Jueves a las 23:55 horas
Estos son dos kilos. Tiene 15 de estos metidos ahí dentro.
Antes era impensable, chavales jóvenes como tú
con este grado de obesidad tan alto, y ahora es muy frecuente.
Yo le echo la culpa a la bollería.
Llego a tomar hasta cuatro litros de Coca-Cola al día.
-¿A la semana? -No, al día.
¿Al día?
Peso 108 kilos y mido 1,66.
Yo me moriré con la pena de no ser delgada.
¿Veces? 3500. (RÍE)
Hay que comer poco.
Aproximadamente 2,8 kilos.
Pues gente de 18 a 35 o 40 años.
Chicos que coman mucho.
Esta serán unos 35 euros.
Una mediana especial. Venga, los tengo ahí abajo.
Oído, vamos a por ella.
Está muy buena.
Sí, es lo que tiene. Estoy despidiéndome hoy.
Hay que ponerse fino porque después ya...
Muchas veces también.
No, acabo de salir de trabajar a las 21:30.
Sí, me estoy luciendo. Hay que aprovechar.
Porque por mi cuenta he empezado a hacer dieta y tal
pero me he empezado a estancar.
Exactamente.
Sale más barato irte a un McDonald's, o un "burger" y comerte un menú
que irte a cualquier sitio
y comer carne de primera calidad que engorda menos.
A engordar.
A mí, sinceramente, psicológicamente no me afecta.
El único problema que tengo con el sobrepeso,
sobre todo la principal razón por la que quiero seguir bajando,
es por la rodilla, que me he operado de las dos,
ponerle mucho peso a las rodillas significa cargarlas más
y ralentizar mi recuperación de las dos.
¿Ignacio Domínguez?
-Sí. -Pasa.
Buenas. Pasa.
Siéntate.
-¿Qué edad tienes? -22 años.
¿Y desde cuándo tienes este sobrepeso?
Desde que tuve un accidente a los 12, que me impidió hacer ejercicio.
-¿Cómo son en tu familia?
Mi padre es gordita pero mi madre es normal.
-¿Y hermanos? -No tengo.
Eres hijo único.
Ese es un factor de riesgo para la obesidad, los hijos únicos.
Ya llevamos tres factores muy importantes
que hacen engordar:
No haces ejercicio, no comes fruta,
y tomas bebidas dulces y alcohol.
-Vamos a ver la obesidad que tienes. -Vale.
Quítate los zapatos.
Pues somos más gordos porque los hábitos de vida
nos están llevando ahí.
El medio ambiente, el mundo en el que nos movemos,
se llama "obesógeno", porque fabrica gordos.
Antes, las calorías eran difíciles de obtener
y el ejercicio estaba en la vida misma
y eso ha cambiado y ahora el ejercicio es difícil de hacer
y las calorías nos inundan.
-Bastante.
-¿Ansiedad? ¿Comes dulces para calmar la ansiedad?
Un par de napolitanas.
-¿Así seguidas? ¿Te las comes con ansia?
-Sí, con ansia sobre todo. -Cuando estás ansioso, comes.
Puedes mides 1,67 y pesas 97 kilos.
Pues un poco demasiado.
Además, si no haces ejercicio seguro que son todo de grasas.
Súbete.
Entonces, nos va a medir el porcentaje de grasa corporal.
Tiene un índice de masa corporal de 34.
Tiene una obesidad ya de grado dos.
Sobre todo tiene una obesidad severa, importante,
con un 35 % de grasa.
Quiere decir que el 35 % de su cuerpo es grasa.
En kilos son 33 kilos.
Tiene de estos...
Pues si esto son dos kilos, tiene 15 de estos metidos ahí dentro.
Pues el riesgo más importante es que va a ser un adulto obeso.
Que ya lo es.
Va a tener todas las complicaciones de la obesidad
como es la aparición de la diabetes, el colesterol,
te van a doler las rodillas, puedes tener problemas de fertilidad.
Sí.
