Jueves a las 22:10 horas
-Buenas noches. Perdona que venga tan tarde.
No he querido llamar al timbre por si dormíais.
el teléfono del bar de Carlos?
-Es que Karina me llamó hace un rato y estaba rara...
Que la estoy llamando a casa de Carlos y,
o no hay nadie o no me lo coge.
Es que Gerardo... ya sabes.
¡Nada, que no me lo cogen!
-¿Te importa que me quede un rato y llamo luego?
-¿Qué ha pasado?
-¿Sabes si ha tomado algo?
-¿Sabes cuántas?
-Y algo más, ¿verdad?
¡Venga, no es momento de andar con tonterías!
Quédate por aquí, te iremos informando. Vamos.
Haremos todo lo que esté en nuestras manos, ¿de acuerdo?
Venga, tranquilo. Acompáñame.
¡Ven, acompáñame! Vamos, ven conmigo.
A ver, necesito tus datos, ¿de acuerdo? ¿Tu nombre?
-El de ella.
-Karina qué más.
-¿Y tu dirección? La dirección.
¿Y el teléfono?
¿El teléfono?
-Tranquilo.
-¡Que eres un muermo! ¡Carlos!
-¿7, 6?
¿Los dos últimos números son 76?
-76. Vete a la sala de espera y ahora te avisamos. Tranquilo.
(SUSPIRA)
-Estaba muy rara, Mercedes, ¡me ha dicho unas cosas...!
-Que me escuche sin que discutamos, nada más.
Cada vez que hablamos por teléfono nos decimos unas cosas...
que no deberían decirse una madre y una hija.
-Que yo no digo que Karina tenga mala fe.
Pero ha malinterpretado las cosas y me ha hecho mucho daño,
a los dos, a Gerardo y a mí.
-Mercedes, quiero ir a hablar con ella, ¿puedes venir conmigo?
A mí no quiere escucharme.
No creo ni que me abra la puerta, pero a ti...
pero que Karina para vosotros es como de la familia.
No lo hagas por mí, hazlo por ella.
-¡El 2001 es único, maravilloso!
-Depende.
-De lo que busque.
-Sí.
-Depende.
-¿Viene de parte de alguien?
-Menos cachondeo que don Pablo está muerto.
-Haberlo dicho antes.
-Hola.
-Soy Wanda, ¿y tú?
-¿Me permites tu abrigo?
-Antonio.
Me gusta tu traje, si me permites decirlo.
-Champán, para Antonio y para mí.
-¡Eh, eh, eh! ¿Qué pasa, estamos locos o qué?
Que vas a joder el teléfono.
-Felipe se fue hace tres horas, Carlos, no seas pesado.
Que no duermo, ya está.
-Pues me atontan, pero no me duermen.
-Pues qué bien.
-No, gracias, Carlos, pero no tengo ganas ni de fiestas ni de tartas...
-¡Carlos!
-¡Joder, ya no me acordaba del frío!
-¡Vaya! ¿Y así abraza un marinero?
-Calla, que tengo mañana el examen y no distingo babor de estribor.
-No, métete en mi habitación.
-¿Seguro? -Sí.
-Nada, Carlos, que no duermo. Ya está.
-Gracias.
-¿De verdad que no te molesta? -Qué va, me encanta.
-A mí también. Podría estar escuchándola millones de veces.
¿Qué haces? -Nada, repasando lo de mañana.
-¿Eso qué es, una pajarita? -No, no es una pajarita.
Toma. Feliz cumpleaños.
-Karina 2. -Sí, es como un intento pero...
pero no ha llegado a buen puerto.
-Pues no podría estar más de acuerdo.
-¿Perdona?
-¿Tú no tienes miedo? -¿A qué?
-Pues... a naufragar, a morir ahogado.
-Te mueres antes de frío.
-¿Cómo? -Pues eso, de hipotermia.
Si te caes al agua en invierno, tienes diez minutos.
-¡Diez minutos en mitad del mar y luego desaparecer...!
