Desde 2013
Mamá, que no se te olvide nada.
-Dale caña, papi. -Mira, almendra.
-Qué fracaso.
El testamento que lo tengo sin firmar.
-Son 200 personas.
-¡Venga, guau!
Ese delantal debe ser para mí, a luchar y a por ello.
Yo quiero el delantal dorado ya, a ver si me libra
de todos los males una semanita más.
Lo necesito.
-Madre mía.
-Mucha atención porque bastante tenemos ya
con los tres que tenemos como para que vengan 35 más
con estrellas Michelín.
-Me parece que no soy consciente de las personas que están pasando,
me imponen un montón por sus trayectorias,
por las recetas de sus restaurantes.
Una pasada.
Me he dado cuenta la gran oportunidad
que me está brindando "Masterchef" porque la verdad esto es la caña.
Nunca me hubiera imaginado tanta estrella junta.
En la vida.
Sí. He estado en Miramar de Llançà,
y me gustó mucho y luego en Olot, Les Cols.
El restaurante está muy bien y nos encantó.
Hoy va a ser un placer increíble poder cocinar para ustedes.
Tenemos a los mejores paladares de España
para probar nuestros platos...
Sí.
Pero vosotros estáis más acostumbrados
a probar nuestros platos, ellos no.
Nunca.
Estoy super ilusionada, sobre todo, porque he visto a un chef
que verla es como reflejarme.
Bueno, me gustaría reflejarme en ella, es María Marte.
Me emociona muchísimo porque conozco su historia
y para mí es como una estrella.
Me reflejo mucho en ella.
Ha trabajado muchísimo para estar donde está ahora mismo
y me encanta porque es un mérito.
No tengo ni idea de cocina francesa.
Sí sé que usan mucho la mantequilla y esas cosas,
es que no he salido mucho de aquí, no he salido mucho.
Esta.
Sí, caracoles pero de tamaño diminuto, no caracoles...
(RISAS)
Ancas de rana de toda la vida, las cocino habitualmente
en mi casa, sabes.
Qué va, qué va, nunca he cocinado ancas de rana, chef.
- Menos mal que no me ha tocado a mí porque tengo fobia a las ranas
a los sapos, pero fobia de verdad, no lo puedo ver ni en una foto.
Si me dicen a mí que tengo que cocinar ancas de rana,
echo a correr, te lo juro. De verdad.
Después de ver lo que le ha tocado a Antonio,
puedo estar contenta porque tiene un punto de cocción el pichón
y creo que lo puedo sacar.
No.
Yo me quedaría contento con que uno de ellos
dijera que mi plato está bueno.
No.
A veces es difícil encontrar
una verdura que compita con una carne.
Para la mayoría de la gente.
Por un lado me parece bien porque lo puedo hacer
y puedo hacer que sepa rico, pero por otro lado
ha sido una decepción porque quiero algo que luzca más.
Este, este.
No.
Esto lo saco yo.
Donde se ponga un guiso, un guiso bueno,
con la tartaletita esta.
-Pues esta misma.
El mango no me gusta, o sea que tengo que hacer que me guste.
Me hubiera encantado que me hubiera tocado el plato de Kevin.
Me encanta hacer guisos, bien sofritos, con sustancia,
comida de madre.
¿Ça va?
He hecho alguna vez los mejillones pero poco más.
Desde luego el lenguado a la meunière no lo he hecho nunca.
Le hago un buen plato, o en este caso dos platos buenos
y ellos el día de mañana me pueden abrir
las puertas de su restaurante y decirme "Antonio, tú para acá".
-Para el caldito.
-¿Esto es jarrete, Sally?
-¿Las ancas?
-¡Qué asco!
- Jolín, que no me da muy buena espina verle la cabeza al pichón.
-A ver cómo lo hacemos.
-Se me va la carne.
-Yo creo que los chicos hoy tienen que estar un poco nerviosos
porque hoy lo tienen difícil.
-Hoy lo tienen difícil, bueno, se lo vamos a poner fácil.
-Hoy lo tienen complicado y seguro que van a estar súper nerviosos.
-Es que hoy hay descartes y ya están en la final, ¿no?
Me ha tocado hacer el pichón con verduritas.
Desde el primer programa tuve la maldición de las aves,
pero creo que poco a poco estoy aprendiendo
y voy aprendiendo más la cocción que debe tener un ave,
cómo despiezarla y cómo cocinarla para que quede perfecta.
Me ha tocado hacer el foie gras con un chutney de mango.
Me encanta comerlo pero la verdad es que lo he hecho muy pocas veces.
Es un producto muy delicado el foie, espero que me salga bien.
Hubiera preferido, quizás que me tocara la sopa
que le ha tocado a Lidia.
-Me ha tocado una sopa, algo así como Valery Giscard D Estaing.
Sé que la puedo hacer y que la puedo hacer bien.
Mi duda es pueda competir mi plato con otros platos de pescado,
marisco o carne, porque siempre un plato de verduras
es menos agradecido para el paladar de los comensales
que uno de carne o de pescado.
-Lo primero que tendrán que pensar incluso,
es que no es cocina española, es cocina francesa,
tendrán que dejar de lado el aceite, tendrán que utilizar la mantequilla,
qué productos lleva esta elaboración.
- Tienen mucha presión y no saben lo que van a hacer,
ahora justo lo saben y se tienen que poner a cocinar,
no para un amateur sino para mí, es complicado.
- Cocinar para 35 estrellas Michelín tela, telita.
Nervios, muchos nervios pero espero que tengan compasión con nosotros,
que no se pasen,
que ya bastante tenemos con estos tres como para meter 35 más.
¡Madre mía!
Me ha tocado hacer caracoles y ancas de rana.
No sé si es difícil o fácil, la verdad es que no lo sé.
Lo que sí sé es que no lo he hecho en mi vida
y necesito tiempo porque el caracol tiene que salir,
las ancas de rana no sé cuál es su punto exacto,
porque yo nunca las he comido,
supongo que tienen que estar blandas,
con un salteadito y a ver cómo nos queda.
- Hay platos que ni los han probado, que no conocen el producto,
que no conocen por supuesto la técnica y que, además,
tienen que cocinarlos en 90 minutos, probarlos ellos
y decidir si están buenos.
- A por el delantal dorado, como todos,
aquí vamos a luchar todos por él. Una lucha de titanes.
- Es muy difícil.
No necesitaba seis, pero ya que los había cogido
he pensado que si luego nos los daban para casa
ya los tenía pelados.
- Siento un montón de responsabilidad
y sobre todo, incluso vergüenza.
Que esta gente se atreva a probar un plato mío, que yo no soy nadie,
pues esa es la palabra, responsabilidad, presión
y vergüenza incluso.
- Tengo el buey a la borgoñona,
un guiso, lo que dicen que se me da mal, un guiso.
Contento por poder demostrar que sé guisar.
Estoy contento porque hay que guisar.
Pero no sé si voy a llegar a tiempo.
-No es fácil ponerte ahí, es que no son cocineros...
Ese es el tema.
-Pero la cara de ilusión que tenían era fantástica,
la ilusión con la que han visto los platos
y la sorpresa que se han dado algunos al destaparlo.
-Me han tocado unos pastelitos franceses,
rellenos de una vol au vent, y unas gambitas y unas cosas.
Por ahora sí estoy cómodo con el plato.
-El hojaldre, si lo hace desde cero, vamos,
quisiera ver yo a muchos de nosotros ahí ahora.
Yo el primero.
-Yo creo que ya voy bien. 2, 4, 6, 7 y 8.
Estoy súper emocionada de ver a María Marte,
para mí es un ejemplo a seguir.
Ella también vino de fuera a buscarse la vida
por un futuro mejor para sus hijos.
Me emociona mucho hablar de ella porque es una mujer que me encanta,
una mujer súper luchadora y mira donde está ahora,
con tantas estrellas.
-Yo creo que si le ha tocado el foie a alguien lo tiene fácil.
-Pero igual lo plancha mucho.
Los pasos que he de seguir es dorar bien las carnes
para tener un buen sabor en la salsa que va a condimentar el pichón.
Luego, he puesto verduras que están pochando
y cuando esté todo pochadito pondré un poco de vino dulce
y vino tinto. A reducir, reducir, reducir
y luego echaré agua y que cocine.
¡Ah!
Me ha dado bastante asco porque yo los pichones
los compro ya decapitados y limpios.
Pues no, tenían todas las vísceras, tenían hasta plumas.
¿Me lo pone usted? Yo no voy a poder.
-Tienen platos complicados, sobre todo a las personas
que les ha tocado el pichón, el caldo en su punto,
el foie, que como se pase ...
-El más complicado va a ser el de los caracoles, yo pienso.
- Por tema de tiempo yo pienso que el pichón puede ser más sencillo,
hay otros con más elaboración, el guiso.