Los niños con obesidad, sobre todo los de obesidad severa,
alrededor del 20 % tiene alteraciones del metabolismo del azúcar.
Lo veo y, además, veo que crece la obesidad más grave.
Antes era impensable, chavales jóvenes como tú
con este grado de obesidad tan alto, y ahora es muy frecuente.
A ver, esta es la pregunta del millón.
La obesidad es una enfermedad crónica y yo diría que no se cura nunca.
Tú podrás adelgazar y serás un obeso que ha adelgazado.
La obesidad te estropea todos los mecanismos metabólicos por dentro
y por eso es tan fácil volver a ponerse gordo.
Entonces, es muy importante prevenir, ese es el quid de la cuestión.
No, vamos...
Yo creo que ya está medio colapsado. Colapsará entero.
Reduce el tamaño de la ración. ¡Hay que comer poco!
-¿Vienes a consulta? -Sí, vengo a consulta.
¿Es tu primera consulta dietética? No digo conmigo, con otras personas.
-He tenido otra consulta.
¿Cómo sería un día malo tuyo? ¿Desayunarías...?
Unas tostadas con paté, una leche con cereales,
una leche con galletas...
¿Y tomas refrescos a lo largo del día?
Sí, a lo largo del día tomo bastantes refrescos.
Puedo llegar a tomar hasta 4 litros de Coca-Cola al día.
-¿A la semana? -No, al día.
¿Al día? ¿Cuatro litros de Coca-Cola al día?
Sí.
Eso es un bombazo de azúcar, no hay metabolismo que lo aguante.
Medio kilo de azúcar tienen estas dos botellas de refresco.
Y lo toma al día.
Yo de lo que vivo realmente es de la farmacia.
Y la dietética, para mí, es el complemento perfecto
y el entrenamiento personal es lo que más me gusta.
-Bueno, vamos a entrenar. -Vamos.
Tienes que empujar y tirar, empujar y tirar.
Para quien no tiene la capacidad de hacer este tipo de entreno,
puede andar cuesta arriba, puede subir escaleras.
Es joven y fuerte, tendría que andar, al menos,
una hora por la mañana y otra por la tarde.
Un poco difícil.
En 40 minutos de estas dos máquinas, ya no tendría que andar.
15 segundos suave, cinco segundos fuerte.
¡Pum, pum, pum, pum, pum!
Y ahora ya suave.
Hola, buenas.
-Muy buenas. -Hola. ¿Qué tal? ¿Cómo andas?
Pues hoy había pensado en un salmón en papillote.
Las pechugas de pollo, en vez de a la plancha,
había pensado hacerlas a la sal.
Sí, te había dicho a la plancha pero así tiene igual.
Yo le pongo hierbitas y se creen que se comen algo del restaurante.
Nos estamos asociando el sobri y la tía.
Cocina por mí y por todos mis compañeros.
Con los años he necesitado trabajar y ya no me han querido coger
porque con 50 y tantos ya no te cogen.
Entonces, otra cosa que sabía hacer era cocinar.
La materia prima a lo mejor son 12 o 14 euros.
Y si lo pone el paciente, a lo mejor son ocho o diez.
Depende.
Lo que hago es poner esto así, hemos puesto el horno...
¿Veces? 3500. (RÍE)
Pues muchísimas veces en mi vida.
Una vez que cometí otro error horrible.
Lo típico que te dicen:
"Unas pastillas maravillosas de Francia y no sé qué".
Me gasté un pastón en pastillas.
Cada día estaba más delgada. Llegué a pesar...
Llegué a usar la talla 36, estaba yo emocionada.
Y fue dejar las pastillas y hacer... ¡blup!
Ponerme como un globo absoluto.
En los años 80 o 90 sí que se vendían muchas anfetaminas
diciendo que no llevaban anfetaminas.
Sí, porque luego a los 40 o 50 años te da problemas valvulares.
Pues mira: la del jamón, la de la piña, la de mayo...
(RÍE) La de la alcachofa.