Pues no parece mala forma de morir.
Dejarse ir poco a poco y desaparecer.
-Hombre, yo preferiría algo más tranquilo y con alguien cerca.
-Pues sí.
Es una suerte tener a alguien cerca.
-Bueno, yo voy a seguir con esto.
-¡Gracias! -¿Por qué?
Ah, de nada.
-No... De nada no.
-Eh. ¡Chis!
¿No tendrás un piti?
-¿Y fuego, tienes fuego?
-¿Familiares de María del Río? -Yo.
-Tu novia está bastante mal. Entonces...
-A ver.
-¿Puedo sentarme con vosotros?
-Bueno, ¿quién la abre?
-Yo, dame.
A ver, porque esta botella...
-¡Ay! Pues sí.
-Bueno, pues habrá que brindar. -Sí, ¿por quién?
Mejor brindamos por Antonio.
-Por Antonio. -Mejor por vuestro nuevo jefe.
-Trae champán del bueno a don Antonio.
-La botella de Scotch. -¡La botella de don Pablo!
-Bueno, ahora es la botella de don Antonio.
-Espero que seas un jefe muy bueno.
-Y yo espero que seas un jefe muy estricto.
-Chicas, el güisqui.
-Deja que te cuente.
-Carlos, que somos tus amigos. Si no nos los dices a nosotros...
-¿Cómo está?
-¿Has preguntado?
-A esta gente, os les metes caña o pasan de ti. Voy a ver, eh.
-¿Qué ha pasado?
-¡No paro!
-Pues sí, a lo mejor te pasaste.
Pero desde lo de Gerardo, Karina no ha sido la misma.
Tú lo sabes.
-Es que no sé por qué venimos tan pronto hoy.
-¡Joder con Marcelo, es la leche, menuda jeta tiene...!
(AMBOS) ¡Sorpresa!
-¡Felicidades, guapa!
-¡Felicidades!
-Bueno, ¿y esto qué es? -Una tarta de cumpleaños.
Importante: pensar un deseo. ¿Lo tienes?
¡Bravo! ¡Chupitos!
Que no la has probado y es tu cumpleaños.
¡Está muy buena!
-Gracias.
-De nada.
(LUIS) Vale, de acuerdo. Muchas gracias.
Nada, que ahora sale el médico, le están haciendo pruebas.
Pero, Carlos, tú no te preocupes, que al final no será nada.
-¿Y Felipe, le has avisado?
¡Hay que llamar a la policía, a los hospitales...!
-¿Te gusta sentarte ahí?
-¡Qué curioso, don Pablo se sentaba siempre ahí!
-¡Ay, Antonio, le echo tanto de menos!
-Bueno, después de todo el lío de construcciones Nueva York,
terminamos fatal, Antonio, ya sabes.
Pero es que entre él y yo siempre hubo algo... especial.
Y ya ves, cosas del destino, nos volvimos a encontrar.
-Que no, aquí no se hace nada indecente.
Las chicas se llevan un porcentaje de las consumiciones.
Lo que hagan con los clientes...
-Yo no me meto. Si suben a los apartamentos,
es cosa de ellas y los clientes.
-Lola, ¿puedo hablar con usted? -Antonio, te presento a Sandra.
Lleva con nosotros poco tiempo.
y tan...!
-Bueno, Sandra, ¿qué querías?
-Que a uno de mis clientes se le olvidó la cartera.
Quiere hablar con usted. -¿Pero de cuánto es la cuenta?
-No, de 4000 pesetas. -¿Es uno de los habituales?
-Sí, es mi amigo el flaquitín, el que se pone tan nervioso;
que quiere tanto palique pero después...
-Sí, ya sé, dile a Blas que deje la cuenta, que ahora voy.
-Sí.
-Es muy raro. Lo bueno de este negocio es que todo se cobra.
-¿Qué coño haces aquí?
Pues lo mismo que tú, ¡no te digo!
