En el capítulo anterior, concluimos
nuestro recorrido por la Ruta 66
disfrutando con una de las vistas
más alucinantes del río Colorado.
Perdiéndonos por el Antelope Canyon.
Probando una auténtica
comida "cowboy".
O visitando
el pueblo fantasma de Calico.
Hoy visitaremos
el Paseo de la Fama de Hollywood.
Desayunaremos los donuts
más famosos de Los Ángeles.
E irnos a comer los perritos
que comen las estrellas de cine.
Circularemos por Mulholland Drive.
Descubriremos el pueblo
de Santa Bárbara y su famosa Misión.
Y nos sentiremos unos auténticos
"vigilantes de la playa"
en Venice Beach.
¡Vestíos de fiesta,
que nos vamos de estreno!
¡La función va a comenzar!
(Silbido)
Planifico la ruta.
Soy la "cámara-woman".
Lo mío son los animales.
Me molan los videojuegos.
Y elijo dónde comer y dormir.
Me encantan las redes sociales.
Grabo vídeo-diarios.
Como de todo. (SE RELAME)
Y además...
(TODOS)
¡...nos encanta viajar en familia!
(Ladrido)
(Graznido y frenazo)
(CANTURREA)
"Limpio mi casita, lalará larita..."
Recogemos las cosas para abandonar
lo que ha sido nuestra casa
durante casi tres semanas.
Caravana molona, te echaré de menos.
Último día de caravana,
último desayuno.
Es un medio de transporte
ideal para moverte en familia
cruzándote EE.UU., pero luego,
una vez que llegas a las ciudades,
hacia las grandes como ésta,
como Los Ángeles,
es demasiado grande para moverte,
aparcar, se hace todo complicado,
y es mejor moverte en un coche
y ya alojarte en hoteles.
Adiós, caravana.
Adiós.
(Canción en inglés)
Hemos venido hasta este punto porque
ya se nos acaba el "mundo caravana"
y vamos a tener
que alquilar un coche
para hacernos toda la costa oeste
y llegar hasta Las Vegas.
Ya estamos en el nuevo vehículo.
Hemos abandonado nuestra caravana,
pero nos da un poco igual
porque la velocidad media que
llevamos es de 10 millas por hora,
es decir, 16 km/h,
porque Los Ángeles está siempre
como si fuera hora punta.
La 203.
Momentazo habitación para los niños.
Está todo limpito y está bien.
Estoy contento, creo que
hemos acertado con el motel.
¡Madre mía, madre mía!
¡Mamá, has acertado!
Es de la emoción, papi.
Yo también estoy contento
con el motel.
PIPA: "Cada uno expresa
sus emociones de una manera.
Las mías, ya sabéis, zampando."
Damos de comer a "Pipa",
cogemos nuestros sombreros y...
¡temblad, Los Ángeles, allá vamos!
Los Ángeles es la segunda ciudad
más poblada de Estados Unidos.
Siempre hay pique entre neoyorquinos
y angelinos, como los llaman aquí.
¿Qué ciudad es la mejor?
¿Qué sitio mola más para vivir?
Que si la gente de Nueva York
es más estirada y va acelerada,
y los de Los Ángeles son
mas "hippiosos" y perezosos...
Vamos,
como los de Villarriba y Villabajo.
En la forma de hablar
también hay diferencias
porque aquí se tira mucho
del "Hey, dude",
"What's up, dude?".
"Hola, tronco".
"¿Qué pasa, colega?".
Estamos ahora pasando
por una de las zonas
más conocida de Los Ángeles,
la zona de Beverly Hills,
y donde está también Melrose Avenue,
que a vosotros os sonará mucho,
a los de nuestra quinta,
por la serie "Melrose Place",
la serie mítica de los años 80.
Vamos con prisa. Nos han invitado
al estreno de una película
y llegamos con el tiempo justo.
Lo de invitarnos es trola.
Mi padre quiere ir para sacarse
un "selfie" con un famoso
y fardar con sus colegas del barrio.
¡Guay, tío, vamos a ver a Iron Man,
el Capitán América!
Ya, pero lo malo es que
tenemos que ir a Hollywood.
Pero si estamos en Hollywood.
