Martes a las 22.00 horas
-¡Yo soy tu padre!
-Gracias, chef.
-¿Y el caldo? ¡Echad el fumet!
-Huy, qué marrón. -¡Tú has echado los calamares!
-El rojo es más sabroso, en cambio,
el azul está muy líquido.
(GRITAN DE ALEGRÍA)
-He traído unas patatas a la riojana.
-Voy a machacar el bol.
-Me encanta Mario.
-Vale.
(LLORIQUEO)
(MURMURAN)
había unos hierros y me caí sobre los hierros de cabeza.
-Porque eso era el rato libre.
(TODOS ASOMBRADOS) ¡Ah...! -Cupcakes.
-¡Oh...! -No, no, me muero, no.
(RÍEN) -Ah...
-Qué chulas, ¿no?
-Pues es una magdalena, pero más cara.
(RÍEN) -Eso es lo que dice mi padre.
-Pues sí, me da un poquito de hambre.
-Son de plastilina.
-¡Hala, qué fuerte!
(RÍEN) -A mí me encanta la plastilina
y he hecho una jungla, un señor durmiendo
y... ¡Ah! Y una casa de unos animales.
-¡Oh, Dios!
(HABLAN ASOMBRADOS) -¡Pepe!
(HABLAN TODOS A LA VEZ) -¡Hala, chocolate!
-¡Chocolate! -Me lo voy a comer.
-Cuando yo he visto el escaparate, me ha parecido impresionante
porque Pepe de chocolate...
Ha sido muy guay. -¡Yo quiero comerme a Pepe!
-¡Hala! (GRITAN)
-Yo, cuando vi el bote de plastilina, pensaba que era Pepe,
pero digo: "¿Cómo va a ser Pepe?
No puede quitarse eso ahí en medio".
(TODOS) ¡Yo!
(GRITAN)
-Me he comido un trozo de su cara y de su cuello y estaba buenísimo.
-Ah, no se quitan las manos. -Venga, su pierna.
-¡Bien! -Qué bueno el chocolate blanco,
¿quién lo ha hecho? -¿Quieres?
-He hecho: "¡Ah...!". (RÍE)
Le he comido todo el ojo.
(GRITAN DE ALEGRÍA)
(APLAUDEN)
(RÍEN) -¡Estás muy bueno!
-Marco se ha quedado la pierna.
(RÍEN)
-Eres más dulce de lo que creía.
-Sobre todo tu cara.
La cabeza era lo más rico, como en las gambas.
como era para los niños, pues chocolate blanco
con distintos sabores y colores, ¿no?
-No creía que fuera de verdad, creía que era de mentira.
Las chocolatinas sí, no la tarta.
(TODOS ASOMBRADOS) ¡Ah...! -¡Ostras, Pepe!
-¡Oh!
-Tengo a Pepe en un pincho. -Es un Pepito.
(RÍEN) -Cómo mola, me voy a comer a Pepe
y ya será un juez menos.
-¿Por qué tendré yo tan mala suerte?
-Cuando he levantado la caja y he visto que era
para hacer un pastel, me alegré mucho
porque practico mucho con mi madre la repostería.
(GRITAN)
(GRITAN DE ALEGRÍA)
(OVACIÓN Y APLAUSOS)
-Aimar está supercambiado de este año con el año pasado.
Y a Vicky me la imaginaba un poco más alta, es bastante bajita.
-Secreto. (RÍEN)
-Sí.
-Pues va sobre cocina y la alimentación sana
y equilibrada.
-No, yo tengo pinche. -¡Hala!
(RÍE) -No veas cómo sabe.
Y tú y todo. Bueno, que yo es fácil, que tú.
(RÍEN)
-Bueno, ojalá pudiera decir lo mismo.
(RÍE) Que va, no es verdad.
Sí, sí, yo también.
(RÍE) Estoy que me caigo. Muy nerviosa, sí.
-Bien.
-No me preocupa, porque a ellos
no les van a dar puntos ni mucho menos.
-Que pongan cariño, pasión y que dejen los nervios fuera.
(TODOS) ¡Sí, chef!
-¡Cuidado! Tranquilitos todos, ¿eh?
-Solamente hay estos cuatro, ¿no? -Y rojo.
-Toma. -Gracias, Vicky.
-¿Te mola este?
-Sí, perfecto. Amarillo.
-Ay...
Ponlo aquí.
-Yo odiaba estos, tío.
-Toma, Ana.
-Cuidado. -Uno, uno, Martina, rápido.
-Eh, ¿qué quiere? -No sé, venga, mójate.
-Cogemos de vainilla.
-No he podido despegar, tío.
No he cogido de nada.
-Vamos a ir apartando cosas.
-Siempre que hago postres, los hago con mi padre,
y tenemos el horno medio estropeado y no salen bien,
entonces yo hoy intentaré que me salga un poco bien,
entonces por eso estoy tan deseosa.
-Primero, pasándolo bien.
-A partir de cuatro ingredientes:
Huevos, azúcar, harina, chocolate.
Batimos huevos y azúcar a media marcha.
-Sí, la tecnología, aunque sea la doméstica,
es importante para la pastelería y para la cocina,
para tener cuatro aparatos buenos en casa,
el resultado será distinto, ¿eh?
-¿Cómo se levanta? -Le das aquí, ¿vale?
-Gracias, Aimar.
-No se me da muy bien que digamos porque
yo soy más de... de esto...
De salados.
-La prueba de hoy me encanta porque trata de la repostería
y a mí la repostería me chifla.
-Una vez tenemos el batido bien denso, bien esponjoso,
fundimos el chocolate, baño María, microondas,
40 grados, 45, que esté calentito.
-Perdón, ¿cuál es el mío? -Teresa, soy yo.
-Perdón, no, he llegado yo. ¿Cómo se abre?
-Espera, no lo toques. -Si no sabes cómo va, espérate.
-Hay gente que lo está calentando...
¡Que no! -¡Tío! ¡Que te esperes, niña!
-No quiero hablar mal de mis compañeros
porque me caen muy bien pero, la verdad, se cuelan mucho.
-Oye, ¿para qué movéis eso? ¿Para qué me lo movéis?
-Es que hay gente... -¡Oye, mira, Teresa!
Muy bien, no, no lo sabía... A ver...
-¿Qué hacéis? Podemos mantener la calma,
que no pasa nada.
-Mucho antes que en el microondas.
-Mira, ya está casi.
-Voy yo. -No, perdona, va él.
-Va Claudia, va Claudia.
-Oye, oye, Guille, que yo iba ahí.
-Otro más. -Te aguantas.
Oye, ¿pero qué hacemos?
¿Cómo va esto?
-Me he colado con mi compañera porque tengo mucha prisa y,
entonces, no me da tiempo de... Pero yo iba antes.
-¿Has visto la jeta que tiene Guille?
-¿Qué? -Lo iba a poner, me he apartado
y lo ha puesto él. -Yo no he pensado
que se haya mosqueado, yo no he pensado nada.
-Ve echándolo poco a poco, poco a poco, ¿vale?
-Espera. -Vamos a dejar que se temple.
-Sí, vaya a ser que nos estropee la mezcla.
-Yo os dejo a solas.
-Teníais un rollito bonito. -Sí.
-¿Y qué pasó? -Pero, bueno...