-Me voy a poner el delantal dorado, salgo con muchísimas ganas,
tengo muchísimas fuerzas de demostrar por qué estoy aquí
y por qué he vuelto. Ha vuelto la nueva Mila.
-¿Tú de dónde eres? -Yo de Sevilla.Ahí no hay "ná".
- Sí, hay algunos, hay algunos. - Habrá alguno pero yo...
-Con una Estrella Michelín, desde Sevilla,
desde su barecillo, "El ten tapa", Antonio.
Y salgo yo con la planta que tengo.
-Pues nada, he hecho unos caracoles que no sé cómo se llaman,
tenían un nombre francés. -Escargots.
-Escargots, unos escargots.
Necesito dos fuegos, también tengo que hacer unas ancas de rana.
-En Sevilla se comen caracoles a punta pala.
-Pero de otra manera, caracoles chiquititos,
con el comino ...
- Sin mantequilla - Sin mantequilla.
En mi vida he probado las ancas de rana.
Vale.
En mi casa, ancas de rana, de menú diario.
Esto está bueno.
No, no, no.
Sabía que había un restaurante con Estrella Michelín
pero no le conocía.
-¿Qué tal? ¿Cómo lo llevas?
-Pues estoy haciendo el caldo,
lo estoy haciendo en una olla a presión,
luego acabaré con la olla abierta y lo reduciré
y estoy cortando las verduras para saltearlas aparte
y luego echarlas en la sopa.
-¿Con el hojaldre, no? -Sí, con el hojaldre.
-¿Qué es lo más complicado de la receta?
-¿Lo más complicado?
No sé, nunca he trabajado con hojaldre, por ejemplo.
No sé si será fácil o será difícil porque es la primera vez
que trabajo.
-Sí, huele, huele muy bien.
-He echado un poco de vermut también al caldo.
-Tiene buena pinta, sí, sí.
La cocción del hojaldre es fundamental.
-Porque aquí no lo escucho. -Di que sí.
-Estas personas el día de mañana nos pueden proponer trabajos
o proyectos.
Yo ya solo con que me inviten a comer,
con que me inviten a un menú degustación, ya voy feliz.
-Me parece importantísimo que haya cuatro mujeres ahí.
-La verdad es que cada vez hay más, sobretodo por el éxito
que ha tenido gente como Macarena.
No me lo puedo creer, tío.
He empezado a hacer mi sofrito bueno para las ancas de rana
y cuando he ido a meterle mano a las ancas de rana, digo
¿y las ancas de rana?
Y he mirado para allá y las he visto ahí en el suelo del supermercado.
Dios mío de mi alma, se me ha caído el mundo encima.
Voy a presentar los caracoles y ya está.
Y nada, me van a dar.
Se ha pegado.
Una de las ollas express se me ha quemado.
Las raciones serán un poco más escuetas pero bueno.
Tener el guiso no me importa.
Hoy voy a demostrar que valgo y me llevaré el delantal dorado,
está claro.
Hola.
Encantadísima. -El placer es mío.
¿Qué estás preparando? -Pues estoy haciendo el foie.
Estoy haciendo del chutney de mango, lo tengo aquí a punto.
-Te tiene que quedar buenísimo.
La cocción y el desmoldado. Lo voy a meter en la batidora.
Ya sabes que también soy sudamericana,
he venido como María a buscar un futuro mejor para mi hija.
La cocina me encanta y claro, me veo super reflejada.
-Me vas a hacer llorar a mi también, aquí no hemos venido a llorar.
María Marte me encanta, para mí es mi ídola,
tanto como chef, como persona, como profesional.
Con mucho trabajo, con mucha pasión,
mucha dedicación y, sobre todo, con mucha, mucha fuerza.
El día de mañana, quién sabe, a ver si me llama María
y me dice vente a lavar platos conmigo
y te voy enseñando las cosas.
(TODOS) Oído.
¡Madre mía!
No pero...
No.
Bueno, pues nada, partir de ahora iré.
-¿Qué estás haciendo?
Estoy haciendo aquí un buen sofrito para los mejillones.
Yo siempre, aceite de oliva virgen extra.
Espero que sí, espero que sí. Échale un chorro.
El lenguado a la meuniere.
Lo que más me ha costado ha sido pelarlo,
no estoy acostumbrada.
He sofrito primero la cebolla
y luego con todo lo que me iba sobrando de las raspas,
de la cabezas y de la pieles, lo he puesto cocer.
Sí, sí, limón.
El limón es para luego, para atar la salsa con un poco de mantequilla
y limón exprimido por arriba y perejil picado.
Tanto el plato de Carlos como el mío son platos menos contundentes,
menos sabrosos.
Me hubiera gustado hacer un guiso.
Se me han olvidado.
Las he cogido, se me han olvidado en el suelo.
Si llega a ser una prueba de eliminación
estoy de patitas en la calle, con mis caracoles siguiéndome.
Lo que pasa es que voy a tardar mucho en llegar a mi casa
porque son tela de lentos.
Espero que les guste, madre mía.
-Yo creo que el que gane hoy puede llegar a hacer un plato
aspirante a MasterChef 3 de España.
Hola, buenas. -Hola.
-¿Qué tal? Encantada. Ha sido un placer.
Es lenguado a la meuniere.
Es la primera vez que lo hacía y me ha costado mucho.
Espero que os guste. -Muchas gracias.
Buenas.
Esto es foie gras con chutney de mango.
-Muy bien.
-No tengo una sola palabra para expresar la sensación
que he tenido en el momento de presentar mi plato
a tal cantidad de firmamento delante de mí.
Ha sido una pasada.
-Vamos allá. Buenas.
Esto es un vol au vent de langostinos.
Que aprovechen. -Gracias.
Es una sopa de verduras y pollo, con huevo y un toque de trufa.
Estaba poniendo el plato en plan "lo siento",
parece que pidiendo perdón.
Hola, buenas noches.
Tenemos un guiso de buey a la borgoña.
Lleva zanahoria baby horneada y chalotas.
Soy camarero.
Impresiona ver a tantas estrellas michelín juntas
y, sobre todo, saber que te van a valorar el plato.
-Muy buenas noches.
Les presento el pichón de bresse estofado con verduritas.
Vale.
Hola, muy buenas noches. Aquí les presento...
Ay, es verdad.
Es que cuando me pongo nerviosa...
He hecho unos escargots con mantequilla...
(Risas)
Escargots con mantequilla especiada
y en teoría tenía que haber presentado también
unas ancas de rana.
Pero se han quedado pagadas en el supermercado.
(Risas)
Lo siento mucho, peroe esta cabeza no tiene remedio.
He metido la pata, esto tiene sus consecuencias
y hay que seguir luchando por un puesto en la semifinal como sea.
Vamos dándole la vuelta.
-Vale, voy cortando esto en trocitos para que haya para todos.
-La sopa está apetecible.
-La sopa está buena, sí.
-Una sopa no puede competir con un foie, con un pichón
o un buey.
Pensé que lo tenía super difícil, no contaba con que me nombraran.
-Hombre, la valoración de los caracoles me preocupa.
Yo creo que están poco cargados de potencia
y a lo mejor no les va a gustar demasiado.
-Están un poco sosos.
-El pichón está bueno, está tierno.
Y la salsa del pichón está rica.
-Quítale la tarrina a ese, se han preparado cuatro tostas ahí.
-Nada, hay que echarle imaginación.
-¿Cuál te ha gustado más?
-Ninguno y todos.
-Está muy bien este, ¿eh?
-Pues este no te quiero ni contar.
-El pichón estaba bueno.
-Está rica la sopa. -Está rica.
-De todas maneras, dejándolo frío y tal, es normal que esté así.
-El guiso de ternera está bueno.
-Sí, para el tiempo que ha tenido,
que no le ha dado tiempo a reducir ni nada...
-¿Me dejáis repetir?
-La prueba de hoy, telita,
35 estrellas Michelin nada más y nada menos.
Son grandes chefs, y con que les guste mi plato,
yo ya estoy contento.
Bastante. -Claro.
Nosotros, por unanimidad, hemos escogido la sopa.
Hemos visto un poco de exceso de grasa,
pero estaba muy sabrosa y equilibrada.
Rica, muy buen sabor.
-Que Carlos y Sally no se duerman
porque Lidia está adelantando posiciones.
Deluxe.
Por ejemplo, el plato del foie, no ha podido enfriarlo adecuadamente
y se ha quedado un poco blando.
Estaba bueno, los mejillones sobre todo,
el caldito de abajo y tal.
La salsa es muy emulsionada para lo que es una meuniere,
pero bueno.
Hemos tenido un empate entre la sopa y el guiso,
y al final el guiso ha ganado.
-Ya estoy contento.
El hecho de hacer un buen plato hoy
te puede abrir puertas en muchos restaurantes,
y son restaurantes de estrella Michelin.
Creo que el peor el lenguado porque está muy insípido
y no sabe a meuniere.