-Ah, sí, hombre, socio...
-Sí, Desi, es socio.
-Bueno, pues qué callao te lo tenías.
¡Voy a ponerme una copita!
-¡Camarera, lo de siempre!
-Disculpa, pero me he dejado la cartera...
-Con Antonio no hay problema.
-Doctor Ares, por favor, doctor Ares, Cardiología.
-¿Cómo está?
-¡La has echado tú, joder! ¿A mí qué me cuentas?
Perdona...
-¡Eh, macho, el foco, hombre, el foco!
¡Hombre, enfoca!
-¡Huy, huy, huy...!
-¡Mira, mira, la mano al par, Carlos!
-¡Mira ahí Josete, qué pinta!
-¿Qué dicen los médicos?
-De verdad, no pasó nada raro.
-No, el equipo, el equipo, que suena de puta madre, ¿no?
-Sí, bueno, y el disco también, que está muy bien.
¿Qué? -Acábatelo.
-Oye... ¡joder, cómo se ha puesto Carlos!
-Ah, es idiota. -¿No le dirías que te la paso yo?
-No, yo no tengo por qué darle explicaciones.
-Claro que no.
-Además estoy harta de poner copas.
A él, a ti y a tus amigos, que son imbéciles
y unos pijos como tú.
-Oye, a ver si te va a dar el bajón.
Estamos celebrando tu cumpleaños.
-Sí, Felipe, pero no he hablado con mi madre.
Siempre me despertaba el día de mi cumpleaños cantándome
"Feliz en tu día".
-Bueno...
-Voy a llamarla.
-¿Ahora? -Sí, ahora.
Mamá, que soy yo...
Nada, que es mi cumpleaños, por eso te llamo.
-Tuvieron una discusión de cojones, no sé qué se dijeron,
algo del violador este gilipollas.
¡Por favor, no me cuelgues, mamá!
¿Mañana?
Mañana a lo mejor es tarde.
Mañana no sé si estaré aquí, mamá.
¡Mamá, por favor, no me cuelgues, mamá!
-¿Quieres que me quede un rato?
-¿Un rato?
¡Vete a la mierda! Mejor te vas con la pija
que os tiene agarrados por los huevos.
-¡Eh! ¿Qué pasa? -¡Me pasa que no puedo
con más mentiras, eso me pasa!
Familias de mentira, amigos de mentira,
es que no puedo más, ¡me dais asco todos! ¡Quita!
-Mujer, que no es... (GRITA) -¡Que no me toques!
¡Ni me roces, lárgate! -¿De qué vas?
¿Qué quieres? -¿Tuyo? Nada, mira.
¡Eso es lo que quiero, nada! ¡Vete!
Que te vayas. -¿Qué haces?
-Felipe, lárgate. -Claro que me largo, ¡joder!
Pero cagando leches me largo.
Tú estás muy mal, hazte mirar. -¡Que te largues!
¡Que te vayas de aquí! -¡Que no me empujes!
-¡Claro que me voy, que te den! -¡Joder!
(RESOPLA)
-Carlos, cómo iba a saber, ¿eh?
-No me enteré de nada, llegué tarde
y Josete apenas me contó nada.
-En el Clínico. -Está loca, la niña está loca.
-¿Lo ves?
-Esto es lo que ella quiere, que todos se pongan
en contra nuestra. Nunca ha podido soportar
que esté con nadie. Gerardo tiene razón,
no está bien de la cabeza.
-Yo solo quería tener una familia normal.
-Llamadme en cuanto sepáis algo.
-¿Qué os pongo? -¿Qué nos pones?
Estamos de servicio.
pero un rato, me tomo una copa y me piro.
-No es por eso, es por la conversación.
-Es por lo bien que escuchan.
-Yo llego a mi casa y no me hace caso ni el Tato.
Digo: "Buenas noches" y todos viendo la televisión.
Cuento un chiste y no se ríe ni Blas,
y si me pongo serio me toman por un cantamañanas.