¡Mecachis, no me saco una foto
ni con el acomodador!
Bueno, me queda la Catwoman.
¡Gwyneth Paltrow!
¡Gwyneth! ¡Gwyneth!
¡Una foto, "please"!
"One photo! One photo, please!"
Papá, relájate,
que no es Gwyneth Paltrow.
Es increíble el fenómeno fan,
la histeria,
la emoción de mucha gente para que
le firmen, estar en primera fila.
Yo, realmente,
ni soy muy seguidora de esta peli
ni conozco a nadie,
y había venido a ver
el Paseo de la Fama.
Así que creo que
lo intentaremos mañana y listo.
Al final me he quedado sin foto,
nadie se ha fijado en mí.
¿Será por la barba?
Cuando pueda, me afeito.
Si vas a visitar una ciudad
en EE.UU., ten en cuenta
que las distancias aquí son enormes.
Y los medios de transporte públicos,
escasos.
En EE.UU. no hay una buena red
de transporte público,
así que la mejor opción para moverte
es alquilar un coche.
Los precios son baratos,
la inversión no es mucha.
Conducir por EE.UU.
no es nada complicado,
las calles son amplias
y están numeradas.
Además, las aplicaciones de mapas
funcionan de maravilla.
(Música)
Estamos de camino a las letras
más famosas de Los Ángeles,
a las letras de Hollywood. Estamos
en la montaña con el mismo nombre.
Es la segunda más alta
de toda esta ciudad
y tiene dos puntos
para acceder a las letras,
pero hemos cogido el que recomiendan
porque es el más bonito
y el más frondoso, y que bordeas
y pasas por delante de un bosque.
Vamos a verlo.
PIPA: "¡Por el perro de Obama,
qué palizón para ver cuatro letras!
Si ya sabéis lo que pone, no hay
que darle más vueltas al asunto."
Las letras desde aquí
parecen pequeñitas,
pero mide catorce metros cada una,
o sea, son bastante grandes, ¿eh?
Pero si desde aquí
parecen que son pequeñitas.
Vamos a acercarnos más,
a ver si las vemos mejor. Ven.
Vale.
Hay decenas de caminos que te llevan
hasta puntos cercanos a las letras.
A las letras no, porque están
valladas y no te puedes acercar,
ni las puedes tocar ni nada.
Más o menos, desde el observatorio
hasta uno de esos miradores
más cercanos,
puedes tardar con niños una hora,
más o menos, andando.
Nosotros no venimos
con tanto tiempo,
así que unas foticos y listo.
Mateo, cuenta la historia
de estas letras, anda.
Atentos, el que se entere
que levante la mano.
Las letras de Hollywood
están aquí
porque antes había una empresa
que se llamaba Hollywood Land
y que vendía casas.
Entonces, pues...
quitaron lo de "Land"
porque ya pasó la cosa ésta...
y entonces se quedó "Hollywood".
¡Me hago caca, mami!
¿No puedes aguantar un poco?
No hay baño cerca.
Mira dónde está el baño, al fondo.
¿Dónde?
Ahí,
en el observatorio ése de la punta.
¿Podrás aguantar?
No.
¡Uff, me salvé por los pelos!
Ahora puedo disfrutar de unas vistas
alucinantes de la ciudad.
¡Mola "mazo"!
Estamos en el sitio mítico
para tomarse
las rosquillas
con el agujero dentro:
el donut, el donut de Randy.
¿Por qué?
Porque aquí han venido
a comerse donuts Iron Man,
el policía gordo de los Simpson,
de las series de policías
de Los Ángeles...,
porque es la comida oficial
de los gorditos policías
de casi todos los distritos de aquí,
de la ciudad de Los Ángeles.
Yo me voy a probar
dos o tres o cuatro,
porque yo también estoy... gordito.
AMBOS: ¡Donuts, donuts!
Yo quiero éste, éste, éste...
¡Cacho caja, doce donuts!
"Mamma mía!"
Mateo, ¿sabías que los donuts
no tuvieron agujero en el centro
durante doscientos años?
¿Ah, no?