-Hoy me siento realizada porque he hecho algo
que no había hecho nunca, y creo que no lo he hecho del todo mal.
Es difícil elegir, han sido unos cuantos platos
que para el nivel que tienen, están todos muy bien,
hemos decidido en conjunto que el pichón tenía buena cocción,
tenía buen punto y la salsa estaba muy bien hecha.
-Estoy muy contenta con el resultado de esta prueba,
porque yo con el punto de cocción de las aves tengo un poco de maldición.
Creo que con el capón se acabó
y con el pichón continuamos positivamente.
Estábamos diciendo que es sorprendente,
el nivel muy bien.
-Hemos estado discutiendo y al final hemos elegido por unanimidad
que el foie es el plato ganador.
-La verdad es que estoy muy contenta,
porque para ser la primera vez que lo hago,
no ha salido un estrago o un caos como creía que podría haber sido.
Para ser aspirantes, la verdad es que todos lo han hecho muy bien.
El de los caracoles...
... Se ha olvidado totalmente de la sal.
-¿Cómo me voy a venir abajo si quedamos siete personas?
No, hay que tirar para arriba y luchar por la semifinal como sea.
El plato en el que hemos coincidido que más nos gustaba...
... es el guiso, el estofado.
-He disfrutado un montón
que mi mayor archienemigo no haya sobresalido,
ni para mal ni para bien. Simplemente no ha estado.
(Aplausos)
Eh, a los favoritos, tengo el delantal dorado,
así que, cuidado.
Papá, valgo para esto y te dedico el plato de hoy.
(Aplausos)
Estoy muy fastidiada porque le dieron el delantal a Kevin,
y sinceramente, yo me lo merecía mucho más que él,
porque yo soy más currante que él
y él no tiene una trayectoria tan buena, y ya está.
Los spa a mí me van de categoría, porque hacen que me relaje,
estamos en Alicante, en la mejor tierra del mundo
y el sitio es inmejorable.
Me muero de la envidia, es envidia sana.
Pero si valoraron que su plato era el mejor,
le felicito y estoy muy contenta por él.
Que lo disfrute, narices.
Mejor que sea el azar el que decida cómo son los equipos
y que no haya una estrategia o afinidad.
Rojo.
¡Madre mía!
Hazme caso, hazme caso. -Sí, bueno. No hay capitán.
Mira, blanquito.
Anda, mi prima.
-El azar ha querido que Carlos y Sally estén juntos en un equipo...
pero también puede ir en su contra, porque si lo hacen mal,
van los dos juntos a la eliminación.
Y esta vez, en la eliminación solo van a ser cuatro personas,
será más difícil.
-Vamos a unir fuerzas para ir contra estos.
Hubiese preferido a Sally, porque es muy disciplinada,
muy limpia en la cocina, pero no quiero discriminar a Antonio.
Muchas gracias.
En Sha nos dedicamos a producir un cambio significativo en la salud
y bienestar de las personas.
La macrobiótica es un término griego que significa "larga vida"
y consiste al final, como decía Hipócrates,
que el alimento sea nuestra medicina,
y que la medicina sea nuestro alimento.
-La cocina macrobiótica está destinada al bienestar,
quiere tener un equilibrio entre el yin y el yang.
Es una dieta de no extremos.
Creo que la característica común
es esa inquietud por alcanzar la mejor versión de sí mismo.
No conformarse con la alimentación que habitualmente se consume,
sino decir: ¿De qué manera puedo dar el mejor combustible
a esta maquinaria fantástica que es nuestro organismo?
Vamos a ello.
Tenemos la alcachofa,
que ayuda a nuestro hígado a eliminar las toxinas,
tenemos pan de espelta, hongos shimeji y piñones,
que aportan calcio así como lo hacen otros cereales.
Empezaría por el miso,
en Sha procuramos no utilizar el tomate
puesto que contiene tomatina, que es un ácido que puede afectar
a las articulaciones cuando se hace un consumo excesivo del tomate.
Y tenemos alga aguacame, tofu,
que es una gran fuente de proteínas vegetales
y es muy digestivo, y cebollino.
La caballa es un pescado azul, rico en Omega 3, y los frutos rojos,
que son anticancerígenos.
Y la cebolla, que ayuda a nuestro hígado a eliminar las grasas.
Destacaría, sobre todo, el hongo shitake,
es prácticamente un medicamento por el poder que tiene
para reforzar nuestro sistema inmunológico.
Y el boniato nos ayuda a regular el estrés.
-Clasificar los alimentos como yin y yang
se alejan totalmente de la evidencia científica,
y de cualquier fundamento sólido.
No utilizamos productos lácteos, usamos una leche de avena vegetal.
Usamos harina de espelta y tenemos jengibre,
que nos ayuda a digerir otros alimentos.
En Sha no utilizamos azúcares refinados,
los cambiamos por sirope de arce, melaza de arroz
para conseguir el dulce que necesitamos.
-Como dietista nutricionista no estoy de acuerdo
con la filosofía que plantea la alimentación macrobiótica,
y creo que hablo en nombre de mi colectivo.
Lo que no quiere decir que no haya cosas que se puedan aprovechar,
como el consumo de frutas y verduras. Eso es indudable.
-Desearos suerte, seguro que conseguir es este reto.
-Alejandro me ha parecido un chico muy mono, muy majo, muy educado.
Es de admirar que haya podido construir este centro de bienestar.
En un ambiente asiático muy bonito, muy zen.
Fíjate las ganas que tengo de quedarme
que voy a hacer todo lo que me mandéis.
Soy una persona que nunca va en contra de sus ideales
y de sus principios.
Mi colectivo promulga otro tipo de filosofía.
Lidia tiene otra manera de pensar en cuanto a la alimentación,
yo la respeto, pero lo mismo me tiene que respetar ella a mí,
que yo me quiero iniciar en este tipo de alimentación.
¿Por qué no? Lidia tiene un concepto diferente de las cosas.
Somos el aceite y el agua.
-Me he encontrado con las caballas,
que los pescados enteros son mi perdición.
Iba ya de por sí con miedo.
Los postres.
¿Te gustan los postres? -Me encantan.
Lidia y yo vamos a estar unidas por el menú
pero separadas por un biombo.
Es como el matrimonio que no está bien avenido.
Se dan un respiro y después el reencuentro.
(TODOS) Sí, chef.
(AMBAS) Sí chef.
Lidia, cazuela al fuego. Más o menos dos litros de agua.
-Ya lo tengo al fuego yo también. -No pongas sal.
-Estoy limpiando ya.
-Hola, ¿se oye? -Hay zumo de limón.
Soy muy exigente, enjuagar tres veces las alcachofas.
La crema de alcachofa, por si nadie lo sabe,
si no se enjuagan tres veces por lo menos las alcachofas, saben amargas.
Pues aquí pelando alcachofas a lo loco.
Estamos haciendo primero, las alcachofas de tres texturas
que es una crema, un velo y un crujiente de alcachofa.
Yo con Milagritos me entiendo muy bien.
Habla demasiado para mi gusto, pero nos entendemos bien.
Esta agua hierve súper rápido tía.
-Casi también en ello.
-Lidia. -Dime.
-¿Estás ya con las alcachofas rehogando?
-Ya las tengo a cocer, las he rehogado.
-Vale.
Esta es la zona de Yoga.
Vas a cerrar los ojos y vas a tomar contacto
con tu respiración, simplemente.
Inspiro, brazos, piernas.
Escucha mi fuerza con la que tengo que continuar.
Respiro esa fuerza.
-Estoy tan relajado.
La verdad es que a Mila le vendría bien para desestresarse un poquito.
Es un lujo.
-Lidia. -Dime.
-Voy a poner a tostar los piñones. -¿Ya?.
-Sí, porque mientras estoy con las alcachofas se va haciendo eso.
-Vale.
-Ya tengo el boniato en agua.
Voy con la cebolla ya, Antonio.
Un pelín sordo o tiene tapones en las orejas
que no le permiten acabar de oír a su compañera.
(Golpecitos)
No tengo tiempo.
-Lidia, ya tengo las alcachofas. -¿Las de la crema?
-Las del velo, las tengo ya.
-Yo las del velo las tengo ya hirviendo desde hace cinco minutos.
Venga, tengo los piñones al fuego.
-Yo ya los retiro.
-Los boniatos están ahí.
-¡Andrea, lava los boniatos por Dios!
-Voy.
-Lo que quiero hacer, lo que voy hacer...
Vamos a ver, tenemos lo primero,
el dejarlo todo preparado para que vaya funcionando.
Lo primero es lo primero.
La cebolla tiene que estar primero.
El agua de los boniatos tiene que calentarse, eso lo sabemos.
Lo segundo, o lo tercero, el orden del factor no altera el producto.
Ya después, vamos que nos vamos, espumita,
lo pongo al fuego y cositas así.
Bueno, perdona.
-Para que no me dé calor. ¡Vamos Carlos!