Sin embargo aquí, mira qué guapas.
Aquí dices cualquier cosa y te toman por el más listo,
el más enrollado y hasta por el más guapo.
que me va a invitar a champán? -Yo mismo, si te valgo,
porque paga el jefe.
-Qué preciosos ojos tienes hoy, parecen dos zafiros luminosos.
-Desiderio, qué poético.
Tú sí que sabes hacer derretirse a una mujer.
¡Ay! (RÍEN)
-¡Ay, qué frío, por Dios! -Y yo qué caliente.
-Bueno, pero qué picarón estás hoy.
(RÍE)
-No, Antonio, no te vayas.
-No, no. No, no,
¿Lo tiramos?
-Claro.
-Como don Pablo. -No soportaba los vasos de tubo.
-Vale. Te lo cambio y ahora vengo.
-Es costumbre de la casa.
-Qué suerte tiene tu mujer contigo.
-Pues yo no... Yo no tengo suerte.
-Familiares de...
Karina Saavedra.
-Es pronto para poder dar un diagnóstico.
-Tendría que haberse despertado ya
pero no sabemos cuántas pastillas se ha tomado
y si las ha mezclado con otras sustancias...
Es una cuestión de tiempo.
más fácil es que entre en coma, las próximas horas son decisivas.
tienes una máquina de café en el pasillo.
-Qué gracioso que es usted, don Antonio.
-¿No te sabrás de los de Lepe, que me hace mucha gracia?
(AMBAS) -No, no...
-No, no te vayas. Queremos conocerte un poco mejor.
-Mercedes. Guapísima. Pero espera,
tomemos un poco más de champán. ¡Camarera, un poco más de champán
que estamos secos...! -Que el desierto del Amazonas.
Tráela un día por aquí.
-No atosiguéis a don Antonio que tenemos cosas de que hablar.
Venga, a trabajar, mirad quién ha llegado.
-Está en todo, como don Pablo.
-Hola... ¿Qué tal? ¿Cómo está? -Hola.
-Sí. Sí es, pero nada de nombres, Antonio.
-¿Cómo está?
-¿Y el médico?
-Mercedes...
-Perdón, mi hija, Karina...
-Mal sitio para reencuentros.
-Gracias.
Todavía no saben nada.
-Hola.
-Hola.
-Vaya silencio, creía que no había nadie.
-A mí sí me deja.
-Oye, Carlos, ¿no ha llamado nadie?
-¿Seguro? -Claro, llevo aquí todo el rato.
-¡Que alguien me ayude, que esto pesa un huevo!
-¡Joder, cómo mola! -Coge de ahí arriba, Luís.
-Venga.
-Ahí va.
-¡Con cuidado que me ha costado una pasta!
-¿Y esto?
-Tu regalo de cumpleaños.
¡A ver...! -Dejadla aquí mismo.
-¡Cuidado, que la vais a romper y es nuevo!
-Acompañantes de María del Río. -Yo.
-Lo siento.
(LLORA)
-¿No tendrás unas monedas?
y paráis este escándalo o llamo a la policía.
¡Carlos! -¡Bajáis la música
o llamo a la policía! Yo mañana tengo que ir a trabajar.
-¿Sabes qué se ve desde nuestra ventana?
-Carlos, por favor, no me hables así.
Ahora no.
-Carlos, que estoy muy cansada, no quiero discutir.
Solo quería darte las gracias.
-Porque eres la única persona que me ha querido, Carlos.
La única que me ha querido de verdad.
-Solo se ve oscuridad.
Desde nuestra ventana solo se ve oscuridad.
-Carlos, solo quiero descansar, nada más.
Así que no te culpes, por favor, tú no.
Yo no estoy ni enfadada ni rabiosa...
Solo quiero dormir.
Llevo días sin poder dormir y solo quiero descansar.
-Carlos, yo lo siento mucho...
Siento no haberte querido como me has querido tú pero...
-Adiós, Carlos.