Me lo llevo en el bolsillo.
-Bueno, más o menos.
(RÍE) -Que la tenga al lado.
-Bueno, ya veremos cómo sale, total, no voy a ganar dos veces,
ni me van a echar, porque ya... -Ya no me echan.
-Es que no puedo con esta cosa aquí.
Rocío, ¿le echaste el chocolate? -Sí, sí.
Se le añade el chocolate que ya hemos fundido
y la harina poquito a poco tamizada.
Y, después, pues ingresamos un molde y lo metemos.
-¿Te va bien, Aimar? -Sí, va bien,
va cogiendo textura.
-Un poquito más...
-¿Cómo vas, Rocío?
¿Ya lo tienes en el horno? -Voy bien.
-Ah...
-Cuidado, no te manches.
-La verdad es que hago mucha repostería con mi madre
y mi abuela también hace una repostería muy buena.
Hace de su pueblo muchas cosas
como los congretes o los mantecados.
Y, bueno, me gusta mucho ayudarles a las dos.
-¿Qué pasa? ¿Qué te pasa? ¿Te has quemado?
-No he puesto la harina a la tarta.
-¿No le has puesto la harina a la tarta?
-Ya a hacer otra, corre. -¡Corre, haz otra!
-Se me ha olvidado poner la harina a la tarta.
-No te va a dar tiempo... -Sí me va a dar tiempo.
Anda, no me animes, ¿eh?
-¡Toma, toma harina! -Que no, tengo todo, tengo todo.
Tengo todo, tengo todo. -Esto no te va a dar para todo.
-Sí me va a dar. -No.
-Cuando he visto que la tarta no tenía harina
y tenía que repetirlo, me he sentido muy agobiado
y he empezado a sudar y a sudar.
-¿Qué tal, Rocío? ¿Bien? -Fatal.
-¿Por qué? -Mira cómo se me ha quedado.
-Tío, yo tengo que hacer otro.
-Oh...
-Manu, porfa, ábremelo, corre, corre, que me quemo.
-No, me pasé.
-Pues pienso hacer la cobertura de chocolate negro
con una... medio... Mermelada de naranja
y, luego, decorarlo con los lápices de colores,
así como de figuras.
-Manu, ¿estás batiendo tu tarta?
-Sí, ya he... Ah, he de esperar
a que se me haga el chocolate. -¿Cuánto tiempo?
-Cuatro minutos, porque si no, no se hace.
-¡No, no, cuatro no!
-No sé cómo, se me ha quemado el chocolate en el microondas.
-Me falta el bizcocho entero,
tengo solo... Solamente tengo esto aquí y nada más.
Los huevos batidos ahí, el chocolate que no se hace.
Yo espero que sí que tenga tiempo para hacer el bizcocho,
porque tarda 20 minutos ahí. Me está saliendo todo al revés.
-Es una tarta de chocolate
rellena de mermelada y nada montada
con una cobertura de chocolate verde
y un poco de fondant.
-Pues con colorantes alimenticios y a partir del chocolate blanco.
-¿El chocolate?
¡Ah...! ¡No he cogido el chocolate!
Teresa, ¿te ha sobrado chocolate?
-Eh, sí, me ha sobrado, pero no te lo dejo.
Lluc, tío, tienes que coger tus ingredientes.
-Sí, ay, si he cogido este. -He elegido el chocolate
con leche rojo y lo voy a decorar
con crema de vainilla
y unos ratoncitos rosas y corazones y estrellas.
Lo he elegido porque me parece muy divertido y, además, es fácil
y, entonces, me aseguro de que me salga bueno.
decidido repetir. -¡No piques, no piques, no piques!
pero me ha quedado muy líquida. -Sí, ojo te has equivocado
de porcentaje, ¿eh? Tiene que estar denso como lava.
-¿Lo repito? -Sí, te va a quedar muy líquido.
-Para hacer la cobertura, he derretido chocolate
y he puesto a calentar nata con... nata con leche.
Una vez que se ha calentado, he hidratado hojas de gelatina
y se las he añadido a la nata, lo he removido hasta
que se ha disuelto. Y, una vez disuelto,
lo he mezclado con el chocolate fundido.
-Ya está la tarta.
-Uf...
-Huy, qué bueno me ha salido.
-Creo que la mayoría pues, posiblemente, han subido poco,
a la hora de mezclar creo que han mezclado
demasiado enérgicamente, deprisa, se ha bajado el bizcocho.
Cuando mezclamos cualquier elemento a huevos y azúcar,
o lo haces con cariño y delicadeza o, si no, te queda líquido.
-Que se me está rompiendo.
(TARAREA)
-Eh... -Bueno, da un poco igual.
-Ay, la corto por la mitad y la relleno.
Así y así. Yo he decidido cortarla
por la mitad porque me ha parecido estupendo;
o sea, ya lo pongo y ya, cuando lo emplate,
va a salir triangular, va a salir como yo quiero.
¿Ves?
-Eh... Poco a poco... -¿El truco?
-Muchas gracias.
-Anda, jo, qué chulos los pimientos, ¿no?
-Sí. -Te salen superguachis.
-Puf, bueno, me ha salido.
Qué bien.
-Se supone que debía ser un campo de fútbol.
Se te ha ido.
-Sí, la puedes volver a bañar.
(GRITO) -¿Qué ha pasado?
-Que se me ha roto la tarta.
(LLORA)
-No pasa nada. -Pero que se me acaba
de romper la tarta, ya la tenía hecha.
(LLORA)
-Con un molde, córtala con un molde.
Y espera a que se enfríe.
Mira, haz una cosa, pon el molde
y metes esto tal cual al frigorífico,
antes de tocarlo ni nada.
-Venga, va, Teresa.
-Esto al frigo a que se enfríe,
que se quedará con la forma.
-Aimar está ahí a tope,
que sabe un montón, que casi no hay
que decirle las cosas. La prueba es muy chula,
muy divertida... -Y un poco difícil pero
al final te lo pasas bien. -¿A que lo sacaremos?
-Sí.
-Ah, me quemé, me quemé, me quemé. Se me ha roto por arriba.
-Da igual, toca abajo, toca abajo.
-Ahora mismo estoy haciendo una calavera para decorar mi tarta
porque es una tarta estilo rockero.
-¿Lo ponemos aquí? -Sí, en un montículo se pone
y aquí ponemos al Pepe como en una ría,
como si fuese una ría de chocolate amarillo.
Bastante bien. -¿Sí? ¿Estás contento con tu tarta?
-Sí. -¿Y el corte ese cómo es?
Me presentas una tarta con el corte.
-Solo para que se viesen las capas de la...
para ver las texturas de la tarta.
-Si se ve así. solo el chocolate,
queda un poco feo.
-Lo pondré de rockero.
-Vale.
-Muchas gracias.
-¡Ah! ¡Bien!
-Los puntos de esta prueba me vendrían bien,
pero no capitana, como tercera, no quiero ser capitana.
-Lo conseguiste.
-Venga... ¡Perfecto!
-Necesita un montón de perlas. Ya está bien, ya.
y plateadas y le voy a poner unas grosellas por el lado.
de color rojo y azul,
del Barça, porque que sé...
-Es muy culé Pepe.
-Es un Pepe un poco raro.
-¡Maldito Pepe!
