Jueves a las 22:10 horas
(Aplausos)
(Sirenas)
(Móvil)
(Móvil)
María.
Perdona, que he visto tus llamadas, pero no he podido.
María, ¿cómo estás?
Agotada. "Ya".
Cuando esto termine yo no sé si voy a poder seguir, ¿eh?
Dicen que queda poco.
Empezamos a ver la luz, pero...
va a ser difícil quitarse esta pesadilla de encima.
Me siento tan inútil.
En cambio, tú...
Nosotros estamos para vivirlo
y tú para contarlo cuando haya pasado.
Ojalá sea pronto.
Ojalá. ¿Y cómo está?
No va a salir de esta, Carlos.
"Es imposible".
¿Cuánto tiempo lleva? ¿20 días?
Veintitrés. "No entiendo cómo puede...".
¿Aguantar? "Sí".
Pues se aferra a la vida. Acuérdate de la abuela.
La abuela.
La veo a ella en todos los ancianos que están ingresados.
"Y se te rompe el corazón". No.
Me da más fuerza.
Me ayuda a seguir.
¿Mamá? Mamá bien, ¡buah!
Otro roble.
"¿Ha salido a aplaudir?"
Bueno, no exactamente. Ha aplaudido desde dentro.
Está un poco resfriada y no quiero arriesgarme, ¿sabes?
Gracias por quedarte con ella.
Bueno, se pasa las horas viendo fotos viejas con Alba.
Me recuerda tanto a ti cuando tenías su edad.
Sí, cuando tenía su edad tú te fuiste a Nueva York
y me sentó como si me quedara huérfana.
Pues te espabilaste muy bien sin mí, ¿eh? Mírate ahora.
Precisamente ahora.
Precisamente ahora
tú eres el orgullo de nuestra familia.
Mira, estoy aguantando todo esto sin llorar.
No me hagas llorar tú ahora.
"Te quiero". Yo más.
-Cariño.
Tu padre.
¿Qué? ¿Qué pasa?
Creo que va a ser hoy.
Carlos, te llamo luego, ¿vale? "Vale, vale".
Uy, ¿y esta?
¿A ver? Tiene algo aquí.
Siete de febrero de...
¿El cumpleaños del abuelo?
A ver, venga, cuéntame.
¿Sí?
# Cuéntame cómo te ha ido,
# si has conocido la felicidad.
# Cuéntame cómo te ha ido,
# si has conocido la felicidad.
# Te soñaba. -# Sin cesar.
-# Y acerté. -# Ya lo ves.
-# Y una voz. -# En mi ser.
-# Volverá. -# En un nuevo día.
-# Cuéntame cómo te ha ido,
# si has conocido la felicidad. #
Estamos aquí por las trencas.
Tienen unos colores que me han encantado.
A ver, a ver si te gusta.
(TODOS) ¡Sorpresa!
Felicidades, papá.
(RÍEN)
¿Quizá demasiado?
Sí, ahí.
El nuestro ahí, ¿me dejas conducir?
Pues nos vamos con Toni nosotros.
Joder, es lo que hay. (RÍEN)
Venga.
Termina bien el cumple, ¿eh?
Te quiero.
Felicidades, papá.
(Claxon)
(Claxon)
Buen viaje. Chao.
(Claxon)
(Claxon)
Bueno.
Ha estado bien, ¿no?
Por una vez estoy de acuerdo con él.
En lo de vernos más a menudo. ¿Tú no?
Yo creo que ha sido buena idea.
Que lo necesitaba.
No sé, papá se ha comportado.
No te ha lanzado ninguna indirecta,
ha estado cariñoso.
(Claxon)
Ha estado simpático, ¿no?
Sí, pero no ha podido venir. Tenía mucho trabajo.
Joder, qué coñazo la bocina, ¿eh?
(Motor)
(Claxon)
Uy, papá.
¡Papá!
¿Qué te ha pasado?
¿Qué ha pasado?
Mírame. ¿Cómo se apaga la alarma esta?
Hay que llevarle al ambulatorio. Ha pinchado la rueda.
¡Te ha pinchado la rueda!
Apriétale, mamá.
