Jueves a las 22:10 horas
Estos faros son una mierda.
Les dije que me cambiaran las luces y no se ve nada.
(BULLICIO)
Qué bien que todavía estás aquí, Carlos.
¿Te pasa algo?
Oye, ya sé que a lo mejor ha sido un poco repentino, pero por favor,
sólo te pido que lo pienses bien antes de tomar una decisión.
David está pasando muy mal momento.
Llevaba meses sin escribir una frase.
y cuando leyó tu novela, fue como si despertara algo en él.
Se vio a sí mismo cuando empezaba...
No hagas un mundo de esto.
Si lo piensas, lo que te ofrece es bueno para los dos: para ti y para él
David sigue siendo alguien importante. Y tenerle de amigo...
¿Has tenido algún problema con la familia de Nuka?
¿Te han dicho algo que te haya molestado?
Mira, Carlos, no sé lo que te pasa, pero mi idea de la amistad
no es dejar a los amigos tirados en una escalera.
Vaya, gracias.
Es mucho más,...
Pero allá tú.
Oye, no pienso dejar que te marches en este estado. Estás fatal.
Nuestro apartamento está a cinco minutos de aquí. Vamos allí,
charlamos, tomamos una copa. Te puedes quedar a dormir si quieres.
Mañana verás las cosas de otra manera.
Carlos, no tienes a donde ir, no conoces a nadie en Barcelona.
¿Dónde vas a dormir?
(TV) "... han continuado las numerosas nieblas...
y las fuertes heladas en las regiones del interior
durante las últimas 12 horas, por lo que a heladas se refiere,
y exclusivamente fijándonos en capitales de provincia,
destacan como temperaturas mínimas más bajas las de Ávila y Valladolid
nuevamente, con 6...”
Pero que no pasa nada, abuela.
No lo sé, no lo sé. Hemos salido un par de veces.
Es el dueño de mi casa.
Sí, es muy educado.
Es viudo. Pero tiene una hija.
Es un poco complicado, abuela.
me cuida mucho, pero...
¿El qué?
Pero anda que no queda para eso, abuela.
¿Y qué es normal?
¡Quieta!
¡Que te estés quieta! ¡Quieta!
No me hagas perder la paciencia ¿me oyes?
¡No lo sé! ¡No sé si le ha pasado algo! ¿Contenta?
¡Saca las manos de ahí!
¡La puta!
¡Joder Antonio!, ¡pero a poco te llevo por delante!
¿Qué haces aquí en mitad de la carretera?
¿Pero estás seguro que ha sido él?
Joder, el Maurín, cuando se le hincha la vena es que...
No, pero si es que estoy de servicio.
Que yo tengo mi responsabilidad, joder.
Qué cachondo eres ¿eh, Antonio? Qué cachondo eres.
Sí, y lo estaba, pero es que mi suegro ha venido con una faca
y me he tenido que volver.
Pasa.
Aquí puedes quedarte a dormir con toda tranquilidad.
Pasa, siéntate.
Te voy a preparar una copa, te va a sentar muy bien.
Bebe conmigo, no me gusta beber sola.
No hace falta que hables si no quieres.
Me lo imaginaba.
Sí. Nuka es mucho menos autosuficiente
de lo que le gusta admitir.
Y está loca por ti.
¿Qué ha pasado?
La habrá sentado mal la bebida.
No saques las cosas de quicio...
Nuka no es una yonqui. La conozco desde hace años,
sé distinguir un yonqui cuando lo veo. Lo habrá querido probar.
Le pone muy tensa estar con su familia...
Mucha gente se mete heroína, pero controlando.
Tontea con ella pero sigue haciendo su vida.
No todos. Mucha gente lo lleva bien.
Más de la que crees. Yo también la probé una vez.
Y le vi las orejas al lobo.
Todos tenemos debilidades.
Mira, no quiero meterme en tus cosas,
pero tendrías que ser más tolerante con Nuka. Más abierto.