-¿Bajáis la música?
-Prisa tengo yo, que tengo que ir a trabajar.
(AL TELÉFONO) -Hola, ¿quién es?
-Da dinero, Antonio, si no fuera un negocio
Pablo no lo habría montado.
-Lo sé, pero esto es diferente. Es lo que te decía antes.
En el 2001 todo se cobra al contado.
-Para un perro que maté, mataperros me llaman.
Mañana vengo y lo pago.
al menos de momento. Haremos una cosa:
No tienes porqué pasarte por aquí, cada semana te hago llegar la caja.
Unas 200 mil pesetas.
-Sí.
-¿800 mil pesetas al mes?
-Yo pego el cerrojazo al video club y me vengo a currar.
-¿Qué vas a pensar?
(LOLA RÍE) -Que eres mi amigo.
-Lo de esta noche serán más de 12 mil pesetas, Desi.
(TOSE)
-Anda, págate la penúltima... -Hola... Las chicas.
-¡La alegría de la huerta!
-¿Has traído a tu hermana?
-¿Qué tal, chicas?
-¿Qué pasa, cómo está?
-Hay que esperar.
Siéntate.
-Buenas noches.
(GERARDO) ¿La has visto? (YOLANDA) No pudimos entrar.
-Hasta ahora.
-Mercedes...
Muchas gracias, de verdad.
-¿Has visto? Gerardo ha venido. Lo está pasando muy mal también.
-Que no, no soy un degenerado.
-Que no.
No, es una cosa inocente.
-Hay gente que va al psiquiatra para arreglarse.
¿qué más dará?
-Pero te mete unas minutas que te cruje.
-Pero, ¿qué coño me estás contando?
Yo voy porque soy cliente, pero ¿y tú?
Si tú eres el capo de un puticlub, ¿me entiendes?
(RÍE) Vamos... un proxeneta.
-Pero qué tiene que ver el culo con las témporas.
Yo quiero a mi mujer, para mí es una santa
y me arrepiento cuando voy a casa pero me encanta ir ahí
porque, aparte de estar buenas para aburrir...
-Hola.
-Aparte de estar buenas para aburrir...
son muy buena gente.
Qué manos tiene, qué masajes me da en la espalda,
me la tiene niquelada.
-Sí, terapéuticos.
¡Que yo no he subido nunca!
-Que no, joder.
-¿Y a quién te subirías?
-No, si me refiero que quién te gusta de las chatis.
Si es por hablar, venga. ¿Quién te gusta?
-¡Qué cañón de piba, eso te sienta como un guante!
ahora que me confiesas esto: ¿qué descuento me vas a hacer?
-Gracias.
Todavía no he llamado.
¿Qué coño les voy a decir?
Era yo el que conducía y ella...
-Daría lo que fuera porque esto no hubiera pasado.
Lo que fuera.
-Carlos, tío, me tengo que ir, tengo el examen en dos horas,
si no el próximo es en seis meses.
-No, prefiero pasarme.
Que tengas buena mar.
-Que no, Carlos, que no...
Que yo creo que Karina ya lo tenía pensado.
(KARINA ESNIFA)
-Nada.
-Carlos, que no duermo y esto me despeja, ya está.
-Esto no tiene nada que ver con el caballo,
sirve para estar bien. Además, lo toman médicos,
empresarios...
Yo estoy mal, joder, estoy mal.
Lo que no me ayuda es que estés como un alma en pena
dándome sermones. Eres un muermo...
¡Carlos, ¿qué haces?! Dámela que es mía.
¡Trae, dámela!
-¿Qué haces?
Yo puedo meterme lo que quiera, beber lo que quiera,
y acostarme con quien me dé la gana.
No eres ni mi padre, ni mi hermano ni mi novio, eres mi jefe.
-¿Qué pasa?
-¿Qué le has hecho?
-Vete tú a la mierda.
(GRITA) ¡Karina!
-¿Me das un poco?