Que le pintaba ahora mismo ahí la bandera del Barça.
-¿Le ponemos un collar de perlas? -Pues sí, le irá bien, ¿eh?
-El Pepe, que lo voy a decorar como si fuese un pirata,
con la bandera pirata y le voy a poner un parche.
-Muy bien, acabaste, es bonita.
-Gracias, Ana.
-Me están poniendo nerviosa.
Venga, Teresa, tranquila, límpiate las manos.
-¿Más tranquila? ¿Vas bien? -Sí, voy mejor, gracias.
-¿Me la podéis cerrar,
porfi, la nevera? -Sí.
-Ay, menos mal.
-Bueno, bueno... Bueno, Pepe, aquí te ponen de azul.
-Suerte que no he hecho los pantalones rojos, ¿eh?
No los quiero hacer rojos.
-Porque es el Barça, por si acaso. -Está a tiempo.
-Si quieres aquí hay, ¿eh?
-Ahora voy a poner esta aquí en el centro
para pinchar al Pepe.
-Va, está roto esto.
Ay, ¿me ayudas?
Que se me derrite,
es que se me derrite.
-Luego se me cayó la otra pierna, luego se me cayó la cabeza
y ahora solo queda esto.
Oh...
(LLORA) -No lloréis, hombre,
¿pero qué hacéis?
(GRITA)
-Ah, que no me sale.
¡Voy a lavarme las manos!
Es que van a empezar el "tres, dos, uno" ya.
-¡Teresa!
(LLORA) No pasa nada... -¿Tú has visto mi tarta?
(LLORA) La tuya al menos está acabada.
Lloré porque no me dio tiempo a terminar la tarta,
además, yo en esta prueba quería ser capitana
y me he esforzado mucho.
(CANTURREA)
(CANTURREA)
-Como se me caiga ahora, vamos... (RÍE)
-Como se te caiga el Pepe este...
-Está muy bien, Lluc. -Se me va a caer.
Ay, Dios mío. -Más, un poco más...
Ya está.
(APLAUSOS)
-Dios, mira aquella, está subida una encima de otra, así.
-¿Cómo os ponéis los delantales tan sucios?
-Tú con chaquetilla, tú ya eres un máster.
-Sí, como todos me llaman. (RÍE)
-Masterchef júnior.
-Le he puesto una carita sonriente y unos cuernos porque...
No sé, me apetecía.
-Lo siento, ¿eh?
El aspecto es bueno, ¿eh?
El bizcocho ligeramente esponjoso,
húmedo;
en boca está muy bien, la verdad.
-Te felicito.
-No sé, pero le he puesto Tarta de Moco.
(RISAS)
-Es chocolate verde.
-Bien la presentación, has querido presentarla cortada.
-Como estaba pegada la masa, la he cortado por la mitad
y así queda mejor. -Bueno, has salido del paso.
Y a ti te han puesto guapo,
este traje. -Es un traje de torero.
-A ver...
-Lo he hecho cremoso, ¿eh?
-Eh...
(RISAS)
(RÍEN Y MURMURAN)
-No...
-Está rico, un poco denso sí.
-Tarta de chocolate con fruta.
-Pepe de caída ¿no? -Está durmiendo.
-¿Está durmiendo?
(RESOPLA)
-No... No tiene nombre.
-Pues porque se me ha roto la parte.
-Peor ha tenido la idea...
-Bueno, me ha ayudado Marta.
(MURMULLO)
-No, el pastel está bien.
-Vale.
-Yo le llamo Tarta Hollywood, por Pepe.
(RISAS) y te has dedicado a ser actor.
-Sí, sí.
-¡Ole, Pepe! -¿Cómo eres tan bruto?
-¡Jesús! -¡Cómo zampas!
-Engulle.
-¡Gracias!
-Muchas gracias.
-Dinos qué has hecho aquí.
-La Tarta de Pepe Futbolista.
-Está guapo Pepe.
-Es comérselo, ¿no? (RÍE)
pobrecito.
-De aspecto es bonita, es uniforme,
se ve esponjoso el bizcocho.
-Van a ser capitán Marta y Víctor.
de la matanza de Texas.
-¿Matanza de Texas? -Entonces, a Pepe le han disparado,
se ha caído al suelo,
le he intentado ayudar, no pude, y aquí está toda su sangre.
(RISAS) -Tiene imaginación, ¿eh?
-Bueno, el corte, al menos, está...
-Está recto, está a nivel.
Está dulce. Y el bizcocho sí que
está un pelín esponjoso.
-Necesita más esponjosidad, pero no está mal.
-Gracias.
(APLAUSOS) -¡Bien hecho!
La historia que ha contado ha sido muy graciosa,
y ha puesto un justificante y no ha dicho:
"Es una tarta asquerosa", no.
-El conjunto de la tarta está muy bien, está muy delicada.
-Se me da muy mal la repostería.
-El último bizcocho que hice se quemó y se me hundió.
-¿Ves? Aquí se ve el bizcocho muy esponjoso, no pesa nada.
Es una tarta muy... Muy equilibrada,
se nota la combinación de este cacao con la naranja,
es perfecta.
-Gracias.
-Un hombre que no se sabe vestir.
-Está ahí deformado, porque lo borré,
volví a pintarlo, lo borré y volví a pintar unas cuantas veces.
Igual le falta algo de relleno.
-Ah... -No hubiera ido mal.
porque más roja no puede ser la tarta.
La mermelada es de frambuesa y rosa, lo que lo cubre, rojo,
las grosellas, rojas.
¿Ves? El bizcocho, rojo.
(RISAS)
-Manuel... -Felicidades.
-¡Qué guay, Manuel!
-Eh, Tarta Segunda,
porque ha sido la segunda vez que la he hecho,
la primera me salió mal.
-A Pepe, que se me ha ido derritiendo.
-La proporción de bizcocho y relleno es correcta,
el corte es central.
-Has bañado líquido, ¿has bañado un poco caliente
o líquido, estaba el baño? -Estaba caliente y líquido.
¿Estás contenta con tu tarta? -Sí, no sé si Pepe lo estará tanto.
-Como yo sé que tú eres del Barça.
(RÍE)
-¡Ole! -¿Querías que le pusiese merengue?
está proporcionada. -Ah...
(APLAUSOS)
-La tarta se llama Rock and Roll
porque me gusta mucho el grupo AC/DC.
-Y Pepe está muy bien pintado también.
-Como en el rock te puedes vestir como quieras y nadie te juzga.
(RISAS)
(RISAS)
-Es bajito, ¿eh?
-Pero tiene un toque original:
Menta.
Felicidades. -Gracias.
(APLAUDEN)
-Muy bien, Claudia.
-La Tarta Pato porque es amarilla.
-Pues que tú estabas cocinando ahí y, de repente,
te has quedado de piedra.
(VICKY RÍE) -Y has dejado ahí
los pimientos haciéndose.
(RISAS)
-Qué bueno.
-La de Aimar y Vicky me ha parecido superguay.
Era mejor que la mía mil veces. Y que la de todos.
-¿No habéis leído qué pone aquí?
(RISAS) La has roto.
(APLAUSOS) -Gracias.
-Enhorabuena.
(APLAUSOS)
-¿Todavía puedes conmigo? -Adiós.
(TODOS) ¡Adiós!