Carlos, eres escritor, tienes que conocer las debilidades humanas,
sin juzgarlas.
Todos tenemos dentro un pozo lleno de basura.
Pero sólo los grandes echan el cubo al pozo para ver qué hay dentro.
Tal vez es su manera de asomarse a su propio pozo.
Anda, date la noche libre,...
olvídate de todo.
No tomes ninguna decisión y mañana hablas con ella.
¡Ey!
¡No! Hay cosas que no tienen arreglo.
Hay cosas que llevan estropeadas demasiado tiempo, Mercedes.
¡Cállate, cállate Mercedes, o estampo el coche contra ese árbol!
Bueno, pues porque habrán salido. Estarán en carretera.
¿Yo qué?
Bueno, mira, yo mejor me voy a mi cuarto.
¡Ay!
¿Sí?
No, no porque la hemos dejado en casa después del notario, así que, no.
"Pues no lo sé, habrá salido a hacer algo ¿no?"
¿Antonio, pasa algo?
A ver Antonio, ¿cómo que mi padre...?
"Antonio..."
"Antonio, por favor, ¡Antonio!"
¡Antonio!
Bueno, así podrás descansar un poquito,y ver amanecer en Barcelona.
Te aseguro que es un momento mágico.
Y para ti como escritor debe ser muy inspirador.
Tienes talento, pero talento solo no basta.
Hay mucha gente con talento que desaparece sin dejar rastro.
Hay que tener también una estrategia.
David ha cogido el libro de un principiante con talento
y lo ha convertido en una gran novela,
la novela que todos estaban esperando de él.
Es una oportunidad. De ti depende aprovecharla.
Y antes de tomar una decisión, tengo que advertirte que David
es muy mal enemigo.
No, Carlos, de verdad, me caes muy bien.
Me caíste muy bien desde el principio. Y a David también.
Tiene mucha fe en ti.
Mira, no sé qué va a pasar con el libro,
ni en qué acabará lo de Nuka,
pero de lo que estoy segura es que dentro de unos años
ella será un recuerdo
y el libro estará perdido en alguna estantería de tu casa.
Y tú a lo mejor te estás hinchando a firmar en la Feria del Libro.
Todo pasa, Carlos.
¿Sabes qué?
Yo he olvidado la cara de la mayoría de las personas que me importaron.
Sólo recuerdo su olor...
¿Y sabes una cosa?
A veces dejo de reconocer mi propio olor.
¿A qué huelo?
¿Nuka huele también a su perfume?
Humo...
algo de alcohol...
mucha autocompasión y miedo.
No te enfades.
Es el olor de los jóvenes cuando se sienten desdichados
en una ciudad desconocida.
Pero también hay una nota de curiosidad...
y de deseo,
¿o no?
-¡Elvira!
Es David.
Y no atina con la llave, va bastante borracho.
-¡Elvira, abre! ¡Abre, coño!
Joder, te has ido sin avisar.
-Me estaba aburriendo.
-Ya, aburrimiento.
¿Y éste que hace aquí? -Ha venido a tomar una copa.
Y a hablar.
-¿He interrumpido algo? -No has interrumpido nada.
-Ya sabes que no me importa.
Yo puedo mirar.
¿Por qué me miras con esa cara? Estás deseando acostarte con ella
desde el primer día. Y no tienes de qué avergonzarte.
Es una mujer muy guapa.
¿O no te lo parece a ti? -Venga, a la cama.
No quiero acostarme.
Quiero ver vuestra fiesta. -David, por favor.
Sal.
Conduces tú.
¡Que te sientes ahí y te pongas a conducir o te pego un tiro!
Te lo advierto, Mercedes: a mí ya no me importa nada.
A la bodega, ¡tira palante!
Yo estoy muy calmado. Pero la escopeta puede ponerse nerviosa
como no tires para la bodega.
(GRITANDO) ¡Que arranques, coño!
¡Antonio!
