sí, perdona, Mariú.
Sí, sí, no lo vuelvo a hacer más"...
(Golpea la mesa)
"¿Sí?"
Marta, soy Mariú.
¿Pero dónde estabas?
¿Cómo estás? Hasta el fondo.
¿Cómo estás?
...del último permiso,
de las cuatro que tuvimos.
¿Qué tal estuvieron?
Sí, muy bien. Lo único...
Bueno, el único tema era un poco
organizar los turnos porque,
como ahora están habiendo
menos voluntarias,
y además empieza
la época de verano y demás...
Estuvo muy bien
el festejito de ayer.
Sí, sí, sí. Ayer se fue muy contenta.
Hicimos la despedida.
Ya se va con su familia,
termina el aval con nosotras.
Nuestro piso de Villaverde.
Consiste, por supuesto,
el piso, en que...
ellas empiecen a tener
una vida normalizada,
empezando con habilidades normales,
como es apagar y encender
la luz por la noche
o dejarte un grifo abierto.
O sea, muchas cosas
que ellas en la cárcel,
durante tanto tiempo,
han estado perdidas totalmente.
Aparte de eso, por supuesto,
aprender a convivir en libertad.
Cuando tenemos permisos
aquí en el piso,
hay a muchas
que les da miedo salir solas.
Entre otras cosas, suelen decir:
"Es que siento como que en la frente
llevo el nombre de 'presa'
y que la gente me mira
porque yo soy una presa".
Con las mujeres trabajamos mucho
a nivel simbólico.
La plastilina, por ejemplo,
es un material que utilizamos mucho
y les sirve sobre todo
para expresar sus emociones,
sus sentimientos,
sus malestares.
También es muy curioso porque,
aparte de que es muy colorida,
pues nos sirve para...
también ver que hay cosas que ellas
nunca han utilizado.
O sea, hay pinturas
que nunca han tenido.
La plastilina la han visto
en sus nietos, pero no la han tocado.
Entonces también que experimenten
con diferentes texturas,
con diferentes materiales.
A nivel simbólico, también...
utilizamos muchas... imágenes.
Estas son las cartas
de un juego de rol realmente,
pero que utilizamos para lo mismo,
para que ellas puedan expresar
lo que sienten.
También para evaluar:
cómo llegaron al grupo,
lo que ha significado
el grupo para ellas.
Y nos parece importante porque
muchas no han podido ir a la escuela,
muchas escriben con dificultad.
¿Y no habéis sentido vosotras
un poco,
al trabajar con mujeres,
en el tema de cárceles,
prostitución, violencia de género,
que se habla mucho
de "mujeres víctimas"
y, sin embargo, conociéndolas,
no las sentís como supervivientes?
Como que son mujeres
que tienen un montón dentro,
y que lo que han hecho
es sobrevivir a una situación
y no son realmente víctimas.
Fíjate, no lo había pensado,
en el sentido de que...
Yo... Lo que pasa es que casi todas
las mujeres que están en prisión
han sido auténticas víctimas:
de acoso, de violencia de género;
por familiares incluso,
por maridos...
Entonces ese sufrimiento...
ese sufrimiento está ahí.
¿De dónde me llamas?
¿Y qué años tienes?
Vale.
Las mujeres no te suelen
llamar por teléfono para contarte
si han tenido una agresión
o si se sienten maltratadas.
Eso sale más en los grupos,
sale más en el grupo de relación,
en el que una a lo mejor cuenta algo
y se siente con esa legitimidad,
o con esa confianza, de poder contar
lo que le está pasando.
Ahí es cuando nosotras "rescatamos"
ciertas informaciones
para en cualquier momento,
bueno, trabajar en otra sesión.
En otro momento. Y se le ofrece,
si quiere, un espacio individual
para hablar, para charlar,
donde están ya las compañeras,
que son las psicólogas,
que hacen la intervención
psicológica individual.
Parece a veces que tienes
que intervenir directamente
y a veces el papel
de las profesionales es simplemente
estar, acompañar y escuchar.
Delitos importantes y graves, como
delitos de sangre, hay poquísimos.
Se pueden contar
con los dedos de la mano.
Y la mayor parte
son delitos de tráfico de drogas
por arreglar problemas familiares
y carencias que tienen.
Lo importante sería ver
esos delitos:
por qué los han cometido,
desde dónde venían
para poder llegar a esa situación.
