Poco antes de las cuatro de la tarde del viernes 19 de junio de 1987, ETA perpetraba uno de sus atentados más sangrientos en Barcelona. El comando Barcelona colocó un el aparcamiento del centro comercial Hipercor, de avenida Meridiana, un coche cargado con amonal y gasolina que estalló poco después.
En el atentado fallecieron 21 personas y resultaron heridas otras 45. Poco antes de la explosión los terroristas llamaron al diario Avui para avisar de la colocación del coche bomba.
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