-Aimar fue mi concursante favorita en la edición pasada,
porque me parecía muy gracioso.
(APLAUSOS)
-No quiero ser capitana. No quiero ser capitana.
No quiero ser capitana.
(APLAUSOS)
(APLAUSOS)
(APLAUSOS)
-Me hubiese encantado ser capitana,
pero cuatro puntos me parece
que está muy bien. Y ahora, a celebrarlo.
(APLAUSOS)
-Me he llevado seis puntos, pero tampoco estoy contenta,
porque no quiero ser capitana.
(APLAUSOS)
-¡Mira!
-Hay un millón de formas y de colores.
Esto parece el paraíso.
-No sabía cómo se llamaban algunas plantas,
eran muy raras, de colores, tamaños.
-Yo en el Jardín Botánico estoy encantada.
Me gusta mucho las flores,
pero también me gustan las plantas carnívoras.
-¡Mira! Mira Pepe, Jordi y Samantha.
¡Hola!
-Qué copiota.
-Sí.
(RÍEN)
-Azul.
en mi equipo, igual me ayuda a organizar las tareas
y distribuirlo todo mejor.
(APLAUSOS)
un capitán organizado. Voy a intentar pasarlo
lo mejor, que para eso estamos aquí.
Y que nadie se enfade conmigo.
-¡Azul! ¡Toma! -¡Rojo, rojo!
-¿Son todos chicos?
¿Voy con todos los chicos? -Qué pasote de equipo.
-Martina y son todos chicos.
todas chicas y todos chicos?
Yo prefería estar en el otro equipo mil veces,
porque son chicas y nos entendemos mejor.
-El aperitivo y el segundo.
-Sí. -Me ha parecido que ese era
el mejor menú para mi equipo,
porque a Aina le sale muy bien la escalibada
y Víctor controla los fuegos muy bien.
Ha tocado el que a mí más me gustaba y el que a mi equipo
le gustaba, así que perfecto.
Era el más fácil para mi gusto.
-¡Jope!
-¿No serán Maribel y Churra?
Y algunos ex aspirantes de "Masterchef".
-A ver... Rocío.
(NIÑOS) ¡Sí, chef!
-Huélela bien. Huele a infusión.
-Venga, di una al azar. -Tomillo.
-¡Hala, venga! -Pero es muy difícil.
Eso no vale.
-Menta. -Huele a menta que lo flipas.
(RÍE) Es menta.
-No huele. -No es zanahoria.
-Puerro.
-He dicho puerro.
-No.
-Zanahoria.
-Muchas gracias.
-El conejo. Aina, tú, te pones a hacer...
-Lo primero que tenemos que hacer, es la escalibada.
-Eso. En cuanto empecemos, te pones a hacer la escalibada.
-Vale. -Se van a encargar del conejo
Claudia, Ana y Víctor.
-Vale. -Vosotros dos os encargáis
de la escalibada con Teresa. Poneos con Teresa
para hablar de ello. -No viene ajos.
-Yo me he sentido que no me han querido
y, además, no me han hecho caso. Y no me ha gustado
que el equipo me aislara.
-¿A quién se le da bien hacer la sopa?
-A mí limpiar el pescado. -Lubina te voy a poner a ti.
Voy a poner la M de Manuel. -Puedo ayudar.
-Vale. Pues tú también, Lluc.
Y de las verduras se van a encargar Guille,
que tú no tienes nada que hacer. Cortar y pelar.
-Le he dicho a Marcos que se me da bien
el arroz con leche. Dice: "Vale. Confío en ti".
-¡Equipo rojo! -A cocinar, chicos. Venga.
-Os cojo otra.
-No veo.
-Teresa, no las partas. Coge pequeñitas.
-¡Que he cogido pequeñitas! -No grites.
-Es enorme, tío. Lo hacemos como podamos, ¿vale?
Hay que intentar cortarle la cabeza. A ver.
-Ha hecho caca. -¡Ay, qué asco!
-Marcos, ve cortando las verduras.
-Vale. Verduras.
-¡Viene Pepe! Una cosa, Pepe.
Nos tienes que ayudar con el bogavante.
-No. La cabeza para hacer el caldo.
-Para poner unos trocitos.
-Vale. Perfecto. Ya hemos terminado.
-No.
-¡Ah, vale!
-Oye, como no estás en esa tabla... -No. La estoy usando.
-No. Es esa tabla. ¿Me la puedes cambiar?
-No. -Eres más desagradable...
Te podrías cambiar. Es que, tía, si yo...
-Acabamos mal, ¿vale? Ponte tú en esta.
-¡Es que no tengo que ponerme yo en esa!
-Teresa, no grites. No grites.
(HABLAN A LA VEZ) -Teresa, ven.
Teresa, ponte aquí. -Ah, vale. Gracias.
Es que no puedo ahí trabajar.
-¡Tío, se te está quemando! -¡Se te está quemando!
-Huele que te mueres.
-Por favor, dejadme. -Se está quemando.
-Te lo he apagado, porque se está quemando.
-Que no se está quemando.
-Que sí.
-Pepe.
-El responsable de los mejillones era Guillermo
y la ha liado parda.
-Las has metido todas.
-A Aina lo de la escalibada hay que hacerle mucho caso,
porque es catalana y la hace muy bien.
-Hay que coger otra berenjena. -La tengo yo, Teresa.
-Teresa, céntrate.
¿Ves que todo el mundo está cortando?
Puedes ayudar a Víctor, ¿vale? -Vale.
-Vale. Bien. -Habérmelo dicho.
Si tú no me dices lo que tengo que hacer...
Yo me estaba acercando y Marta me estaba echando.
Me ha dicho: "Escalibada". Y luego, ha cambiado.
Y no le está haciendo ni caso a lo que le decía.
-Mira, en esta... -Ábreme la puerta
del horno. Teresa, ábremela.
-A ver, pero... -¡Teresa, ven a ayudarme a mí! Ven.
-Venga, Teresa. Coge ahí una patata,
la pelas y la cortas.
-Marta no me gusta. -¿Qué?
-Que Marta me está tratando como una tonta.
-Teresa, no empieces. -¡No, Teresa!
Para empezar, te está mandando a pelar patatas.
No tiene nada de malo. -No es eso.
-Tú eres la que tiene problemas con todo.
Te intento ayudar y ya tienes problemas conmigo.
-No me estás intentando ayudar.
Me estás intentando jorobar. -Cállate.
-¡No me quiero callar! Pues no me callo.
-Ya empieza a llorar.
-Teresa se pasa un poco. Se hace bastante la víctima.
Y es que no lo entiendo.
-No estoy llorando.
-Lo que tengas que hablar con Marta, lo hablas fuera,
porque ahora tienes que ganar esta prueba.
-Vete tú, anda. Vete tú a ganar esta prueba.
-Te está intentando ayudar. -¡Tú no sabes lo que es...!
-¿Ves? Ya empiezas. -¡Es que mejor que te calles!
¡Si no sabes lo que me pasa,
mejor que te calles! -Otra vez está llorando.
Vas a inundar la cocina. -Ellas creían que yo lloraba
porque me habían mandado pelar patatas. No era eso.
Es que no me hacen ni caso nunca.
-¿Pero tú no tienes nada que hacer? -No.