El donut nació en Holanda
en el siglo XVII
y cruzó el Atlántico
con los emigrantes holandeses
que poblaron Pennsylvania,
donde fue bautizado
con su actual nombre.
Fue a mediados del siglo XIX
cuando un adolescente de 16 años,
llamado Hanson Gregory,
agujereó estos bollos de pasta frita
que elaboraba su madre
para hacer que se frieran mejor.
Una placa recuerda hoy su "gesta"
en Rockport, su localidad natal.
Aquí debió de nacer el dicho de...
"no te comes ni una rosca".
¿Os dije que necesitaba un afeitado?
Pues he encontrado mi barbería,
y no es ni más ni menos que ésta,
una barbería móvil,
que además la regenta un comediante:
el señor Snagglepuss.
(ANTONIO Y SNAGGLEPUSS)
(SNAGGLEPUSS)
Tony Montana...
(SNAGGLEPUSS)
"Voilà!"
¿Cómo me veis ahora?
¿Me veis más joven? ¿Más guapo?
¿Más inteligente? ¿Más listo?
(ANTONIO Y SNAGGLEPUSS)
(ANTONIO)
"Bye and enjoy your trip."
Y limpios como un San Luis
para ir a la caza del famoso,
nos dirigimos a un lugar
poblado de estrellas de Hollywood.
Las estrellas del Paseo de la Fama.
Tener tu nombre
en el Paseo de la Fama
significa que van a poner una
estrella como ésta con tus letras
en bronce
bajo uno de los cinco emblemas:
cámara, televisión, gramófono,
micrófono o máscara de teatro.
Aunque yo creo que falta una
muy del siglo XXI,
la del "youtuber".
Y aquí tenemos un mapa donde están
todas las direcciones de los famosos
en sus casas de Berverly Hills.
Tenemos a Paula Abdul, Jim Carrey,
Paul McCartney,
Matthew McConaughey...
Todos los famosos que viven aquí,
en la ciudad de Los Ángeles.
Mis favoritas son
éstas de Quentin Tarantino,
que menudas manos tiene, ¿eh?
Hay muchos cantantes
que tienen estrella en el Paseo,
pero hay cosas tan increíbles
como que Madonna
no tiene ninguna estrella
y hay cuarenta artistas
que han rechazado tenerla,
como Julia Roberts o George Clooney.
¿Y por qué no han querido?
Con lo que mola.
Porque para tener una estrella,
aparte de tener que venir aquí
a hacer los honores,
tienes que pagar.
¿Y este edificio
que parece un restaurante chino?
Es el Teatro Chino,
aquí se han celebrado la gala
de los Oscars algunos años.
Pues de ésta se han llevado
el bronce de la estrellita, ¿eh?
La han intentado robar.
Sí, es que en la historia
del Paseo de la Fama
ha habido cinco robos de estrellas.
El último fue la de Gregory Peck
en el año 2005, según he leído.
Y desde entonces han petado
todo esto con cámaras de seguridad.
O sea,
¿que no nos podemos llevar una?
PIPA: "No veo las huellas
de Snoopy, Rex, Reina y Golfo,
Scooby Doo, Pancho...
Nadie se acuerda de vosotros..."
Muhammad Ali, que era un boxeador.
¿Y por qué la colgó en la pared
y no en el suelo?
Él pidió expresamente que no quería
que estuviera en el suelo.
Entonces, se lo concedieron
y es la única estrella de todo
el Paseo de la Fama que está así.
Y después del Paseo de la Fama, nos
vamos a un sitio también con fama.
Si creíais que las estrellas sólo
se alimentan de langostas, caviar
y ostras,
pues estabais muy equivocados.
Vienen aquí también
a engordarse con perritos calientes
a este mítico lugar
abierto desde 1940...
Casi, 39.
(Aplausos)
¡Qué detallazo!
¡Qué detallazo!
Mirad, mirad, por favor.
Yo me voy a comer éste.
Si te acercas a "Pink's Hot Dogs"
de Hollywood,
puede ser por dos motivos:
intentar ver
a alguna estrella de cine
o para comerte
un perrito caliente buenísimo.
Nosotros hemos venido por los dos.
Y es que aquí se dejan ver gente
como Sandra Bullock, Nicole Kidman,
Alec Baldwin o Matt Damon
entre muchos otros.
