(Sintonía)
(Sintonía)
(Sintonía)
A ver... la una y veinti...
Perfecto, ya está. En hora.
Hola, buenos días a todos.
Me pilláis poniendo en hora
todos los relojes,
¿os podéis creer que, aún,
tengo los relojes en hora antigua?
Sé que tiene delito, la verdad,
pero bueno, vamos a hacer de comer.
El menú de hoy tiene lo mejor
del mar y lo mejor de la montaña;
lo mejor del mar,
unas croquetas marineras,
de la tierra, un lacón con grelos.
Para ayudarme a hacer el lacón
va a venir Carlos Alba,
semifinalista de "MasterChef VII".
Así que voy a ir lavándome
las manos para contaros
cómo vamos a hacer
estas croquetas marineras.
Ojito, porque os vamos a dar
un truco que os va a facilitar
la vida muchísimo
a la hora de volearlas.
Vais a flipar.
Ingredientes
de estas croquetas marineras:
panko, gelatina en hojas,
gambas, mejillones,
chipirones, tinta del chipirón,
sal, mantequilla, harina,
huevo, aceite de oliva, leche
y caldo de mejillón.
Hemos hecho una preparación previa;
primero, hemos lavado el mejillón
y, luego, lo hemos cocido,
lo hemos cocido al vapor,
porque lo que nos interesa
es su propia agua de vegetación,
el agua que tiene el mejillón
en su interior,
que es esto, y esto es oro,
es una auténtica maravilla,
es el gran truco de una croqueta,
realmente, deliciosa,
porque es yodo puro y duro
con sabor a mar.
Os voy a ir enseñando.
Tenemos, por aquí, las gambas,
los mejillones y los chipirones;
son los ingredientes que tenemos
para esta croqueta marinera.
Mientras termino de picarlos,
voy a mezclar la leche
con el caldo del mejillón.
Así y el caldito, también.
Lo voy a poner a hervir,
para una bechamel es importante
que el caldo esté caliente.
Si la hacéis de jamón,
podéis echar caldo de ave;
si la hacéis de pringá,
caldo de ave;
que la queréis hacer
con un caldo de gambas, perfecto.
La gamba...
Es cierto que la carne de mejillón,
hoy en día, la venden cortada
e, incluso, con algo de su agua.
Yo no soy partidario de eso
porque me parece tan esencial
el caldo de mejillón,
en el caso de esta croqueta,
que prefiero, la verdad,
hacerlo yo mismo.
Es una de las cosas
que sí me gusta hacer
y que, realmente,
es sencillo de hacer,
porque se cuecen rápido
y, siempre, sueltan caldo.
Lo que sí es cierto
es que no se dejan mucho tiempo,
todo el tiempo que lo dejéis,
el bichito, el mejillón en sí,
irá mermando, poco a poco,
y eso no nos conviene.
Cada cosa en su punto de cocción.
El mejillón es rico en proteínas
y en Omega 3.
Tenemos aquí el chipirón;
el chipirón es tan fácil
como hacer un primer corte arriba,
sin llegar abajo,
lo abrimos así, en forma de libro,
le damos la vuelta y hacemos así,
lo cortamos así, en cuadraditos.
También, podéis pedir al pescadero
que os lo deje limpio.
Ya tenemos los ingredientes,
vamos a sacar una ollita
y vamos a empezar a hacer
esta bechamel. Fuego fuerte, ¿vale?
Siguiente paso; mantequilla
y aquí tenemos la gelatina,
que ya tenemos remojada en agua.
Os dije que había
un truco importante, es este,
pero, todavía,
no va a entrar en acción.
Esta la he dejado aquí, en remojo,
porque es importante
que estén, totalmente, hidratadas.
Un poquito de sal y la tinta.
Vamos a echar la mantequilla
con un poquito de aceite de oliva,
aunque sea una bechamel,
a nosotros nos gusta darle,
un poco, ese toquecito
de aceite de oliva.
Además, hará que la mantequilla,
en ese caso, no se cocine mucho.
Cuando hacemos una bechamel
la mantequilla debe estar
a temperatura ambiente,
casi pomada;
fundir bien
antes de echarle la harina.
Voy a coger, aproximadamente,
la mitad de harina que tenemos,
pero antes quiero deshacer
toda la mantequilla;
es importante,
no hagáis cosas raras, ¿vale?