-Ayúdame con las gambas. -Vale.
-Con el aceite que suelta, voy a sofreír las verduras
y voy a hacer un sofrito.
un poquito de laurel y romero, porque mi abuela se lo echa
y le queda muy bien.
-¡Ostras! Es que no se los ha quitado Guillermo.
Es que Guillermo no les ha quitado los pelos.
¿Por qué no has limpiado
los mejillones? -Sí los he limpiado.
-No les has quitado los pelos. Míralos.
Los siguen teniendo. Míralo.
-Él era el responsable de los mejillones
y los ha metido al cacerola sin pelar ni quitarle los pelos.
-Toma. Aina, toma.
-Perdón. ¿Qué hago? Ya he terminado de pelar patatas.
-Víctor, ¿te puede ayudar Teresa? -Sí. Si no hay problema.
-Teresa ayuda a Víctor. -Teresa no es nada problemática.
Lo que pasa es que la gente, como es pequeña,
no la valoran igual que como si tuviera 12 años.
Vale. Vamos a hacer 70, por si acaso no vaya a ser
que algún trozo se nos pierda o algo. ¿Vale?
-¿Es para llevarlo a algún lado? -Cualquier cosa.
Voy, voy.
Eh, de aquí no sale nada, ¿eh?
-Sí, pero es del Barça.
-Sí.
(AMBAS) ¡Sí!
-¿Quieres echarla tú? -Sí.
-Así, Teresa. Muy bien. Por todo.
porque me espero cualquier cosa.
-Oye, qué largo el camino. Me choco con Marta.
Me choco con Marta y no puedo.
-Es que yo me choco... ¡Ay!
-¡Ay, qué nervios! ¿Quién será?
(AMBAS) ¡Sí!
-¡Ay! -¡Ah!
(LLORA)
-Mi nieta para mí es todo.
Es un tesoro. Una chiquilla que se deja querer
ella sola por sí. Muy cariñosa.
Así. Qué guapa estás.
De mandil y todo. -Qué guapa, cariño.
-Cuando los he visto, he pensado que habían hecho
un viaje muy largo para verme a mí.
Y, entonces, me ha hecho ilusión.
(LLORA)
-¿Pero qué haces aquí, por Dios?
Yo sabía que era alguien de mi familia. Eso lo sabía.
Mi abuela me ha enseñado mucho a cocinar.
Desde que era chiquitita, me decía
que esto se hace así y esto así. Me ha enseñado tela.
-De acuerdo.
-La suerte que hemos tenido y yo Marta de ver
a nuestros abuelos las primeras, ha sido una suerte increíble.
-¿Adónde fuisteis? -A pelar cebollas.
¿Pero cómo no te quemas, Pepe?
Es que no soporto el calor.
-Ve quitando los pelos que no has quitado antes.
Guillermo, ¿sabes abrirlas?
Tenías que haberlo hecho antes.
-Sí.
-Aquí.
-Dale, dale. Venga.
-Olé ahí.
-A que son la Familia Real.
O un presidente o algo de eso.
-Cuando dos o tres años ya se subía en una banqueta
para ver lo que yo hacía.
Y le gustaba meter las manos en la cocina.
-Marcos, quita. -No. Ahora estoy yo con este fuego.
¿Por qué las vuelves a meter? Esto ya está. Guillermo.
-¿Qué? -Ya está. No tienes
que volverlas a meter al fuego.
-Yo creo que a Guillermo le he visto un poco despistado.
Estaba un poco ahí mirando a la luna de Valencia.
Estamos aquí con tantas flores y se queda mirando una así.
-¡Hay que ponerlas al fuego! ¿Pero qué hacéis?
-¡Jolín, Guillermo, que te calles! Vamos a poner el agua.
Y deja de gritar ya. -No eres el capitán, Guillermo.
-Vale. Pero yo no estoy gritando. -Para ya.
-Yo creo que mis compañeros no me han hecho caso.
Han pasado tres porras de mí.
Yo cocino muy bien y me tienen envidia.
Es como: "No, Guillermo no sé qué".
-¿Y las anchoas?
Pero si yo soy de Asturias y no sé más que platos asturianos.
"¿Y no sabes?" Digo: "Yo platos modernos no sé".
y siempre me riñe de algo.
Un día me vio machacando unos ajos.
Yo venía de trabajar, apurada.
Machaqué unos ajos muy a lo bruto.
Y me dijo: "¡Abuela! ¿Cómo maltratas tanto a los ajos?"
-¡Dios, qué rica!
-Ponerle la misma cantidad.
-¡Ana, aquí!
-Solamente ponemos las que tienen anchoas.
-Muy bueno, muy bueno. Muy gustoso.
Te deja un sabor de boca muy bien. ¿Verdad que sí?
-Bueno de verdad. -Muy bueno.
A mí me ha gustado mucho. -Y a mí también.
-El pan estaba en su punto, muy crujiente.
Buenísimo, en serio. Muy bueno.
-Muy rico. Quizás, por decir algo,
un poco de exceso de aceite. Pero nada más.
-Pienso que puede ser de Guillermo.
-No sé. Porque le gusta eso de las pizzas.
Es una pizza lo que hemos comido.
Puede ser de cualquiera, pero me inclino yo
que Guillermo pueda estar detrás de esto. Creo.
-Ayúdame con las gambas. -Vale.
¿Así? -No tiene la menor idea.
-Sí sé. Pero me da asco las tripas.
-Me da igual que te dé asco. Hazlo, tío.
-¿Esto ahora qué hay que hacer? -Echarle sal.
-Esto ahora, que se haga un poco
y ya está. -Remueve.
(HABLAN A LA VEZ) -Tranquilos.
-Yo las gambas. -Tranquilos, por favor.
Tú vas a hacer las gambas, pero primero hay que poner esto.
Vas a coger... No, así no. Con la mano no.
Con esto. Coges tres y las pones
en medio como un triángulo. -Va.
-Vale. ¿Cuántos hay? Para, para.
-Están todos.
-Ya están todos.
-¡Venga, va, chicos!
-¿Qué te parece? -El pescado está un poco crudo.
-A mí me parece que está muy sabrosa.
-La sopa un poquito... un poquito aguada.
-No vamos a ponernos muy de acuerdo,
porque a mí me parece que está sustanciosa.
-A esta le falta sustancia. Está muy líquida.
-Está bueno.
-Está buena. Muy buena, pero no le veo aire de mi nieto.
al picante un poquito.
-Buena. Un poquillo sosa.
Si la ha hecho mi nieto, me mata.
Lleva almendra, perejil, ajo e hígado.
-¿Qué tal está eso? -¡Está buenísimo!
-¡Bien!
Rocío, no llegamos.
-¡A ver, a ver!
-¡Bajad la cazuela! ¡Y no lo digo más!
¡No me hacéis ni caso! -Vale.
-¡Hacedle caso a la capitana!
-¡No me hacéis ni caso! Pero ni caso.
-¿Qué te ha parecido el conejo?
-Pues tiene buen sabor. Está bien.
-Está muy bueno. -La salsa y eso está bastante bien.
-Yo creo que el conejo Claudia. -El conejo tiene zanahoria,
patata. -Igual que el que hacemos
nosotros en mi casa. Está igual. -A estilo caldereta.
Las chicas ya saben limpiar genéticamente.
