Lunes a viernes a las 16.30 horas
-Muchas gracias por invitarme a la fiesta.
Lo pasé increíble contigo. -Yo también.
(DAVID) "Lucas es perfecto para Carla."
Es divertido, la hace reír, hacen cosas juntos...
Y su relación no está condicionada por el pasado.
-¿Me estás diciendo que toda esta movida es por tus celos?
-No son celos por Lucas. Quiero ver qué tal nos va por separado.
No estoy seguro de lo que siento por ti.
-Quizá la coartada sea falsa o...
o haya enviado a unos matones, como hizo contigo.
Samuel, me manda tu madre para grabar otro vídeo.
Desde que salió el otro, vende más que nunca.
-Vamos a repetirlo. -Si dices "acción" y no entro,
me he ido a casa.
-Lo que hay que aguantar.
Me cago en la madre que...
-Pero si ese es Nicolás.
-Seré tus ojos y tus oídos en el mercado.
-Cumple tu palabra o tendrás que devolverme el dinero.
-Quiero que gestiones la cervecería mientras estoy fuera.
Me da pena cerrarla.
-Lo voy a hacer.
-Tengo tan claro lo que siento por ti
que me da igual lo que piensen aquí.
¿Vamos al despacho?
(FERNANDO GIME DE DOLOR)
(GRITA) ¿Adónde te crees que vas?
(FERNANDO GIME POR EL ESFUERZO)
(Objeto cayendo al suelo)
-En lo feliz que soy en este momento.
(Sintonía de "Mercado Central")
# Y se apagó una luz en la ciudad
# y una sombra en sus viejos pasillos
# de colores,
# que no brillarán más.
# Ven y sígueme a aquel lugar,
# sabor a sal y azafrán.
# Aromas de un tiempo atrás.
# Y se encendió una luz en la ciudad,
# en la plaza donde regateamos,
# con un beso,
# volver a comenzar.
# Juntos tú y yo,
# jugando a recordar
# que somos cada olor, color, sabor al son
# de aquel Mercado Central. #
(JESÚS) Elías.
Elías. Vamos a ver, ¿qué es lo que te pasa?
¿Es que no vas a parar?
Me ha llamado Iván, el guardiacivil.
Y me ha dicho que le has pedido información sobre un tipo...
que ha estado en la cárcel por tráfico de drogas.
Un traficante.
¿No ves dónde te estás metiendo, Elías?
¿No has tenido bastante con Velasco?
No, no es tu instinto.
Es la certeza de que eres inocente lo que te hace continuar.
Pero te estás agarrando a un clavo ardiendo
que no te lleva a ninguna parte, solo te crea problemas.
Te dieron una paliza.
¿Y quién encargó que te la dieran?
No empieces con eso. Sabemos que ese tipo no es de fiar,
pero eso no quiere decir que matase a Ágata.
¡Déjalo ya!
Voy a contratar un bufete mejor.
Creo que estos abogados nos ayudarán mejor que Trashorras.
¿Por qué no lo dejas en sus manos?
(GIME DE DOLOR)
Nada, nada, es un pinchazo.
-Ramiro, cuando dejes la fruta, ponte con la pescadería,
que ya me han metido prisa. Ya sabes cómo son. Gracias.
-Tenemos que hablar. -Tengo curro.
-No, no. Tú no te piras hasta que aclaremos lo que ha pasado.
-¿Qué quieres aclarar, Carla?
-No hagas como si nada, tío.
Si llevas la ropa de ayer.
Yo me he pasado la noche pensando en esto,
y sigo sin entender por qué quieres dejarlo.
Y no entiendo que me pidieras tiempo y espacio.
No me vale.
Escucha. Tú y yo hemos superado cosas más fuertes.
Mucho más fuertes.
Y eso ha hecho que nuestra relación sea fuerte y honesta.
¿O no?
Así que tiene que pasar algo muy grave
como para romper lo nuestro, y quiero saber qué es. Dímelo.
Samu, mírame.
Samu, mírame.
Amor, yo te quiero.
Te quiero y yo sé que tú también me quieres a mí.
Yo no sé...
Si nos prometimos que nos contaríamos todo lo que nos...
lo que nos pasara en la relación, lo que nos afectara. ¿Verdad?
Yo te quiero como el primer día.
Igual.