(MURMULLOS)
Yo diría que sí.
¿No te mosquea que de todos eligiese el suyo?
¿Y que luego le diera en la cabeza con una llave inglesa?
No sé.
¿Cómo que "vais"?
El que lo tiene que aclarar es él.
Si tiene un enemigo, es mejor que nos lo diga y ya está.
Sí, Toni, no tenemos ni puta idea de su vida.
No conocemos nada de lo que está haciendo, ¿no?
Ya no somos lo que éramos.
Exacto.
Igual no lo sabe ni él.
Belén. -No, soy yo, mamá.
-"Ah, qué rápido has llegado".
-Sí, en metro son tres paradas.
¿Qué tal está el abuelo? -Bueno, lo están curando ahora.
No sé, supongo que bien. ¿Me pasas a Belén?
-Ha salido, creo que se ha ido al teatro.
-Ah, pero ¿le has contado lo del abuelo?
-No, iba con una chica.
"No me parecía el mejor momento para decirle nada".
Era una actriz, creo.
-Ya.
-Estaban...
Estaban hablando de proyectos muy contentas las dos.
-¿Cómo que...?
¿Cómo que contentas?
-Llevaban un par de lingotazos encima.
-¿Cómo lo sabes?
-Han dejado dos vasos con un culín de cubalibre.
-Pero ¿por qué estás tan seguro?
-"Los he olido".
-Oriol, ¿qué me estás queriendo decir?
-Que no te conviene.
-Cariño, que eres mi hijo, no mi marido. Parece...
(Pitidos)
Joder, de verdad.
Qué mala hostia tiene.
Te hice la maleta, a ver si falta algo.
¿Qué tal tu padre?
¿Quieres que te lleve al aeropuerto?
Santi.
Deberías hablar con él antes de irte.
Dice que vio a la persona que atacó a tu padre.
(Claxon)
(CASANDRA) Antonio.
¿Tú has sacado dinero de la cuenta de imprevistos?
Bueno, entonces, si...
tú no has sacado dinero
ni Ramón tampoco ni yo tampoco,
pues tenemos un problema.
De medio millón.
La cuarta parte de la cuenta.
Ay, mira. Yo llevo todo el día intentando averiguar
dónde ha ido a parar esa cantidad.
Y no hay ni un justificante, nada.
Eso sí que no.
Ya lo sé.
Por eso estoy tan preocupada. Pero preocupada de verdad, ¿eh?
-Antonio, a mí esto me huele muy mal.
Yo es que no quiero señalar a nadie sin estar completamente segura.
Mira, que de esa cuenta solo tenemos firma autorizada
tú, yo y Santos.
¡Eh, pareja! ¿Qué tal?
¿Os tomáis una cervecita?
Mujer, es pronto. -Además, Josete tira las cañas
como nadie en todo Madrid.
¿Conmigo?
Bueno, vale. Vale. ¿Y eso?
Bueno, como quieras.
De acuerdo.
De acuerdo.
(Puerta)
Malos humos.
-Entran juntos.
-Sí, ¿y qué?
-Que igual han vuelto.
-Bueno. Estos van, vienen... Estos no se aclaran.
Lo mejor es no meterse. -Oye.
Antonio te ha hablado fuera de tono, ¿no te parece?
-Ya sabes cómo es Antonio.
Se cree que puede con todo y no delega.
-¿Y desde cuándo te habla así?
-No sé. Lo único que digo
es que como siga así con la que se nos viene,
este al final explota.
-Pues habla con él, que para eso eres su socio.
-Debería.
Buenas. -Hola, mi niño.
-Marchando estas cañas.
(Pasos)
Buenas noches.
Estaba sentado enfrente.
Un tío muy raro, y llevaba gafas de sol.
E iba solo.
Nos estuvo espiando toda la comida.
Oriol y yo le oímos cuando fuimos la váter.
Estaba hablando por teléfono con alguien hablando del abuelo.
-Está con toda la familia. Todos aquí, ¿te enteras?
Todos. Riéndose de ti, riéndose de mí.
Oí más cosas.
Más cosas, no me acuerdo.
Toni, tienes el taxi abajo.
A mí qué me cuentas, solo digo lo que vi.