Perdona, que estaba la puerta abierta.
¡Ay!
¡Que mi padre se ha llevado la escopeta!
y el armario estaba abierto y la escopeta no estaba.
¿A dónde?
que mi padre de verdad que no es capaz de hacer algo así,
por favor, que es que no puede ser.
¡Yo tengo el mío fuera!
¡Antonio!
Eso digo yo, ¿qué pasa?
y luego se han ido él y tu mujer.
y han salido pitando. Y Merche parecía muy preocupada.
¿Qué está ocurriendo?
hacia Hellín, creo.
¡Para, para, para!
Parece que hay un coche tirado en la cuneta.
¡Han liberado a Marey!
(LEE) "A un kilómetro escaso de la frontera, el industrial vasco-francés
Segundo Marey ha sido liberado, después de permanecer secuestrado
en un lugar que se desconoce. Al ser puesto en libertad,
los gendarmes encontraron en un bolsillo de su chaqueta
una carta firmada por los GAL, Grupos Antiterroristas de Liberación."
-¿GAL? ¿Y esos qué son? ¿Unos nuevos?
-No lo sé. No lo sé, pero acuérdate de lo que nos dijo Vivaldi.
Aunque cambiaran mil veces de nombre siempre seguirían siendo los mismos.
-Sí, pero ¿para qué han secuestrado a este hombre,
si no tiene nada que ver con ETA? -A lo mejor ha sido un error
y por eso lo han soltado. -¡Joder, vaya chapuza!
-Acaban de llegar dos policías de la Brigada Criminal.
-¿A estas horas?
-Preguntan por ti, ¿se puede saber en qué lío te has metido?
-Que yo sepa en ninguno. Ve a llamarles, anda.
-Pues a ver qué quieren.
-Pues no creo que vengan a darnos las buenas noches ¿no?
-A lo mejor son tus amigos.
-No, no son mis amigos.
-Adelante.
-¿Antonio Alcántara? -Soy yo, buenas noches.
-¿Sabe quién es?
-¿Qué le ha pasado?
-Las preguntas de momento las hacemos nosotros.
Entre sus pertenencias estaba esto.
-¿Le conoce?
-Nosotros ni siquiera sabemos cuál es su nombre. Le conocemos por Vivaldi.
-¿Usted también le conoce? -Pero si le han partido la cara.
-¿Qué le ha pasado?
-¿De qué lo conocen?
-En alguna ocasión nos ha dado información.
-¿Qué tipo de información?
-Es confidencial.
-Confidencial, vamos, no me joda.
-Lo siento mucho, pero somos periodistas,
no tenemos por qué darle esa información.
-¿Qué más saben de él?
-Es... argentino.
-¿Y qué tipo de información les estaba pasando?
-Ya se lo he dicho, no se lo podemos decir.
-No me lo pueden decir. ¿Está seguro?
Están ocultando información en un caso de asesinato.
Escuchen, este asunto es muy serio. Insisto, ¿qué tipo de información
les estaba pasando?
-Mire, ya le he dicho que no se la podemos dar.
Si la quiere va a tener que llamar a un juez.
-Se han dejado las llaves puestas.
-La matrícula es de Madrid, y parece que ha chocado con algo,
o que le han dado un golpe.
Coño Velasco, apaga eso, ¿no hueles a gasolina?
-No. -Que lo apagues, coño.
Joder, qué peligro tiene esto.
Anda Velasco, quita el contacto y apaga las luces.
(CHISTA)
-¡Aquí hay una cartera! -Trae a ver.
Antonio Alcántara Barbadillo. Coño, Antonio Alcántara.
-¿Lo conoce, cabo? -Claro que sí.
Si es de Sagrillas, y tiene casa en el pueblo.
Anda, vamos para su casa a ver si está allí.
de verdad, lo de mi madre, la bodega, pues no sé,
se habrá puesto muy pesado con Luisa.
(RESPIRA NERVIOSO)
¡Mercedes, Mercedes!