Así que yo no pienso aceptar
una decisión que acabas de tomar tú por tu lado,
y menos sin darme una explicación que pueda entender.
-En serio, tengo mucho lío, por favor.
-No, explícame qué ha pasado. Explícame lo que pasa.
¿Has vuelto a jugar? -No, no es eso.
-Pues entonces, ¿qué es? Por favor, dímelo.
-¿De verdad quieres saberlo? -Necesito saberlo.
-No te quiero.
No te quiero, Carla.
-No, no, no.
No.
No te creo. -Ya no estoy enamorado.
Lo siento. -Estás intentando...
ocultar algo que hay debajo.
-Lo siento.
Tengo que trabajar.
-Por favor, Elías, hazme caso.
-Buenos días.
(JESÚS) Bien, bien.
Voy un momento al almacén.
Luego nos vemos y te doy el contacto de los abogados.
-¿Todo bien?
¿Has averiguado algo del socio de Eusebio?
Me alegro.
¿Cómo conseguirás información del tipo? No será fácil dar con él.
Pero ¿no es demasiado temprano para una coctelería?
Vaya. Si es una tapadera, la tiene bien optimizada.
Le estará sacando un buen rendimiento.
Bueno, pues suerte.
-Lorena, no me digas que te he despertado.
He intentado no hacer ruido.
¿Quieres una tostada y un zumo?
Ya.
Oye, ¿por qué no colocas tu ropa en el armario,
aprovechando el hueco que ha dejado Sofía?
Te puedes quedar el tiempo que quieras, esta es tu casa.
¿No? Además, está claro que yo aquí sola no voy a vivir nunca.
(RÍE)
Porque cuando consigo echar a Nacho y se va Noa, aparece Alberto,
luego su madre, ¿y quién viene?
Sí, lo que me faltaba a mí.
Un hostal, la cervecería, el delicatesen...
Me vuelvo loca.
Bueno, está claro que tú y yo
no estamos pasando por nuestro mejor momento de vida.
Pero ¿sabes qué te digo?
Que está muy bien que lo vivamos juntas,
que para eso somos hermanas, ¿no?
(SUSPIRA)
No te preocupes. Tengo que hacer una entrevista.
Necesito camarero para la cervecería.
Pero tengo tiempo. Me puedo quedar contigo un rato.
¿Qué?
(SUSPIRA)
Sí.
Más de lo que pensaba.
Pero... estoy segura
de que he tomado la decisión que tenía que tomar, hermana.
Esto va a ser bueno para los dos.
Sobre todo porque es que...
la relación estaba ya en un punto... Estaba muerto.
Yo no me voy a meter
en lo que tienes que perdonar o no tienes que perdonar.
Pero, Lorena, que tú y Jorge sois cabezotas, sois orgullosos
y habéis metido muchas veces la pata.
No. Echa el freno, que yo no estoy diciendo eso.
el momento de vida en que está Jorge, ¿de cuerdo?
Solo sé que lo estás pasando muy mal con todo esto.
Pero, Lorena...
tienes que hablar con él.
Es que es el padre de tu hijo y va a estar en su vida siempre.
Y por lo tanto, va a estar en la tuya.
Aunque no quieras.
Bueno, pero no pasa nada. Tómate tu tiempo.
(NICOLÁS) Vamos a ver.
Esto también está bien... y los cables.
No, Carmen, los cables de las cámaras están bien.
Pero habría que buscar un alargador para repartir la potencia.
-¿Crees que Samu y Carla lo han dejado en serio?
-Hombre, yo espero que no. ¿No?
A lo mejor ha sido solo una riña.
-Ojalá. Pero gordo será si se ha venido a dormir a casa.
-Bueno, o no, porque si él ha venido a dormir a casa
es por no dormir en el sofá, como me mandas tú.
De todas formas, una buena riña se tiene, muy bien,
pero luego se soluciona, ¿cómo?
Pues hablándolo y ya está.
Aun así, mira, sea lo que sea, nosotros poco podemos hacer.
El chaval no quiere contar qué ha pasado
y nosotros tenemos que apoyarlo y ya está.
Y no meternos donde nadie nos llama.
-No, yo no me voy a meter en nada. De momento.
Si yo traje un alargador de casa. Tiene que estar por aquí.
-Menos mal que te tengo para que me ayudes.
Si espero que el tonto de Fermín venga a arreglar algo, voy apañada.