Y no es para menos, los perritos
que preparan aquí están de muerte,
además de a buen precio.
Y si no coincides con famosos,
no te preocupes,
tienen perritos personalizados con
nombres de estrellas de Hollywood.
Así que el espectáculo
está asegurado.
Mira mi mano, el tamaño
que tienen estos perritos.
Es que es tremendo,
son como longanizas.
Creo que vamos a pescar a un famoso.
Hola, Álex.
¿Qué pasa? ¿Cómo estáis?
Muy bien.
Hemos coincidido en el sitio, ¿no?
En el sitio de los perritos.
No nos lo podemos perder.
TODOS: ¡"Family Run"!
Al final, nos vamos con
la satisfacción del deber cumplido:
la caza del famoso.
Ahora,
a bajarnos el subidón de la emoción
dándonos un poquito el aire.
Estamos en la Mulholland Drive,
la carretera quizás
más mítica y emblemática
de todo Los Ángeles
que, de alguna manera,
une el barrio de Hollywood,
el Business Center de Hollywood,
con Beverly Hills,
o los Altos de Beverly Hills,
donde viven las estrellas. Por aquí
vamos a recorrer y vamos a pasar
por las mansiones
más caras de esta ciudad,
y por donde viven todos los famosos.
Detrás de mí,
lo estudios "Universal" y el resto
de la ciudad de Los Ángeles.
Mira, Mateo, todas estas casas
que ves por aquí, por la ladera,
son de famosetes.
La historia de Mulholland Drive
se remonta a mediados de los años 20
cuando un grupo de empresarios,
justo cuando la ciudad
empezaba a emerger
como la mayor potencia
cinematográfica del mundo,
decidieron invertir
y crear una carretera
que pudiera llevar
a los ciudadanos de Hollywood
directamente hacia el océano.
Aun con límites de velocidad,
carriles amplios
y señales de advertencia,
es una de las carreteras
más peligrosas de Estados Unidos,
ya que, en su mayor parte,
el recorrido transcurre
a gran altura
y muy cerca de los acantilados.
Mateo, ¿has visto que esta carretera
está llena de curvas?
Mucha gente viene aquí a hacer
carreras ilegales de coches.
Y así pasa lo que pasa,
que luego tienen accidentes
y se llevan las señales por delante.
Ya sabes,
siempre hay que conducir
con muchísimo cuidado, ¿vale?
Yo voy a conducir de mayor
con mucho cuidado.
Vale.
Quiero irme ya a Santa Bárbara.
¿Por qué? ¿Quieres hacer surf?
Surf.
Y yo también, Mateo.
Pero no hoy, mañana.
Pues como veis,
está todo Los Ángeles colapsado.
Los ricos también sufren
los colapsos
y los atascos.
Si me llevo algo de Los Ángeles
es que los desplazamientos en coche
son muy largos
porque hay muchos atascos.
Y es que te das cuenta
de que la gente va en coche sola,
o sea, un coche, una persona;
un coche, una persona...
¡Tranqui, colega!
No conoces Los Ángeles si no
te das un paseo por Venice Beach.
Conocido como la Venecia de América,
este barrio es famoso
por sus canales y puentes que
recuerdan a la Venecia de Italia.
El paseo marítimo de Venice Beach
es la joya del barrio.
Con casi cuatro kilómetros de largo,
es uno de los principales atractivos
turísticos del sur de California
y actualmente
está de moda en Estados Unidos.
Aquí encontrareis actuaciones
de malabaristas, hombres fuego,
bandas de rock, "break dance",
raperos, adivinos,
vendedores de todo tipo...
Una atmósfera alternativa
muy interesante
y de cultura callejera.
Las playas han quedado desprotegidas
desde que Mitch Buchannon
dejó su actividad
de vigilante de la playa,
pero nuevos vigilantes
ahora están dispuestos
a dar su vida por esta gente
en Santa Mónica. ¡Vamos, chicos!
¡"Pipa", ven!
(Música)
¡Uno ahogándose!
¡Tiburón, tiburón!
¡Vamos! ¡Tiburón!