Yo soy Teresa. Y Margarita.
Somos de Médicos de Mundo
y venimos aquí
las tres primeras semanas del mes.
Venimos aquí con la unidad móvil
y, bueno, repartimos
preservativos, lubricantes...
Si necesitáis cualquier cosa,
nos podéis decir y vemos un poco
si os derivamos a otros recursos,
¿vale?
Todos los datos que nos des
son confidenciales.
Esto para nosotros es para saber
quién eres, cómo llamarte y ya está.
¿De acuerdo? Te vamos a pedir...
Vemos a mujeres
con cargas familiares
que tienen que mantener.
Vemos también a mujeres
con carreras en sus países,
sobre todo sudamericanas,
y aquí no se las convalidan.
¿Por qué no se las convalidan?
Debajo hay
una feminización de la pobreza,
interesa que haya mujeres pobres
para que puedan seguir
manteniendo
este sistema de prostitución.
¿Hay demanda de prostitución?
Tiene que haber mujeres
que se oferten en este aspecto.
Tienen las mujeres también vivero,
¿no? Y desde ahí...
Sí. Unas de las cosas...
Efectivamente, uno,
yo digo,
de los "proyectos estrella" de ACOPE
es precisamente un vivero,
ahora que estamos aquí,
en este entorno tan maravilloso.
(Música de piano)
Empezamos madres en Carabanchel
hace ya veinte años.
Había un pequeño jardín y se empezó
a hacer un vivero pequeñito.
De ahí nos trasladamos a Alcalá-Meco
y en este momento hay una producción
de casi 20.000 plantas al año.
Tienen a una técnico de jardinería
que va lunes, miércoles y viernes
por parte de ACOPE.
Es la que les enseña.
Pero los otros días van solas.
La funcionaria abre el vivero,
les da la llave de las casetas
donde están las herramientas.
Ellas cumplen con el trabajo
que les ha impuesto
la técnico de jardinería
y están ahí en su espacio
totalmente solas,
cosa que ha sido muy sorprendente,
incluso para la propia cárcel.
porque han visto que a las mujeres,
cuando se les da responsabilidad,
saben cumplir
con esa responsabilidad.
Y en veinte años no hemos tenido
ni un solo problema.
Siempre les inculcamos:
"Estáis trabajando con seres vivos,
desde que ponéis las semillitas ahí,
que son minúsculas y que...".
Al principio,
ellas ponen las semilla ahí,
con todo el cuidado que pueden:
"No, hay que hacerlo mejor,
meterlo más adentro de la tierra".
En fin, con muchísimo cuidado.
Pero no se creen al principio
que de ahí va a brotar esa planta,
y esa flor.
Imagínate lo que va a ser
para ellas ver
su labor ya un poco...
Es lo que les decimos:
"La vida es eso también,
sembrar y "semillar"
para que luego pueda...
brotar algo de nuestra propia vida".
Trabajamos mucho
a través de las plantas
y de la metáfora de las flores,
sobre todo,
bueno,
el significado que tienen las flores
en crecimiento personal
y cómo, desde unas semillas,
según los nutrientes que les des,
según...
todo lo que alimentes
al conocerte a ti misma,
tu planta va a crecer
y tú vas a crecer.
Entonces, como este árbol,
las mujeres terminan "floreciendo".
Y podréis ver el cambio que es,
cuando llegan las mujeres
los primeros días a los talleres
a cuando estamos
ya acabando en junio,
cómo se florecen. O sea,
las mujeres "florecen", cambian.
Los colores que traen, la ropa...
Se maquillan un poco más,
se arreglan.
Y ellas mismas te lo dicen,
que sienten que este espacio
es el que les da la vida.
Y, bueno, por las plantas,
están llenas de vida.
(Música relajada de piano)
Qué precioso, ¿eh? Es increíble.
Esto es una gozada.
Esto es una selva.
(GRITA CONTENTA)
Perdón.
Cuidado, que aquí se...
Qué chorro.
Pasa, corre.
El momento de la ducha.
(RÍEN)
Ay, tía, que te vas a matar.
Pasa, pasa. Sigue, sigue, sigue.
(RÍE)
Si haces un voluntariado en una ONG,
tiene que ser como trabajar, ¿no?