En ninguna dieta le han enseñado: "Lo ideal es esto, esto y esto.
Y esta actividad".
Sino que se han limitado a una restricción calórica extrema
pero luego no han seguido diciéndole: "El mantenimiento debe ser así".
Cuando yo estuve a régimen para la boda de mi hija,
dejé mi vida social. Te lo juro.
-Celebramos bebiendo, comiendo... -Es que claro...
-Esto, con una o dos mandarinas, y hemos solucionado.
Se puede tomar café, infusiones, pero este sería el plato ideal.
Calentamos hombros.
A rotar rodillas.
-¿Cuántos días tengo que hacer esto? -Si puedes seis de siete, mejor.
Una hora sería perfecto.
Evitar estar sentada más de una hora seguida.
Levantarte, mover los brazos...
Tienes que andar rápido, a buen ritmo.
-Y grandes.
Así me van a echar de la calle.
No tienen que ser zancadas raras, sino como tú andas pero rápido.
-No es ver escaparates, es andar. -Vaya.
-Ir de "A" a "B" en el menor tiempo.
Ahora extender.
Así, poco a poco vamos haciendo.
Perfecto.
Miss Curvy es un certamen de belleza de tallas grandes.
Peso 108 kilos y mido 1,66.
Talla 50-52.
No solamente tenemos que tener una 38.
Vi que salía un certamen de Miss Curvy Sevilla.
Y dije: "¿Por qué no apuntarme, si me gusta el tema de la belleza?".
(RÍEN) Ojalá.
-Un, dos, tres. Adelante.
Al centro.
Uno, dos, tres, cuatro. Uno, dos, tres, ya.
¡Muy bien!
¡Apertura!
Una hora.
que mover 90 kilos.
A ellas les cuesta.
Aquí no, se encuentran súper a gusto. Donde no van es a los "gym".
Sí. Hay más culto al cuerpo.
"Gorda" es una palabra muy fea. No gusta.
Pero son las menos.
En esa parte también llevan razón.
-Pero queda mucho más bonito "curvy". -Sí. De "curvas".
Tenemos muchas curvas. (RÍEN)
Ya estoy.
20 años.
Yo de pequeña era delgada, una chica normal.
Pero a raíz del desarrollo, fui engordando.
Y mira, hasta que estoy como estoy.
Como soy una persona que me ha dado igual.
yo lo que quería era estar con ella, me daba lo mismo.
-No se ha fijado en el físico. -Nos hemos puesto los dos...
(RÍEN)
A lo mejor ella es mejor persona que una finilla que pase por ahí.
Hoy se fijan los hombres más en el físico de las mujeres
que en el interior de ellas. Yo creo que sí.
Sí.
Sobre todo, más que nada, a la hora de comprar ropa.
Yo era jovencita, con 17 o 18 años ya tenía mi peso,
y me amargaba.
Me iba a casa llorando, me "jartaba" de llorar,
y mi madre: "¿Qué te pasa?".
Y yo: "Que no encuentro nada para mí, solo de personas mayores".
Y me ponía a llorar y mi madre: "Ya sabes lo que tienes que hacer:
Dieta. Muévete, haz deporte".
Pero yo me "jartaba" de llorar pero después...
Después me "jartaba" y me comía unos bocadillos...
(RÍEN)
Mi hermano.
Hola.
Ella es cuñada, su pareja.
Igualmente.
-Otro hermano mío.
-Venga, vamos.
-Hola. -Hola.
-Ella es la mamá. -La mamá de las "curvys".
(RÍEN)
Yo peso 110. Me gusta mucho la juerga.
Y comer. Me he cuidado poco.
Pues casi todos. Menos tres, somos todos "curvys".
(RÍEN)
Pues no sé, será por la comida. No sabemos comer.
¿Con tanto niño qué iba a hacer?
Darles de comer, llevarlos al colegio.
Cuando venían, a uno le soplaba medio huevo,
al otro las papas, o yo me lo comía todo.
