Roma, ataque desde el aire

La península italiana hace las veces de puente entre Europa y África, ya que se ha convertido en una importante ruta migratoria del Mediterráneo entre ambos continentes. Todos los otoños, el cielo se tiñe de nubes de estorninos que llegan del norte de Europa y se dedican durante varios meses a alterar el orden de Roma, una urbe ya de por sí caótica. Los estorninos son sinónimo de toneladas de alimento para depredadores alados como halcones y gaviotas, que utilizan una gran variedad de técnicas de caza. De los cientos de especies diferentes que viven más o menos regularmente en Roma, estas tres aves compiten por el título de "amos" de la ciudad: la gaviota del Caspio, la más molesta y espectacular, el halcón peregrino, el ave más rápida del mundo, y la corneja cenicienta, que tiene una inteligencia comparable a la de los simios.