¡Mercedes, Mercedes!
¡Para!
¡Para te digo!
¡Mercedes!
¡Seca!
Sí.
No sé.
Seca.
Sé que estás por aquí, Seca.
¿Dónde estás?
¡Rubia!
¿Dónde te has metido?
(RÍE CON MALICIA)
mi padre.
Pero no sé, puede haber gente que esté cazando. Furtivos.
¡Seca!
¡Huelo tu perfume, Seca!
¿Estás por aquí?
¡Seca! (RÍE)
¡Seca!
(GRITANDO) ¡Seca!
¡Papá!
¡Seca!
No sé. Yo creo que ha sido por allí ¿no? Por donde la finca del Sebas.
(SILBA)
¡Seca!
(SILBA)
¡Seca!
Sé que estás aquí.
Lo sé.
(RÍE CON MALICIA)
¡Frena, frena, frena! -¿Qué pasa?
-Eso ha sido un tiro, ¿no? -Yo no he oído nada.
-Parece que ha sido por allí.
-Pues si es un furtivo, como para echarle un galgo.
-Anda, vamos para casa de Antonio y echamos un vistazo por ahí,
por la finca del Sebas.
¿Oiga? ¿Hay alguien?
¡Guardia Civil!
-No hay nadie.
-Mire por ahí dentro.
-No hay nadie. Ni vivo ni muerto.
¿Qué opina, cabo?
-Hay barro, se ha estado curando, hay brasas...
-Utilizar el teléfono de un particular no es reglamentario.
-No me joda con el reglamento, Velasco.
Buenas noches. Soy el cabo Ginés, del cuartel de Tobarra.
Necesito que me localice un número de teléfono.
¿Te vuelves a la meseta? A la hoguera de las vanidades.
¿Habéis discutido?
Claro, es un listón demasiado alto para ti.
La conozco desde niña, Carlos. La he visto crecer...
-Ya está bien, David. Está obsesionado con Nuka.
Pero nunca se olvida la primera vez.
Apenas tenía 16 años.
Era preciosa. Estábamos pasando un fin de semana en la casa de Cadaqués
y se presentó en mi habitación...
Por un momento pensé que el autor de “Regla de tres”
y tú erais la misma persona que a pesar de ese estilo
un poco pretencioso y esas consideraciones un pelín infantiles,
había alguien que sabe mirar al diablo a los ojos.
¡David, David!
¡Carlos, ayúdame! ¡Carlos ayu...!
"¿Es el domicilio de Antonio Alcántara Barbadillo?"
Doña Herminia. Soy el cabo Ginés, de la Guardia Civil de Tobarra.
No, no, no tranquila. Es que quería hablar con su yerno, con Antonio.
"¿Y Mercedes?"
No, no, no, tranquila, tranquila.
No pasa nada. Es que se han encontrado la cartera de Antonio.
"Se ve que la ha perdido y por eso."
"No se preocupe. Vuelva a la cama y perdón por estas horas."
Si le llaman, dígale que se ponga en contacto conmigo.
Buenas noches, doña Herminia.
A mí esto no me gusta nada. Vamos a salir a buscarlos.
-Pero ¿adónde vamos a ir a buscarlos? -No lo sé. Por ahí.
Vale, tranquilízate, tranquilízate, ¿qué te ha dicho la Guardia Civil?
¿Sí, en dónde?
¿No los han localizado en Sagrillas?
Mira, no vamos a llamar a nadie. Nos vamos a sentar tranquilitas,
vamos a respirar, yo te voy a hacer una infusión, y vas a ver
que no ha pasado nada, abuela, por favor.
(SILBA)
(SILBA)
Deja eso. Te vas a hacer daño.
Sal.
Buena chica.
¡Anda, tira palante! No se te ocurra una tontería más,
porque estás terminando con mi paciencia. ¡Tira!
Ya no se despertará hasta mañana.
Carlos, gracias.
Preferiría que no le contaras esto a nadie.