No sé cómo lo hace, pero por aquí no aparece.
Pero como las cámaras se estropeen, me va a oír.
Me va a oír, te lo digo.
-Yo ya he revisado la instalación y está bien.
-La verdad es que me van bien estos horarios raros que tienes.
-Bueno, raros no, son flexibles. Es lo que tiene ser jefe.
Esta mañana había a primera hora dos reuniones,
y aquí me tienes, entro más tarde.
Flexibilidad se llama eso. -Ya, pero saldrás de noche
y llegarás a casa a las tantas.
Me parece que ser jefe no está pagado.
Y hablando de pagos, ¿cuándo ingresas la nómina?
-¿Qué? Precisamente hoy
iba a hablar con el jefe para recordárselo.
Aparte, ya me dijo él que pagaban a 30 días.
-¿A 30 días? ¿Qué pasa, que eres autónomo?
Estamos apañados.
Hemos ingresado un poco más por el vídeo de mi madre,
pero no estamos muy boyantes.
Y Gloria me ha hecho un pedido mucho más pequeño esta semana.
Igual el puesto de "pokes" no terminar de arrancar
y no somos los únicos que vamos justitos.
Tú dile a tu jefe que te pague antes a ver si puede.
-A ver qué puedo hacer. ¡No encuentro el alargador!
Si lo traje de casa, tiene que estar aquí.
Es que lo tienes todo... De verdad. -En el segundo cajón.
-Enhorabuena.
-Ya comprendo la sonrisita de los comerciantes
cuando me los he cruzado.
Los que somos felices no queremos verlo
para no hundirnos en sus miserias.
¿Qué?
Ya, pero es verdad. Y no es frívolo, es realista.
Si no me crees,
fíjate en la cara de Alfonso, el de la charcutería.
La felicidad es un bien que no tiene todo el mundo.
Tú y yo lo hemos conseguido.
Y no vamos a permitir que nadie nos lo quite.
Ni la cara del charcutero.
Como no sea con agua...
Me vale todo lo que tú quieras.
Si para ganar el viaje es a base de vinos,
debía hecho en otra época, no ahora.
También me apetece hacer planes contigo.
Pero en otro momento. Debo volver al despacho
y ver los currículums de las chicas para sustituir a Conchi.
Es urgente, está el mercado sin limpieza.
Lo miraré esta mañana y te anotaré en los márgenes si hay alguna duda.
Pare eso haré una fotocopia.
-¿Y tú qué haces así vestida? -¿Qué pasa?
¿No se puede una arreglar un poco?
-Sí, pero te has pasado, ¿no?
Es que David me ha hecho una página de Internet
y tengo un montón de seguidores.
Tengo que ir siempre arreglada,
porque en cualquier momento aparece un fan
para hacerse un "silfi" conmigo.
Voy a buscar la página, verás como no os reís tanto.
-No encuentro el alargador, voy a comprar uno, ¿vale?
-Pero vuelve, que mira cómo tienes esto,
todo empantanado. -Sí, que lo compro
y vengo a ponértelo. -Venga.
¿Y tú qué, "Meril Estrí", vas a esperar a los admiradores?
-Mira, mira, mira.
-A ver. -Tanta guasa.
Mira cuánta gente ha visto el vídeo.
-¿Qué dices? ¿Todos esos?
-Grabarlo ha sido un tostón, porque David es muy pesado.
Pero hay que reconocer que el chico tiene idea.
-Se me está ocurriendo algo supervisual.
¿Y si en el próximo vídeo ponemos de fondo la carnicería?
Yo te escribo el guion.
-Puede, pero para el siguiente vídeo.
Me ha dicho David que hoy grabamos uno en directo.
-Mejor, lo hacéis aquí en la carnicería.
Voy a pasarle un paño a los cristales.
¡Que no te lo he contado! -¿Qué?
Que Fernando y Adela se han liado. -¿En serio?
¡No sabes qué alegría me das!
Porque vamos, anda que no ha costado.
-Buenos días.
Qué guapa, Valeria.
-Sí, ya. Lo sé.
(SAMUEL) Cuando acabes con la cámara,
recoge las herramientas, que luego los comerciantes me dan la turra.
(MASCULLA ALGO)
-Samu.
Te fuiste del piso antes que yo. -Ya, cosas que pasan.
