Viernes a las 22:15 horas
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¿Qué te dijo?
Que no quería estar solo, que vive con su mamá.
Y me dijo, que quería casarse cuanto antes.
(GRITAN)
Aquí el único que ligo fue el Alfonso.
¡La virgen!
El año que viene lo organizo yo, a ver si pillo.
¡Qué buena está! ¿Esta "cuála" es?
La cubana.
¿No era la dominicana?
¡Qué no! que la dominicana es la del Damián.
Vamos a ver lo que duras aquí.
Me ha dicho que no me hablo de casarnos.
Me gusta que te rías.
¡La voy a matar!
Mientras estés en mi casa, las cosas se hacen a mi manera.
¿Me quiere decir, qué tiene contra mí?
Nunca fácil, evidentemente.
Lo que pasa es que supongo que veníamos de "Hola, ¿estás sola?"
que había sido un éxito.
Eran otros tiempos,
las películas en los cines cuando iban bien, seguían.
Yo creo, Hola, ¿estás sola? se pasó un año en los cines,
fue muy bien, eso siempre te da el empujón para la siguiente.
Contamos con otro coproductor,
en la primera fue con Fernando Colombo,
contamos con Enrique González Macho de Alta Films
que con el apoyo lo sacamos adelante.
Sí, en esta historia,
yo tenía la idea de hablar de estas mujeres,
yo debí ver algún reportaje en Televisión Española
de mujeres de Venezuela o de República Dominicana
como en medio del páramo castellano,
y a mí se me encendió una bombilla,
de decir, pero estas mujeres cómo viven en este lugar tan distinto
con una cultura tan diferente, con un clima tan distinto,
son un poco flores trasplantadas, ¿cómo arraigan?
Esa fue una de las preguntas que me hice
y eso lo ligue con una cosa que estaba sucediendo desde los 80
que eran estas caravanas de solteros,
de los muchos pueblos que hay en España,
que se estaban despoblando de mujeres porque se fueron en los 70
y a lo mejor, había 30, 50 solteros en un pueblo,
sin posibilidad, de en ningún momento,
encontrar una mujer.
Y mezclando las dos ideas surgió el guión.
Pero me di cuenta, de que ese mundo rural no es el mío,
yo soy urbanita, soy de Madrid,
y necesitaba a alguien que me diera el otro lado
y que conociera el punto de vista masculino en esto
y también de un pueblo.
Y entonces, hablé con Julio Llamazares
que le conocía de mi trabajo como actriz y con Felipe Vega
y le encantó,
porque él también estaba fascinado con las caravanas de solteros
porque él conoce mucho León y la falta de mujeres,
entonces, le fascinó la historia y nos pusimos a trabajar juntos.
Sí. En el caso de los hombres, había una realidad ahí terrible,
que no sé a día de hoy cómo está, supongo que no estará tan diferente,
pero son hombres que van al bar, todos los días, de su pueblo
y en ese bar no va a entrar una mujer,
porque no va a entrar en todo el año, más que en verano
que vendrán con sus familias, con sus maridos y demás.
A mí me decían algunos de estos solteros con 30 años,
¿es que para qué trabajo?
No tengo como objetivo, con quién compartirlo,
no tengo a quién dejarle mi casa, no tengo motivo, ¿no?
Es muy fuerte,
entonces, sí hay una necesidad de compartir la vida
y se juntaba con la necesidad de estas mujeres,
que no les ha quedado más remedio que irse
porque no están ahí, en principio, por elección
y que también necesitan un hogar.
De ahí puede surgir, una muy buena relación,
incluso de amor.
Entonces, por eso está también contado,
sobre todo la pareja protagonista de Luis Tosar y de Lissete Mejía,
que interpreta a la dominicana,
que ahí al final, surge una relación que va más allá de la necesidad,
que hay un intercambio de verdad y hay amor.
Me gusta el sabor.
El calor.
El viaje es un clásico de todo, de la literatura, del cine,
y en este caso, es curioso,
porque es un viaje que hacen las mujeres pero no lo vemos hacer,
vemos cuando llegan, es un viaje en autobús,
a una realidad que es este pueblo pero están haciendo un viaje,
porque están viniendo desde muy lejos.
A Marilyn Torres que es la chica cubana,
la encontramos en Cuba.
Hicimos un casting en Cuba y fue muy divertido,
porque era la primera vez que Marilyn salía de Cuba,
iba vestida muy parecida por el pueblo,
los paisanos se quedaban como viendo pasar un tren.
Sí, pero es muy natural,
porque realmente Marilyn era un espectáculo
en aquel pueblín que tenía además, 30 solteros,
en Cantalojas donde rodamos, había 30 solteros,
de una población como de 200 habitantes.
Era todo muy real.
Lissete Mejía no era actriz,
era una mujer dominicana, era bailarina, estaba en España
y yo hice también un casting muy amplio
en la comunidad dominicana de Madrid
y es su primer trabajo como actriz y está estupenda.
Y luego está, Elena Irureta,
que es una actriz vasca maravillosa, un clásico,
que llega también a la película, que es la tercera flor.
¿Quieres venir a ver mi invernadero?
Vienes muy deprisa visto desde aquí. -Hombre, tú verás.
Éste es su primer largometraje,
éste es su primer papel protagonista en un largometraje
y de hecho, cambiamos el personaje porque era un personaje más mayor,
era un personaje de cuarenta y tantos pero no acabamos de encontrarlo
y cuando apareció Luis, yo me enamoré.
Aparte de que Luis tiene la facultad
que desde entonces ya parece una edad indeterminada,
Luis lleva un montón de años muy parecido.
Y luego está, Pepe Sancho, que es otro grande.
Con Pepe Sancho estábamos un poco asustados,
porque era el más profesional, el que llevaba más años en esto,
era mi segunda película, pero todavía éramos un equipo que empezaba,
pero nos ayudó un montón,
por ejemplo, las escenas de violencia con la cubana las coreografió él,
él sabía muy bien como hacer las cosas
para que parecieran sin serlo.
De hecho, para contar esta historia, me fui a una caravana,
un poco disfrazada, me fui con una amiga
y nos recibieron así, todos los solteros con una flor
en un hangar del pueblo.
Entonces, toda la situación tenía un punto muy sub real,
era muy bonito porque era muy humano,
era mucha necesidad de cariño y de compañía,
pero al mismo tiempo, toda la situación era muy graciosa.
Entonces, eso está en la película, claro.
A vosotros por invitarme y por emitir la película.
Elena S. Sánchez junto a Iciar Bollaín, presentan la película "Flores de otro mundo" (1999)