-Vamos.
-Empieza con los líquidos.
-Puede ser de avena.
-Aquí estoy chef, rehogando las alcachofas,
el velo lo voy a poner ahora a hacer con el agar-agar.
-Vamos enseguida, cuando se vaya rehogando.
-Antonio, ¿cómo vas?
¡Antonio!, ¿cómo vas Antonio?
-Andrea habla mucho, Antonio cómo vas, Antonio cómo vas,
yo me pongo nervioso, porque yo necesito
mi historia en mi cabeza.
No la escuchaba bien y estaba muy concentrado en mi historia.
-Voy a empezar con el jengibre.
-El jengibre lo vas a turmizar y luego con un capítulo cuelas.
-Pero no se turmiza.
-Sí, para quitarle el agua.
-¿El jengibre ya lo has puesto?
-Voy a llevarlo a la ebullición. -Ya lo tengo en ebullición.
-Trabajar con Carlos con su gusto, es un chico bastante seguro,
rápido y aparte de eso es mi archienemigo
y me gusta estar con él.
-Mila, estoy cortando el pan
y cuando acabe empieza a pelar los langostinos.
-No te oigo nada, Lidia.
-Qué digo que estoy cortando el pan..
-Dime.
-Que este cortando el pan y cuando acabe me pongo con los langostinos.
-Vale, perfecto, ¿pero el pan lo tienes ya?
-Lo estoy tostando mientras tanto pelando los langostinos.
-Muy bien.
-Yo con el pan todavía no he empezado.
-Quizás me recreo demasiado en las cosas
porque me gusta hacerlas bien.
-Yo no me veo más lenta, yo tampoco contaba,
yo lo que quería es ir hacerlo bien.
-Pon el aceite a calentar en el horno, ya, Antonio.
-Para el bacalao, ponlo ya.
-Antonio, ¿cómo vas?
-¿Tienes el aceite en el horno?
-No, voy a ello ahora mismo.
-Pon lo ya.
-Los boniatos los tengo emulsionando.
-Venga ya.
-Sí que es verdad que le llamaba repetidas veces pero bueno,
al final yo insistía y gritaba a que insistía un poco más me oía.
-Ponlos ya para que el aceite se caliente.
-¡Sí Chef!
-Vale.
-Bueno Mila, ¿cómo vamos?
Falta triturar para hacer la crema de alcachofa,
luego la pasaré por el chino fino para ver con qué se quede
y la pondré él aceite de oliva y el punto de sal.
-¿Y las láminas de alcachofas?
-Las láminas de alcachofa las voy a poner ahora
a remojo con agua para hacerlo.
-Vas muy justa de tiempo. -Sí, muy justa.
¿Eso son los panes?
-Venga vamos con las galletas.
-¿Era polvo de almendra? -Sí, polvo de almendras.
-¿Mantequilla cuánto? -35 por cada receta.
-Oido. -Que no se te olvide el sirope.
-Sí.
-Antonio, voy a empezar con la caballa.
-He tirado el agua y la he cambiado.
(Golpes)
-¡Qué! -Antonio, escúchame.
-¿Cómo lo llevas?, ponte ya con la caballa cuando puedas.
-Yo ahora me pongo con la caballa, estoy pelando la cebolleta.
-Yo estoy sacando ya el primer filete de caballa.
-Es que no me entero.
-Vamos a ver cómo funciona esto de la caballa.
-Antonio, cuéntame, ¿qué estás haciendo?
-Estoy quitando la caballa, Andrea.
-Vale. -Vale.
Y se me da muy bien, se me está dando de lujo.
-Ya se predisponía mal antes de tiempo y le dije,
Antonio, no te predispongas mal las sacas y punto.
Haces la primera tranquilamente
y después las otras te van a salir.
-¿La crema de alcachofa hay que colarla?
-A mí me queda bien.
-¿Te queda bien? -A mí sí...
-¿Se pasa por el colador?
-A mí no me queda clara, me queda buena.
Sí, oido, vamos lo más rápido que podemos.
-Hay que darse prisa Mila. -No te oigo.
-¿Qué estás haciendo? -¿Qué?
-¿Qué estás haciendo? -La crema de alcachofas.
-Voy a ponerlo ya. -Vale oído yo también.
-Aplastándolos Carlos porque otra cosa.
-Sí.
-Tengo dos trozos de bacalao cortados ya, Antonio.
-Vale, oído.
-Espérate un momentito que organice un poco.
-Aquí seguro que Antonio disfrutaría, pero bueno,
yo creo que también están disfrutando cocinando
mis compañeros, yo estoy de lujo.
-Ya estoy echándolos. -Espera, espera.
-Yo lo cierro ya.
Hola Chef, mira, estoy haciendo la galleta.
La voy a hornear ahora.
El flan ya está en el frigorífico.
No.
Ni fuerte el jengibre ni fuerte de dulce
que te eche para atrás, estaba bueno.
-Antonio, tengo el bacalao fuera. -Vale.
A mí me falta un poquito más.
-Hola Antonio, ¿cómo lo llevas? -Vamos tirando caballero.
-Te veo un poco en apuros.
-Sí, yo siempre estoy en apuros.
-¿Cómo tienes previsto el confitado del bacalao?
-En el horno está.
Pues lo sacó ahora mismo.
-¿Estás picando lo de la hamburguesa?.
-Estoy a ello. -¿Has pelado los 13?
-Sí.
-Íbamos más o menos a la vez pero yo ya me desmarqué un poco
porque ella era más lenta pelando los langostinos
al menos eso me contaba yo no veía nada.
-A ver, me recuerdas un poco lo del limón, Sally.
-Limón, 50. -Bebida de soja 150.
-¿50?. -150.
-Que quede bueno. -Que quede bueno.
-Melaza o sirope. -Sirope.
-Ya tengo la espuma.
-Antonio, Antonio. -¡Qué!
-¿Tienes la espuma hecha ya?.
-¡No me entero!
A ojo.
Ya.
No me va a quedar bien la espuma, aquí están bien puestas.
-¿Cómo vas Mila? -Limpiando los langostinos.
-Apura, yo ya estoy acabando de hacer las hamburguesas.
-Nena, como no te espabiles. -Pues sí.
-Antonio, voy con las campañas, los estoy limpiando,
las doro y en una fuente.
-Dale vuelta y vuelta y se acaba con un golpe de horno.
-Vale Andrea, ahora mismo no puedo.
-La galleta, que no se te olvide.
-Ya está fuera. -La voy a partir.
-La voy a partir en cuadrados porque no me va a dar a mí.
-Has visto donde pone polvo de almendra.
-¿Lo ves? -Sí.
-Más o menos en ese tamaño.
-Sí, la crema de alcachofa usted me ha dicho
que la pasé porque tiene que estar mejor.
Pero si estoy picando los langostinos, vale.
-Antonio, ¿qué estás haciendo? -Estoy cargando el deste.
Por favor, ponte con las caballas.
-¡Oido Chef!
Es un espacio donde se sienten a gusto, protegidos
y donde pueden mejorar su salud.
-Tenemos muchísima experiencia manejando esta genética preventiva,
consejos personalizados a la alimentación,
sobre cómo dormir, cómo gestionar tus emociones,
qué tratamientos usar,
y manejo de pacientes crónicos que tenemos de todo el mundo,
que quieren ser visitados por nuestros especialistas aquí.
-100 gramos de pepino por cada 50 de pimiento rojo.
-Joder, si nervio le echo todo lo que tengo.
-Cebolla.
Que tuviera que entrar Pepe me ha dado mucha vergüenza.
No sé, nunca me había pasado que tuviera que entrar un chef
a ayudarme a hacer algo.
-Joder, pues anda que no tiene espinas esto.
-Como me he visto segura y que más o menos lo llevaba bien
entonces he saltado a ayudar a Antonio,
que he visto que iba un poquito más perdido,
pero nada más que creo que es por el hecho de que ya se predisponía mal,
y yo en cambio iba con la seguridad de decir, yo lo saco.
-No sé, no lo he hecho en mi vida, ¿sabes?
-No, no, no. Pero claro, pero si usted me está derrotando.
-Vas a recibir el tratamiento de crioterapia, ¿vale?
La máquina puede llegar hasta -170°.
Tiene muchos beneficios si tienes problemas de insomnio,
de estrés. Verás que te vas a encontrar mejor.
-Frío no voy a pasar, ¿no?
-Hombre, frío, algo, sí, pero no es tan malo como parece.
-Vale, vale.
-De pie, las manos encima de los hombros.
-Yo aquí metería a mis rivales.
Si Sally se metiera aquí me quitaba de en medio rápido.
-El segundo postre ya lo tenemos. -¿Sí?
-Claro, tenemos ya la crema de limón,
tenemos los flanes en la nevera y tenemos la crema de yogur,
que ya la tengo hecha en frío.
-Que no sé ni dónde colocar esto.