-¿Pedo preguntar qué pasó? -No. Es un tema mío y de Carla.
-No entiendo que dejes a Carla de repente.
-No te voy a dar explicaciones. -No tienes por qué,
pero somos amigos, ¿no?
-¿Y tú? ¿Te ibas a ir también de casa?
-Como te fuiste, no los dejo tirados con el alquiler.
-Ya, claro, y yo me chupo el dedo.
-¿Esto es porque me gusta Carla?
-Siento desilusionarte, pero no. No va contigo.
-Samu, hermano. -Lucas.
Que no tiene nada que ver en todo esto.
Y no sigo hablando, tengo que trabajar.
-No hay quien te entienda.
Pero somos amigos, yo estoy para lo que vos necesités.
Ve voy a buscar la fruta.
-Hola, guapa, ¿Trabajas aquí, en el Ainara?
-No exactamente. Trabajo en una empresa de reparto.
¿Te interesarían nuestros servicios para tu negocio?
-No, tengo una carnicería y no me interesa.
Es para restaurantes, ¿no? -Lo que más repartimos son comidas,
pero llevamos la compra a casa.
Lo que quepa aquí y no pese demasiado.
El otro día le llevé a un chico las llaves que se olvidó.
-Anda. -Somos los ángeles de la guarda,
pero en bicicleta. -Ya.
¿Y hacéis muchos pedidos al Ainara?
Vamos, que es que me preocupa porque están empezando, ¿sabes?
Y quiero que les vaya bien, los comienzos son difíciles.
(LUPE) Desde que nos ha contratado, repartimos mucho, sí.
Y hay compañeros que reparten de otro negocio que tiene la dueña.
-Ya. Que les va bien, ¿no? Qué alegría, qué alegría.
Nicolás.
Ven.
Mira lo que dice esta chica. -¿Qué?
-Se están hinchando a pedidos del Ainara.
Tendré que hablar con Gloria.
-Bueno, que yo me marcho, que tengo que seguir con el pedido.
-Claro. -Hasta luego.
-Venga.
-Que tengas un buen día.
Pobrecilla. ¿Te imaginas?
Todo el día con la bici para arriba, para abajo.
Y con la edad que tiene.
Debe acabar con la espalda molida, vamos.
No me digas. Y por cuatro duros.
Que no les darán ni propina ni nada. -Nada.
-Esas empresas son explotadoras. Eso es lo que son.
Bueno, y los que los contratan, más. Son explotadores, que sin ellos...
Vamos, que Gloria es una explotadora. Así.
Y las humillaciones que tendrán que recibir.
Pobrecitos.
Tenemos mucha suerte de tener buenos trabajos.
Hala, a ver si me lo pones ya, que está todo empantanado.
Y tírame esto, que voy para dentro.
-Hombre, ya estás aquí. ¿Qué tal en la coctelería?
¿Has encontrado alguna información que te ayude?
Eso puede corroborar tu teoría
de que Eusebio le pagó por dejarse encerrar por él.
Pero si eso es así, no conseguirás nada de Tristán.
Le debe mucho a Eusebio y no lo va a traicionar.
Que le consiguiera la coartada para cuando asesinaron a Ágata
lo demuestra.
A ver, a ver. O sea, ¿la novia de Tristán se ha casado con Eusebio?
-Gracias.
-Te he estado buscando. -Dime. Estaba aquí, en el almacén.
-Sé que las relaciones entre personas son privadas
y no está bien inmiscuirse.
Pero llevo toda la noche escuchando llorar a Carla y me hace sentir mal.
Está triste porque la has dejado.
Deberías ver la cara que tiene en el puesto.
Y sé que, según las estadísticas, más del 50% de las parejas rompen.
A lo mejor lo que os está pasando es normal.
Pero creo que no has luchado por ella.
-¿Eres experto en relaciones ahora también?
Tú me dijiste que Lucas era mejor novio para ella que yo.
-¿La dejaste porque yo dije eso?
Era una variación objetiva, pero no la única.
Vosotros me decís
que la parte subjetiva y sentimental es más importante.
En teoría, puede que Lucas fuera mejor novio para ella,
pero ella te quiere a ti.
Eso demuestra que lo más conveniente no siempre es lo que necesitamos.
Dije que Lucas era mejor novio para ella, es verdad,
pero no me pediste analizar todos los factores,
y deberías habérmelo pedido.
