Dirigido por: Ana María Peláez
Serie de documentales sobre los personajes más destacados de la cultura española del siglo XX cada semana en La 2 y en RTVE.es. Dirigido por Ana María Peláez
Subtitulado por TVE.
Se trata de un poeta,
en el sentido de vidente,
que ve más allá.
Está descubriendo lo extraordinario dentro de lo cotidiano.
La mirada de Chema es una mirada absolutamente propia.
Muchas veces se piensa en un artista...
qué es lo que le puede definir, qué es lo que le hace especial
y es, precisamente, que tenga una voz propia.
Es igual que sea en China, en Marruecos, en Chile...
En Estocolmo, en España...
A la gente le fascina e, inmediatamente,
empieza a llegar la gente.
Unos se lo cuentan a otros, otros a otros, otros a otros
y es una multitud permanente.
Octavio Paz decía
que todo poeta y todo artista nace
con una lira en una mano y un puñal en la otra
para matar al maestro.
Y yo creo que Chema, seguro que no ha matado al maestro,
porque es incapaz de meter el cuchillo.
La mirada contagiosa de Chema Madoz.
Yo, en algún momento, he intentado hacer fotografías
como si fuera un discípulo de Chema Madoz:
homenajes.
Como trabaja con tal economía de elementos,
pues, parece muy asequible su estilo.
Aquí, por ejemplo.
Las vías del ferrocarril se convierten
en la pulsera de un reloj.
La velocidad del tren evoca el paso del tiempo.
Esta foto tan singular...
Una copa triangular de vino situada a cierta altura de un cuerpo
pues, evoca el pubis femenino.
En sí misma es un desnudo, en todos los sentidos.
Las fotografías son indescriptibles.
A mi me gusta mucho esta imagen de la lupa que se convierte en llave
o viceversa, porque es la llave de la mirada.
Aunque Chema no titula sus fotos.
Son poemas visuales, realmente.
Esa es otra característica en común con José Val del Omar.
sin esperar a la luna y a plenas luces del día
afurarse a los gitanos
con las pupilas abiertas.
-Aunque Val del Omar siga siendo, prácticamente, un desconocido,
consagrado, pero desconocido, cien años después de su nacimiento,
y Chema haya obtenido
un reconocimiento relativamente temprano,
no es que sean ajenos al mundo, no, pero son como seres de otro planeta.
Están más conectados con el cosmos que con el presente histórico.
Siempre he visto a Chema con este arrebato
de aquella peli de Iván Zulueta,
cuando explicaba el protagonista
aquello de que hay que recuperar esa mirada infantil,
la que te concentras en algo
y te aíslas completamente del mundo exterior,
que es algo que muchos vamos perdiendo con la madurez
y Chema ha sido capaz de permitirse seguir jugando,
lo que, también, a los demás,
nos proyecta el poder meternos en una imagen para jugar con él
y yo creo que eso, consciente o inconscientemente,
se lo agradecemos todos.
Ahora vengo de un taller que he estado dando en Lima
y una de las alumnas dirigía
un grupo de chavales de los barrios periféricos de Lima
y el modelo que tienen de creación de fotografía es
Chema Madoz.
Porque él es capaz de generar imágenes sorprendentes,
espectaculares, densas,
capaces de comunicarse con la gente utilizando una piedra.
Y para esta mujer,
que quería que sus chicos no contaran o no echaran de menos
cámaras sofisticadísimas o modelos o teleobjetivos...
Trabajan con cámaras estenopeicas y trabajan con cualquier material.
Y el referente es... fijaos en este gran artista que es Chema.
Y ahí están todos con su ídolo, Chema,
y sus fotos por ahí, puestas,
pinchadas en el sitio en donde están trabajando.
Por lo pronto, observen cómo la jugada va a terminar en gol,
¡y de los buenos!
constará de 1770 viviendas subvencionadas.
con toboganes y otras distracciones para la chiquillería.
Lo que comentábamos de la presencia de Chema en "La movida",
en la última fase de "La movida",
ahí, de pronto,
surge una constelación de fotógrafos extraordinaria,
pero están atentos
a lo que está sucediendo en la ciudad, en la calle.