-Sí, la primera vez que entras es como entrar en un oasis.
Respiras un aire de paz, de tranquilidad y armonía
que no lo hemos experimentado en otro sitio.
-La primera vez fue por cuestiones de salud de mi marido,
tensión muy alta, colesterol muy alto, sobrepeso muy alto.
La primera es como una educación.
Te enseñan que la salud está en tus manos.
Al principio te parece horroroso desayunar sopa de miso,
pero te aporta una energía y un bienestar
que realmente cambia tu vida.
-¿Te han salido las 30, Lidia? -¿Qué?
-¿Cuántas hamburguesas te han salido?
-Mira, me han salido cachos de hamburguesas.
-¿Cómo puedo servir esto?
-¿Y a esto no le pongo nada más?
-Sí.
-Voy, estoy dorando los lomos para darles el toque último al horno.
-Las dos clases de tofu, un poquito de saiten, porque picado...
-Estoy sola...
-Vale, venga.
-Le quería dar una vuelta para que costara menos.
-¿Has terminado ya? -Sí, voy a ponerme con el coulis.
-Bien, voy a hacer el coulis también.
-Bien, ya tenemos todas las elaboraciones.
Ahora ya es terminar esto, colarlo y empezar a emplatar, ¿vale?
(TODOS) ¡Oído!
-Estos de aquí, que ya están.
-Chef, he retirado la plancha, que estaba ardiendo.
-¿Dónde lo he puesto, Señor, que no quemaba?
-¡Jordi!
-Si las he dejado para que no se quemara el césped ni nada.
-Sí, correcto.
-Encontrar alternativas nuevas para cuidar la salud.
-No me ha parecido muy bueno.
-Si uno lee los ingredientes y dice rejilla de algas
y aceite de cebollino, yo quiero ver en el plato
lo mismo que encontré en el restaurante, para mí,
que no conozco esta cocina macrobiótica.
No sé, los colores del plato, cómo están presentados
es bien importante.
-No, no, de verdad.
-Tengo la manzana, Carlos.
-Yo voy a ello. ¿Cuál montamos primero?
-La galleta, yo ya la tengo toda puesta.
-Vamos a ver, pero la sopa iba abajo.
Era para subir la hamburguesa, ¿pero hacemos los chips o no?
-Sí, puede salir estos.
-¿Qué dices?
-Yo voy a dejar los bizcochos y ya.
-Sí, correcto.
No es luchar contra el envejecimiento
sino envejecer con salud.
-Bueno.
-Sí, muy bien, la salsa estaba perfecta,
la presentación, impecable, y creo que lo ha conseguido bastante bien,
me ha gustado.
-¡Lidia! -¡Mila!
-¿Has emplatado ya el gazpacho? -Hace 20 minutos.
-¿Qué? -¿Cual es la pregunta, Mila?
-¿Que buena pregunta? Vale. -¿Que qué me estás preguntando?
-Que la crema de alcachofas, ¿cómo la tienes?
-La serví en el fondo.
-¿Antonio, cómo vas? -Emplatando el bacalao.
-¿Vale, qué te falta? -Seis platos.
-Venga, va, que ya estás casi, venga, va, Antonio.
Lo único que me quedaba era animar a Antonio
para que sacara sus platos adelante.
Corre, por favor, que de ti depende que vayamos a la eliminación o no.
-¿Tienes el velo? -El velo lo puse encima.
Mila, te estoy diciendo que hace 20 minutos
que me llevaron los platos ya. -¿Cómo?
-Que hace 20 minutos que me llevaron a los platos.
-¿Entonces ya has servido todo? -Lo que he podido, todo, no.
-Vale.
-Tres burbujas, ¿no?
-¿Qué has puesto primero, la crema de avellanas o la de vainilla?
-La de avellanas.
-¿Tres gordas? -Sí.
-¿Pero cubre la galleta entera? -No, solo en el medio.
-La madre que me parió.
-Cuando le pongas la galleta encima...
-Se me han caído las galletas al suelo, ¿te sobran galletas?
-Sí, hombre.
-¿Me pasas galletas? Tres, que son las que se me han caído.
-Venga, coge tres.
-¿Antonio, cómo vas, ya estás? -Sí, ya estoy.
-¡Bien!
-Yo creo que voy a eliminación, lo que pasa es que no sé si es justo
que vaya el equipo completo, porque creo que Andrea ha trabajado bien,
me sentiría bastante mal, vamos.
-Bueno...
-Se veía mucho mejor en un principio.
-Sí, se me han caído al suelo, se habían volado con el aire, chef.
Pero no me faltan, ¿ves? No las voy ni a poner.
-No me digas eso, que tampoco he querido romper las reglas ni nada.
La he liado, sí, pero las devuelvo y ya está.
-Aquí me falta un velo.
-Cariño, si quiere le digo que no me falta nada.
Salen los platos a deshora, ¿qué quieres que te diga?
Pues rezar un Padre Nuestro, un Ave María, y si cabe,
de rodillas hacer un calvario.
-¿Ya lo tienes todo, Carlos? -Sí, me falta lo del limoncito, y...
-Y la manzana ya está, ¿no? -La manzana y listo.
-Lo que más rabia me da es no poder haber acabado
todas las elaboraciones en tiempo.
-¿Tú has dado todo lo que podías? -Hombre, claro.
-¿Nos va a servir esto de aprender? ¿Vamos a tirar la toalla?
-No, no, yo no tiro la toalla. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?
-¿Entonces? -No, sueño, estoy llorando de rabia.
-Eso al niño no le viene bien. Va...
-¿Qué pasa? No, me ha tenido que ayudar Jordi tela,
he destrozado la caballa, estaba muy mal.
-Aparte del limón, ¿qué lleva más? -La manzana, ya está.
-Ah, sí, la manzana.
-¿No le has puesto la manzana en el centro?
-Está en ello, está en ello.
-Pues corre, que ya vienen por ellos.
-Yo estoy contenta de mi trabajo hoy,
que sea lo que sea el veredicto,
y si me tengo que ir a la prueba de eliminación,
pues me iré, pero con la cabeza bien alta,
no con la cabeza bajo el ala diciendo, ostras,
no lo he sabido sacar a tiempo.
Me siento orgullosa porque es la primera vez que cocino sola.
O sea, hemos cocinado en grupo, pero separados,
teníamos que comunicarnos, pero yo me sentía sola.
-Este está muy bueno.
La gastronomía que nosotros hacemos es una gastronomía rica y saludable.
No es que se nos haya ocurrido hacer una dieta más, una diferente, no.
Esta está convalidada por las mejores universidades del mundo
y los resultados que obtenemos están a la vista.
Los primeros, los entrantes han fallado,
han fallado en todo. Falta presentación.
Han conseguido la textura, la del primer postre está conseguida.
-El flan estaba espectacular.
-¡Rubia! -¿Qué?
-¿Qué haces con eso en la cabeza? -Tío, me estoy cociendo.
-¿Qué te ha pasado? -Nada.
-¿Bien?
-Te has librado de un infarto cerebral.
-¿Ha salido? -Ha salido.
-¿Qué te ha parecido? Yo no he visto los tuyos.
-Pues los míos... Lo tuyo no lo he visto,
pero los míos del cuadrito son más monos que los tuyos.
-¿Sí? -No.
En vez de hacer tiritas los puse con el corte ovalado,
pero por lo demás, superparecidos.
-Ha salido mejor de lo que esperaba.
-Bueno, esto es una idea de mi padre,
porque llevaba muchos años sufriendo problemas de salud
y problemas de aparato digestivo.
Una amistad de la familia nos habla de un médico especialista
en este tipo de nutrición y consigue,
gracias a cambiar por completo su estilo de vida,
su alimentación, consigue recuperar una energía fantástica,
solucionar sus problemas de salud,
deshacer esa sintomatología que tenía,
y desde entonces decidió compartirlo con los demás.
(Aplausos)
¡Ven al campamento "Masterchef"!
-Muy bien, la verdad, estoy muy relajado, tranquilo,
he desconectado y he recargado las pilas.
Para mí es el mejor día que el pasado de "Masterchef".
He podido desconectar un poquito, que me hacía falta, y nada,
ahora con las pilas recargadas para seguir adelante.
-A lo mejor me he recreado pensando que tenía más tiempo del que debía.
Normalmente a lo mejor quizá sea más rápida,
pero yo he ido muy rápida pelando alcachofas.
-Sí, no he cogido con ninguna actitud negativa...
-No, no he cogido a los 10 minutos con actitud negativa,
eso es totalmente mentira. No me ha salido.
Estoy llorando de frustración porque no me ha salido,
pero desde luego que no lo he cogido con actitud negativa.
Lo que yo pienso no tiene nada que ver
con que yo quisiera sacar la prueba más que nadie.
-Ah, la tienes mañana ya.
La Lidia de los otros programas la ves dentro de dos horas.