Y hacerme caso a mí, que ni sé expresar mis sentimientos,
no era lo más conveniente. -David.
Yo tampoco lo estoy pasando bien con esto.
Y no la he dejado porque me hayas dicho nada.
Lo nuestro estaba desgastado y ya.
Es así, hazte a la idea. ¿Vale?
-Elías, entonces, qué vas a hacer?
-Gracias por cubrirme.
-Hasta luego.
Sigue centrado en la investigación a ver si incriminan a Eusebio.
Cree que el amigo que consiguió su coartada, le puede dar una pista.
¿No estarás celosa?
Creo que lo hace justo por eso.
si te lo cuenta a ti y a Jesús, os implicaríais más de la cuenta.
Elías no necesita a nadie que lo juzgue
ni le diga que deje la investigación.
Necesita que lo escuchen y que lo apoyen, eso es todo.
Tu contrato.
Te he anotado algunas cosas en los márgenes,
pero bueno, que está bien.
Luego te veo.
Pues no sé qué decirte,
porque este de aire "vintage" me gusta.
Quedará bien con la fachada.
Pero este, que es más modernito, con el foco, puesto...
¿Sabes dónde te digo?
Jesús. Jesús ¿te encuentras bien?
-¿Qué? Sí, sí. No, si no es nada.
Es un mareíllo tonto.
Me ha debido sentar mal el desayuno.
-¿Y si te sientas y te traigo agua?
-No, no, si ya se me ha pasado.
-¿Seguro? -Sí, sí.
-¿No quieres que pida ayuda? -¡No! No, no.
-Perdóname, es que quiero hablar con Nicolás.
-Estás bien, seguro, ¿no? -Sí. Muchas gracias por la ayuda.
Nicolás.
A ti quería verte. -¿A mí, por qué?
-No, nada, nada.
¿Qué tal en el trabajo del centro de congresos?
-Bien. Justo ahora iba para allá, sí.
Estoy cansado, pero muy contento. -¿Cómo no vas a estar cansado,
si te he visto repartir en bicicleta?
¿Dónde te has metido, Nicolás?
Y no me mientas,
que eso de jefe de mantenimiento ya no cuela.
¡Dime la verdad!
-No, no. Yo te lo cuento. No grites, por favor.
Jesús...
(SUSURRA) Resulta que no me dieron el puesto
y no he dicho nada para no defraudar a Carmen.
Pero te pido por favor, no se lo digas, ¿vale?
-A Carmen no le voy a decir nada, pero a Valeria sí.
Tiene que saber la clase de yerno que tiene.
(JESÚS GIME DE DOLOR) -Pero...
¿Estás bien? ¿Estás bien, Jesús?
-Es que tengo unos pinchazos en el estómago,
como si me clavasen alfileres.
-¿Quieres que avise a Valeria? -No, no, no. A Valeria no.
-Te tiene que ver un médico ahora mismo.
Siéntate un momentito. Te acompaño. Ten cuidado.
Cuidadito.
Siéntate ahí.
¿Sabes qué?
Llamo a un taxi y te acompaño. Te tiene que ver un médico ya.
Sí, mira, quería un taxi para Mercado Central.
Para Modas Ruiseñor. Al lado del Fusión Ainara, sí.
-Y me pones filtros de los que quitan las arrugas.
Como hacían con Sara Montiel.
-¿Tienes claro que hoy es un directo?
No lo cortamos ni editamos. -Que sí, que ya sé lo que es.
Anda que no he visto grabar programas de José María Íñigo.
Una maravilla.
-El funcionamiento va a ser muy sencillo.
Te leeré preguntas de tus seguidores
y tienes que responderlas de forma amena y sencilla
para que no se aburran. -Tranquilo.
Si hay algo que me sobra es desparpajo.
¿Esperamos a Carmen? Igual le apetece salir.
Aunque sea haciendo de bulto.
-Eso se llama figuración.
La gente te quiere ver a ti, tú eres la estrella.
-Bueno, pero si se acerca alguien a comprar,
lo sacas en el vídeo,
Quiero que sepan que sé improvisar.
-Bueno. Tres, dos, uno... Ya.
-¡Hola, amigos y amigas de las redes!
Os saluda la abuela de las chuletillas.
Hoy respondo a vuestras preguntas en directo,
así que no perdamos más tiempo y vamos con la primera.