-¡Eh, eh! Cuidadito con lo que dices.
-Sí, lo ha dicho.
(RISAS)
No quería decir eso. Quería decir
que las chicas saben limpiar mejor que los chicos.
Para mi punto de vista, es así.
-Vale. Luego lo limpiamos. ¿Qué más da?
-¡No!
-Guille, tío, no seas bruto.
¿Pero tú qué haces?
Flipo contigo, Guille, colega.
Mendicuti, toma. Yo me los voy llevando.
-Vale. Perfecto, tío. Déjalos ya.
Llévalo así, por favor. No los lleves tambaleándose.
Esto ya está. Por favor, no los lleves así.
-No nos queda arroz con leche. -La hemos cagado.
-Siete, ocho, nueve, diez, once, doce,
trece, catorce, quince...
Y esto solo lo puede hacer un crack como mi nieto.
-¿Que nos podemos apostar?
-De acuerdo.
(TODOS) ¡Equipo azul! Y un aplauso por Jordi,
que nos ha ayudado.
-Yo no... -¡Los mejillones!
-¡La que has liado, macho! -Oye, no me señales a mí.
-Yo.
-El drama que hemos tenido con los mejillones
lo que nos ha costado pelarlos, que se le olviden ya,
ha sido un fallo, gordo no, lo siguiente.
-Pero así puedo mirar cómo me lo ato.
(CANTAN) #Tengo una vaca lechera.#
#No es una vaca cualquiera.#
#Me da leche merengada.#
#¡Ay, qué vaca tan salada! ¡Tolón, tolón!#
#¡Tolón, tolón!#
(GRITAN)
-Es que el que su abuelo no sea
importante en su vida, es un niño muy raro.
-Hace mucho tiempo que no la veo,
porque estaba mala de la cadera y la han operado.
Cuando la he visto, se me ha llenado
el corazón de alegría y he ido a abrazarla.
-¿Quieres diez eurillos? -No, déjalo. Déjalo.
-Toma, toma. -Que no. No te preocupes.
-Toma, toma. -¡Que no, que no!
Ea, ves, hijo mío.
¿A mis compañeros con 20 euros? No, no, no.
A mí no me gusta el dinero porque surgen muchas peleas.
Tienes una bolsa llena de dinero de billetes de 500
y ya te están buscando los ladrones más peligrosos
de toda España.
Vale.
Yo veo justo que me quitaran un punto
y que se lo dieran a Aina que ha trabajado muy bien.
Sí.
Bien, Manuel.
Bien, Manuel.
Yo creo que Manuel ha trabajado muchísimo,
ha cocinado superbien
y ha sido como si fuese dos personas.
¡Jo! -No veas.
(VITOREAN)
Estoy superfeliz, ya hemos ganado.
Pero no me gusta chulearme porque es restregárselo
y eso les tendría que molestar muchísimo.
Entonces intento pues ayudarles,
pues darle ánimos.
¿Qué te pasa? -No llores.
Pero ganaste la otra vez y ha dicho por una pizca.
Me veo con un pie dentro y con un pie fuera.
Depende cómo lo haga en la de eliminación.
Si lo hago bien me quedo dentro y si lo hago mal, pues fuera.
Creo que nosotros también hemos trabajado mucho
y también nos lo merecíamos, pero no pasa nada,
a veces unos ganan y a veces otros pierden.
Vale.
Sí, sí.
A probar platos.
Cada vez somos menos pero yo voy a seguir a tope
y lo voy a hacer lo mejor que pueda.
Sí.
¡Oh!
(APLAUSOS) ¡Oh!
¡Ostras, ostras, ostras!
¡Ostras, no, no!
¡Dani García!
¡Jo! -¿Pero qué es esto?
(EXCLAMAN)
La verdad es que nunca había visto
tantas Estrellas Michelin juntas.
siempre había visto uno de dos, o dos de tres.
No.
(APLAUSOS)
Bueno, Mendicuti, a ver si sabes qué es esto.
Buah, no sé.
¡Oh!
Buah, es un trampantojo.
Espera.
Tú eres del norte, ¿verdad? -Sí.
Mendicuti, ¿qué crees que es?
Es que sabe como a pescado, pero también a queso, es raro.
Has acertado, representa el sabor de un bocadillito
de pimiento con anchoa y queso.
A ver si sabes qué es.
Qué pasada de platos, Dios mío.
Venga. -Parecen piedras.
Bien.
Me recuerda como a garbanzos.
Sí, señor, muy bien.
Lleva algo de la playa, pero qué puede ser...
No sé, un alga o no sé, es que no sé...
Sí, son algas, a la primera lo clavaste.
Y son algas. -Vale.
Está bastante bien.
Estaba buenísimo.
Bueno, yo creo que te va a sonar esto.
Hombre.
¿Qué es esto?
Son galletas mallorquinas con sobrasada.
Muy bien. -Bueno, parece.
Parece, vamos a ver, vamos a ver.
¿A qué te recuerda?
Sabe como a pescado, a marisco.
Bien, bien, bien, bien.
Bogavante parece.
Es una sobrasada de gamba roja.
Me toca.
Hola, ¿eh? -Hola.
¿Estás bien o qué?
Sí, pero es que a ver qué me pone.
(RISAS)
A ver, ¿qué te parece?
Nueces.
¿Tornillos?
Claro, bueno, esto es hierro, es hierro.
¿Los tornillos se comen?
(RISAS)
Venga, pruébalos.
Ah, sí, sí se come.
¿Te has comido alguna vez una nuez con cáscara?
Esto sabe rarísimo.
Lo has comido muchas veces.
Chocolate y esto, pues coco.
(APLAUSOS)
Estaba buenísimo.
(APLAUSOS)
¿Cómo? -A ver si sabes qué es.
Es como un cuscús hecho con una paella, creo.
Vas bien.
Hum, qué bueno.
¿La textura del grano te dice algo?
Es como una crema de verduras.
No iba mal encaminado cuando dijiste lo de la paella.
Lo que intentamos hacer es como un arroz vegetal.
El grano es maíz.
Hay que comer más verduras.
Que sepas que me he comido un plato de champiñones.
(RISAS)
Muy bueno.
Bueno.
(APLAUSOS)
Ah. -Ah.
(RISAS)
Empieza por "a", empieza por "a".
Parece frío, pero no sé lo que es.
Pruébalo. -¿Con las manos?
Yo te lo recomiendo.
Sé lo que es, pero espera. -¿Sí?
Me sabe a caramelo y a café.
¿No te recordaba a un ajo?
¿Como una cabeza de ajos? -Sí.
Ah, no había caído en eso.
Le llamamos ajo morado, y lleva ajo dentro.
(APLAUSOS)
¿Qué es esto?
(EXCLAMACIONES)
Parecen galletas.
Sabe a café.
Ábrelo y prueba lo blanco.
(RÍE) Bueno.
Hay gente que la chupa, ¿eh?
Pero bueno, está bien comerlo así.
¿Eso a qué te sabe?
Me suena.
¿Avellana?
Es muy buena, ¿eh?
¿Preparada, Aina? -Bueno, eso espero.
Bueno, a ver si tienes suerte.
¿Qué crees que es?
Parece un combinado de verduras.
Parece una menestra de verduras.
Sí. -Bien.