(Puerta)
Toni.
Yo le he pedido que te lo contase.
Es tu padre al fin y al cabo.
Bueno, ¿y qué quieres que haga yo, Toni?
No me gusta este papel de árbitro que tengo entre tú y tu hijo.
Anda, vete.
Que te vayas, Toni. Vas a perder el avión.
Ay, ¿y eso?
Tiene una novia, ¿no?
¿Habéis roto?
¿Te gusta?
Además, el rojo es el color favorito de mi padre.
¿Y por qué no te apuntas?
Y así no te quedas aquí comiendo solo.
Es que tú no eres una tercera persona cualquiera, ¿eh?
Tú eres mi amigo superespecial.
El hombre que me podría hacer feliz si no le gustaran más las rubias.
Vale, vale.
Que no estamos de humor, ¿eh?
¿Y qué vas a hacer entonces?
¿Y si te llaman tus hijos qué?
Tus hijos.
Alcántara, es tu cumpleaños hoy.
# "Happy birthday to you.
# Happy birthday to you.
# Happy birthday, Mr. Alcántara.
# Happy birthday to you". #
¡Uy!
Ay, ay, ¿para qué?
¿Vas a coger el coche?
¿Me acercas a la oficina? También tengo cositas que hacer.
(Timbre)
(CATA) Haz el favor de... (HOMBRE) Se aprovecha de ti.
-¿Qué estás diciendo?
-Él sabe...
(CATA) ¿Cómo lo sabes? (HOMBRE) Da igual.
No te preocupes. Voy a hablar con él...
-No, no. quieto. -No lo defiendas.
-Vámonos. -Tengo que hablar con él.
Y contigo, con los dos. -Venga. Vamos, vamos, tira.
Claro.
Pues llama a casa, a ver si igual ha llegado.
(Portero automático)
Esa es la niña, María.
Siempre se deja las llaves.
¿Mercedes?
Yo soy Max, ¿tú quién eres?
¿Estás lista?
¿Ocurre algo?
No te preocupes, le pregunto.
Venga, tranquilo.
Buen viaje. Chao.
Oye, Oriol. -¿Puedo poner una película?
He alquilado "Muñeco diabólico". Es de terror.
¿La vemos juntos? -Bueno.
El señor este que visteis Santi y tú en el restaurante.
-¿Qué señor? -El que estaba pendiente del abuelo.
-El de las gafas de sol. -Supongo.
-No le hagas caso. Es muy peliculero y le gusta llamar la atención.
-¿Y tú no viste nada raro?
-Era un poco siniestro.
-Ese tío nos está espiando.
-¿Qué dices? -El camarero le iba a sentar
en esa mesa de allí y le pidió sentarse delante nuestra.
-Le gusta más una mesa que otra. No significa nada.
-Lo he visto antes en algún sitio.
¿Tú no?
-Yo no. -Fíjate bien.
-Estuvo dando la vara toda la comida.
-Entonces, ¿no notaste nada fuera de lo normal?
-¿Vemos la película?
Estás preocupada.
-Sí, un poco.
-Encima Belén se va con una amiga al teatro.
-Oriol, no metas cizaña.
-No quiero que te tome el pelo. -No quieres que esté con Belén.
-Es verdad, no quiero. -Porque es mujer.
-No, porque es ella. -Y te cae mal.
-Te cae mal a ti. -¿Sí? ¿Por qué?
-Te manipula y haces lo que quiere. -¿De dónde sacas eso?
-Pues de lo que veo. -Aquí el que manipula eres tú, Oriol.
Hombre que no. Me lo vas a decir a mí.
Mira, estoy empezando a estar harta del tema, te lo he dicho mil veces.
(Vaso)
El que avisa no es traidor, Oriol. Recoge eso.
-¿Adónde vas?
-¿Dónde vas, hija?
(Puerta)
Me voy a hacer una manzanilla. ¿Te hago otra?
¿A salir adónde?
Mira, Antonio.
No te metas en medio de esos dos.
De mi hija y de ese hombre.
Ya. Y yo he nacido ayer.
Usa la cabeza, Antonio.
Él está fuera y tú estás dentro.