Yo me he tomado esta prueba como cualquier otra, con su receta,
con su concentración y tal.
No tenido mala actitud desde el principio.
No me ha salido, pero no ha sido por empezar la prueba
con mala actitud ni con, no sé...
-Como estoy contenta con el trabajo que he hecho hoy
y me voy con la cabeza bien alta
si tengo que ir a la prueba de eliminación,
y ya estoy muy acostumbrada, con lo cual se tiene que saber
ser optimista y no pesimista en esta vida.
Entonces yo, digamos que ya he empezado a ver
el lado optimista de Andrea.
-Carlos y yo hemos demostrado que aunque somos galgos
y estemos cansados hemos recuperado la fuerza,
y eso de que nos están adelantando por un lado y por el otro, mentira.
Han disimulado.
-Muchas gracias, jurado.
Lo que quiero es aprender al máximo y evolucionar lo que pueda
y dar lo máximo, siempre lo he dicho,
dar lo máximo de mí y en el momento en que vosotros veáis
que no evoluciono más, que vosotros seáis los que digáis,
hasta aquí, Andrea, pero que no sea porque yo no intento darlo todo,
aprender al máximo y demostrarlo.
-Muchísimas gracias.
-Muchas gracias.
-Somos solo tres personas, con lo cual es más difícil
porque hay menos competencia, pero pienso que los retos,
cuanto más difíciles, mejor sabe la victoria.
-Hola. -¿Qué tal?
-Bienvenidos. Como veis tenéis vuestros nombres en la pizarra.
Tienen que ver con el sitio,
la posición en la que os hemos sentado.
El menú veis que solo son nombres de platos,
son conceptos, no están los ingredientes,
porque queremos que los descubráis todos
a medida que vais probando cada plato.
Id ocupando vuestros sitios y os quedáis de pie.
-¿De pie?
-Os quedáis de pie, seguís, un poquito más.
-Estoy alucinando. -Yo, también.
Es que nunca había entrado en un concepto de restaurante así,
estoy alucinando, porque no me esperaba encontrarme algo,
y aún no hemos empezado, o sea...
-Venga, el último ejercicio, a ver qué tal lo hacéis.
-Yo me llevo mi tiempo, me llevo mi tiempo.
(RÍEN)
-Una pasada, porque te hace interactuar un montón con la comida,
te hace ser partícipe del menú,
de los sabores que pueden aportar los distintos productos,
cómo combinarlos, una pasada, o sea estoy supercontenta,
la verdad, ha sido una experiencia brutal
y lo voy a recomendar a todo el mundo.
-Está del revés la cocina, mira.
-Hoy mis ojos pedían las gafas y os presento mis gafas,
estas son mis gafas cuquis,
que debo llevar cuando mis ojos están un poquito cansados.
-Gracias. Mucha suerte. -Hasta luego.
-He sido el delantal dorado esta semana
y me veo con la capacidad de poder llegar a la final.
-Quiero que en la caja haya de todo menos repostería,
porque la repostería la odio.
-Empezamos la etapa de montaña
y yo me siento como una corredora de fondo,
donde gana el que más resiste, no el más rápido.
-Cuando he levantado la caja
he pensado que vamos a hacer un gazpachuelo
por el tema de los vinagres, pero cuando me he puesto a pensar
y he visto por ejemplo el vodka o la remolacha
me sobraban muchos ingredientes.
-Pues no sé, algo francés.
Sé que hay una cosa que lleva vodka, pero no sé cómo se llama ahora.
-No, pero que era eso a lo que me sonaba,
que ya no sé un "Bloody Mary" con pescado, no sé.
(Aplausos)
-Encantado.
-Hemos empezado el programa con 35 Estrellas Michelín
y ahora ya, la guinda del pastel, Martín Berasategui,
con siete estrellas más, una "hartá" de estrellas.
-Garrote.
-Garrote...
-¿Qué tal estáis, bien? -Bien.
-Así os quiero ver, sonriendo, sonriendo.
-Se me ha caído la baba cuando he visto entrar a Martín Berasategui.
Me encanta su cocina porque utiliza ingredientes
que todos podemos encontrar en el mercado,
ingredientes de toda la vida, y te hace unos platos de alta cocina.
-Pasarlo bien, dedicarme en cuerpo y alma a la cocina,
disfrutar y ser generoso en el esfuerzo,
que es lo que hay que hacer.
Al final la vida es mucho más sencilla de lo que parece,
solo que hace falta mucho tesón, mucho sudor y mucha perseverancia.
-Martín Berasategui es muy cuqui, vamos, como yo.
Siempre busca el lado positivo de las cosas por lo que estoy viendo.
-Yo creo que al final en la vida el garrote que tienes, la fuerza,
la energía que tienes depende mucho de la gente que has tenido contigo.
Yo siempre he tenido unos padres maravillosos,
todo el equipazo que yo he tenido,
y conservo los mismos amigos que tenía desde niño,
les quiero un montón
y además soy Tambor de Oro de San Sebastián del año 2005,
que es el mejor regalo que le pueden dar no a un cocinero, a una persona.
¿Puede haber un cocinero más feliz que yo? Imposible.
-Hombre, es que yo ya con tu cuerpo y con tu tipo
ya le pondría blanco al Obama y todo..
(RISAS)
-Lo que me llama la atención de Martín Berasategui
es sobre todo su manera de hablar, la naturalidad que tiene,
cómo te apoya, un crack.
-Yo empiezo con garrote, yo me levanto,
tengo hora y media o dos horas para hacer deporte por el monte,
y cuando empiezas con energía el día,
fíjate cómo acaba Martín, con garrote y medio.
Garrote ahí los tres.
Este es el salmonete con cristales de escamas comestibles,
con un jugo acidulado de berros,
y luego lleva un hinojo que lo cocinamos en crudo al vacío
y luego una espuma de tomate y vodka.
-El salmonete lo encuentro un pescado riquísimo,
y el toque de las escamas levantadas así, fritas,
vamos, es totalmente exprimir el producto.
-Que os lo paséis bien, que disfrutéis
y que no tengáis ni miedo, ni pereza ni vergüenza,
que todos estamos muy orgullosos de que estéis ahí.
Os voy a explicar todo pasito a pasito,
con sabios consejos para que lo hagáis mejor que Martín.
-Cómo se nota que le quiere al maestro.
Estos han sido chavales que han pasado por mi casa
desde bien jóvenes, los tres.
Se propusieron ser números uno,
y sin duda alguna que han cambiado el rumbo de la cocina
por su simpatía, por su amabilidad
y porque son números uno como cocineros los tres. Garrote.
-Venga, vamos.
-Bueno, lo que vamos a hacer primero, coger las remolachas.
Así, pero sonriendo.
-¿Has visto cómo nos dan leña los de atrás?
Pues venga, vamos a pelar la remolacha.
Luego tenéis que tener una licuadora preparada.
-Yo no llego.
-Una vez que tengamos el licuado de la remolacha
ponemos con un trocito de mantequilla en el fuego
y ponemos a hervir.
-No me sale el grifo.
-¿La cantidad de remolacha?
-Es imposible ir tranquila viendo a un monstruo como es ese,
pero yo por un ojito iba haciendo, me volvía e iba admirando.
-Aquí tengo lo que va a ser la siguiente elaboración,
tomates que están previamente limpios.
Les voy a hacer una pequeña incisión en la punta.
Voy a meter 30 segundos los tomates en agua hirviendo.
-Realmente me gusta mucho la visita de Martín Berasategui.
Es un lujo ver cómo está cocinando porque tiene mucha tranquilidad,
y eso se transmite en sus platos,
porque cuando estás tranquilo sale un buen plato, porque piensas.
-Retiro los tomates y los meto en agua y hielo.
-¿Qué tal vas, Antonio, bien? -Bien. Aquí sudando la gota gorda.
-Bueno, hay que sudar, no hay victoria sin sacrificio, Antonio.
-Ya, ya lo sé, chef.
He cocinado muy nervioso, como siempre, sudando a chorros.
Soltar toxinas con esta alegría
es el mejor método para perder unos kilos.
-Vamos a cortar los tomates en cuatro.
Quitáis el agua del interior del tomate.
Echamos una gota de aceite de oliva, tres dientes de ajo
y una pizca de sal. Entonces metemos al horno durante 40 o 50 minutos.
-El jugo de remolacha con la mantequilla que ya ha hervido,
lo retiro, lo cuelo y lo enfrío.
-¿Pero la cantidad, cuánta? Yo no pregunto, si no me van a reñir.
-Y ahora cogemos la remolacha y el pan
y la pasamos a la máquina de vacío. -¿Pero todo?
-Fijaos bien.
-¿Entendido, eh? Dos veces cada uno.
-¿Pero juntos? -Venga, rápido.
-Hombre, no. -¿Esto qué hacemos?
-El del medio es el mío.
