(Música)

Navidad, Año Nuevo, Reyes Hanukkah, Kwanzaa.

Estas fechas están llenas de excusas para festejar.

Pero como no lo hagamos con cuidado,

igual el que acaba celebrando es el coronavirus.

Nos enfrentamos a la época del año en el que más gente muere.

Muere mucha más gente en invierno que en verano

y por infecciones respiratorias.

Y a eso le unimos el coronavirus.

Puede ser una auténtica bomba de relojería.

Soy Luis Quevedo.

Bienvenidos a las Navidades con el método.

(Música)

Primera pregunta, ¿celebramos juntos?

La opción más segura es celebrar con las personas

con las que convives habitualmente.

Y si quieres incluir a alguien más, pues hacerlo por Skype o Zoom

que en persona.

El riesgo aumenta por cada burbuja o grupo familiar,

que se sume a la celebración y se dispara

si celebráis el 24 con unos, el 25 con otros, en fin.

Recuerda que el virus se camufla y que

Es un virus, además, en el que

antes de que presentes síntomas, ya lo puedes contagiar.

Gracias, Ignacio.

De modo que puedes llevarlo contigo, aunque no lo sepas.

Rebajaríamos el riesgo por cada comensal

que venga con la cuarentena hecha.

Bueno pues el estándar es 14 días.

La OMS todavía recomienda 14 días y 14 días, ese, pues,

se debería usar en circunstancias en las cuales

se está en una época mala del año.

Si no puedes o no quieres,

¿tal vez un test despejará tus dudas?

Este comensal se ha hecho el de anticuerpos,

pero ese no sirve para detectar la infección en curso.

Este otro, el de antígenos o PCR.

Este sí puede detectar al virus, pero pueden, uno, fallar

y dos, si los hacemos durante el periodo de incubación del virus

entre la infección y la aparición de los síntomas,

puede dar un falso negativo.

Me temo que el riesgómetro apenas baja.

Los test no sirven para bajar la guardia, ¿de acuerdo?

Vamos a ver.

Eso es absolutamente cierto.

Siempre hemos de elegir el test que sea más adecuado

en el momento más adecuado para su diagnóstico.

En nuestra reunión familiar, ¿cómo ha llegado la gente?

¿Cómo viajamos con menor riesgo?

Aunque sea poco sostenible,

el vehículo propio será lo más seguro.

Si no lo compartimos con personas no convivientes.

Si debemos hacerlo, porque vamos en un taxi, por ejemplo,

Este reciente 'Paper' nos dice

que siempre con las ventanillas bajadas, cuantas más mejor.

Si vas en transporte colectivo, aumenta el riesgo,

por lo que debes tener en cuenta la ventilación, el tiempo

y las oportunidades para mezclarse.

En avión, con buenos filtros HEPA puede ser el mejor.

En todo caso, no te quites la mascarilla,

así que nada de comer ni beber en los trayectos.

Para la cena de Navidad os sacaréis las mascarillas, claro.

Cuanto más tiempo las tengáis puestas, mejor.

Porque como hemos hablado mucho en El Método,

la clave son los aerosoles.

Así que podéis llevaros la cena a exteriores.

¿No podéis?

Si decidís en el interior.

el riesgómetro baja considerablemente

si renováis el aire adecuadamente.

Una vez que ya tienes que ir dentro, puedes aumentar la ventilación,

hacer que dentro sea lo más parecido a fuera.

Entonces, abrir las ventanas; si hay ventanas, pues abrirlas.

Y no hay necesariamente que abrirlas completamente,

que entra mucho frío, mucho calor, sino que se pueden abrir

de manera que haya suficiente cambio de aires,

¿no?, suficiente corriente.

En todo caso, la emisión de aerosoles aumenta al subir la voz

por lo que quizá no sea el año de cantar villancicos a pleno pulmón.

Mantener distancia es esencial, guardar silencio o hablar bajito

cuando se pueda nos ayuda mucho y es gratis.

Es decir, que cuando yo hablo fuerte o cuando gritó emito 30, 50 veces más

Quiere decir que si estoy infectada y estoy callada,

estoy emitiendo 30, 50 veces menos y eso es una medida gratuita.

Llegamos al tema de la comida.

Sí, sí, nuestro riesgómetro es sensible a como servimos este año

cada uno de los langostinos.

Con platos individuales y un solo cocinero, mejor.

Si nos sentamos alternados menor riesgo que si lo hacemos enfrentados

Y mejor no chocar las copas.

Por último, que sepas que el riesgo aumenta también

cuanto más gente esté en la celebración.

La excusa perfecta para que este año no venga tu cuñado.

¡Eh! ¿Y los niños?

Los niños cuando, cuando se infectan por COVID en general,

no tienen muchos síntomas y cuando los tienen son muy inespecíficos.

Estudios de seroprevalencia que se han hecho en la población.

Es decir, que miden la positividad

de las pruebas serológicas o de presencia de anticuerpos

que se han hecho en población adulta y en población infantil,

ven que la seroprevalencia en niños

o sea que la positividad de anticuerpos es menor al 10 %.

Eso quiere decir que probablemente los niños pasan menos la infección

y se contagia menos.

Ah, y no, para los escépticos.

Os invito a hacer un viaje al futuro

y ver las consecuencias de juntarse en plena pandemia.

En Estados Unidos celebraron hace un mes Acción de Gracias

y contra el mejor consejo del doctor Faucci, muchos celebraron

y aquí podéis ver su inmediato resultado.

Esta, esta es una imagen de extraña belleza.

El producto físico impalpable del intelecto humano.

En una situación de crisis sin precedentes,

la humanidad ha conseguido esto.

Con las primeras vacunas en camino muchos vemos la luz

al final de un túnel mucho más breve del que pensábamos.

Es la recta final.

Los datos de EE. UU. permiten escarmentar en cabeza ajena,

si es que decidimos usar la propia.

Desde El Método os deseamos unas felices y seguras fiestas a todos.

(Música)

A todos, menos al (PITIDO) virus.