Vas ganando.
Espera, que te hago la manzanilla.
Qué hombre este.
(Televisión)
Pareja.
-Hola. -Hola.
-Nos ponemos aquí con vosotros. -Vale.
-Sí. -Vale.
-¿Ya habéis cenado? -Sí.
-Hola, parejita. -Hola.
-Josete. -¿Qué?
-¿Nos pones para cenar? -Sí, claro.
A ver. Vale.
Pues un vino blanco...
y unas aceitunas para acompañar.
-Este bar lleva meses cerrado, ¿verdad?
-Sí, casi medio año.
-Y ahora lo lleva usted. -Provisional hasta que se alquile.
¿Le interesa? -No, no, gracias.
-Hola. -¿Qué hay?
-Hola, cariño.
¿Vas sin abrigo? Cuando salgamos del restaurante hará frío.
¿Qué ocurre?
¿Qué le pasa a Antonio?
Pero ¿es grave?
Acompañado.
Ah.
Y esa compañía tienes que ser tú.
Hola, Antonio. -Hola.
-Hola.
Bien. ¿Y tú?
(Puerta)
¿Me puedes contar...
lo que acaba de pasar?
Contigo y con Antonio siempre pasan cosas.
Cosas que no te pasan conmigo.
Estoy un poco harto, Mercedes.
Mira, te voy a confesar una cosa.
No te va a gustar, pero debes saberlo.
Soy muy celoso.
Cada vez que aparece en nuestras vidas, me vengo abajo.
Intento parecer frío, racional, pero es pura fachada.
Yo no puedo más.
¿Me vas a contar qué hay entre vosotros?
No, por supuesto que no.
Sí, pero las cosas siempre le pasan a él.
No sé cómo se lo monta, pero siempre ocurre algo
que hace que vuelvas a su lado.
Y ahora, si realmente te apetece que vayamos a cenar,
sube y coge el abrigo.
(Teléfono)
¿Dígame?
-Hola, soy Catalina. ¿Con quién hablo?
¿Qué te ha pasado, Antonio?
Ramón.
¿Por qué no vas al "parking" de los Mostenses
y me traes el coche, que lleva parado todo el día?
(Televisión)
¿Podemos hablar un momento?
Viene a que somos socios, Antonio. Y tengo que hablar contigo.
Joder, y nunca estás. No compartes las cosas, coño.
¿Por qué no salimos, echamos un cigarro y hablamos?
¿Te lo han contado?
(JOSETE) Y esto por aquí.
-¿Qué le has contado?
Os lo iba a contar a todos el lunes.
-Lo siento, pero tenía que decírselo. -Aquí ni amigos ni nada, ¿no?
-Yo tengo que hacer mi trabajo. -Podías haber hablado conmigo antes.
-Eres tú el que tenía que haber hablado en su momento.
-¿En qué andas metido, Santos?
(Televisión)
¿Por qué no te sientas y me lo cuentas todo?
¿Adónde vas?
¿A cenar? ¿Con lo que has comido hoy?
Tengo el marisco en la boca del estómago.
¡Toma tu dichoso abrigo!
Porque me tenéis loca los dos.
Ahora que parece que se estaba arreglando,
lo mandáis a hacer puñetas.
que tú no puedes vivir sin Antonio y Antonio no puede vivir sin ti.
Lo sabe todo el mundo.
Yo no hablo de amores ni de quereres, sino de necesitarse.
Pero si tú no das un paso sin que él lo sepa.
Y sin contar con Antonio no haces nada.
Vamos.
Estás atada a Antonio te guste o no te guste.
Porque Antonio es más que tu marido.
Es tu hijo, tu hermano, tu amigo, tu enemigo.
Es tu mitad.
(Teléfono)
Normal.
No fastidias nada, Mercedes se ha ido a por el abrigo.
A veces hasta eres gracioso, Antonio.
Tienes una novia estupenda, ¿no? Y un negocio que va viento en popa.
Después de muchos intentos, por lo que me han dicho.
tu vida es lo más parecido a una vida completa.
Entonces, ¿por qué no la dejas en paz?
Dile a Antonio que no puede ir a su apartamento
bajo ningún concepto.