No todo el mundo sabe envejecer.
Muy entrañable, pero ojalá llegues a ser tan grande como ha sido él,
y ojalá escribas algún día la mitad de bien que ha escrito él.
¡Cómo no le voy a querer, imbécil!
¡Es el amor de mi vida!
Ya sé lo que estás pensando. Que todo esto es una mierda.
Que tu vida entera es una mierda.
Pues mira lo que te digo: cuando tengas mi edad,
echarás en falta momentos como éste. Porque no lo vas a olvidar nunca.
Porque volverás sobre esta noche una vez y otra intentando entender.
Y toda tu vida de escritor se basará en explicar días o noches como esta.
Porque con esta mierda es con la que se hacen las obras grandes de verdad.
Así que espero que estés agradecido,
porque acabamos de regalarte un tesoro.
Y si eres sincero, sabes que es así.
Quieta, quieta ahí, quieta ahí, quieta ahí.
Aquí.
(CHISTA)
Métete.
Métete.
(HABLA BAJO) ¡Cállate!
¡Cállate!
Ahí dentro, métete.
Venga, sé buena chica. Merceditas.
Muy bien.
¡Antonio! ¡Mira! ¡Mira, mira ahí!
¿Y ése de dónde sale?
¿Qué quiere?
Pero ¿cómo voy ahora, Antonio?
¿Y tú, tú?
Toni, tenemos que hablar con alguien. Estamos con el culo al aire.
-Sí, ¿pero con quién? Yo ya no me fío de nadie.
Bretón tiene amigos en todos los lados.
-Pero es que a lo mejor no era Bretón a quien vimos el otro día.
-No me jodas con eso ¿eh?, que lo sabes de sobra.
-No sé Toni, me da igual, a mí esto ya empieza a superarme.
Siento como si tuviéramos una diana pegada al pecho.
-De momento lo único que quieren es acojonarnos.
-¿Y cómo estás tan seguro de que no quieren pegarnos un tiro
como a Vivaldi?
-Porque si me lo hubieran querido pegar me lo hubieran pegado ya.
Esta tarde un tío me ha apuntado con una pistola en la cabeza,
y me ha dicho que no iba a tener tanta suerte como tuve en Tánger.
-Joder, Toni.
Hijo de la gran puta...
¿Pero qué coño haces?
Sal de ahí.
¡Tira eso!
¡Que lo tires!
Vamos.
¿Pero es que no te das cuenta de quién manda aquí?
(GRITANDO) ¡Que entres, te digo!
¡Que tires te digo!
Cuidado. ¡Tira!
Antonio siempre llega tarde a todas partes.
Antonio es un desgraciado, como su padre.
Entra.
¡No te lo voy a repetir! ¡Que entres!
¡Quieta ahí!
¡Quieta!
Mira.
¿Merece la pena arruinar la vida de un hombre para tener esto?
Desde que asomaste por aquí te lo vi en los ojos.
Me querías fuera.
Pero te juro, te juro que te vas a arrepentir, ¡te lo juro!
¡Venga ya, Mercedes!
Reconócelo,...
a ti Luisa te importa un pimiento.
La usaste como excusa para echarme fuera.
¡Si ni siquiera me gusta! Esa desgraciada...
(RÍE) ¿Hablar? Pero si tú siempre me has odiado.
Sí, siempre me has odiado, desde aquélla noche en la era.
Cuando volvías de llevarle la cena a tu padre,
que se había quedado con aquella vaca que estaba de parto.
No había luna. Estaba muy oscuro.
Te escapaste por poco. Por muy poquito.
Me quedé con la cinta de tu pelo en la mano.
No te hagas la tonta, que de tonta no tienes ni un pelo.
Por poco,...
por muy poquito, Mercedes.
Tira.
(GRITANDO) ¡Que tires te digo!
Entra.
Entra.
Siéntate.
¡Que te sientes te digo!
Así.
Suelta eso.