Mientras que Chema está mirando hacia dentro.
Es compañero de viaje, pero es, sin duda,
el fotógrafo menos representativo de "La movida madrileña".
-Yo creo que sí,
que Chema Madoz perteneció a "La movida",
porque "La movida" tenía muchas caras
y, evidentemente, hay unas que son mucho más famosas
y, finalmente, más espectaculares.
Chema lo que no es es un hombre espectacular.
Yo no sé; como persona es un hombre muy comedido, muy discreto,
muy humilde...
De tal manera, que él pone su obra delante
y su personaje está muy muy lejos de la representación, digamos.
En ese aspecto, chocaba con el espíritu de "La movida",
que era más bien de "tracatracatracatraca",
todos dando la cara y saliendo lo más posible
y apareciendo en todas partes.
Pero Chema sí estaba ahí.
Chema estaba ahí y, además, en una función extraña,
porque, en aquel momento, trabajaba en un banco.
Estaba ahí como detrás de una ventanilla
o cosa parecida,
pero, finalmente, estaba empezando ya a producir.
Yo, la primera vez que lo vi, me dejó impresionado.
Estábamos en Surexpres, la revista, y aparecieron aquellas fotos
que eran como unos antebrazos con unas sombras de plantas
que se convertían, finalmente, en venas.
O una tijera que cortaba una voluta de humo,
y cosas de esas, que me parecieron
como la aparición de algo que no había visto jamás
y que me pareció de una sensibilidad y de una...
Vamos, algo mínimo y maravilloso.
Luego, me sorprende su capacidad de permanecer en ese mundo,
de seguir generando.
Y, siempre, con esa finura y esa exactitud.
"Exactitud" es la palabra.
El taller era de Javier Vallhonrat y, curiosamente,
en ese taller nos dimos cita un montón de fotógrafos.
Unos eran ya conocidos, otros, todavía, no nos conocía nadie,
pero ahí estábamos todos.
Estamos hablando del año 87, creo que fue aquel taller.
Fue un taller mágico,
porque a mucha gente le revolucionó la cabeza.
Venían por la mañana hechos un asco,
de no haber pegado ojo durante la noche.
Muchos cambiaron de manera de fotografiar
a partir de ahí.
Fue muy grato.
Visto con el tiempo,
la sinergia que hubo en ese taller yo creo que no la ha vuelto a haber
en todos los talleres que hicimos en el círculo.
Humildemente, al señor tendero:
250 gramos de lapislázuli,
cuarto de quilo de obsidiana,
un quilo de cuarzo rosa, en una sola pieza,
para hacer láminas en casa,
dos onzas de cinabrio en polvo, del picante.
-La relación con los objetos que puede tener Chema, o yo,
u otras personas que estamos muy próximas a ese mundo del objeto,
nace de mirar las cosas de otra manera.
Es decir, ya no te sabría decir si lo he adquirido, lo he aprendido
o ya lo tenía en mi, es decir,
las cosas se aprenden o te adhieres a ellas
cuando es fácil porque están formuladas, es decir,
cuando lees un texto, un texto teórico, por ejemplo,
si lo entiendes es
porque ordena aquello que ya está en ti.
Si no está en ti, "te suena a ruso", o chino.
Entonces, con la mirada, lo mismo.
Con los objetos, hay un aprendizaje y hay un tiempo,
pero vas viendo cómo, por ejemplo,
un tapón se puede convertir en un champiñón.
Es un ejemplo tonto,
pero es ver la capacidad de transformación de los objetos.
El objeto es un mundo que no se acaba.
Hay millones de objetos, con lo cual,
fíjate si hay posibilidad de que te sirvan de soporte
a ideas y a metáforas.
Él positiva. Él sabe positivar perfectamente.
Él me entrega una copia de tamaño pequeño,
de 24 x 30, 30 x 40,
y lo que tengo que hacer es igualar lo que él ha hecho.
Es así de sencillo y así de complicado.