"¿Entiendes? Que no vaya de ninguna de las maneras".
Ahora mismo no tengo tiempo de explicártelo,
pero que le quede muy claro: no puede ir a su casa.
Y dile que le llamo esta tarde.
Te quedas.
("La deuda de la mentira")
# Cuida que no te engañe.
# Sería lo normal.
# No es todo cierto # cuando me oyes hablar.
# Si vieras lo que pienso,
# llegarías a dudar
# de que en algún momento
# te haya dicho la verdad... #
-"Hola, este es el contestador automático
de la escuela de actores de Belén Serrano".
(Pitido)
Belén, no sé, son las 15:00.
Habíamos quedado a las 14:30.
¿Qué pasa? Que no vienes, ¿no?
Bueno, tú sabrás.
-# Es imposible
# seguir así.
# Pero sin trucos y mentiras # ya no sé vivir.
# De lo que es mi vida
# no sé cuánto le debo a la mentira.
# Ahora no me crees
# y lo que he dicho es cierto.
# Creo que me arrepiento... #
-Inés, ¿qué haces aquí?
-No lo sé.
-Pensaba que ibas a venir al teatro.
-Y yo que ibas a venir a la comida.
-Ya sabes que odio las reuniones familiares.
-Ya. ¿Si te pido que hagas un esfuerzo es mucho pedir?
-No me sale, Inés, ya lo sabes.
Me siento muy incómoda plantada en medio de todos.
-Pero sí que te sale estar en mi casa
tomando unas copas con una amiga delante de mi hijo.
-Venga, anda. Vamos a tomar algo las tres.
-¿Las tres también? -Ya vale, Inés, ¿no?
Será Nina en mi montaje de "La gaviota".
-Jo, qué guay. Nina.
Mi actriz, mi teatro, mis clases, mis alumnos, mi...
Mi libertad, claro. Mi libertad.
Se me olvidaba lo de mi libertad.
-Venga, anda. -Mucho "mi" y muy poco "nosotras".
-Inés, en menos de una hora estoy en casa.
-¿Sí? -Y haré cuscús.
(Motor)
(TELEVISIÓN) "Venga, vamos a saludar.
-Saludo a mi hermano, que me estará viendo,
a Christian y a mis amigas.
-¿Quién es Christian? -Es un amigo.
-Pero no vas a la India.
(RÍEN)".
(Puerta)
¿Y no podías coger el de las 21:30?
Nosotros hemos cenado, pero te puedo hacer algo.
Vale.
Vale.
Vale.
Vale.
Vale.
No, no es verdad.
Bueno, quizás... tú levantas la barrera primero
y después la levanta él, ¿no?
Él, yo, la niña.
Somos lo que viene después del trabajo, ¿no?
Pero no tanto como tú.
Me cogí un año de excedencia para cuidar a la niña,
cosa que tú no hiciste.
¿Te lo tengo que pedir, Toni?
Toni, ¡eh! ¡Eh!
Te echo de menos.
Te pasas los días fuera.
Habrá otras Olimpiadas, otras guerras...
Eres tú el que pone las barreras.
¿Con quién discutías esta mañana?
En la agencia.
Que volvía de misa con la abuela,
que llevaba un montón de días pidiendo que la acompañara.
¿Ese de ahí no es tu padre?
Además, parece que discuten, ¿no?
No es un ladrón porque lleva corbata, ¿eh?
Bueno, abuela. Hay ladrones que llevan corbata.
Te los van a quitar de las manos y lo sabes.
-Uf, mejor no meterse.
Bueno, ¿quién era?
¿"Business"?
Papá, que tengo 20 años ya.
Puedo entender cualquier cosa si te molestas en explicármela.
Sí, claro que me preocupa. Pero da igual, puede ser importante.
¿Me lo cuentas?
Cuéntamelo.
A ver, Alcántara.
Tenemos un trato.
A medida que se acerca, las cosas se van complicando.
Hay más controles, corro más riesgos...
Te di la concesión de las excursiones para ver las obras.
¿Y la venta de pases con descuento?
Te los van a quitar de las manos y lo sabes.
No se sabe si va a haber tren.