Que lo sueltes.
Las manos por detrás del respaldo.
Voy a hacer que venga Antonio. Os quiero a los dos juntos.
Para montar una verbena. Los tres. Con fuego y todo.
¡Quieta! ¡Que te estés quieta!
No me gustaría destrozar esta cara tan bonita.
No te preocupes. Vuelvo en seguida.
Y no te molestes en gritar, no te va a oír nadie.
¡Pare! ¡Pare por favor! ¡Alto! ¡Pare, pare, pare, alto, alto!
-¿Ocurre algo, señorita?
-¡Sí, tienen que ir a la bodega de Alcántara! ¡Por favor, muy rápido!
-¡Le estamos buscando, ¿está ahí? -No lo sé, pero tienen que ir
muy rápido, por favor. Llévenme. -¡Pues andando!
-¡Suba, suba! Ya me lo olía yo. Venga, tira.
Mercedes, (RÍE)
veo que te has puesto cómoda.
Le voy a dar la oportunidad a tu marido de salvar a la princesa.
Dentro de un rato, voy a llamar al alcalde,
para decirle que la bodega está ardiendo.
Todo el mundo vendrá a apagar el fuego.
Antonio el primero, claro.
Con suerte, llegará a tiempo. Y yo le estaré esperando.
Porque hace mucho tiempo que tenía que haberlo hecho.
No, no es la bodega, y tú lo sabes. Y si no lo sabes
es que no entiendes nada.
¡Cállate!
Baja ese bastón, calzonazos de mierda.
Te digo que lo bajes.
Por una vez en tu vida has llegado a tiempo.
Que me lo queréis quitar todo. Tú y la Seca. Los dos.
Lleváis 50 años intentando hundirnos.
Y llevas toda la vida intentando vengarte, ¿no?
Entonces, ¿por qué todo el mundo me detesta, eh?
(TOSE)
(CHISTA)
¡Cuidado señorita! -¡Es mi padre!
-Es peligroso.
Sujétala ahí.
Joder, qué ganas tenéis de hablar cuando tengo una escopeta, ¿eh?
Por favor, señorita, ¡estese quieta!
¿Hablar, de qué?
Ya es demasiado tarde para hablar.
¡Alto! ¡Quieto!
Don Mauro, baje la escopeta.
Baje esa escopeta.
Baje esa escopeta, por lo que más quiera...
¡Papá! ¡Papá, papá!
¡Papá, por favor, no hagas eso! ¡Por favor!
(NERVIOSA) ¡Papá, por favor no! ¡Papá, por favor!
¡Por favor, suelta la escopeta, por favor! (LLORA)
Papá. Papá, por favor, suelta la pistola por favor, que soy yo.
¡Papá!
(LLORA)
La cartera, Antonio.
Enseguida mandamos un coche a buscaros.
¿Estás bien, guapo?
¿Pero por qué? Si tienes ojos de artista.
Seguro que tienes una vida muy interesante. Quédate conmigo.
La confusión de Antonio, después de que Maurín le echase de la carretera en el capitulo anterior, se transforma en temor al descubrir que Mercedes ha salido de casa en el coche de su socio. Merche se ha ido con él engañada, pero en seguida se da cuenta de que Mauro ha perdido la cabeza. Antonio tratará por todos los medios de encontrar a su mujer. Quien también está confuso es Carlos, que aún no se ha recuperado de la imagen de Nuka drogada. Elvira, la mujer del escritor, le da cobijo en su casa hasta que salga su autobús al día siguiente. Allí descubrirá un poco más sobre la vida que llevan Elvira y David, y de por qué le hicieron la propuesta de presentar su novela con el nombre del famoso escritor. Por su parte, Toni recibe la visita de dos policías de la Brigada Criminal preguntando por él y por la relación que mantiene con Vivaldi, su confidente sobre la guerra sucia.
El administrador de la página ha decidido no mostrar los comentarios de este contenido en cumplimiento de las Normas de participación