Tengo que estar desandando todo el camino que él ha hecho.
A lo mejor me dice "esta zona, si quieres, te la oscurezco un poco,
o te la aclaro un poco", pero la fotografía me la entrega.
Lo único que tengo que hacer es seguir el guión que él me ha dado.
Es un matiz del 5 % o una cosa así.
A mi, lo único que no me gusta es esta esquina.
Esta esquina me da la sensación de que, a pesar de lo que suba,
se va a quedar un poquito corta.
Sólo es la cuarta copia.
El procedimiento tradicional, que ahora se llama analógico,
tiene una plasticidad superior a la que tiene el digital.
Más volumen, más profundidad,...
Es otra cosa. Piensa que estamos hablando de que Chema,
sus fotos, al final, son un objeto plástico,
está contándonos algo, nos está dando un contenido,
pero el objeto es un objeto plástico.
Y contra mayor sea la plástica, mejor.
Entiendo que trabajar con analógico tiene mucho sentido
en la obra de Chema.
Conté hasta 10 y hundí en él la cuchara que, después,
llevé a los labios.
Todo parecía en orden.
Sin embargo,
cuando me disponía a empujar la sopa por el último arco del paladar,
hacia la garganta,
en el mismo instante en que tomaba impulso para tragar,
sucedió un prodigio:
en la sopa se irguió una presencia, un sabor encarnado.
El ave que había sido sacrificada para dar sabor a aquel caldo,
el ave que había sido desplumada, deshuesada
y había hervido en él hasta desaparecer por completo
invirtió el camino de la disolución y comenzó a condensarse,
a desandar el caldo, de regreso a la materia,
hasta que, de pronto, se hizo carne.
Así lo reconoció la cuchara al posarse sobre el mantel.
-En Madoz hay elementos que se repiten
porque tienen una enorme capacidad, simbólica,
por una parte,
y, luego, de establecer metáforas visuales.
Y uno es el libro.
La metáfora es, digamos,
el esqueleto de la poesía.
Y él todo lo que hace son metáforas visuales.
Por eso también,
Madoz es un fotógrafo sugerente para los escritores.
Porque, claro,
a cualquier escritor le das una foto de Madoz
e, inmediatamente, tiende a reescribirla,
a interpretarla
o a generar sus propias imágenes a partir de lo visto.
-El novelista zurdo forzó a su mano derecha
a escribir aquella página crucial.
Y sólo al libro confió su secreto.
hecha de luz exterior y de apariencia incierta,
atrapada en la superficie de las paredes de color crepuscular
y que conserva, apenas, un último resto de vida.
Para nosotros, esa claridad sobre una pared
o, más bien, esa penumbra,
vale por todos los adornos del mundo
y su visión no nos cansa jamás.
Brossa influencia a mucha gente, incluso sin proponérselo.
Hay gente que no conoce nada de Brossa
y trabaja en esa dirección.
Brossa, que tiene metáforas visuales muy brillantes,
el acabado, como él era un artista plástico,
aunque a veces le quedaba muy bien, a veces, alguien le ayudaba,
y los resultados no siempre son una maravilla.
Se quedan en una idea muy buena y plasmada regularmente.
No es el caso de Chema, por supuesto.
Chema es de una perfección, siempre...
También, como cualquier artista, hay imágenes mejor resueltas
o metáforas mejor resueltas que otras,
pero nadie está siempre en el 10 absoluto.
Yo, generalmente, no recuerdo nada,
quiero decir, tengo muchos años en blanco,
por mi forma de vida.
Lo que sí sé es
que, un día, Chema Madoz y Joan Brossa se encontraron.
Y se encontraron en Casa Patas.
Me acuerdo que el que, supuestamente, era amigo de Joan Brossa era yo.
Pero quien salió de la comida siendo amigo de Joan Brossa fue Chema Madoz.
Por esa conexión que tenían.
En esa comida, cuando, casualmente,
porque Chema nunca lleva nada encima, nunca enseña nada, nunca dice nada,
llevaba unas fotos que acababa de revelar,
se las enseñó a Brossa.
