Lunes a las 20.00 horas
Programa sobre el lenguaje presentado por Dani Orviz, poeta y showman, quien muestra un gran interés por las palabras y reflexiona sobre nuestro lenguaje, sobre cómo hablamos y cómo nos comunicamos.
Contará con tres colaboradores expertos en el lenguaje: la escritora Luna Miguel, la guionista y escritora Raquel Martos y el comunicador Xosé Castro.
Bueno, en ello estamos.
Ya lo sabes. Los negocios relajados siempre son mucho mejores.
La mayoría, sí.
Porque quieren parecer sabios.
No quieren que se les entienda.
Quieren que la gente piense:
"Oh, no he entendido nada,
pero debe saber, debe saber".
Sin duda.
Es una manera de diferenciar a aquellas personas
que están dentro del negocio económico,
de aquellos que no lo están.
Pues no.
Me temo que alguna vez lo apretarás.
Son las partes en que se divide el dinero
que han puesto los accionistas en una empresa.
Son los socios de una empresa.
No era fácil.
Esta es mucho más fácil.
Cuando una empresa compra a otra.
Sí.
Se puede comprar de forma amigable
o de forma hostil.
Pero siempre es una compra.
Tú me lo has pedido.
Si me extiendo más, emplearé más términos técnicos.
Cuando una moneda vale menos de lo que valía.
Es la parte del dinero que ha ganado una empresa en un año
que se reparte entre sus socios.
También te diré que me lo has puesto bastante fácil.
Sí, pero, fíjate:
acabas de decir una palabra que engaña.
Porque es prácticamente imposible
que tú aceptes más flexibilidad
y tengas más seguridad o igual.
No.
Lo que vas a hacer es, a cambio de más flexibilidad,
vas a perder seguridad.
(Móvil)
Es la competencia.
(Señal de desconexión)
¿Y te extraña?
Quizás excesivo.
Vamos y hablamos, por favor.
Sí, fatal.
Fíjate en tu postura corporal.
Ven conmigo y hablamos, por favor.
¿Qué has hecho mal?
¿En algún momento has llamado por teléfono de verdad?
Pero no te dediques a esto.
Palabras que no definan.
Muletillas o palabras insecto.
Todas aquellas palabras que son abstractas.
Que no dicen nada.
Y que el operador se apoya en ellas cuando no sabe por dónde salir.
Por ejemplo:
Alusiones a la confianza.
Por ejemplo:
"Me gustaría". "Que quede entre nosotros".
Frases groseras.
"¿Me entiende?". ¿Qué quiere decir?
Será "me explico", ¿no?
Esta se utiliza un montón de veces.
Las palabras o expresiones vacilantes.
Que tú has utilizado.
La chulería.
Por ejemplo, la chulería tampoco.
Faltas de respeto.
Argot que pueda haber por la calle.
"Tío", "cariño".
A veces se lo he oído a alguien.
Empatizan mucho y está muy bien,
pero no hace falta decirle "cariño".
Si a esta persona no la conoces.
Finalizar la llamada y decir: "Gracias, cariño".
¿De qué?
Positivizar siempre.
"¿Verdad que es interesante?".
Es decir, dar casi por hecho
que aquello que le estás explicando a esa persona
es un producto que le interesa.
Y luego, sobre todo,
es lógico, pero hay que decirlo muchas veces en plataforma,
no puedes estar mascando un chicle
cuando estás hablando.
Mal oído. Está mal oído.
¿Sabíais que la palabra "dinero" viene de 10?
Pues sí, viene de la moneda romana "denarius",
que eran diez ases.
De ahí, por metonimia,
pasó a significar muy pronto "dinero"
y de ahí pasó al griego
y de ahí al árabe,
donde, curiosidad,
la primera moneda que crearon fue el...
En la Antigua Roma, precisamente,
el salario era el dinero que se daba para poder comprar sal.
¿Y por qué era tan importante la sal?
Ya no en la Antigua Roma, sino incluso antes,
los prerromanos, los sabinos, hicieron la Vía Salaria.
Que era una carretera desde el Adriático hasta Roma,
a través de 242 kilómetros
para llevar sal.
¿Por qué era tan importante la sal?
Porque tiene un poder conservante y saborizante.
Solo tenemos que pensar en un mundo sin frigoríficos
o una croqueta sin sal.
Ya los romanos,
cuando tenían que comerciar con dinero,
concretamente los banqueros y los cambistas,
utilizaban una banca de madera
que se llamaba...