¿Diluida la mantequilla?
Pues, ahí vamos,
echamos la mitad de la harina.
Y aquí viene
una de las primeras cosas vitales
a la hora de hacer una bechamel,
que es cocinar bien la harina.
Odio cuando una croqueta se ve
que no ha cocinado bien la harina,
porque se nota bastante.
No debemos parar de remover,
la harina tiene un inconveniente
y es que se pega rápido.
Es importante que hierva,
muy importante.
También, es importante que el caldo
y la leche, por lo menos,
estén templados,
es lo mínimo, ¿vale?
Qué maravilla las croquetas,
una receta de aprovechamiento
que se pueden hacer de todo.
Si tengo que elegir, las de pringá
y, luego, las de tinta,
siempre con caldito de mejillón.
Voy a sacar ya una varilla.
Así, poquito a poco,
¿veis cómo humea?
Está perfecto
para ir echando, poco a poco.
Nunca lo echéis frío, ¿eh?
Porque se harán grumos
y será difícil quitar los grumos.
Ya lo tenemos bien diluido
y lo que necesito es que hierva,
momento fundamental, el momento
en el que hierve el "roux",
el "roux" es la mezcla
entre mantequilla y harina,
que va a ser el momento, además,
donde añadiremos la gelatina.
Aquí está el truco
que os facilitará la vida
a la hora de manejar
estas croquetas, es la gelatina.
Importante, hidratarlas en agua,
igual de importante que secarlas.
Por eso, siempre,
pongo aquí un papelito, como veis,
y las voy sacando,
mientras muevo con la otra mano.
Lo dejo aquí hirviendo,
veis que la textura es perfecta,
que no hay grumos;
es por los pasos seguidos.
Cojo un poco más de papel
y voy a explicaros bien, de verdad,
por qué os facilitará la vida
la gelatina.
En el fondo
es muy sencillo de explicar.
Muchas veces,
nos cuesta mucho hacer una receta,
donde la croqueta
esté muy cremosa por dentro,
pero que a la hora de trabajarla;
de hacer la bola, el cuadrado,
el rectángulo o la forma
de croqueta que queramos,
siempre, evidentemente,
en frío nos cuesta un poco más.
Esto nos lo facilitará la gelatina,
la gelatina hará que en frío
esté mucho más cuajada
y que en caliente desaparezca;
de hecho, lo vais a ver ahora.
Ya está bien seca y gracias a esto
vamos a poder trabajar,
perfectamente, la croqueta en frío
y en caliente, cuando la friamos,
tendremos esa textura cremosa
que tanto nos gusta en boca.
Fijaos, le echo y mirad
cómo desaparece, cómo se diluye.
No va a aportar nada de sabor,
es algo perfecto
para hacer nuestra croqueta.
Vamos a dejar que cueza
un poquito más,
cuando cueza un pelín más,
lo que vamos a hacer es añadirle
nuestros ingredientes, ¿vale?
Tenemos dos cosas que están crudas,
las gambas y los chipirones,
y tenemos una que está cocinada,
que son los mejillones.
Por lo tanto, los mejillones
hay que meterlos fuera del fuego;
en cambio, las gambas y los chipi
los vamos a meter un poco antes;
y, luego, la tinta de calamar.
Esto ha hervido ya,
voy a echar, primero, las gambas.
Así, cruditas.
Nada de sal, todavía.
En crudo, los chipirones.
Ahí vamos.
Esto, en cuestión,
prácticamente, de segundos
lo tendremos listo;
así que voy a echar ya la tinta.
La tinta va a aportar color,
evidentemente,
pero la tinta tiene sabor,
sabe a tinta,
ese sabor a chipirones en su tinta
es genial.
Muchas veces hacemos cosas
con tinta solo para darle color,
pero, en este caso,
la tinta tiene mucho sentido,
tiene un sabor muy peculiar
y muy personal, ¿eh?
Veis que sigo cociendo,
es importante que siga hirviendo,
en la bechamel es muy importante
tener, siempre, borbotones.
Echamos los mejillones
bien picaditos,
es el último paso
antes de probar el punto de sal.
Voy a bajar el fuego...