-Lo que he hecho es escurrir el pan
que está emborrachado de la remolacha y la mantequilla,
lo escurro a una bandeja con un papel,
que me seca el exceso de líquido que tiene,
y lo que hago es pasarlo a una bandeja
que la voy a meter al horno a 140° durante 60 minutos.
-Yo a Lidia la quiero muchísimo, mi compañera, mi hermana,
está siempre ahí conmigo.
Mila desde que ha vuelto, ha dicho que ha vuelto con todas las ganas,
con todas las fuerzas, pero yo la veo bastante perdida últimamente
en todas las pruebas que ha hecho.
-Seguido a eso vamos a ir a por el jugo acidulado de berros,
y los ingredientes son 140 g de berros, unos 6 g de mostaza,
40 g de agua mineral, 40 g de vinagre de manzana...
-Yo no me he enterado de nada.
-0,2 gramos de chantana y 220 g de aceite de oliva.
Tostar la chantana aquí.
-¿0,10 de chantana ha dicho usted?
-Yo no he preguntado. -No, qué va...
-Yo he hecho preguntas,
pero preguntas no directamente para que me atendiera a mí
y me dijera la contestación. Yo he hecho preguntas, pero al aire.
-¿Dónde está mi chantana, tío? -110.
-Y le vamos a echar otro poquito más de aceite de oliva.
-La que estaba aquí, la has cogido. -No, cariño, yo la tenía ahí detrás.
-Pues ya me dirás dónde está mi chantana.
-Lidia no encontraba, mientras estábamos cocinando,
uno de los ingredientes y yo le he dicho, no, Lidia,
esto es mío, que lo he cogido yo, y como era mío, me lo he quedado.
-100 de agua, ¿no?
-Y le damos a máxima potencia.
-La chantana que le ha puesto Lidia. -La que ha puesto...
-Esto tiene un agujero.
-Paramos, colamos bien, bien el jugo de berros.
-Esto ya lo dejamos así.
-¿A ti te sale jugo? -A mí sí que me sale.
-Yo ya lo tengo.
-No sale nada.
-Yo creo que el problema que tienen
es que se anticipa antes de que explique Martín.
Se dan la vuelta y se pierden un paso.
-Muy bien. Vamos a ir con 200 g de agua,
un par de cucharadas soperas de vinagre de arroz,
unos 30 g de jengibre y 25 g de azúcar.
Vamos a triturar la mezcla.
Una vez triturado vamos a añadir un poco de ralladura de limón,
un poco de ralladura de limón verde, como una cucharada de miel...
-Así has salido tú de bueno.
-25 g de vinagre y unos 100 g de aceite de oliva,
y le vamos a añadir un poquito de citronella.
Ya tenemos la marinada para el hinojo.
-Que en algunos momentos me iba perdiendo
porque escuchaba vinagre de arroz, de no sé qué, 140, 70, 40.
Digo, mira, me da igual, pero bueno, espero que está bueno igualmente.
-Lo que hemos hecho aquí es cortar el hinojo
en la cortadora fino, fino. Ponemos en la bolsa de vacío....
-¿Dónde está la cortadora?
-... Y le ponemos como unas tres cucharadas soperas
de la marinada que hemos hecho y lo envasamos al vacío.
-Ánimo, Mila, ánimo, Lidia, ánimo, Antonio.
Cuidado con las manos, cuidado, que vamos muy bien.
Venga, Mila, vamos, garrote.
-¿Dónde está la bolsa de vacío? -Allí.
-Venga, va, Martín, una bolsita.
-¿Dónde están las bolsas? Aquí. -Ofú, tío.
-Perdón, perdón, que me pongo nervioso.
-A ver, ¿la bolsa de vacío cuál es?
¿Dónde está la bolsa de vacío, por favor?
-Aquí.
-¿Pero hace falta más? Porque tengo más allí.
-Perfecto.
-Venga, vamos.
-No podemos poner dos a la vez, ¿verdad?
-Mila, has llegado la última. Perdón.
-Venga, Lidia. -Va Antonio primero.
-Antonio, os tiene que quedar esto.
-Me está poniendo nerviosa Mila. -A mí también...
-Mila para salvarse haría cualquier cosa.
Tiene detalles que yo no haría, como por ejemplo,
si llego la última a un sitio no voy de primera y sin preguntar,
a meter lo mío primero, por ejemplo.
-Los tomates los sacamos del horno y los ponemos en una cazuela.
-Esperad.
-Les vamos a ir añadiendo y vamos a desglasar con 100 g de vodka.
Primero echaremos en la bandeja para que nos coja todos los jugos...
-He tirado la botella. -... Que ha soltado el tomate,
y lo añadiremos a la cazuela en la que están los tomates.
-He tirado la botella.
-He tirado la botella, es que la he tirado.
-¿Vinagre? -Sí, le ha puesto vinagre.
-Me ha molestado la frase de Sally,
y creo que lo ha hecho para beneficiar a Lidia.
Yo sé que mi compañera se ha dejado también un ingrediente
y no voy diciendo, se ha dejado la mostaza y no la ha puesto.
-Cuando ya tenemos desglasado el vodka
con los pétalos de tomate que hemos asado en el horno
le echamos 300 g de nata, el agua de los tomates que hemos usado
para asar el interior, lo echamos dentro de la nata.
-¿Qué hace? ¡No!
-¿Qué hace ahora Mila, qué hace? Mila, escucha, escucha.
-Sí, sí, sí.
-Hoy es importante escuchar, y Mila no es que sea su punto fuerte,
puede ser que le juegue una mala pasada a la hora de cocinar.
-La espuma de tomate con vodka lo tenemos que tener
10 minutos hirviendo para que reduzca bien,
para que coja todos los sabores del vodka, del tomate que se ha asado.
-Y limpieza sobre todo.
-No, no, son muy buenos los tres.
-¿Pero de verdad que os van a eliminar a uno de los tres?
Al que lo eliminen lo cojo en mi cocina y le enseño yo...
-Que lo cojo yo, de verdad, Jordi.
-Hombre, si esta noche yo me voy con Martín a su casa,
pues el hombre más feliz del mundo.
-Vamos a quitar las espinas
que tiene en el centro el lomo del salmonete.
Le vamos a hacer un leve masaje con un dedo, fijaos,
desde el culo hasta el cuello.
Metes el dedo de la cola hacia arriba
y vas a tener todas las escamas ayudadas
para que luego se ericen y se conviertan en cristales.
-Masaje, masaje.
-Vais muy bien, venga.
-El paso más complicado para mí era pelar el salmonete
y después el masaje ese famoso de Martín Berasategui.
El masaje ha sido mortal.
-Cuando quieras.
-Sabes que cuando quieras.
-Lo que más me impacta de Martín Berasategui es la cercanía,
la humildad que tiene el tío, mira, si no es nada,
es que descubrí esto y está muy bueno. Eso es una obra de arte, tío.
-Las rocas las tenéis que sacar de la bandeja
y poner a una bandeja que esté fría.
-Como quema, Dios.
-Os veo valientes, Lidia, os veo valientes, así quiero.
-Eso sí, valientes siempre. -Vais muy bien, hombre.
-Con Martín Berasategui, superbien, nos ha tranquilizado
durante el cocinado diciendo que íbamos muy bien,
te da confianza, a mí me ha ayudado personalmente
a sacar el plato, ¿sabes?
-A ver, tenemos ya todo, ¿vale? Vamos a ir colocando...
-¿Vamos a hacer qué ha dicho? -El plato.
-¿Ese plato dónde se coge?
-Vamos a echar un poco del jugo de berros acidulado.
Y vamos a hacer varias motas.
-Vamos a poner unas rocas de remolacha.
Le vamos a poner el hinojo que teníamos ya escurriendo,
unas hojas de brotes de acelga,
vamos a echar la salsa de tomate y vodka.
A ver, ¿tenéis el aceite preparado?
Voy ya con el aceite, humeante como estáis viendo,
lo voy a echar encima de los salmonetes.
Escuchad bien y fijaos en el ruido que hacen. ¿Veis cómo se erizan?
-Mira...
-Le echo un poquito de sal y al plato.
-Yo he acabado ya.
-¿Cómo no voy a ir? Encantado, señor Pepe.
-Es que tengo las acelgas ahí. -Da igual.
-Pienso que el mejor de hoy ha sido Antonio
y entonces la cosa estará entre Mila y yo,
aunque pienso que Mila lo ha hecho peor.
-Pues diciéndote la verdad, me han parecido tres titanes
y creo que merecéis ganar los tres.
Como se tiene que eliminar a uno me va a dar una pena terrible,
pero os abro las puertas de mi casa
para que veáis todo lo que Martín Berasategui hace
en su banco de pruebas creativo y, por supuesto, en su cocina.
-Yo creo que el ofrecimiento de Martín Berasategui es supergeneroso,
y si soy yo, aunque fuera un mesecito, bendito sea Dios
que me iba pero mañana mismo con él.
-Antoñito...