(RÍEN)
Así, uno y otro, y mira lo que ha hecho.
(RÍEN)
el molde quiero quitármelo pero ya no puede ser.
No he sido gorda nunca.
Madre de nueve hijos, todos de cinco kilos.
Menos la hembra, cuatro kilos. Los varones, cinco kilos.
Demasiado que estoy viva. (RÍEN)
Hace un rato me he pesado. (RÍEN)
Este peso es muy embustero. (RÍE)
Aquí peso unos kilos, por la noche tengo otros kilos.
Vamos a ver. No he adelgazado. (RÍEN)
¡Embustero!
Ya está.
Siempre embarazada, trayendo niños al mundo.
Muy guapos.
Muy gordos. (RÍEN)
De las comidas de mamá.
No, ¿para qué vamos a decir...? De verduras, pocas.
Aunque no sea una persona delgada, no es una persona obesa.
-Diga que no, a mí me ha reñido muchas veces.
Me voy a morir con la pena de no ser delgada.
No tenemos más remedio que ser felices.
¿Qué vamos a hacer? ¿Llorar?
Encima que estamos gordos, lloramos. (RÍEN)
Ea, como estaban los he puesto.
Sácame los tenedores, tú.
-Mira, aquí, toma. ¿De huevo?
-Mamá, un diez. Está buenísimo.
Qué rico, Dios mío.
Espectacular.
-Qué guapa está ahí.
-Nos las regaló por ser candidata, ahí con la banda.
-Esta fue en bañador. -Qué graciosa está ahí.
Siempre he sido gorda y nunca me ha afectado.
Al revés, cuando empecé a perder fue cogí un poquito de complejo.
(RÍEN)
Pues estar más delgada, sí, pero si yo estoy contenta...
¿Para qué?
Sí.
Yo cuando era más pequeña, cada vez iba a más,
hasta que me planté a una dietista y perdí 15 kilos.
Pero cuando el estómago ya se asienta un poco
a lo que tú vas comiendo:
No bebes gas, solamente agua, no pasteles, ni pan...
Comer bien.
Yo le echo la culpa a la bollería.
Hoy la bollería... Mucha chuchería.
Lo tienen más a mano. Y también más cómodo para las madres.
"Cómete un Bollycao, cómete una palmera".
Mi niña está en el comedor y ahí le enseñan a comer saludable.
No quiero que sea "curvy". (RÍEN)
-El requisito es a partir de la talla 44.
Somos mujeres que se sienten bellas por dentro y por fuera
y para mí son iguales, tanto unas como otras.
Reivindicar la diversidad en la moda y hacernos visibles, finalmente.
Primero tienes que empezar a quererte y aceptarte tal y como eres.
Y si no te gusta, intentar cambiar o mejorar.
Pero mientras seas una persona sana.
Al final, uno piensa que es la única que tiene complejos en el mundo.
Sí. Es que... No tengo palabras.
Es mi sueño de llegar a ser "miss".
Siempre lo había querido desde pequeña.
Me da pena pero también estoy emocionada
porque ahora se va a cumplir el sueño de otra persona.
Sí.
Tengo el de mi marido.
Esta señora es de Miss Baleares, de Mallorca.
Y yo soy la de Ibiza.
Ellas están nerviosas pero nosotras peor.
(RÍEN)
Valoramos lo que realmente tenemos que valorar
según la estadística, ¿vale?
Pose, belleza, pasarela y elegancia.
Ella ha tenido problemas porque el marido decía que era muy gorda.
Que era muy gorda, que dónde iba a ir por el mundo así.
Sí, porque mi hija no está muy gorda, está rellena.
No le salen las chichas, está guapa. Pero bueno, es amor de madre también.
Venimos 12. Y quedan tres por llegar.
Hacer esta pasarela hoy, para ella, las sesiones de fotos, todo,
está siendo muy especial porque se están sintiendo bellas.
Han estado un poquito "apartadas" por tener unas tallitas de más.
-Pase lo que pase, gane quien gane, todas somos ganadoras
y nos hemos llevado una piña muy buena.