Una cosa importante y vital
del porqué de la gelatina,
como veis, son unas croquetas
que van a quedar muy fluidas,
fluidas en boca, si no tuviera
gelatina no podríamos volearlas;
entonces, tendríamos una croqueta
bastante, bastante más dura.
Voy a probar, ¿vale?
Os voy a explicar algo importante.
Está, casi, a punto de sal.
Tiene, un poco, esa sensación
del yodo de los mejillones
y, luego, también, esa sensación,
como digo, de ese punto dulzón
que aportan los cefalópodos,
sobre todo, que son dulces.
¿Qué podemos hacer ahora?
Podemos hacer dos cosas.
Si la dejásemos cociendo,
iría concentrándose el sabor
y conseguiríamos al final
ese punto de salazón y de yodo
que queremos.
Pero no lo vamos a hacer,
porque también se nos espesaría.
Por lo tanto, no nos interesa.
¿Qué le vamos a hacer?
Pues echarle sal.
Ese punto nos va a venir
mucho mejor
para que tenga ese saborcito
que queremos.
Y fijaos que todavía
le siguen saliendo las pompitas.
¿Que hacéis las croquetas en casa?
Una fotito, #hacerdecomer
en vuestras redes sociales
y así la veo.
Bueno, si queréis darme
algún consejo de cualquier cosa,
también, eh.
En vuestras redes sociales,
fotito, consejo, #hacerdecomer.
Esto está ya.
Lo hemos tenido a fuego medio.
Lo importante es que hierva,
porque el hervor
quiere decir "cocción".
Si hay cocción,
hay lo que nos interesa.
Así que ahora ya
solo nos queda ponerle este film.
Así, un poquito más largo
para que caiga hasta el final. Así.
Así que voy a ir echando.
Bueno.
Listo, ¿vale? Importante ahora
que no le dé el aire, ¿vale?
Y ahora hay que esperar
unas ocho horitas
para que esté perfecta,
que la gelatina haga su efecto
y que la masa esté
totalmente fría para poder
desmoldarlo, darle forma.
Lo que os pido por favor,
con la masa tan caliente,
no la metáis en la nevera.
Es una de las cosas
que me enseñaron en la escuela
de hostelería
y que siempre la he llevado
a rajatabla.
Así que la dejaremos fuera
de la nevera un ratito,
hasta que pierda el calor.
Después la tendremos
ocho horas enfriando,
hasta que esté perfectamente
cuajada para darle forma.
Mirad cómo queda la masa
de la croqueta marinera
cuando está fría.
¿Veis? Es mucho más gomosa,
mucho más estable
y nos va a facilitar la vida
esa gelatina
que, recordáis, le metimos.
Voy a quitar todo lo que es
el plástico por aquí.
Y ahora, así, cojo
y le doy la vuelta.
Dejo el recipiente aquí.
Esto sería casi imposible de hacer
con una croqueta sin esas hojas
de gelatina.
Bueno, voy a sacar un cuchillito
y vamos a cortar. ¿Vale?
Vamos a darle una forma cuadrada.
Me apetece.
Podríamos hacerla de la forma
que quisiéramos,
gracias a esas hojitas de gelatina,
como digo, que nos va a facilitar
la vida.
Cojo aquí cuadrada.
Y ya, directamente, a la harinita.
Cojo aquí. Aquí.
A ver. ¿Que queréis, no sé,
jugar un poquito
con vuestros hijos un domingo
y darle forma
si tenéis moldes con formas?
Pues yo, en este caso,
le pondría un poco más de gelatina,
para que ya todavía fuera
mucho más gomosa.
Voy a dejar mientras esto por aquí.
Así que ya sabéis que yo soy
siempre de los que hace harina,
huevo y pan rallado.
En este caso, "panko".
Yo ya le he echado un poco de sal
al huevo antes de batirlo
para rebozarla. Aquí la tenemos.
Vale. Como veis,
no se me deforman nada. Al revés.
Las puedo incluso trabajar un poco
para que ya se nos queden
perfectamente cuadradas. Así.
El "panko" es un empanado
tradicional japonés.
Que no deja de ser miga de pan
fresco, un poco más gruesa,
y que, normalmente, venden seca.
Pero os voy a confesar una cosa.
El otro día, estaba en Japón
y me interesaba ver mucho
una receta tradicional japonesa
que se llama "tonkatsu".