Brossa se quedó encantado.
Incluso hicieron un libro juntos.
Fue como un flechazo.
Nunca he visto dos heterosexuales masculinos llevándose tan bien
durante una comida, un aperitivo y un café,
como he visto a Joan Brossa y Chema Madoz.
Yo siempre he querido
convencer a Chema de que hiciera exposiciones de sus obras,
no de sus fotografías.
Chema siempre se ha negado.
Si expusiera las piezas escultóricas sobre las que se basa la fotografía,
la gente descubriría que, fuera del fotógrafo, hay un Brossa,
hay una poesía visual.
Creo que, salvo en la exposición -que yo recuerde-
la exposición que hizo Telefónica,
que hizo un montaje con escaleras imitando una tela de araña
y una puerta que hizo,
que eran notas de música sobre un pentagrama,
creo que Chema no ha expuesto nunca sus piezas.
Son imágenes que salen de la fotografía
y esas imágenes se crean antes de fotografiarla.
Y, luego, a la francesa,
es decir, que se lee de abajo a arriba,
se lee en este sentido,
"MADOZ", pequeñito.
Y abajo.
Luego, en la portada va,
con un golpe seco,
va puesto "TEMPO MADOZ" con la tipografía.
Me parece que era una Godoni a un tamaño más grande.
Entonces, esto es lo que va a ir de piel,
todo esto, es decir,
esta parte, el lomo y esta parte de atrás,
y ésta, es decir, la piel, viene por aquí, solapa en esta tapa
y es lo que hace la articulación.
En negro.
Es una piel negra lisa, no tiene grano,
o sea, que tiene una textura muy bonita.
Era bonito que se viera toda esta masa de...
este cambio de textura,
del cartón, la cartulina con el golpe seco,
y esto, que es la piel.
Otro brillo y otra textura.
Chema es un autor básico en la fotografía española.
Cuando lo consideras desde el punto de vista editorial,
más allá de que hagas exposiciones con él,
tiene un lenguaje, tiene una narrativa,
tiene un discurso que lo hacen imprescindible.
Yo creo que Chema es un autor muy literario
en su manera de fotografiar
y que un libro de Chema es una obra en sí misma,
no necesita, para nada, una exposición,
para que te apetezca tenerlo, te apetezca verlo.
La diferencia con Chema es que él establece su propio discurso;
esa es la pregunta que a veces me hacen, "si el diseño es arte".
El diseño utiliza herramientas propias del mundo del arte,
pero lo que lo diferencia es que el artista tiene su propio discurso
y el diseñador o ilustrador, no;
siempre hace su objeto a un discurso ajeno,
lo cual no quiere decir que tú no puedas enriquecerlo
y apropiarte de él.
Me gustaba muchísimo.
Conocíamos el trabajo de Chema Madoz y enseguida contactamos con él.
Hemos tenido siempre muy buen rollo, muy buena complicidad,
y él nos ha hecho, también,
ver las cosas desde diferentes puntos de vista.
Hacer de la moda algo
como hace él los objetos cotidianos,
pero los transmite con esa sensatez,
con esa limpieza,...
acercándose muchísimo
a lo que queríamos transmitir nosotros, en la moda.
Que fuera algo cotidiano, pero con un plus de algo de poesía,
de algo de cariño,...
Algo diferente.
-Chema y yo tenemos bastantes cosas en común.
Ese amor por las cosas, aspectos, situaciones u objetos cotidianos,
aparentemente vulgares,
sin nada extraordinario que decir,
pero, justamente,
tenemos esta capacidad de darle otra lectura.
Ese "cómo", esta concentración de lo esencial.
Una presencia, él con sus grises y sus negros y sus blancos,
que no sale de ahí.
Fíjate qué potencia.
Esa concentración te lleva, al final, a dejarlo en algo que es...
mínimo, pero muy potente.
De lo que no cabe duda es
de que Chema tiene un mundo propio
y muy rico.
Eso se ve, se ve en sus trabajos.