Una, dos y tres.
¡Viva!
-Aplausos a 14 Miss Curvys.
-¡Guapas!
¡Guapa!
-¡Guapa! -¡Guapa!
Pero al final lo convencimos.
Al principio no tenía ganas de venir.
Un dulce.
Chocolate blanco, y ahora lo adorno con otro chocolate.
Se lo voy a poner al final de la canción.
¡Te quiero, papá!
Ya.
¿Por qué no me cuentas una historia de la bailarina de acero?
Sí.
-¿Estás nerviosa? -Muchísimo.
Muchísimo.
La nueva ganadora de Miss Curvy 2017,
va a ser para...
¡Miss Curvy Málaga!
Con una talla de un 1,60 o 1,65.
Las primeras cosas que miramos son especialmente el peso y la talla,
que es lo que determina el índice de masa corporal.
Clasificamos a los enfermos en diferentes tipos.
Como son enfermos con obesidad clase uno,
que son enfermos que tienen un IMC entre 30 y 35.
Obesidad clase dos, de 35 a 40, y a partir de 40, obesidad mórbida.
Son pacientes que con los años, no con un día ni unos meses,
o después de algún problema que pueden haber tenido,
han cogido peso y cuesta mucho bajar.
La obesidad se ha cronificado tanto que cuesta luchar contra ella.
A veces lo comparo con el abuelo que fuma.
Es difícil hacer a un abuelo dejar de fumar
si ha fumado más de 60 años.
La obesidad se cronifica en nuestro cuerpo.
Es una enfermedad compleja que siempre piensa en subir,
nunca piensa en bajar.
Es una operación mayor hecha por manos expertas.
Estamos hablando de una mortalidad muy baja.
Ha tenido que ir muy bien, esperemos.
Estará unas horas en reanimación y si todo va bien,
pues ya subirá a planta pronto.
Y mañana a levantarlo, tomar líquidos,
y empezar a deambular.
Pues se van a los dos días.
¿Me buscas?
-¿Qué tal? Hola. -Son compañeros.
-¿Cómo estáis? -Bien.
Venga, ¿café, cortado? ¿Qué quieres?
El jefe, adjunto, adjunto.
Sí.
Pues aquí estamos en torno a 180 aproximadamente.
Hombre, la sociedad sí.
-Sí que nos cuidamos. -Yo sí, un poco.
Tú sí te cuidas.
-Una cosa es la cafetería del hospital,
que es una cafetería estándar.
Y otra cosa es la comida del hospital.
Está muy pensada por especialistas, por endocrinos. Es de mucha calidad.
Probablemente sí llegarías a ser una obesa mórbida.
Pero pensamos que hay factores individuales
que lo impedirían.
Te impedirían seguir con tu progresión de peso.
En unas personas sí y en otras no.
Un enfermo obeso mórbido con 20 años frente a un no obeso,
tiene 15 años menos de esperanza de vida a largo plazo.
La obesidad mórbida es una enfermedad crónica.
Es para toda la vida.
Aunque uno se opere. Y si se opera y se mejora,
lo que se hace es controlar, pero sigue siendo obeso.
No se puede culpabilizar, ni criminalizar,
ni señalar al paciente obeso mórbido, porque es un enfermo.
-¿Jessica Fuentes Nieto? -Soy yo.
Venga, que nos conocemos. Pasa para adelante.
-Hola, "bon dia". -Hola, Jessica. ¿Qué tal?
-Muy bien. -¿Cómo estás?
Pues mira... Hoy hace tres años que me operó.
Es mi cumple bariátrico.
-¿Y ahora con qué peso estás? -Estoy en 76.
-Ah, muy bien, has seguido bajando. -Sí.
La verdad, lo has hecho muy bien y hay que felicitarte.
Sí.
Sí, es mi cumple bariátrico.
Y no me ha hecho ni pastel ni nada. ¡Un detalle, hombre! ¡A ver!
Mañana me felicitará.