El "tonkatsu" no deja de ser
un filete empanado.
Normalmente, un filete empanado
de cerdo,
de lomo de cerdo,
pero es así de grueso.
Y me sorprendió mucho.
Fuimos a un sitio
a que nos lo enseñaran a hacer.
Me sorprendió mucho que el "panko"
lo tenían húmedo.
Además, tiene toda su lógica.
Así que si queréis hacer
cosas más gordas,
no importa tener el "panko" húmedo.
Huevo y ahora toca
por el "panko", precisamente.
Así.
Que yo las he hecho hoy
con "panko" porque me apetecía
enseñaros otra cosa.
Pero pan rallado, perfectamente.
Y ahora, pues nada. A empanar.
Aceite calentando.
En este caso, aceite de oliva
para freír. Bueno.
Otro truquito, ¿vale?, para ver
que el aceite está perfecto.
Echamos aquí. Veis cómo sube ya.
Quiere decir que está perfecto.
Voy a ir friendo. Así.
Y haciendo más croquetas
y luego os enseño el resultado.
Croquetas fritas.
Fijaos ya la textura aquí,
presionando un poquito.
Lo cual quiere decir
que parece que, incluso,
están más fluidas por dentro
y crujientes por fuera.
Mirad esta textura totalmente
fluida,
que nos va a quedar en boca
mucho más cremosa.
Esta lo siento ya,
pero gracias a enseñárosla,
la voy a probar yo.
Me encanta. El yodo del mejillón
y el punto dulce de lo demás.
Me flipa.
Bueno, y aquí os dejo
nuestras croquetas marineras.
(Canción "Shape Of You")
Todo preparado para hacer
el lacón con grelos.
Solo me falta que llegue
Carlos de "MasterChef VII".
(Timbre)
Aquí está Carlos. Hola, Carlos.
Buenas, Dani. Ya estoy por aquí.
Venga, pasa.
La cocina está al fondo.
Venga, perfecto.
Ya está por aquí Carlos.
Nos vamos a poner ya
con el lacón con grelos.
Mejor venir tarde,
a que no llegues.
Es que de Sevilla a aquí
hay un tironcito.
¿Cómo estás? Bienvenido, eh.
Un orgullo cocinar contigo.
El delantal para que te lo pongas.
Esto parece como las medallas.
Ya ves.
Esto es como las medallas.
Gracias por venir.
Gracias a ti por invitarme.
Un placer.
Es un placer de los grandes.
Un placer.
Y estás recién sacado del horno,
del horno de "MasterChef".
No digas "del horno",
que dicen que hago trampas
abriendo el horno.
¿Sí? Dicen muchas cosas.
Me da miedo.
Me lo he pasado bien contigo.
Sí, ¿no?
Yo creo que soy natural.
Pero muy cañero, eh.
No soy cañero. Yo digo
las cosas a la cara.
A la gente le molesta.
A veces hay que ser
políticamente correcto.
Bueno, un equilibrio.
Lávate las manos
y, mientras, voy a contar
a la gente
los ingredientes de esta receta.
Perfecto.
Para este lacón con grelos,
vamos a utilizar, evidentemente,
lacón,
chorizo, patata, grelos
aceite de oliva,
pimentón picante y sal.
Yo lo que quiero, es mostraros.
Me he traído esta pieza en crudo.
Esto viene de lo que es
el cerdo blanco
y es la parte de la paletilla,
la parte delantera de la pata.
Lo compraríamos así, ya curado,
que huele un poco
a la típica... o al típico
fiambre fresco.
Exactamente.
Bueno, ¿qué hacemos hecho aquí?
Lo hemos cogido de la sal,
lo hemos lavado bien.
Hemos tenido
el lacón ocho horas en agua.
Pero a las cuatro horas,
le hemos cambiado ese agua.
A las ocho, le hemos puesto
un agua nueva
y lo hemos cocido 15 minutos.
Y después de esos 15 minutos,
lo hemos metido otras ocho horas
en la nevera.
Y esto es lo que tenemos aquí
ahora mismo.
Vale, vale.
Ya que te tengo de pinche,
necesito que me dividas
el agua en dos. ¿Vale?
Porque en una de ellas
vamos a cocer los grelos
y la patata, ¿vale?