-¿Qué parte de la carne es la mejor? -Si tengo que elegir, el solomillo.
Y si es de ternera, mejor.
Ojo, que yo no tengo nada en contra del cerdo.
¡Vaya, vaya! Que me dicen que pase a la siguiente pregunta.
-¿Qué opinas de los veganos?
-Que es una opción muy respetable y muy sana.
Pero no lo entiendo. Luego están todos mustios.
Pero ¿cómo no van a estar?
¿Cómo no van a estar si les faltan proteínas?
(BURLONA) "El brócoli alimenta como un filete".
Sí, claro, puede ser,
pero intenta acompañarlo con un Ribera, ya verás qué tristeza.
Y espérate, que si los veganos son pesados,
no te digo los animalistas.
Ojo, que yo estoy en contra de la tortura animal, pero...
¿Qué tiene que hacer la gente que come carne,
esperar a que el bicho se muera?
Menos guisantes y más jamón.
Déjate de tanta alga y tanta soja.
Nos vamos a quedar chuchurríos.
Me dicen que vaya un momento a dirección.
(SUSURRA) ¿Qué pasa? Va todo bien, ¿no?
Pero lo he clavado, ¿no?
(FERNANDO) Hola.
No quise sacar el tema antes porque estaba con Adela,
pero veo que no me has hecho caso. Se lo has contado.
Sí que podías, y te hubieras ahorrado todo esto.
Cuando uno comete un error así,
lo que tiene que hacer es callarse y seguir viviendo.
-¿Molesto? -No, aún no han llegado clientes.
¿Te puedo ayudar en algo? -Sí. Me siento un momento.
Es que tengo una duda, una consulta que hacerte.
-Dime.
-Es que he visto que el pedido que has hecho de carne esta semana
es más pequeño que el anterior, el del puesto de "pokes".
-No quedamos en que tenga que hacer un pedido mínimo, ¿no?
-No. No, no, no.
Ya decía yo.
Bueno, es que los pokes de carne tienen menos salida.
Ya te dije que los de pescado son los que más se venden.
Por eso he hecho menos pedido.
-Yo pensaba que iba como un tiro.
Como has puesto entrega a domicilio y todo eso...
-Lo tengo en todos mis restaurantes. Estoy probando aquí.
Es un modo de mantener la clientela y de ampliar mercado.
Pues muy bien. Pues ya está.
Pues hala, ya está. Venga.
-Venga, hasta luego.
-¿Qué es eso?
-Un posible cartel. ¿Te gusta?
-¿Para qué? ¿Gastromercado?
-Lo voy a presentar en la asamblea de comerciantes esta tarde.
¿No has leído la orden del día?
-Aquí nadie lee las órdenes del día.
Pues deberían hacerlo todos.
Mira, voy a proponer ir adaptando el Central
para convertirlo en gastromercado.
O sea, dar prioridad a los restaurantes
sobre los puestos, ¿no?
-Los mercados se están reconvirtiendo,
y los que mejor funcionan son los que mantienen al cliente del barrio
y atraen a gente de fuera con una oferta gastronómica.
-Gastronomía. Tú barriendo para casa.
-Que no, que no es eso. No.
Viene gente de fuera, prueba cosas nuevas
y compra los ingredientes ahí mismo. Estupendo.
-Pero qué inventos, vamos.
A ver, que un mercado es un sitio donde la gente va
y se compra y se vende, ya está. Como mucho te tomas un café.
¿Qué se supone que tengo que hacer? -Los tiempos cambian.
Hay que adaptarse, Carmen.
-Un momento.
¿Me llamas inadaptada? Me estás insultando.
-No vayas por ahí, ya sabes lo que digo.
Sé perfectamente lo que has dicho.
Vamos, que quieres remodelar el mercado
para que todos nos pongamos a vender tapas.
¿Y yo qué hago? ¿Monto una cocina, me hago cocinera?
¿Doy oreja a la plancha. -Puedes hacer carpaccio
o tapas de solomillo al Pedro Ximénez...
No es tan complicado. -Para ti, que eres hostelera.
Y estás forrada.
Somos comerciantes y vamos al día.
Tú quieres cambiarlo todo para hacer una "pijofactoría" y forrarte.
¿Sabes lo que cuesta adaptar un puesto?