Tú tienes más o menos una jornada
laboral, supongo, yo qué sé,
tipo "Me propongo
de esta hora a esta hora".
Y luego ya supongo
que tendrás tu tiempo libre.
No sé si será de 24 horas tu trabajo.
Es lo que me imagino, no sé.
Porque pagado no creo que esté.
Supongo que te darán lo necesario
para vivir, donde quieras apuntarte,
y ya está.
Llegamos el primer día y te explican
en qué consiste la organización,
porque no solamente es
que te guste el proyecto,
sino que la organización
en sí encaje
en lo que tú opinas,
que sus ideales y valores
vayan en consonancia con los tuyos.
Eso es importante.
Recordad, aunque es obvio,
la ola de calor de estos días.
-Sí, que se hidraten bien.
-Que se hidraten,
que intenten estar en la sombra.
El tema de la alimentación,
que tomen mucha fruta y verdura.
Es importantísimo.
Estaría bien intentar hacer
esa campaña que hicimos en verano
de las cremas solares.
Lo consiguió Marta,
que escribió a un montón de...
de cosméticas
y hubo una que nos dio.
Nos dio un montón
de cajas de cremas.
Pero cremas de 200, ¿no?
Sí, era muy grande.
Sí. Y lo que hicimos...
De protección 50.
Sí, de protección 50. Entonces,
lo que hicimos fue rellenar
en diferentes idiomas
unas pequeñas pegatinas
de quiénes éramos
y nuestro teléfono para acudir,
y las pegábamos en las...
En las cajas.
Sí.
De la crema.
De la crema.
Para que lo tuvieran ahí...
Al paso que les llevábamos la crema,
tenían...
Al principio era
que llegaba la voluntaria,
se incorporaba
e iba aprendiendo sobre la marcha.
Pero ahora ya no.
Ahora lo que hacemos es un curso
de cinco sesiones, cinco sábados,
en el cual vamos...
haciendo talleres
con las voluntarias
diciéndoles, explicándoles,
cada proyecto de ACOPE.
Una de las primeras cosas que
les decimos es que, efectivamente,
ACOPE no da nada.
"No da nada" quiere decir que...
Bueno,
en la cárcel hay costumbre de pedir
porque, lógicamente,
necesitan siempre de todo.
Necesitan sellos
para escribir a sus familias,
a veces ropa...
En fin, necesitan cosas.
Y nosotros nos dimos cuenta
de que no,
que eso era crear dependencia
y que no lo teníamos que hacer.
Entonces, cuando se lo explicamos
a las voluntarias,
pues a veces cuesta mucho
que lo entiendan porque dicen:
"¿Pero cómo es posible?
Si es que llevo un chicle,
¿y nos les voy a poder dar chicles?
¿Ni un caramelo?". Digo: "No".
Nosotros intentamos continuamente
no darles falsas esperanzas.
No, no podemos darles
todo lo que necesiten.
Eso crea frustración:
sentir que estás viendo injusticias
y que no puedes llegar a más.
Pero creo que para ellas
es fundamental que trabajes desde
el lado de decir: "Te ofrezco esto.
Yo tengo esto,
estas son mis herramientas.
Te puedo escuchar y,
en lo que pueda, te voy a ayudar.
En lo que pueda".
El voluntario tiene que sentir...
acercarse a este colectivo
con un compromiso súper serio
y sobre todo
de que no va a hacer
una caridad mal entendida,
sino que va a hacer justicia
de alguna manera,
aunque sea muy pequeñita.
¿Por qué tenemos que sentir empatía
por una persona
que ha cometido un delito y está
en la cárcel cumpliendo su condena?
Yo creo que no es cuestión tampoco
de empatía ni de compasión ni...
Es una cuestión de decir:
"Bueno, a ver,
¿de dónde vienen estas mujeres?
¿De dónde han salido?".
Porque no vienen de Marte,
han salido de nuestra sociedad.
Entonces algo está fallando
para que hayan llegado a situaciones
en las cuales
hayan tenido que delinquir:
robar para dar de comer a sus hijos,
para arreglar una operación de...,
para poder pagar
una operación de una madre...
Montañas de problemas que tienen.
Sencillamente para sobrevivir.
Yo pienso que hay
temas específicos que...
no pueden solo depender
del voluntariado.
O sea, que el Estado,
las administraciones,
deben tener un peso fuerte.