Que traducido más o menos literalmente
era la mesa de la plata o la mesa del dinero.
En la Edad Media, los mayores y más importantes banqueros
de Europa, que eran los florentinos,
siguieron utilizando una banca para hacer su comercio.
De ahí vienen las palabras "banco" y "banquero".
Pero con la curiosidad
de que cuando alguien no podía hacer frente a sus deudas,
lo que se hacía era romperle la banca.
Es decir, la banca rota.
Y ese término pasó hasta nuestros días
hasta el punto de que relacionamos
esa bancarrota con la quiebra.
Con algo que se rompe.
Es más, si nos damos cuenta,
fortuna y riqueza son palabras sinónimas.
La suerte y la riqueza siempre han estado vinculadas.
¿Por qué? Pues por esta señora de aquí.
La diosa romana Fortuna,
que era la más caprichosa del Olimpo.
Es más, ella siempre estaba con la rueda de la fortuna,
que repartía la buena y la mala suerte
de una manera totalmente aleatoria.
También se la representaba en un barco
que no tenía ni mástil ni timón.
Y podía ir hacia un lado o hacia otro.
¿Quién acompañaba frecuentemente a la diosa Fortuna?
Otra diosa, la diosa Ocasión.
Que se representaba con melena por delante
y se decía que teníamos que agarrarla
cuando venía hacia nosotros.
Porque si la dejábamos pasar,
ya no tenía pelo por detrás para poder agarrarla.
De ahí vienen nuestras expresiones:
"Hay que agarrar la ocasión por los pelos".
"No puedes dejar la ocasión pasar".
"Y la ocasión la pintan calva".
En ninguna, es un descubrimiento.
Ya lo ves, negro.
Es que el lenguaje tiene un componente importante racista.
Cuando ves dos palabras y una es "negro",
siempre, siempre, es algo malo.
Porque difícilmente verás una palabra añadida al blanco
que tenga un mal concepto
o que implique una cosa negativa.
En cambio, con el negro sí. La que has dicho: dinero negro.
Martes Negro cuando cae mucho la bolsa.
Etcétera, etcétera.
Entonces, ya que estamos reformulando el lenguaje,
en otros ámbitos de la vida,
en el ámbito económico también lo deberíamos reformular.
Dinero tramposo.
Para generalizar y pretender
que todo el mundo es igual
y que todo el mundo está detrás de una acción
que están solo unos pocos.
Son diferentes desaceleración y crisis.
Crisis es que estamos muy mal.
Desaceleración es que estamos menos bien.
La palabra te hace disfrazar la realidad.
Claro, si lo que yo digo es
que hago una amnistía fiscal
y a todos vosotros, contribuyentes,
que pagáis religiosamente a Hacienda,
tenéis el trato de siempre.
Estos señores que no,
los trato deferente.
Cómo queda el Gobierno. ¿Verdad?
Lo hemos de disfrazar.
Para eso está la palabra regularización.
No, somos nosotros.
Somos nosotros, principalmente
Somos nosotros porque queremos engañar a la población.
Por ejemplo: yo digo en la empresa "soy el jefe".
"Vamos a reestructurar la empresa".
Entonces los empleados dicen: "Vale, va a haber cambios".
Pueden ser positivos o negativos.
Pero no te estoy queriendo decir esto.
Estoy queriendo decir que os voy a despedir a unos cuantos.
Voy a intentar engañarles todo el tiempo que pueda.
Evidentemente, el lenguaje colabora.
Otra: "Vamos a hacer reformas estructurales".
Y siempre a la palabra "reformas" en economía
le tengo una gran animadversión.
Porque normalmente,
cuando aparece la palabra "reformas",
significa que voy a favorecer a algunos
y voy a perjudicar a otros.
Y casi siempre,
voy a favorecer a unos pocos
que normalmente son los que tienen más dinero,
y voy a perjudicar a muchísimos,
que son los que tienen menos.
Pero qué bonito es el lenguaje.
Cómo lo hacemos los economistas.
Algo muy feo lo convertimos en algo muy bonito.
Qué sorpresa, esto no me lo esperaba.
Si estábamos hablando de dinero.
De aquí sale el fútbol.
Además, el Español.
Mucho.
Preparado.
Horrible, fatal, horroroso.
Imprescindible, necesario.
La alegría de final de mes.
Nuestro guardián
y también nuestro demonio.