Porque, si no, fíjate que lleva años haciendo
y podía haber caído en una repetición o en cerrarse de alguna manera,
y no es que se supere, es que va evolucionando,
va creciendo.
-Ha conseguido una cosa que muy poca gente consigue
y es ver una foto y saber que es de Chema Madoz.
-¿Por qué tiene que cambiar y empezar...? No.
Con ese lenguaje puede decir cosas muy distintas.
Eso es lo que le hace...
Es como si dijeras que Miró siempre pinta a manchitas.
Bueno, sí, pero "¡qué manchitas!"
-Chema ha cogido un origen
en el que ha empezado con una fotografía muy íntima
y, poco a poco, ha ido creando una serie de objetos
con los que todos nos identificamos.
Pero nos identificamos después de verlos.
Esa es la gran dificultad.
Parece como si tirara de un pensamiento que todos tenemos
y nos lo enseñara.
Eso, que para la gente puede confundirse con facilidad,
para mi, realmente, es arte.
-El objetivo del comercio del arte, del mercado del arte,
en última instancia, es vender.
Y, efectivamente, Chema vende.
Es también muy satisfactorio ver cómo vende,
es decir,...
la forma en que la gente lo...
dónde terminan las cosas.
Es muy importante en mi sentido del arte,
en lo que yo puedo entender del arte,
desde la idea inicial, la producción, la exhibición, la visita...
hasta hacerlo propio
y colocarlo en tu cuarto de dormir, por ejemplo,
que es una cosa tan íntima
como que convives con una imagen de una manera diaria,
o en la cocina o en un despacho,...
Y, realmente, es interesante que Chema...
Aunque también, evidentemente, está en todos los museos, etc.
Cómo la gente lo hace suyo y está en todos los rincones de las casas.
Subtitulado por José Carlos Álvarez. TVE.
Documental biográfico sobre el fotógrafo español Chema Madoz, en el que contemplaremos sus fotografías y nos acercaremos a su proceso creativo a través de varias entrevistas con Madoz y con otros artistas, escritores, fotógrafos...que han reflexionado sobre su obra.
En este documental han participado entre otros, el pintor Fernando Bellver, el galerista Borja Casani, la escritora Menchu Gutiérrez o el comisario de exposiciones Alejandro Castellote. Amigos y colaboradores de Madoz que nos han dado las claves para entender su obra. Las resonancias que le unen a Joan Brossa, a José Val del Omar, al surrealismo y a las greguerías de Gómez de la Serna.
"Chema Madoz descubre lo extraordinario dentro de lo cotidiano". Esta frase, quizá resume la característica principal del trabajo de Chema Madoz.
Premio Nacional de Fotografía en el año 2000, Madoz ha seguido una trayectoria que lejos de estancarse o repetirse está siempre en constante evolución.
Histórico de emisiones:
11/02/2013
09/01/2015
Documental biográfico sobre el fotógrafo español Chema Madoz, en el que contemplaremos sus fotografías y nos acercaremos a su proceso creativo a través de varias entrevistas con Madoz y con otros artistas, escritores, fotógrafos...que han reflexionado sobre su obra.
En este documental han participado entre otros, el pintor Fernando Bellver, el galerista Borja Casani, la escritora Menchu Gutiérrez o el comisario de exposiciones Alejandro Castellote. Amigos y colaboradores de Madoz que nos han dado las claves para entender su obra. Las resonancias que le unen a Joan Brossa, a José Val del Omar, al surrealismo y a las greguerías de Gómez de la Serna.
"Chema Madoz descubre lo extraordinario dentro de lo cotidiano". Esta frase, quizá resume la característica principal del trabajo de Chema Madoz.
Premio Nacional de Fotografía en el año 2000, Madoz ha seguido una trayectoria que lejos de estancarse o repetirse está siempre en constante evolución.
Histórico de emisiones:
11/02/2013
09/01/2015
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Flicitats.., un reportatge espectacular...!!!!, L'obra del Chema.., es important i genial. Peró l'enfoc del reportatge, ha fet que sigui entranyable tot plegat...!!!