Otra cosa es que, puntualmente
o en algunos aspectos
de un trabajo preciso,
haya gente que aporte
su tiempo libre,
o sus ganas y su saber hacer.
Pero hay una base que, o...
está cubierta por lo público
y la Administración, o se cae.
Es que es imposible de mantener.
Pero es que uno de los problemas que
tenemos en las asociaciones es que...
Los que estamos subvencionados.
ACOPE, si no fuera por subvenciones,
tanto privadas como del Estado,
pues sería imposible.
Pero es que a veces
te dificultan tantísimo, tantísimo,
el tener que presentar
una subvención que necesitas también
voluntarios especializados
en mover esto.
Y cada año cambia
y cada año es más difícil.
Entonces el tiempo que tenemos...
Si tenemos cuarenta voluntarios,
de los cuales
diez se dedican a visitar prisiones,
pues en vez de visitar prisiones,
tienen que estar haciendo
números y papeles
hasta las 2 de la mañana.
¿Lo peor de ser voluntaria?
Las dificultades que tenemos para
llevar a cabo nuestros proyectos
por falta económica.
Lo peor de ser trabajadora social
son las condiciones laborales. (RÍE)
Lo peor de ser voluntaria
son las historias de sufrimiento
que te llevas para casa.
Todas, todas las historias
que hay detrás de ellas
son muy duras.
Cuando nos cuentan cosas a veces,
pues eso, duras y difíciles,
las escuchamos, las acompañamos,
les dejamos que ellas expresen
todo lo que quieran.
Incluso se ha llorado con ellas.
Pero ya, se borra.
Y lo único que queremos
es seguir estando con ellas
y paliar ese deterioro tan terrible
que la cárcel está día, día y día...
causándoles a ellas.
Bueno, vamos a hacer un taller,
¿vale?
Para ver un poco
cómo poner preservativos.
Mira, hay distintos tipos:
natural, extrafuerte,
extralargo...
y de fresa. ¿Vale?
Y también tenemos unos,
que son los femeninos,
y otros que son
por si sois alérgicas al látex.
¿Vale?
-Vale.
-¿Tú sabes abrirlo?
¿No?
Bueno, primero lo principal:
nunca con los dientes,
porque puedes romper
el preservativo y luego ya no vale.
¿Vale?
Ahora.
Así, de un ladito.
Ten cuidado con las uñas largas,
no lo muerdas.
Entonces has de cogerlo así.
Estiras un poco.
Y manteniéndolo arriba...
Ay.
Es que yo, como no...
Es importante también
que los pintalabios
que tienen como grasa
pueden hacer que se degraden
cuando se ponen en contacto
y se pueden romper.
Mira, tienes que dejar
aquí esto vacío, hueco,
y entonces ya vas hacia abajo.
Siempre dejando aquí una bolsa,
nunca pegando hasta abajo,
porque luego,
cuando el pene entra en erección
y cuando eyacula, se puede romper
si esto lo has puesto muy justo.
¿Vale? Ya está.
Y no debes poner nunca
uno encima de otro
porque no es mayor seguridad.
Al contrario, se puede romper más.
Vigilar que no se lo quita.
Muchas veces,
cuando está por detrás,
se lo quita sin que te des cuenta.
Siempre sujetarlo y vigilarlo.
Una mujer una vez nos contó cómo
había empezado y cómo había sido.
Y una frase que nos dijo.
Ella misma dijo:
"Incluso las mujeres
que quieren hacer esto,
la primera noche lloran".
A mí eso me dejó...,
me marcó muchísimo. Dijo:
"¿Cómo vas a querer hacer algo
si eso te lleva a llorar,
si te lleva a acostarte en la cama
esa noche destrozada y llorando?".
(Música melancólica)
Por ejemplo,
con el tema de tráfico de drogas
habrá alguna que lo haga más
por ganar un dinero fácil.
Son las menos.
La mayor parte son
por auténtica necesidad
y son víctimas
del auténtico traficante,
que ese no está en la cárcel.
El que maneja el tema, el que
las tiene totalmente atrapadas.
Las tiene atrapadas porque,
incluso en los juicios,
ellas podrían contar cosas.
Y la boca cerrada porque saben
que "Ten cuidado porque
tu familia está en mis manos".
Hay demanda explícita
de querer ver
a las mujeres drogadas.