Y en otra, el chorizo.
El choricito.
Aparte lo hacemos, ¿no?
Sí, aparte.
Yo te voy a ir sacando los cacitos.
Porque si os creéis que el lacón
estaba ya cocinado...
Estábamos equivocados.
Estabais equivocados.
Yo meto el lacón ya aquí
y ahora le voy a poner otro agua.
Y es lo primero que voy a hacer,
porque tiene una cocción
de dos horas.
Así que tú me divides ahí
en uno. Toma.
Y otro aquí, que lo haremos
por separado. Esta para el chorizo.
Y esta ahí la tienes.
Ahí está.
Échame agua aquí, que cubra.
Bueno, la patata la tengo limpia,
¿vale?
Aquí. Caldito. Ahí.
Ahí.
Vale. Esta patatita,
con 20 minutos tendremos de sobra.
Vamos a darle ya
un poquito de caña.
Te lo dejo así.
El choricito aquí.
El chorizo tampoco...
Que cueza un poquito
y que suelte toda la grasa.
Entonces, este plato, normalmente,
¿se come en invierno? ¿En verano?
¿Qué es lo que pasa?
Que los grelos los hay
en una determinada época del año.
¡Ah!
Los grelos al final no dejan
de ser
la hoja del nabo
cuando va a florecer.
Por lo tanto, a finales
de diciembre, enero, febrero,
es cuando se utilizan los grelos.
Y si no, están las nabizas.
Y si no, podemos utilizar
cualquier tipo de hoja
que nos vendría bien.
Hojas de acelga, espinacas.
¿Por qué no?
Por dar ideas.
Pero recapitulamos.
Las patatas que tenemos
en el caldo del lacón
que son pequeñitas.
Si fueran grandes,
pues unos 20 minutos.
Una patata pequeña,
con diez o doce minutos
tenemos de sobra.
El chorizo.
El chorizo, en una cocción
de ocho o diez minutos,
también tenemos de sobra.
Nuestro lacón, recordamos.
Tenemos aquí otra vez,
que esto serán dos horitas.
Y luego, cuando saquemos
la patata, meteremos los grelos.
En este caso, serán cinco minutos.
¿Vale?
Recién salido de "MasterChef",
cómo te sentó la expulsión.
Me sentó fatal,
si te digo que me sentó bien,
es mentira
porque yo voy a competir.
No entiendo cuando voy
a un concurso a competir y a ganar,
que pierda.
Que querías ganar, lo sé,
¿pero creías
que ganarías, tenias fe?
Sí.
¿Sí, 100%?
100%.
Y ahora que no estás,
quién es tu favorito.
Para mí, mi favorito, favorito,
para mí, favorito, Teresa,
mi Teresiña, pero muy bien,
la verdad,
el paso por el plató muy bien
y de verdad,
me llevo una experiencia
que para mí fue el viaje
de fin de curso, en eso lo dejo.
Es bonito vivirlo,
un mundo diferente.
Y lo que he aprendido allí
es lo que más vale del mundo.
Me ha servido para poder conocerte
y estoy contigo cocinando.
Te sentó mal el no ganar
porque ganaste muchos certámenes
de belleza,
¿perdiste alguno o no?
Alguno perdí.
Pero también ganaste.
Gané muchos.
Dile a la gente cuáles has ganado.
Mister Italia 2005.
Mister Italia 2005, bueno.
Lo puede ganar cualquiera.
Yo no he sido ni Mister Marbella.
Después estuve en Perú,
gané Mister Continente del Mundo,
soy piloto de aviación.
No me digas.
yo de pequeño antes de ser cocinero
quería ser piloto.
Pero no pude por las gafas.
Y después fui ciclista profesional,
también, de pequeñito.
Bueno, qué te queda por hacer,
cocinar conmigo.
Pegarme contigo a ver si cojo
una estrella Michelin.
¿Y ciclista profesional?
Sí, desde pequeño.
Cuánto tiempo.
Me llevé corriendo
en el equipo del Benfica portugués,
corrí con Melchor Mauri.
¿Ah, sí?
Sí.
A Melchor lo tenía yo
en las chapas.
Corrí con él, con Escartín,
Roberto Heras, Abraham Olano,
Tafi, corrí un montón de vueltas.
¿Cuántas vidas tienes?