Venice Beach fue el hogar
de los primeros poetas y artistas
de la generación Beat,
y todavía conserva ese ambiente
bohemio y relajado en sus calles.
Un lugar donde os podemos asegurar
que el aburrimiento no existe.
(Claxon)
(Música)
Adiós.
Adiós.
Buen viaje, que les vaya bien.
-Que les vaya bien.
-Dios los ama y recuerden
que van con Dios en el camino.
Cuiden a los niños,
que están muy bellos.
(Música)
¿Ya hemos llegado?
Nos quedan cinco kilómetros,
pero vamos a parar a desayunar aquí.
Eh, mira, mami, es "pet friendly".
Mientras Sonia desayuna bollería,
yo prefiero algo típico y ligerito:
unos huevos "Benedict".
En 1894,
Lemuel Benedict,
corredor de bolsa de Wall Street,
pidió en el hotel Waldorf
una tostada
con beicon, huevos escalfados
y salsa holandesa
para curar su resaca.
Al maître del hotel le pareció
una combinación original
y lo incluyó
en el menú del desayuno.
Así nacieron los huevos "Benedict".
PIPA: "Unos desayunan típico
y yo con huesitos de marca blanca."
(Claxon)
Cuando decidas pagar con tarjeta,
no tendrás ningún problema en EE.UU.
Eso sí, ten en cuenta
que en la mayoría de las tiendas
al precio final hay que sumar
una cosa que ellos llaman "tax".
O lo que es lo mismo, impuestos.
Aceptan tarjetas
de débito y crédito,
pero hay que llevar una de crédito
porque las de débito
no las aceptan en todas partes.
También es aconsejable llevar
siempre algo de dinero en efectivo
para pequeños pagos.
Llegamos al motel que habíamos
reservado. ¿Os recuerda algo?
Parece el hotel
de la película "Poltergeist".
Eso, que Mateo se meta dentro
de la tele y desaparezca.
Graciosa...
Éste es el motel...
típico de las películas.
Esto es un lujo, machotes.
Te va a dar...
(GRITA ASUSTADO)
Escapamos del estrés de Los Ángeles
para dirigirnos
a la población de Santa Bárbara.
A esta zona se la llama a menudo
la Riviera italiano-americana
debido a su clima mediterráneo
y su semejanza
con la Costa Azul francesa.
Y es que las vistas lo dicen todo.
La zona de Santa Bárbara es una
combinación de paisaje californiano,
grandes y exóticas playas,
y un pueblo con un estilo
de ciudad colonial española.
¿Y qué sería California
sin sus playas y sin su surf?
Por eso hemos venido aquí,
que es como uno se imagina
que es toda la costa californiana.
Un pueblecito precioso.
Estamos en busca de una tienda
que nos alquile neoprenos y tablas
para que los niños
puedan hacer surf.
Finalmente no se puede alquilar.
Mucho viento y muchas corrientes.
Sí, bañaros sí,
pero alquilar tabla es peligroso
porque en el fondo hay muchas rocas
y, con tantas corrientes,
cada vez que os caigáis
os podéis raspar
todo el cuerpo con las rocas.
Bueno, chicos, como el día está así
de ventoso y no se puede hacer más,
si os apetece, nos vamos un rato
a la playa, os bañáis si queréis,
jugamos un rato
y luego nos vamos a la Misión,
que es otra cosa que se puede hacer
en Santa Bárbara.
¿Qué es la Misión?
La Misión era
un antiguo asentamiento
de los españoles aquí.
¿Dónde están las chicas y los chicos
esos tan cuadrados y tan "mazados"
que aparecen en las películas?
Aquí no veo ninguno.
La verdad es que
la playa es bonita, ¿eh?
Acabas de cargarte la camiseta,
hija mía, toda llena de alquitrán.
¿Qué es eso?
Alquitrán de motor, tío,
de los barcos o de lo que sea.
Las playas son muy bonitas,
pero de la contaminación
tampoco se libran.
Y con chapapote californiano de
recuerdo, nos dirigimos a La Misión.
¿De quién? Pues española.
Pues sí, amiguitos y amiguitas,
Santa Bárbara
también era española.