O les pagan más o...
Muchas veces son mujeres que no han
tenido contacto con las drogas antes.
En contacto con la prostitución,
caen en el mundo de las drogas,
como medio de llevar,
de poder sobrellevar, aquello.
Hay muchas mujeres, por ejemplo,
que no cuentan
de ninguna de las maneras
a sus familias
que están en la cárcel,
porque para ellas
es una vergüenza terrible.
Y entonces dicen
que están trabajando.
En el caso de las mujeres mayores
que están en violencia de género,
es un factor que les frena mucho
a la hora de dar el paso
de visibilizar la violencia
porque "¿Qué pensarán mis hijos?".
O el rechazo que puedan ellas sentir
a la hora de que eso
se conozca en la familia.
O sienten a veces que
a lo mejor no las van a entender.
Entonces también eso es como...
A veces es un nudito
que tienen ahí dentro
y que les impide dar ese paso.
Y luego una cosa que sorprende mucho
son las diferentes culturas.
Por ejemplo, nosotros en la cárcel
vemos mucho el tema de las gitanas,
la cultura gitana.
En la cultura gitana
hay muchísimas mujeres
que están en prisión
tragándose el "marrón",
como se dice en términos de argot,
por sus hombres.
El delito lo ha cometido el hombre,
pero "Mi hombre es mi hombre".
La que se está cargando los seis
o siete años de condena es ella.
Y no le digas lo contrario:
"¡Pero bueno!".
"No, no, de ninguna de las maneras.
Esto es así".
Las mujeres
estamos educadas para cuidar
y para querer incondicionalmente.
Estamos educadas así
en esta sociedad.
Cuando una persona
te retira ese cariño
y tienes el miedo de sentirte
abandonada, de sentirte...
despreciada,
vas también a generar
una serie de herramientas
para conseguir eso de nuevo.
Entonces...
también se producen
relaciones muy tóxicas
en las que la dependencia es mutua.
El hombre entra en la cárcel
y le acompaña la mujer,
lo va a ver todas las semanas
o todos los meses.
Si no es la mujer, es la madre.
Y si no, la abuela.
Y la mujer... En un principio,
a lo mejor va al compañero
y a los pocos...
No te digo que se pueda generalizar.
Habrá gente que no sea así,
pero en la mayor parte de los casos
la mujer al poco tiempo
se queda sola en la cárcel
y la que va a verla
suele ser la madre.
O la abuela,
que es la que carga con todo
el peso familiar de los hijos
que ha dejado detrás, por supuesto.
Cuando una mujer entra en la cárcel,
el tema de los niños es terrible.
Yo cada vez que voy los sábados
a la cárcel y veo a los niños
que, a través de un locutorio,
están con las manos intentando...
acariciar la cara de la madre
a través de un cristal,
pues es tremendo, es muy duro.
Hay final feliz
con la violencia de género
porque las mujeres
somos maravillosas.
Entonces,
el final feliz
es que las mujeres crean
el proceso que ellas van realizando.
Es verdad que,
cuando vemos violencia de género,
pensamos en todas las atrocidades
que nos llegan.
Digamos que lo que se ve son
las muertes, las agresiones físicas,
cuando hay un daño interior
mucho más profundo:
todos los temas de...
agresión más psicológica.
Eso mina a la mujer,
le quita seguridad.
La mayor parte salen peor.
Peor no en cuanto que haya
más maldad o que haya más...
Pero han conocido muchas más cosas
que antes no conocían.
Unas y otras
no tienen absolutamente nada.
Si antes no tenían nada,
cuando salgan tienen menos que nada.
Y a ver quién les da trabajo.
Muchas mujeres también
que vemos que van y vienen.
En cuanto encuentran otro trabajo
que les permite mantenerse,
pues lo dejan o lo combinan.
Pero vemos que vuelven
en cuanto eso se ha terminado,
o en cuanto ya no les llega
o en cuanto...
Pues al final tienen que volver.
Y entonces esos círculos
que hacen continuamente.
Parece que es imposible
salir de ello
porque no le interesa al sistema,
esto que también se habla
últimamente
de la "prostitución
de subsistencia".
(Música lenta de piano)
Con una chica que tengo bastante
confianza y contacto con ella,
nos llevamos muy bien, un día
que llegamos estaba con su hermana.