-Bien, un poquito nervioso por el tema de las cantidades y todo eso,
sobre todo también el tema de las texturas,
porque son de Martín, que no son de cualquiera, y nada,
un poco agobiado, pero bueno, lo que no me iba enterando
o se me ha olvidado iba un poquito a ojo.
Sí, ya, es verdad.
-Hombre, estoy contento, claro, estoy contento
porque no esperaba sacar este resultado.
El salmonete ahí, todas estas cosas aquí puestas, me ha gustado mucho.
-Claro, es verdad.
-Buenísimo, Antonio, buenísimo. -¿Sí?
-Sí, hombre. -Muchas gracias.
-Buenísimo, no, lo siguiente, que sí.
-Estoy superemocionado de que Martín Berasategui,
siete Estrellas Michelín en España,
ha dicho que mi plato estaba bueno. Está bueno.
-Es que Martín apoyaba mucho e iba más tranquilo.
Ustedes a lo mejor llegáis y vais a saco.
-No, no, no.
-Que no, pero yo que sé, que él me ha dado una tranquilidad
que a lo mejor tú no me la has dado.
-Tú no te asustes, y siempre mirando con la sonrisa de par en par, ¿vale?
-Vale, perfecto.
-Venga, Antonio, campeón, choca esos cinco, venga.
-"Masterchef" es mi viagra de la seguridad.
Parece que centrando un poquito la cabeza,
la centras en tu plato y el plato va, va, va, y sale.
-No, más bonita, más bonita.
Nuestro primer single no va a ser "Garrote", ese será el segundo,
el primero ya lo tenemos hecho, y el primero es el de "Los 15".
-Animo, Lidia, venga, la sonrisa esa, venga.
-Seguir el ritmo, las cantidades,
yo creo que ha sido de las pruebas más difíciles
que he hecho hasta ahora.
-Y eso que frenaba yo, que frenaba.
-No, las rocas necesitan más horno para secarse más
y la presentación no me gusta.
-Me parece impresionante que además de haber hecho
el trabajazo que habéis hecho todavía no estáis contentos.
Sois de raza inconformista.
-Mis lágrimas eran de frustración, impotencia y rabia por decir,
cómo no he sido la mejor si estoy en mi mejor momento,
cómo la voy a cargar ahora.
-Lidia, ánimo, todo es mejorable,
yo tengo que mejorar todos los días del año,
y es de la única manera que consigo hacer las cosas que hago.
Antes muerto que soltar la muleta, hazme caso, adelante siempre.
No te lleves mal rato, dame la mano, venga.
-Qué lindo es, ¿me lo puedo llegar a mi casa?
-Qué rico es, me lo llevo de peluche.
-Martín, bueno, para comérselo enterito, de arriba a abajo,
para llevárselo uno a casa. Qué hombre, de verdad, me encanta.
-Lidia, garrote, garrote.
-Me ha salido bonito para lo que yo presento...
Me he perdido un poco y ya luego me he ido cogiendo conforme he podido.
-Mila, eso va en tu fuerza, hombre.
El corazón y la actitud que has puesto cocinando es impresionante.
Como os vea tristes a los tres os cojo, os venís a Lasarte conmigo...
-Me quedo para irme con Pepe.
-Entiendo perfectamente la dificultad que tiene
que yo venga aquí, os haga un plato, es superdifícil,
y para mí habéis cocinado muy bien los tres,
estaría muy orgulloso,
pero tremendamente sonriente después del concurso
que habéis hecho los tres.
-Eh, que yo he sido boxeador.
-Para mí ha sido un privilegio estar delante de Martín Berasategui,
cocinar con él al unísono,
pero te garantizo que hubiera dado cualquier cosa
por estar arriba viendo los toros desde la barrera.
-¿La espina?
-Vamos a ver, cuando iba a añadir para desgrasar la bandeja
yo la botella la había tirado,
y entonces he añadido dos cucharadas de vinagre.
He salido del paso con lo mejor que se me había ocurrido.
-El caos me puede.
Estoy muy habituada a que todo esté en su sitio.
Yo no tiendo una pinza en la ropa si no son todas del mismo color,
y cambio para otro color. Soy una mosca cojonera.
-No, no, no, eso sí que no.
He tenido todos los defectos, pero el garrote, llevaba dos,
eso sí que no.
-Sí, señor.
-Ánimo, Mila, dame la mano y no te caigas.
Lo has hecho muy bien, Venga, garrote.
-Gracias, Martín. Yo he hecho todo lo que ha estado en mi mano.
Si no he llegado, no he llegado.
-Al revés, para mí un día imborrable de lo bien que me lo he pasado
viendo a estos concursantes.
Aúpa, garrote, sonriente siempre y siempre adelante, ¿vale?
Yo ya sabéis que tendré una esquinita de agenda para vosotros.
(Aplausos)
-Estoy supercontenta de haber conocido a Martín Berasategui.
Tener la oportunidad que me ha dado "Masterchef"
de conocer a gente tan maravillosa, con tantas estrellas,
gente tan currante como Martín,
experiencias únicas que solo puedo vivir aquí.
(Aplausos)
-Suerte. -Gracias, cariño.
-A partir de ahora podéis conocerme como Martín Antonio.
Garrote, garrote y garrote.
-Pues porque tengo muchísimo coraje, muchísimas ganas de continuar.
Mi actitud creo que siempre ha sido siempre mirar hacia delante
y porque me queda todavía mucho por demostrar.
-Por muchos motivos.
Primero que mi trayectoria en el programa ha sido ascendente.
Sin ir más lejos en la última prueba
estuve a punto de llevarme el delantal dorado,
en la última eliminación hice el mejor plató de "Masterchef 3",
en la anterior me dijisteis que había sido mi mejor plato.
Creo que no ha llegado mi momento.
Por otro lado porque Mila ha tenido una segunda oportunidad
que no voy a tener yo si salgo hoy.
-Lidia tenía muchísima razón.
Nosotros no vamos a tener una segunda oportunidad como Mila,
y aparte hoy Mila lo ha hecho fatal.
-A pesar de que llevo ocho pruebas de eliminación
es la primera vez que estoy entre los peores platos de eliminación.
Entonces nunca había pasado por ese mal trago
de quedarte con la duda de si eres tú o es el que está al lado.
-Me despido del jurado.
-Lo intento.
-Gracias por todo.
(Aplausos)
-Me voy con la sensación de no haber podido demostrar a los jueces
todo lo que sé y todo lo que llevo dentro.
-Lo que estoy convencida es que he dado
todo lo que puedo dar de mí.
Si no he llegado es porque no podido.
Yo venía con mucha fuerza y con muchas ganas,
y ahora parece que me vaya un poco derrotada,
pero no me voy a derrotar.
Mila va a seguir, guerrera como es, garrote.
-Bueno, pues que estaba nerviosa por continuar los pasos.
Me he sentido a lo mejor un poco más retraída de lo habitual,
pero intentaba seguirlos.
-Mila no ha aprovechado
la oportunidad que le han dado de volver,
sigue teniendo los mismos errores en el hecho de no escuchar
y no atender cuando se le explica algo.
He tenido una oportunidad. Estoy agradecida y satisfecha.
He hecho todo lo que está de mí.
-Pues ya me quedan pocos años.
-Después de esta aventura me quiero embarcar
en una travesía larga que sea Mila Cool,
que se dedique al catering.
-Pues yo tengo a mi chiqui, Andreíta, que es una crack.
-¡Mila, gracias por confiar en mí, gracias!
-Tengo a mi Kevin,
y está el Carlitos y el Antonio pegándole también, o sea que...
-No, vamos a ver, es que Sally estaba.
A Lidia la cuento, pero vamos, yo para que llegue a la final,
no, de verdad, lo siento en el alma.
Hoy en la eliminación éramos dos, Lidia y yo,
y yo estaba rezando para que fuera ella la que se fuese.
Ella me imagino que estaría igual.
-Yo creía que me lo llevaba otra vez.
-Todavía no, espera que llegue.
-Bueno, pues sí, yo creo que lo vas a conseguir.
-... Es la "refinitiva". Chicos, la "refinitiva".
-Venga, Mila, vamos.
(Aplausos)
-Para mí "Masterchef" ha supuesto un sueño cumplido y un renacer.
He tenido el honor y el privilegio de conocer a muchísimos chefs,
a unos compañeros que, de verdad, me los llevo dentro del corazón,
a todos, sin excepción.
-¿Sabéis esto cómo va? -Esto es oro.
-Esto no lo he hecho en mi vida.
-Está muy sabroso.
-¡Lo he hecho todo, Dios!
-Una textura muy desagradable, como mocosa.
-Una prueba de estas es bastante difícil,
¿qué haríamos nosotros si nos vemos en esa situación?
MasterChef 3 - Programa 11 - 16/06/2015
El administrador de la página ha decidido no mostrar los comentarios de este contenido en cumplimiento de las Normas de participación