¿Y eso qué te parece?
Esto es dulce.
¿No te gusta?
No.
(RISAS)
Del zumo de alguna fruta está hecho.
Alguna fruta así rara.
Aparentemente es una menestra de verduras
y realmente es una ensalada de frutas.
Lleva diferentes, la que has probado es el mango.
¡Oh! -¡Hala!
Qué bonito, parece una magdalena.
Lo es, realmente.
Pero el papel se come.
¿Se come el papel? -Sí.
(RISAS)
¿Cómo lo ves? ¿Qué encuentras?
Sabe un poco a pescado.
Cierto. -Creo yo.
Hay un pescado.
No sé yo si será bacalao o qué será.
Exacto, bacalao. -Es bacalao.
Y zanahoria. -Ha acertado perfectamente
porque es zanahoria con un poquito de encurtido
y encima una emulsión de bacalao ahumado y zanahoria.
Estaba buenísima.
Para mí probar el trampantojo de Dani
ha sido un placer.
Estaba, uf, de rechupete.
Venga, pues a ver qué te parece.
¿Eh?
(RISAS)
Bueno, tienes que bajar hasta abajo del todo
y a ver qué te recuerda.
Abajo lleva una salsa de frutos rojos.
Lo de encima es tarta de queso.
Y lo de encima es chocolate con galleta.
(APLAUSOS)
(APLAUSOS)
Ahí hay algo de calabacín o pepino.
Un nido de huevo, calabacín, y queso.
¿Una esferificación?
¿De coco?
No tengo ni idea, lo siento.
Yo había averiguado que era una esferificación,
pero es que no sé, trufa con caldo de caza...
era muy complicado.
Pónmelo fácil que yo no como...
Que yo tampoco tengo un paladar muy abierto.
A ver, puedo probar esto.
Parece dulce, pero en realidad de pisto.
Lo que más me han chiflado han sido las piedras,
y también el que ha presentado Pepe, la manzana.
Es todo un lujo tener todas esas estrellas Michelin ahí,
la gente que sabe, tantas cosas buenas
que nos han hecho.
Ha sido un lujazo.
¿Yo? -Sí.
Me daba mucha pena los compañeros,
pero yo me salvaba y yo también
tengo que pensar un poquito por mí.
(APLAUSOS)
¡Ostras!
¡Ostras!
¡Hala!
¡Oh!
Yo no me veo capaz
de hacer eso con la pizza ni para atrás, no puedo.
Bueno, diferentes modalidades.
Hay acrobacias y hay calidad.
En la calidad cada uno intenta hacer la mejor pizza.
Para ganar el Campeonato del Mundo de Pizza en Nápoles
tuvo muy claro que si hacía
una pizza muy clásica no ganaría,
porque los italianos siempre tienen ventaja.
Pero cogiendo los ingredientes de una pizza napolitana
pues le di la vuelta. Aquí hay un agua
de tomate San Marzano, que es el tomate de Nápoles.
La mozzarella la hice en sifón.
Así que hago una espuma de mozzarella.
Ponemos el parmesano.
Y la minipizza lleva
albahaca liofilizada y parmesano.
Y aquí tenéis una pizza líquida.
(APLAUSOS)
No, no me gusta la pizza.
A lo mejor una pizza que tenga la masa finita
y a lo mejor que sea de sobrasada
pues todavía a lo mejor me la como.
Y cogemos los que nosotros veamos.
Es pegajosa.
Es una que se llama "mi preferida".
Estoy muy nervioso porque una mala prueba
me puede costar la eliminación.
Aquí en España a la gente le gusta la masa muy fina.
Si nos vamos a Argentina o Estados Unidos
siempre les gusta una masa mucho más gruesa.
Yo la pizza para mí es muy fácil
porque yo ya la he hecho muchas veces.
Esta prueba de eliminación la tengo chupada.
Refresco de cola.
Y cuando tú te lo ponías en la boca pues tenías
la sensación esa de comer esas burbujitas.
Que la pizza lo que hacía era estirarla y se me encogía.
Y no sabía por qué me hacía eso.
A vosotros.
(APLAUSOS)
¡Venga! -¡Venga, muy bien, chicos!
¡Pepe, qué raro!
¡Mira!
Cocinar con Jordi me ha parecido muy interesante
porque así también sabemos lo que pueden hacer ellos.
¡Se está moviendo la cinta!
¡Mira!
Piña.
Mola.
Yo no voy a coger piña.
¡No! -¡No!
¡Ah!
Huy, cómo viene esto.
No he podido coger el salmón.
Mejor prefiero entrar en el supermercado
que la cinta esa.
¿Ese qué queso es, por Dios?
Queso de cabra, no.
¿Qué es esto? -Una plancha.
¿Un teléfono?
Y de repente me encuentro un teléfono, una plancha.
¿Pero para qué es esto?
¡Oh! ¿Qué es eso?
Bueno,...
Y ya como que no sale nada más.
¡Que no he cogido queso!
Se me ha caído, Samantha, lo llevaba en brazos
y se me ha caído justo el queso.
Y yo no he cogido tomate.
A ver qué le pongo yo debajo.
No tengo queso.
Pues voy a untarle el tomate y ponerle las cosas encima.
A ver, hay que apañarse con lo que tenemos.
Qué bien huele, Pepe.
He cogido el salmón, bacalao ahumado, cebolleta,
he cogido champiñones, he cogido queso de cabra
y he cogido jamón de york.
¡Se vuelve a mover, se vuelve a mover!
Bien, no está todo perdido.
¡Vamos! -¡Eso es tomate!
Venga. -Tomate, bien.
Para mí. Tomate frito
Mozzarella.
¿Cuántos llevo?
Que no puedo coger muchos ingredientes.
Ay, no me digas que es...
¡Ay, pollo, bien!
¡Bien, bien, bien, bien!
¿Qué es esto?
Luego tengo que ir echando cosas, porque he cogido mucho.
Beicon.
Siete, ocho, nueve, diez...
Tengo doce.
Pues la lima se va fuera.
Y las anchoas tampoco las voy a usar.
Yo ya me pongo.
Que son unas medias.
Yo estoy contenta con lo que he cogido
porque yo quería hacer una pizza vegetariana.
Yo he cogido berenjena, tomate, un champiñón
y pimiento rojo.
Con los ingredientes que he cogido estoy contenta
porque creo que saldrá bien.
Yo voy a hacer una pizza que lleva tanto carne
como verduras y frutas, como la piña.
Voy a hacer pizza pepperoni
con el borde relleno de queso mozzarella
y con rúcula y orégano.
¡La cinta!
Ana, mira lo que pasa, que hay cosas muy buenas.
Se te acaban de pasar muchísimas hierbas.
¡Huy!
¡Parmesano rallado!
Pues nadie la tiene en el horno, ¿eh?
Y la he puesto al horno, a 180 grados.
Voy a ponerla 20 minutos.
Voy a limpiar.
¿Quién le ha puesto pescado?
Claudia, le está echando gambas.
He sido la única que ha puesto pescado en la pizza.
Entonces creo que es una cosa muy original
y espero que gane puntos con eso.
¿Eso es albahaca? -¿Pero qué hace?
¡No pongas tanta albahaca, que cae mucho!
Es rúcula. -Ah.
Es rúcula.