Estaba con su hermana.
Su hermana,
que era lo máximo para ella.
Lo máximo para ella.
Pero ella ya no podía mantenerla.
Ella ya no podía mantener a...
Sería mantenerse ella
y mantener a su hermana.
Bueno, pues había bajado
con ella al polígono y...
Y tampoco yo creo
que haya una voluntad,
ni social ni política, para...
de verdad enfocar este tema con...
Son mujeres que salen
de nuestra sociedad
y hay que ocuparse de ellas.
Hay que saber... Efectivamente,
aunque no sea más que por egoísmo
y por decir: "Si me ocupo de esto,
a lo mejor ya no me siguen robando".
Sí, lo tengo muy claro. (RÍE)
Sí, sí, sí. Creo que...
producir cambios en la sociedad
en la que vivimos actualmente
provoca muchos desajustes
para ciertos sectores del poder.
Entonces, empoderar a las personas,
hacerlas partícipes
de los cambios en la sociedad,
hace que esta cambie y a veces
no es algo que
les pueda gustar a los poderosos.
Y para mí es importante.
Yo creo en una sociedad
mucho más justa,
una sociedad en la que
las necesidades se puedan cubrir,
en la que los recursos se repartan,
y eso, la única manera, es dando...
poder de decisión a las personas.
Eso es parte de mi trabajo,
empoderar a las mujeres,
porque somos parte de este mundo
y porque somos necesarias.
(Música tranquila)
¿Qué dirías que has aprendido
en estos años de trabajo
con las mujeres?
Para mí, lo más importante
ha sido esa...
pequeña esencia,
ver que trabajamos
desde lo paralelo,
desde lo horizontal,
vernos iguales,
trabajar desde ese punto y ver...
lo común que tenemos todas.
Los que me conocen me dicen:
"Es que tú eres muy fuerte".
No es cierto,
yo no soy una mujer fuerte,
yo tengo muchísimas debilidades
y cosas.
Y, sin embargo,
cuando veo que caigo en miedos,
me acuerdo de estas mujeres siempre,
de dónde están,
lo luchadoras que son,
y cómo hay que apretar los dientes
y seguir adelante.
Por ejemplo, he aprendido con ellas
que en cualquier momento puedes...
producir un cambio en tu vida.
Da igual la edad que tengas.
En este caso, siempre tenía yo la...
Bueno, mucha gente tiene
este pensamiento de que
ya de mayor no vas a cambiar.
Sin embargo, he aprendido con ellas
que en cualquier momento puedes...
iniciar un cambio.
Y la fortaleza,
la fortaleza de las mujeres. Eso...
Mira, se me pone
la carne de gallina y todo.
Es esencial,
es algo innato en el ser humano,
pero en las mujeres
es como potencial y lo ves.
Y eso es algo
que he aprendido con ellas,
que, aunque parezca
que no vas a poder, ellas pueden.
(Música)
Por mucho que a veces
sea frustrante, duro, agotador,
que ya no pueda más,
es que sé que hay algo
que es como...
"¿Cómo voy a taparme los ojos?
Ahora que me quitan la venda,
¿cómo me lo vuelvo a tapar?
No me voy a poder desvincular nunca
y me gustaría poder...
trabajar en consonancia con eso,
trabajar sexualidad,
trabajar con las mujeres.
("Pablo's Song", Ana Serrano)
De mayor me gustaría ser como muchas
de las mujeres con las que trabajo.
Me gustaría verme disfrutona,
me gustaría verme...
jubiladísima, (RÍE)
disfrutando de la vida y...
teniendo a gente cerca
que me quiera.
Y yo estar
bien acompañada sobre todo,
bien acompañada.
# You'll make mistakes,
# you'll mess things up.
# Then you'll find your way
like the rest of us... #
El darme cuenta
de todas las carencias
que tienen ellas
y de todos los privilegios
que tengo yo.
Y eso me ha hecho tener
otra mirada totalmente diferente,
entre otras cosas, de agradecer,
saber agradecer
un montón de cosas que tengo
y, de alguna manera,
devolverlo a quien le falta algo.
Por lo menos un poquito,
aunque no sea más que mi tiempo.
# Wherever...
# you go
# you'll have
# my heart.
# My heart.
# You are beautiful.
# You are beautiful,
# just the way
# you are,
# you are. #
(Sintonía)