Tiene 60 motivos de felicidad.
Porque son más de 60 kilos los que ha perdido
y por la calidad de vida que ella tiene ahora.
Fue lo peor que me ha pasado.
Es una paciente con mucho peso, con problemas respiratorios.
En su momento tenía ya la mascarilla para dormir.
Ahora soy la nieta.
Ahora me como una gamba, una lechuga y ya.
Me puedes invitar cuando quieras.
Antes vivía para comer y ahora como para vivir.
Como cosas saludables.
Así, me gusten o no, me fuerzo a comerlas.
Por ejemplo, por la mañana, lo primero que hago:
Un vaso de agua y mi cucharada de polen.
Y eso que el polen lo odio, pero es saludable y me lo como.
-Y para comer... -Hay que cambiar el chip.
Para comer tengo claro que mi plato es un plato de postre.
Más cantidad no me entra porque puedo llegar a vomitar.
El plato se divide en tres: medio plato de lechuga,
un cuarto de hidrato y un cuarto de proteínas.
Ya sabes que a partir del año, es una visita al año
con el cirujano, el endocrino y el nutricionista.
-Cuando las cosas van tan bien. -Vale, de acuerdo. Encantada.
-Cuídate mucho. -Ya sabe que es mi príncipe.
-Es mi ejemplo a seguir. -Felicidades.
-Que te vaya bien. -Gracias.
-Hola, Marta. -Hola, ¿qué tal, Jessica?
-Muy bien. -Espera.
-Hoy es mi "baricumple". -¿Bien?
Toda su vida.
Yo no considero que estoy haciendo régimen.
Y gracias a que he aprendido a comer bien,
gracias a Marta y a la psicóloga, ahora puedo comer de todo
y no hace falta que me prohíba nada como antes.
Antes me prohibían muchas cosas: el chocolate...
Yo la odiaba, cuando venía pensaba: "Qué mala es".
Yo: "He comido chocolate". Ella me decía: "No".
"Pues me gusta". "Pues no puedes". Y ahora he aprendido.
He aprendido a comer bien y puedo comer chocolate.
Ahora no me apetece porque no creo que sea para comer cada día.
Esto es una dieta equilibrada post cirugía bariátrica.
Tiene muchos fraccionados, como dice bien Jessica,
que necesita comer varias veces al día.
De todo.
Si aprenden a comer, no tienen que hacer dieta nunca.
Muy grande, la verdad es que sí.
Hay mucha población infantil con obesidad
y mucha población adulta con obesidad. Cada vez más.
-Bueno, chicos, vamos a desayunar.
¿Qué queréis?
Bueno, os pongo tres.
¿Cómo lo he conseguido?
Al principio pasando un poco de hambre,
porque es normal, mi cuerpo estaba hecho una pena.
Pero ahora como más que antes.
Usaba la 54 y uso entre las 46 y 44.
Ahora en mi casa todo es desnatado. Aquí me tiene que apoyar.
Además, se sienten feliz de verme que ya no lloro.
Que antes lloraba muchísimo.
¡Muchísimo!
Sí.
-Un poco.
-Un montón.
Y, por ejemplo, llega y dice:
"Mira, este pantalón no podía metérmelo
y ahora se me cae".
Y te lo dice con una alegría que antes no veías.
Parece mentira, hasta su carácter ha cambiado.
Ahora tiene mejor carácter que antes. Antes lo tenía más fuerte.
Como dicen las niñas, ahora no chilla tanto.
Ahora, yo...
Yo tengo un problema porque tengo hipotiroidismo.
Yo tomo una medicación, y se juntó todo.
-Pues imagínate. -"Como que se me junta todo".
-Mira qué papada. -"Siempre tienes ganas de llorar".
-"La gente habla mucho sin saber.
Porque aunque no coma, su organismo va lento".
"Muchas veces he llegado del colegio y la he visto llorar".
-"Lo que más duele es que digan: 'Claro, como no te cuidas'.