-¿Qué te ha dicho Luís?
pero todo cambió cuando habló con su madre.
si quieres saber todo pregúntale a ella.
-No sé...
Discutimos, como siempre.
(GERARDO) ¿Quién es a estas horas? (YOLANDA) No sé.
¿Dígame? -Mamá, que soy yo.
-Karina, hija, ¿cómo estás?
-Que es mi cumpleaños, por eso te llamo.
-Ya lo sé, cariño, ¿cómo no lo voy a saber?
Me estuve acordando todo el día, quería llamarte, pero...
(GERARDO) -¿Quién es a estas horas?
-¿Por qué no vienes a casa? Ven y lo celebramos.
-¡No, mamá, no volveré mientras esté ese ahí!
-Hija, ¿no crees que si habláis...?
-¡No voy hablar con él, yo sé lo que hizo!
-Cariño, ¿cómo puedes seguir diciendo eso?
¿No comprendes que estás equivocada?
Él me lo explicó todo y ya oíste al juez.
-¡Qué me importa lo que diga él o el juez,
me tienes que creer a mí, que soy tu hija!
-¿Quién es? -Es Karina.
-No dejes que te haga esto...
No puedo más, Yolanda, no puedo más.
-Mamá, ¿está ahí contigo?
¿Puedo hablar contigo sin que ese hijo de puta esté presente?
-Hija, estás muy nerviosa. Mejor te llamo mañana.
-Yolanda, cuelga ahora, no te dejes chantajear.
-Mamá, le estoy oyendo, no me cuelgues.
-No me hagas elegir, no me hagas esto.
-¡Pero qué dices de elegir! ¿Qué dices?
Por favor, no me cuelgues, mamá. -Mañana hablamos.
(LLORA) -Mañana a lo mejor es tarde.
¡Mamá! -Karina, hija, te quiero...
-¡Mamá, por favor, no me cuelgues, mamá!
¡Mamá...!
-Tiene un problema y lo sabes, un problema psiquiátrico.
Y tú, por mucho que la quieras, no la puedes ayudar.
Y menos apoyando ese comportamiento.
-Tu amiga no está bien y esto que hizo es una muestra
de que tengo razón. -¡Ya está bien!
¿No os da vergüenza?
(SUSURRA) No puedo más.
-Yoli... -Déjame, por favor, déjame.
-Estoy empezando a hartarme de vuestras indirectas.
-Córtate, niñato. Soy inocente, lo dijo la justicia.
intente matarse es culpa mía? Yo no soy el que vive
con ella ahora, igual eres tú el que se pasó.
Pero lo entiendo, porque tu amiga es
bastante calientapollas.
-¡Eh!
-¡Eh! La única culpa que tengo yo
es intentar que esa cría pasara un buen rato,
¡y uno muy bueno que hubiera pasado, te lo digo yo!
-¿Un buen rato? ¡¿Un buen rato, hijo de puta?!
¡No me toques!
¡No quiero volver a verte en toda mi vida!
-Familiares de Karina Saavedra.
-Está despierta.
-¿Puedo pasar a verla? -Sí, en unos minutos.
-Mira, si quieres ayudarla vete a buscar algo de ropa,
un cepillo de dientes y vuelves,
y cuando ella ya esté en la habitación
te dejo subir a verla, ¿vale? Venga.
(SOLLOZA) -Solo tenía 26 años, tío.
-Gracias, tronco.
(ENTRECORTADO) Hola... Sí, sé que no son horas,
pero... soy Sebas...
Ha...
Hemos tenido un accidente.
-¿Carlos Alcántara? -Policía Nacional.
-Dicen que encontraron droga en el Fly.
-Calla, que te comes el marrón.
-Acabo de llegar.
-¿Es usted Carlos Alcántara?
-Queda detenido, dese la vuelta.
¿Y esto?
¿No sabes de qué hablamos? -No hay más que ver la casa
para saber de qué vas. Si dices que no es tuyo,
ahórratelo.