-¡Pues sí, lo sé! Por eso solamente es una propuesta
Y los que quieran que voten en contra.
No obligo a nadie. -Y si sale que sí,
los demás, ¿qué hacemos?
-Tendréis que adaptaros.
Carmen, solo quiero lo mejor para el mercado y sus comerciantes.
-No sabes lo que es un mercado ni sus comerciantes.
-Ya sabes lo que dicen: renovarse o morir.
-¿Tú de verdad quieres recuperar a Lorena?
No te enfades, te hablo como amigo.
Es que lo vas a tener muy difícil para que te perdone.
Ablandar el corazón de una mujer herida es complicado, será muy duro.
¿O estás dispuesto a arrastrarte, a suplicar
y a humillarte para conseguirlo?
Soy de los que creen que cuando una relación funciona y es estable,
no está bien que te acuestes con la primera que pasa por delante.
Por eso, me gustaría que analizaras muy bien
si estás enamorado de ella.
Jorge. ¿Te acuerdas de lo que hablamos, de lo que te conté?
A veces el inconsciente hace que el cerebro borre lo que ha pasado.
Y quizá, en este caso, tu cerebro está intentando olvidar
la razón por la que te acostaste con esa mujer.
Creerás que estás enamorado, pero quizá quieres librarte de ella.
Pues entonces, yo también lo siento por ti, amigo,
porque viendo cómo se ha ido, te pondrá muy difícil.
(Móvil)
Perdona, luego hablamos.
¿Qué quieres? Estoy trabajando.
Pues no, no lo voy a hacer.
¿Que por qué?
Pues porque no me da la gana.
Ya. Sí, ya me lo imagino, ya.
Sí.
Pues naturalmente que no voy a ir. ¡No voy a exponerme de esa manera!
Oye, ya hablaremos en otro momento.
Hasta ahora es lo único que te puedo decir.
Venga, adiós. Sí, sí, adiós.
Con mi excuñada.
Van a leer el testamento de mi mujer y me han convocado a mí también.
Esos buitres pensarán que me dejó algo que quieren.
Me dan verdadero asco.
Pero me da igual lo que me dejara, porque no pienso ir.
No estoy preparado para ese tipo de situaciones.
Y como no me interesa lo que me ha dejado...
Lo que me dio me lo dio en vida.
Mira, desde mi última recaída con el alcohol,
intento cuidar mucho dónde voy, dónde no voy,
qué hago, qué no hago...
No fui a su entierro porque pensé que podría recaer.
Yo no tengo nada que demostrar, Adela.
No. No hace falta, de verdad.
Es su última voluntad y debo respetarla.
Iré, pero iré solo.
Te parecerá una tontería, pero si vamos juntos,
con lo que sentimos el uno por el otro,
puede parecer una especie de...
deslealtad.
Dentro de un rato.
Pero me da tiempo de repasar unas cosas antes de irme.
Han llegado los currículums y aún no los he mirado.
Pero bueno, tú venías para algo más, ¿no?
No lo sé. No sé si es una buena idea.
Pero iré.
Yo creo que me puede servir
para cerrar una parte de mi vida que ya ha pasado
y centrarme en mi vida contigo.
(NICOLÁS) ¡Gracias!
Jesús, ¿adónde vas?
-¿Adónde voy a ir? Al mercado. -No, no, no.
El médico te ha dicho que vayas a casa a descansar,
así que venga, vamos.
Hay que ver, hay que ver.
Confundir las pastillas del estómago con el ibuprofeno.
Venga, hombre.
Has estado una semana tomándotelas a cascoporro.
-Las cajas eran parecidas.
-¿No te dabas cuenta que cuanto más las tomabas,
más te dolía el estómago? Y menos mal que paraste, porque...
A punto de una úlcera.
(Notificación de móvil)
-Que las cajas eran idénticas.
-Pero no se llaman igual. Cada una tiene un nombre por fuera.
Una cosita, Jesús.
¿Desde cuándo no vas a revisarte la vista?
-¿Qué?
-Me has oído perfectamente.
-Pues... hará un mes.
-Ya. -¿Ya, qué?
-No ves tres en un burro. Por eso confundiste las pastillas.
-¡Tonterías! Me equivoqué de medicamento y ya está.
-¿Qué me estás contando?
Si no eres capaz de ver el fondo de pantalla.
Venga, puedes contármelo.