'Es que te has dejado' No, perdona".
Sí.
es una oportunidad, el tren que pasa una vez en tu vida
y que tienes que coger.
Me voy a ir preparando la comida. ¿Vale, chicos?
Sí, con carne picada de pavo.
Me dejo un poquito...
Que esto supuestamente sea mi plato, pero como es muchísimo
lo dejo para dos veces.
¿Vale? Y hala.
Te voy a enseñar lo que voy a llevar.
Mira, esto es una blusa que me voy a poner.
Es superancha, y yo jamás he entrado aquí.
Tú mira esta camisa el cuellecito que tiene.
¿Vale? Y mira esta camisa.
Sí.
Y quedaba estrecha.
Mira lo que yo he llegado a utilizar.
Todo.
Claro, cuando me veo que me he comprado estos pantalones,
que ya me da miedo comprarme ropa...
Mira, y lo tengo que descambiar porque me queda grande.
-¡Chicos, me voy! -Vale.
-¡Chao!
Bueno, pues vamos ahora a "Saber vivir".
Yo creo que lo único que lo hubiese conseguido
es haberme pasado por cirugía.
Porque es la única solución que hubiese visto.
Lo importante es que tu mente esté al 100 %
de saber lo que quieres hacer.
Porque la mente te juega muy malas pasadas.
Es la que te dice: "Bah, sáltatelo".
-¿Qué tal?
Soy Laura, encantada.
-¡Pero bueno! -¿Qué tal?
-Muy bien, ¿cómo estás? -Muy bien.
Hola.
-Tienes que pasar ya a maquillaje. -Sí.
-Buenos días. -Hola. Gracias.
Siéntate.
¿Cómo te va la dieta, el tratamiento? ¿Bien?
-Fenomenal. -¿Sí?
Se lo estaba comentando, estupendo.
Fíjate que durante el programa adelgazaste poquito.
Es que me tenía rabia la dieta. Acuérdate que te lo decía.
Sin duda, la motivación.
El apoyo psicológico que hemos trabajado con Isabel.
El arma secreta que empleamos con Gema: motivación.
La motivación e introducir algunos elementos en su dieta
que ella no contemplaba, como las verduras.
Pero fundamentalmente la motivación.
Yo decía que las verduras no eran buenas.
Estoy comiendo cosas que digo...
Yo pensando que estaban asquerosas y están buenísimas.
-Gema tenía un repertorio de mensajes que se daba ella misma
que anticipaban el fracaso de cualquier dieta
y ya la predisponían a que no le gustaran los alimentos,
a no tener suficiente fuerza de voluntad.
Ella se daba, a veces, atracones
o comía para calmar enfado, irritabilidad...
Se comía el enfado, se comía la tristeza.
Y una técnica muy interesante que también utilizamos con Gema
es las técnicas de imaginación.
¿Verdad, Isabel? Hacíamos:
"Piensa cómo te encontrarás con tres tallas menos".
Ella misma se ha imaginado este verano en bikini,
que se ha puesto bikini y ha saltado las olas,
cosa que no hacía desde hacía tiempo.
Y otra técnica de imaginación es ver al doctor Romero,
la cara cuando te trocito de tarta.
Eso también es una técnica de imaginación.
Cuando nos falta el control interno
hay que buscar elementos de control externo.
Si tengo una pareja, voy a hacerla mi aliada.
Le explico: "Para mí esto es importante.
Si ves que me estoy pasando cuando comes conmigo, dime algo".
Por ejemplo, otro control externo:
Cuando empiezo la dieta, me hago una lista de pros y contras.
¿Por qué quiero yo hacer esta dieta?
Y cuando mis fuerzas flaquean,
saco mi lista de todas las motivaciones
que me llevan a cumplir esa dieta.
Bueno, aquí me veis ya.
Estoy encantada.
Yo te voy a decir,
con la ropa que utilizaste en el programa:
"¿Qué talla es esta?".
-Y es una 52. -52-54, sí.
52-54.