La fundó un fraile franciscano
allá por mediados del siglo XVIII
y como solía ocurrir en los procesos
de evangelización en América,
los curas franciscanos
les enseñaron las artes
de trabajar la madera, pintar
y edificar a los indios chumas aquí
y fueron ellos
los que edificaron esta misión,
que además también fue un presidio.
Mami, yo creo que aquí
han enterrado al rey y la reina.
Uno a este lado y otro al otro.
¿Por qué? ¿Por qué crees eso?
Porque es la casa más chula.
Tiene una ventanita de Jesús,
tiene también una estatua
de María así...
De la importancia que alcanzó
la Misión de Santa Bárbara
es una muestra que fuera conocida
como "la reina
de las misiones californianas".
Era la única misión que tenía
dos torres de campanario.
El edificio original fue destruido
por el terremoto que afectó
a Santa Bárbara en 1812,
por lo que tuvo
que ser reconstruido.
Si te paseas por Santa Bárbara,
junto a casas de estilo victoriano
de principios del siglo XX,
podrás ver numerosas casas
de estilo colonial español.
La calle State
es el eje comercial de la ciudad,
donde se congregan las tiendas
de marcas y los restaurantes.
¡Ay, Santa Bárbara bendita!
¿Cómo iba a fallar la visita
de rigor a la tienda de regalos?
Además de atracciones naturales,
como su jardín botánico
o su famoso jardín zoológico,
desde Santa Bárbara puedes hacer
excursiones a las bodegas de la zona
para degustar
el famoso vino de California.
Tenemos mucha hambre.
"We are hungry."
Mucha gente asocia California
y, en general, Estados Unidos
a la gente rubia
con piel muy blanca, ojos azules,
pero la realidad de este país
es que está hecho
con gente de todo el mundo.
Así que te puedes dar el lujo
de comer un día japonés,
otro día comer chino, otro día comer
más americano tipo hamburguesa
y puedes encontrar
todo tipo de comidas del mundo
en ciudades como Santa Bárbara,
que apenas llega a los cien mil
habitantes. Pero aquí hay de todo.
Volvemos al motel de "Poltergeist",
nos ponemos guapos
y, amigos,
¿qué se puede hacer en California,
tierra de películas?
Lo habéis acertado. ¡Ir la cine!
Y aquí me veis,
con palomitas gigantes
y cumpliendo
uno de mis mayores sueños,
que es entrar en
un "drive-in cinema" aquí en EE.UU.
¿Que qué es eso? Pues lo habréis
visto en infinidad de películas:
ver un cine
desde tu propio coche. (RÍE)
Mola, tíos, ¿eh?
Que empieza la película.
Que empieza la peli. ¡Corre, corre!
Los cines tradicionales de este tipo
eran con un altavoz en la ventana
y desde ahí oías la peli.
Hoy en día ya todo se escucha
a través de la radio,
te dicen la emisora que tienes
que conectar para escuchar la peli.
Ésta es la nuestra, la 96.9"
(Se oye la película)
Otra cosa curiosa es que la gente
viene súper preparada, con neveras,
edredones, sacos de dormir...
Y muchos aparcan
al revés el coche para
poder ponerse en el maletero
ahí echaditos con almohadas
y ver la peli súper relax.
Es un plan súper familiar.
De hecho, los adultos sí que pagamos
el precio de una entrada normal,
que son 7,50 dólares,
pero los niños menores de once años
sólo pagan 1 dólar.
Así que genial venir aquí en familia
y disfrutar de una noche de cine
diferente desde el coche.
¡Shh! Nos despedimos
hasta el próximo programa.
¡Shh! ¡Silencio, papá!
Vale, vale. Chao,
amigos "makuteros". ¡Nos vemos!
¡Estamos en...!
TODOS: ¡Las Vegas!
En Las Vegas hay
35 capillas de bodas
y en las que se casan
decenas de parejas cada semana.
Pues una carretera que pasa por
debajo de una secuoya que se cayó.
Yo no me voy a tirar, ¿eh?
(IMITA TOQUE DE CORNETA FÚNEBRE)
Vamos a volar en helicóptero
por el Gran Cañón.
(GRITAN ENTUSIASMADOS)
(Sintonía final)