Como los gatos,
como tengo un hermano gemelo.
Ah, es verdad, eso es interesante
que tienes un gemelo,
¿te has cambiado con él?
Es un clon, si te digo que sí, sí.
Bueno, te enseñaré a limpiar
los grelos, ¿los limpiaste?
Algo, yo los arranqué.
Hay que pasar por todo.
Claro.
Esto serían los grelos.
Tenemos aquí el tallo entero,
aquí estaría el nabo
y lo que vamos a coger
es la base más tirando hacia arriba
y desecharemos un poco
lo que son los tallos
que son más duros
y quitaremos la parte amarilla.
Tú me limpias de aquí.
Te quito lo más amarillito.
Sí, mira,
te saco una tablita verde.
No hace falta que las cortes,
solo ver que aquí sobra esta...
Sí, sobra, esta que está fea.
Esta, perfecta, le quitamos
que tiene un poquito
aquí más feíllo.
Limpiarlas un poquito.
Y mientras terminamos
todas las cocciones pendientes.
(Música)
Grelos, los echaré
en este agua que cocimos,
recordamos, la patata.
En otro agua cocimos el chorizo
dos horas que lo tuvimos aquí
que acaba de pasar el lacón.
Y ahora cinco minutos los grelos,
mientras tanto, Carlos nos limpiará
las patatas
que irá quitando la piel.
Y yo echaré aquí los grelitos.
Dani, una preguntita,
¿echar las patatas sin piel?
Para los más flojos de la cocina.
Es que la cocina no es para flojos.
Ya, pero a la gente le cuesta
¿son cinco minutos ahí?
Sí, cinco minutos.
A esto le voy a dar la vueltecita
aquí y os enseñaré ahora
cómo ha quedado el lacón.
Aquí, aquí lo tenemos
y lo voy a sacar a mi tablita.
Vamos a ver.
Bueno, el lacón siempre es mejor
cortarlo en caliente.
¿Vale? Veis que lo primero que hago
es quitarle la piel,
mirad ya el color,
mirad el colorcito más rosáceo
que tiene que es genial.
¿Eso es en láminas o en tacos?
Se puede cortar como quieras,
hoy lo cortaré un poco más finito.
Y mientras loncheo y pruebo...
Ya vi que eres como yo,
me di cuenta.
Dime de dónde te vino el gusanillo
de la gastronomía.
Me vino desde Italia,
nosotros, como buen italiano,
nos reunimos en familia,
aunque aquí en España
se usa el tema de la familia
creo que como en Italia,
en pocos países.
Aparte allí el tema d la comida
es que es la pasión que sienten
en reunir
a todas las personas en la mesa.
Pero muy similar a nuestra cocina,
muy mediterránea.
Sí, la verdad que sí.
Pongo estas laminitas aquí.
Y de ahí me viene
un poquito la pasión.
¿Qué tal tu señora?
Estará contenta, en el fondo,
que hayas salido.
Estaba deseando que saliera.
¿Cuántas semanas fueron?
13 semanas.
13 semanas es tiempo.
Pero tiempo, tiempo.
Y de todos ellos,
¿a quién echarás más de menos?
De todos ellos
a quienes echo de menos
no puedo generalizar
con una persona,
pero me quedo con tres:
Marcos, mi Marquitos valenciano,
Carmen y Teresa, la verdad que sí.
Y a quién no echarás de menos.
A quien no echaré de menos,
de menos, es a mi niña,
mira se ponía en la cocina así,
¿sabes quién es o no?
Sí, hombre, claro.
Pues esa, a mi Samira.
Samira, perdóname mucho,
te quiero mucho,
bueno, con la boca chiquitita.
A ver, he cortado el lacón
en estas laminitas aquí.
Los grelos con los cinco minutos
tienen más que de sobra, ¿vale?
Así, aquí, bueno.
Ahora, va a ser el momento
donde vamos a probar de sal
cómo está todo. Por lo tanto
probaré la patata
para ver si necesita sal
porque a pesar de que la patata
de por sí es muy sosa,
se ha cocido en un agua con sal.
Y, evidentemente,
tal y como tenía pensado,
ahora no necesita, prácticamente,
nada de sal. Tenemos aquí
el lacón, los grelos, el chorizo,
la patata, el pimentón
y el aceite de oliva.