Oye, cada caja es una sorpresa distinta.
Unos chorizos.
Ya veo por dónde vas.
Algunos, algunos.
Pero yo elijo mis amistades.
También elijo mis conocidos.
Y cuando... alguien huele como esto,
lo aparto de mi lugar.
No tengo ni idea.
Hoy me estás cogiendo en muchos renuncios.
Es una alternativa a la palabra "frik".
Aquella persona que se apasiona por toda la cultura,
por todo tipo de cultura y la incorpora en su vida
de manera, no diría que acrítica,
pero sí con los brazos abiertos.
Es evidente que reflejo las conversaciones entre policías
de forma más fidedigna
que alguien que lo ve desde fuera.
Un autor que no está dentro de una comisaría.
Porque sé cómo hablamos.
Cómo nos referimos a los casos.
Pero también estoy en contacto con los delincuentes.
Asesinos, agresores sexuales,
ladrones, atracadores...
Veo que tienen diferentes registros.
Y lo incorporo a mis novelas.
Creo que solo cambia lo que son un nuevo tipo de delitos.
Pero en vocabulario policial,
hay una especie de relevo generacional,
una especie de testigo que se va pasando
de generación en generación. Que sigue siendo el mismo.
La primera que me viene a la cabeza.
Que es la típica espera policial.
Cuando estás esperando delante de la puerta de un domicilio.
Esto ha quedado un poco desfasado.
Es de espada y espada es la ganzúa.
La persona que abría las cerraduras con la ganzúa.
Que es el pequeño instrumento metálico.
Esto ha quedado bastante desfasado.
Ahora hay diferentes técnicas
y casi todo son anglicismos.
Hablamos más de "bumping".
Es algo tan sencillo como la palanca.
Básicamente, hacer tope.
Cuando una palanca abre la puerta.
Es menos delicado que el espadista, es más bruto.
Abrir las puertas con una pata de cabra,
con algún instrumento que revienta el marco de la puerta
y entras.
Butrón es el agujero.
Es un agujero para acceder a algún sitio.
A una industria, un banco, una cámara acorazada...
Y viene de los butrones que son las salidas naturales de las cuevas.
Donde se guardaba el vino.
Olvida la poesía.
Es alguien que ha encrastado un coche
contra la luna de un comercio.
Es alguien que roba aprovechando que se queda dentro
del sitio donde quiere robar.
Antes de que cierre, si es un comercio,
se queda dentro y cuando cierran aprovecha para robar
y luego sale.
Es un butrón "vintage".
Básicamente.
Proviene de la película "Rififí", del año 55.
Es alguien que entra en un sitio a través de un agujero.
Es como se llamaban los butrones antes.
No sé qué es.
Parece un baile tradicional.
Pues me dejas pasmado.
Si viene un lunes, le diría que lo vería el viernes,
que se pasee por la ciudad,
y yo lo vería el viernes.
Verás cómo entendería para qué sirve el dinero.
Le diría que es la forma en la que se vende la gente.
No que compras cosas,
sino la que la gente se vende.
Hay personas que tienen una enfermedad con el dinero.
Para mí es solo una herramienta.
Un medio hacia.
Una forma de comprar la libertad.
¿Con qué palabras lo relacionaría?
Con envidia, total.
Con grandísimas diferencias.
Ya desde pequeño no me gustaba.
Me daba mi madre dinero para comprarme ropa.
Y no me la compraba.
Y se quedaba en la mesilla.
De pequeño cuando los amigos decían que querían ser millonario,
astronauta, ser famoso, yo lo único que quiero es que nunca me falten,
entonces eran pesetas, que nunca me falten mil pesetas.
Es una gran putada que haga falta dinero para comer.
Que haga falta dinero para vestir.
Ideales de riqueza cada uno tiene el suyo.
Hay personas que el único fin que tienen,
el único objetivo es amasar.
Amasar, amasar, ¿no?
Yo considero que eso es un virus, una patología.
Quedarte sin nada es cuestión de dos días y medio.
Y solo te salva ese medio.
Evidentemente que he tenido momentos de quiebra.
Muchos y se los agradezco a la vida.
Porque el emprendedor rebota.
El día que te miras en el espejo te das cuenta que el dinero es
una mierda y que aunque lleves dinero en el bolsillo,
no tienes por qué gastarlo.
El arte no es hacer dinero, es saberlo mantener.
Dinero llama a dinero.