Yo he hecho una pizza calzone.
Porque una vez fui a un restaurante
y sin saber que el calzone era cerrado yo pedí uno y dije:
"¿Por qué me trajeron una empanadilla gigante, mamá?"
Entonces lo probé y me encantó, estaba buenísimo.
A mí no se me hubiese ocurrido.
Yo no quiero irme de "MasterChef"
porque hice muy buenos amigos.
Cuando queden 5 minutos para terminar de cocer la pizza
le voy a cascar un huevo y lo voy a echar allí.
Y al final le voy a poner también un poco de albahaca.
La he puesto un poquito más tarde que mis compañeros.
Pero la he puesto a 230”, vigilándola.
Entonces, pues bueno...
(RÍEN)
¡Ostras, hay humo!
Algo se ha quemado, ¿eh? -¡Hala!
Está bien, está bien. -Vale, vale.
Me preocupa porque cuando la abro sale humo
pero está un poco cruda aún.
(GOLPE)
-¡Ja, ja, casi se mata!
Casi está hecha, está hecha.
¡Venga, chicos, que podéis!
¿Te digo el truco para saber que una pizza está hecha?
Cuando la coges no se tiene que vencer hacia abajo.
Eso me lo dijo a mí un pizzero.
¡Venga, tía, sube! ¡Venga!
Se le está carbonizando un lado.
¿Se ha inflado?
Que si se me ha inflado...
Venga, Lluc, que quedan 5 minutos.
La pizza no se pincha, tienes que mirarle el borde,
cuando estén doraditos y no quemados.
Porque si la pinchas, baja.
Quedan 5 minutos, tengo tiempo.
Al principio he sacado la pizza y luego he pensado
"Está un poquito cruda", porque los bordes
todavía no estaban bien tostaditos.
La he vuelto a meter.
Tía, la voy a tener que sacar ya, ¿eh?
¿Cuánto queda? -4 minutos.
Mauro, te ha quedado bonita la pizza, ¿eh?
¡Cómo quema!
¡Ostras!
¡Hala, hala, se le ha pegado!
Mola mucho, ¿eh?
No, debajo está bien.
¡Ay!
No puedo.
No, Lluc, da igual.
Último minuto, rápido, despégala.
¡No puedo, no puedo sacarla, no puedo!
¿Qué?
¡No!
¡Oh!
¡Lluc!
¡No! ¡No hagas eso, Lluc!
¡No, pobrecito! ¡Tío, pobrecito!
Venga, Lluc, que tú puedes.
¡Venga, que no, corre!
¡Fuerte, tira! -¡Que no puedo!
¡No te rindas! ¡Venga, tú puedes!
¡Venga, dale!
¡Que no puedo!
¡No puedo!
¡Venga, chicos! -¡Muy bien, chicos!
Venga, Claudia. Tranquila, Claudia.
Que puede estar buenísima.
No, Claudia, que puede estar muy buena.
Es que después del trabajo que he hecho
lo último pues me ha dejado muy tocada.
Venga, Claudia, que puede estar muy buena.
Tranquilos, chicos.
Rica está.
Pizza de...
Ofú, que se me olvida.
Sí.
Lleva mozzarella, jamón,
champiñones, cebolla y salsa de barbacoa.
Porque a mí me gusta más así emplatado,
no me gusta la pizza entera.
No, no, no.
Pizza de pescado y marisco.
Porque no he podido sacarla.
No quería hacer la típica pizza.
Entonces pues he empezado a pensar de pescado
y es lo que había.
Lo he pensado hacer.
Vale.
(APLAUSOS) ¡Venga, Claudia!
Gracias.
Yo no sé si mi pizza estará buena o no,
pero original mi pizza ha sido.
"Atapulco".
Porque lo vi.
Porque yo fui a un restaurante y vi en la carta "Atapulco".
Y me puse a leer los ingredientes y eran esos.
Y después la busqué por Internet y se llamaba así
pero no ponía el porqué.
No sé, me recuerda a algo así de la historia.
Pues lleva piña, queso mozzarella, el tomate,
cebolla y champiñones.
Cogí pollo y lo piqué y todo, pero se me olvidó ponerlo.
Mucha suerte, Víctor. -Venga.
Mucha suerte, chicos.
Pues es una pizza de verduras con huevo.
(APLAUSOS) ¡Venga, muy bien, Mauro!
Pizza vegetariana.
(RÍE)
El tío cómo zampa...
Se llama la P Sorpresa.
P de pepperoni.
Y de mi padre, porque a mi padre
le gusta mucho las de pepperoni y se la he querido dedicar.
Bueno, ahora lo veréis cuando cortéis el borde.
Está relleno de queso mozzarella.
(APLAUSOS) ¡Bien, Víctor!
¡Venga! -¡Venga, Ana!
La pizza que se me ha pegado.
Cuando he ido a sacar la pizza iba con el tiempo justo,
no la he podido sacar muy bien
y se me ha quedado pegada.
La podía haber hecho mejor.
Yo pensaba que la pizza era más fácil
pero al final ha sido más difícil de lo que creía.
Pi Al.
Pi-Al.
Ves, como va de blanco.
Sí.
De colorines.
No quiero presumir pero la veo muy bien.
Es clásico, pero yo creo que tiene muy buen sabor.
Dentro del calzone.
No seas como el de enfrente, se diferente.
Lleva una salsa de tomate, que la hice yo.
Lleva jamón york, queso,
champiñones y...
y beicon.
Yo vi mucho miedo también en las pizzas de los demás,
porque tenían todas muy buena pinta.
No.
(APLAUSOS)
(APLAUSOS)
(APLAUSOS)
Venga, Mauro.
(APLAUSOS)
Vale.
Pero no llores.
¡No, no llores!
¡Tú no te vas, pero yo sí!
(LLANTOS)
Lloro porque me ayuda a relajarme
y a ponerme tranquila.
Porque es que o lloro o grito,
y prefiero llorar.
(LLORA)
He entrado entre más de 5000.
Y soy uno de los mejores de los 13.
Y con eso me vale y me sobra.
¡Ay, una tablet-ordenador, no me lo puedo creer!
Una cámara.
Ya era hora.
No, de la cámara,
que mi madre me rompió mi cámara.
Pero yo creo que me voy a volver a presentar.
Hasta que tenga 12 me voy a presentar.
Sí. -Sí.
(LAS TRES) Sabor a la vida.
(APLAUSOS)
¡Hala!
¡Quita, quita! ¡Corre, corre!
¡Rápido, rápido, rápido!
Es que si no no llegamos.
¡Sácalo, sácalo!
¿Dónde vas?
Un regalo para todos vosotros.
Porque yo creo que os lo merecéis.
¿Dónde está?
Oh, se quemó, mierda.
Que no, échalo todo.
Oye, por favor, ¿eh? Por favor.
Este plato es de 10.
Me falta intensidad, en este plato.
Y en ti, te falta valentía.
Se puede ir cualquiera.
Emoción, lágrimas y sorpresas fueron los principales ingredientes del segundo programa de MasterChef Junior. Los aspirantes cocinaron para unos comensales especiales, sus abuelos, expertos en la tradición culinaria y quienes les han transmitido el amor por la cocina. Fue un reencuentro muy emotivo, que hizo que a más de uno se le escapase alguna lagrimita.
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