Antes de emplatar
te voy a hacer un regalito.
¿Sí?
Por haber venido aquí.
Venga, vamos a ver.
¿Sabes dónde podrás encontrar
muchísimas ideas
para poder cocinar en casa?
En el libro "Hacer de comer,
las mejores recetas".
Verás muchas de las recetas
que hicimos aquí en el programa
y están explicadas
de una forma muy sencilla
para que todo el mundo
lo pueda hacer desde casa
y espero que tú también.
Te lo guardo aquí y te lo firmo.
Me lo firmas, al menos una firmita.
Por supuesto, además,
me vino bien porque así pienso
cómo voy a emplatar, mira,
vamos a poner los grelos
aquí en un ladito
del mueble, así, además.
Así, metemos aquí.
Vamos a trocear la patata.
Ya que estamos
y te vi que eres un tío rápido,
así, laminitas, ¿vale?
OK.
Así.
Oído, chef.
Yo eso lo sé de memoria.
Venga.
¿Vale? Bueno, y mientras tanto,
esto es una cuestión personal,
de cotilleo puro y duro,
Pepe, Samantha o Jordi.
No sé, quién te ha hecho más tilín.
Mira, para mí, mi princesa
es Samantha,
eso va al fin del mundo,
pero el que me ha llenado,
de verdad, que me ha llegado,
de verdad, me ha sorprendido,
ha sido Pepe.
¿Sí, no?
Pepe, para mí, yo le adoro.
A Pepe lo conozco
desde hace un montón de años
y te diré que es,
exactamente, el mismo de antes.
Era una pasada, ¿no?
El mismo.
Y esto lo ponemos por aquí.
Te digo una cosa, os admiro
la manera de emplatar,
cómo quitáis un plato,
ponéis una cosa de una manera
o de otra. Cuando los presentaba,
que me creía
que era el mejor plato del mundo,
te llegaba y te hacía Jordi...
Te quitaba los platos
porque me tenía enfiladito.
Mira, ya que estamos
lo hacemos bonito de verdad.
Pondré la patata
al lado del lacón
porque la patata y el lacón
quiero aliñarlas bien
con un poquito más de sal, ¿vale?
Aquí vamos a cortar un poco más.
El lacón, así.
Más picadito y más hecho.
Bueno, ¿bien, no?
Va quedando así con más colorido.
La verdad, está quedando bien.
Y ahora, sí, echo el pimentón
y he elegido picante.
El pimentón le da muy buen sabor.
Sí, le viene muy bien,
además el aceitito
que le vamos a poner por arriba.
Vamos a ver si está bien.
Bueno, si se mueve, lo pondremos.
Oh...
Va a quedar bien, ¿no?
Sí.
Bueno, pues un lacón con grelos.
Como siempre os digo
es una cuestión de imaginación
e ideas, yo os hago esto,
vosotros podéis hacerlo
como queráis,
este es nuestro lacón con grelos.
(Música)
Carlos, cómo nos vamos a poner,
croquetas marineras
y lacón con grelos,
menudo festival hay sobre la mesa.
No sé por dónde empezar.
Yo empezaría por la croqueta.
¿La probamos o no?
Pruébala.
Vamos a ver qué tal.
Directa, ya verás,
entra en la boca,
sale más fluida, más sedosa.
¿Tu no ganarías "MasterChef"?
No, me daría vergüenza presentarme.
¿Puedo comer otra?
Come las que quieras.
Come, a ver si después
tienes energía suficiente
para correr en bici.
Al menos, para perder la barriga.
O la barriguita
porque soy de cuidarme un poquito.
Bueno, yo también.
Y vosotros, ya sabéis,
haz la comida y mejora tu vida
que yo me comeré estas croquetitas
y este lacón con grelos.
(Música)
Añadir comentario ↓
Buenas: Y Carlos no sabe quien es el Chef Dani García/Michelín?Le pregunta si competirá en Masterchef!!!! Además su comentario e interpretación de Samira fue muy ofensivo,sobre todo hacia la gente bajita. Bien se ve que cada vez que puede ofender a la Mujer,lo hace (Aitana). Al Chef Dani,con lo sencillo que es,no le envíen gente así. Gracias.
Gracias Dani por ese truco es genial!