Y deja ya de racanear.
Si no te gustan las condiciones, puerta.
Tengo agencias haciendo cola para ocupar tu sitio.
No se te ocurra volver a amenazarme.
"¿Le amenazaste?
¿Qué dices, papá?"
Y ya está.
Sí, pero ¿no te das cuenta de que haces rico a ese pájaro?
Bueno, ¿y tú qué me dices siempre?
Que mal de muchos...
Pues ya está.
Ya, papá, pero es inmoral.
(Truenos)
(Teléfono)
Lo cojo yo.
(Teléfono)
Yo no puedo más.
Lo siento, pero esta relación me está destrozando.
Lo he intentado.
Afecto no se corresponde con lo que yo siento.
Yo no puedo compartirte. Tampoco puedo exigirte.
Estoy en tierra de nadie.
No hace falta que vuelvas si nunca te has ido.
Yo estoy harto de sentirme un intruso.
Así que me agarro al mínimo de dignidad que me queda y me retiro.
Y si algún día consigues olvidarte de Antonio, ya sabes dónde estoy.
Y si me equivoco, deja todo esto atrás y vente conmigo.
Os estuvo espiando toda la comida.
Tú también.
Y yo. En esta familia todos somos muy nuestros.
Vale.
"We'll see about that".
"Vale, te abro".
Mamá.
(Puerta)
¿Qué te pasa? ¿Qué haces ahí?
No te entiendo.
¿Lo dices por el cumpleaños de papá?
Pero, a ver, nosotros lo único que queríamos...
(Ascensor)
Papá, que mamá ha dicho que no podías...
Y yo qué sé.
¿Por qué no subes? Hazme caso.
De verdad, papá. ¡Papá!
¿Cómo vas a dormir en la agencia? Mira cómo estás.
Venga, anda. No seas terco, va.
¡Papá!
Papá. ¡Papá!
(Motor)
¡Papá!
¿Sabes qué? Que te vayas a la agencia.
¡Muy bien! ¿Qué pasa, María?
(Golpe)
(Móvil)
(Móvil)
Dime, María.
Papá...
ha tenido una recaída.
Puede que no supere esta noche.
No le voy a decir nada a mamá.
Mejor no. ¿No se puede hacer nada?
Hemos hecho lo humanamente posible, pero no.
Bueno, voy a tener el teléfono pegado a la oreja, ¿vale?
Intenta dormir tú que puedes.
Va a salir de esta, ya lo verás.
"Es infinito".
Tengo mucho trabajo.
Estoy muy orgulloso de ti, hermana.
Te quiero.
Doctora Alcántara, por favor.
(SUSPIRA)
Sí, era María.
Nada, bien, sin novedad.
Anda, venga, que no quiero que te resfríes.
¡Socorro! ¡Socorro! ¡Ayuda, por favor!
¡Por favor! ¡Joder, ayuda!
¡Socorro! ¡Ayuda!
¡Por favor!
¡Ayuda! ¡Parad, parad!
¡Por favor, parad!
¡Ayuda, papá! ¡A mi padre lo han atropellado!
¡Papá! ¡Papá!
¡Ayuda!
¡Por favor, ayuda!
Año 2020 a las ocho en punto de la tarde. Todo el país se detiene para aplaudir a los sanitarios que se están dejando la piel para luchar contra el Covid 19. Entre ellos se encuentra María Alcántara que, como médico, intenta salvar el mayor número posible de vidas. Lo que ni se imaginaba es que entre los enfermos a los que están atendiendo está su propio padre, Antonio Alcántara, que con más de 90 años se aferra como puede a la vida. Mercedes espera ansiosa noticias mientras recuerda con Alba, la hija de María, los años 90. Una foto de toda la familia, en febrero de 1992, nos hace echar la vista atrás. Es el cumpleaños de Antonio y sus hijos le han organizado una comida sorpresa en la que, por supuesto, no falta Mercedes. Pero la alegría se ve empañada cuando, a la salida del restaurante, Antonio sufre un ataque por parte de un desconocido que sale huyendo.
El administrador de la página ha decidido no mostrar los comentarios de este contenido en cumplimiento de las Normas de participación