(LLORAN)
-Lo siento, cariño, lo siento mucho. Lo siento...
(LLORA) -Perdóname.
(LLORA) Perdóname.
¿Y Carlos, dónde está Carlos?
Noviembre de 1981. Antonio decide visitar el negocio del que es socio con don Pablo y para su sorpresa no tiene nada que ver con lo que él se había imaginado. Superada la sorpresa inicial, Antonio tratará de averiguar más detalles sobre el funcionamiento de la empresa.
Llega el cumpleaños de Karina y Carlos tiene organizada una fiesta sorpresa a su amiga. Karina no atraviesa su mejor momento, además la relación con su madre está prácticamente rota. Cansada de su situación decide tomar una decisión que nadie se espera.
Mercedes, que siempre ha luchado por su familia por encima de todo, intentará hacerle ver a Yolanda, la madre de Karina, que está equivocada y que tiene que hacer todo lo posible para recuperar a su hija.
Añadir comentario ↓
El fan numero 1 soy yo un pastor de un pueblo de granada lo vivo a tope me como todos los episodios las veces que hagan falta en la clan de madrugada por internet y de todas las maneras
Ahhhhh me fascina esta serie, sufro y me pongo feliz, sonrió y casi q lloro cada capítulo según la historia, ahora m preocupa mucho Carlitos: ( Jijijiji, d vdd q me encanta esta serie, no quiero q acabe nunca!!! Lo q más m gusta es q puedo ver siempre todas las temporadas todos los capítulos y de los q más repito son las Navidades en sagrillas y semanas santas!!! Oscuros estos capítulos pero buenas historias pues todo lo q venga de la serie me encanta y lo disfruto con simpleza : ) Saludos desde México!!!
PAQUI hola me gustaría que alguien me dijera como puedo hacer. se va casar mi sobrina que es una fan forofa de la serie cuentame. Quisiera si es posible que me mandaran un saludo alguno de los protagonista de la serie deseandole felicidades y poder meterselo en el video que le estoy haciendo gracias.
Carlos se deja malinfluenciar igual que antonio al principio de la serie. Felipe ya no pinta nada ahi qur le metan en la carcel y se olviden de él
Soy fan de la serie desde que empezó y llevo dos semanas que no lo puedo ver en directo y online tampoco puedo porque me dice que en mi región geográfica no está disponible el video....estoy en Zaragoza.... :/
El personaje de MIGUEL ya me tiene hasta la narices. Que deje de ser un niñato sobreactuado. Y en cuando a INÉS les pido, señores guionistas, hacerle la vida más fácil porque ¡cómo la han fastidiado durante infinitas temporadas!
Me parece que estan cambiando el estilo un poco, este programa siempre ha tenido "sabor y humor" para contar la historia, pero ahora como que se estan poniendo muy serios, los dos ultimos capitulos estan buenos pero un poco oscuros. A Maria casi ni se la ve, el hijo de Ines que nunca se habla de el, ella como madre ni se interesa en el, hay unos huecos en la serie ultimamente. y por favor no cambien el estilo!
Vaya capítulo, la intensidad que tuvo. Imagino por la época, cuántos jóvenes pudo haber en esos días que se murieran o que se salvaran de milagro por las mezclas tóxicas de aquel entonces. Karina se salvó de milagro. Vaya desastre que hizo. Y al fin su madre abrió los ojos y lo echó al perverso de Gerardo de su vida. Qué mal lo de Carlos: por querer ponerla en su lugar, haya quedado pegado por el sobrecito de cocaína que le quitó y encima su viejo amigo Luis haya quedado pegado. Antonio: así que el mentado negocio sería un "puticlub" y encima Desi es cliente del lugar... Veremos cómo sigue ésto.
Ya veo los encabezados en los medios cuando se enteren de que "la conocida actriz Inés Alcantara, quien confiesa ser drogadicta, tiene un hermano narcomenudista y un padre proxeneta".
Oscuro capitulo, completamente ochentero, Genial!!!