-Pues verás, hace... hace un tiempo que estoy mal de la vista.
Y me preocupa.
Y no es cosa de graduación, es algo más.
Espero que no sea nada grave.
Oye, de esto, a Valeria ni una palabra.
Que no quiero que se preocupe.
-Vale, está bien. No le diré nada.
Pero con dos condiciones.
La primera, ve a un especialista.
-Sí, hombre, sí. Voy enseguida.
Y la segunda me imagino es que no le diga a Carmen que eres repartidor.
-Equilicuá.
Lo que quiere decir que no se enteren nuestras mujeres,
o la vamos a tener bien gorda. -De acuerdo. Equilicuá.
-Pues si estás bien, yo me voy.
Tengo la bici aparcada dos calles más abajo.
Bueno, si no me la han robado.
-No te preocupes, estoy perfectamente.
-Pues venga, para dentro.
Hasta que no te vea entrar, no me voy.
-Hasta luego, Indurain.
-Sí, sí, sí. El tercer currículum que me has enviado, sí.
¿Cómo?
Uribe, creo que se llama Uribe.
No, no hace falta que me envíes a nadie más, no.
Vosotros respondéis por la gente que enviáis, ¿no?
(ASIENTE)
Ya.
Sí, sí, esa, esa. Esa es la que quiero. Solo esa.
Ya.
Bueno, envíamela esta tarde para una entrevista, a las 17:00.
Sí. No, no, a las 17:00.
"Okay". Venga, gracias.
(Timbre)
-Siéntate.
Que te sientes, te digo.
Supongo que sabes quién soy.
¿Y se puede saber por qué preguntas sobre mí?
Eusebio no la mató, así que deja...
(CHISTA)
Deberías tener cuidado con lo que dices.
Tú no sabes dónde te estás metiendo. Ni con quién.
¿Con una paliza no tienes suficiente?
Mira, más te valdría dedicarte a tu familia y a tu fruta,
si quieres salir de este despacho.
Escúchame bien.
Eusebio no mató a Amanda.
Esa noche estuvo conmigo y unas chicas. ¿Entiendes?
Así que déjalo en paz.
Mira. Te voy a decir esto solo una vez.
No quiero volver a saber de ti nunca. ¿Me oyes?
Si sé que vuelves a andar metiéndote donde no te llaman,
la próxima vez no me limitaré hablar contigo.
Voy a ser algo más...
más convincente.
Bonita camisa.
(Puerta cerrándose)
-Carmen está empecinada en que le enseñe la nómina.
-Se disgustará al ver que no es lo que espera.
No quiere verte.
(MUJER) "Tus insultos, golpes y desprecios
eran la muestra de tu debilidad, igual que tu alcoholismo."
-¿Tienen plancha? ¿Son bar ahora? -Bueno, sí.
Han puesto una plancha y dan carne preparada,
y a la vez, también son carnicería.
-Hija, de verdad. No soporto a David.
Es que no lo soporto. Ahora se cree Almodóvar.
¿En qué hora me dejé engatusar para que grabe los vídeos?
-Viendo tu foto en el currículum, yo ya sabía que te iba a contratar.
-¿Solo por la foto? -¿Haces más cosas aparte de limpiar?
-A ver, por Dios. ¿Qué invento es ese?
Que te tienen que ingresar la nómina. ¿Cuánto te han ingresado?
-¡Al ladrón! -¿Qué pasa?
-¿Qué dices? (SAMUEL) Necesita a alguien mejor.
La he dejado antes de que abra los ojos y lo haga ella.
-El que estás amenazando ahora eres tú.
Elías sigue la pista de Tristán Toledano y descubre una cuenta pendiente que éste tiene con Eusebio Roca. Elías recibe una amenazante visita de Tristán.
Lorena se siente incapaz de perdonar a Jorge y alargará su estancia en casa de Rosa.
La relación de Adela y Fernando se afianza. Ella le convence para que vaya a la lectura del testamento de su ex.
Samuel se muestra fuerte en su propósito de mantener la distancia con Carla.
Jesús no dirá que Nicolás trabaja como rider si Nicolás no cuenta nada de sus problemas de visión.
Carmen se preocupa al enterarse de los planes que Gloria tiene para convertir el Central en un gastromercado.
El administrador de la página ha decidido no mostrar los comentarios de este contenido en cumplimiento de las Normas de participación