Ella todavía dice que no se ve con la identidad
de una persona que gasta la talla 46. ¿Eso suele ocurrir?
Por eso les insisto yo tanto
en que no estamos haciendo solo un cambio en mi peso.
Mi objetivo no es llegar a un peso, es cambiar mi estilo de vida,
mis hábitos, mi manera de relacionarme.
Un cambio en la identidad.
Hombre, y si pueden ser más, mejor.
Ah, ya no hay prisa.
Después de que he estado tanto tiempo con ese sobrepeso,
pues si ahora, gracias a Nicolás, en ocho meses he perdido ese peso,
pues si ahora con los restantes tengo que estar un año más,
pues tranquilamente, no pasa nada.
(INAUDIBLE)
Uy, bárbaramente, estamos felices.
Somos comedoras, ¿qué le vamos a hacer?
Hoy voy a comer repollo.
Mañana a lo mejor un poco de coliflor.
Solo verdura no, el que come solo verdura está vacío.
Pues a lo mejor un poco de chocolate.
Voy a enseñarte mi táper.
Porque si no, cuando llego y no lo tengo preparado
como un cachín de pan, un cachín de queso...
Y tengo unos análisis estupendos.
Lo que más me gusta, el parchís.
En un pueblo como Salas que no hay una actividad que te interese algo...
Una que te interese algo, ¿eh?
Los viejos:
"¿Cuándo te subieron la pensión?", "¿Qué te ha pasado en la rodilla?".
¿Voy a salir yo de mi casa para oír esto?
Eso me lleva a la nevera.
Hombre, claro.
¿No ves este mostrador?
Claro, así estamos todos.
Bueno, no estoy de acuerdo.
Cuando salgo por ahí veo a cada una y cada uno también.
Es que la gente aquí cosas "light" no las quiere.
Mira, de todo.
Protector de estómago.
Para el colesterol.
Para...
Para el colesterol también.
Claro.
Hoy pagué 45,52 céntimos.
-Hola. -Hola.
-¿Qué te pongo, Isabel? -Carajitos y un bizcocho.
Lleva avellana, clara de huevo y azúcar.
Es todo natural.
El azúcar no lo sé de memoria,
pero...
47. Y valor energético: 532 calorías.
Hay que moverse y yo pienso que en Salas la gente se mueve poco.
Sí.
Porque los críos lo que comen para merendar
es comida industrial.
Es más fácil.
La gente joven ahora... Habrá algunos que sí,
pero hay otros que no saben lo que es un potaje.
No saben lo que es un cocido.
Yo merendaba pan con manteca y no me considero...
Reconozco que estuve gorda, ahora me cuido...
Pues un dicho que hay:
"Desayuna como un rey, come como un príncipe,
y cena como un mendigo".
Hola, buenas.
La gente no se suele quejar.
Mira, la comida está aquí.
Toda esta comida que ves aquí es el menú para hoy.
¿Qué te parece?
Eso es oreja.
Sopa.
Comemos bien.
Aquí se pone la pota con la garcilla. Cada uno que se eche.
Y si quiere repetir, puede repetir, hay más para sacarle.
Lo sacamos, por ejemplo, en esta cacerola el pote.
Lo llenamos de pote hasta arriba.
Un primero, un segundo, un postre, vino, Casera, pan... Todo.
Es demasiado, pero la verdad es que con la pinta que tiene...
Que te pongan un plato tan rico y te dejen al lado el puchero,
te incita a comer algo más.
Sí.
-Pues... -A mí me sobraban 30 kilos.
Pues yo, primeramente, había hecho otra dieta
y había adelgazado 25 kilos.
Y después empecé a comer más y más,
y al final me dejé, ni deporte,
comía de todo: bollerías... De todo lo peor, vamos.
Procuro venir cinco.
Pues yo llegué a pesar, estando embarazada, 93 kilos.
Pero desde que tuve el bebé quedé con 20 kilos más.
Yo sí que creo que hay niños que tienen sobrepeso.
Yo cuando era niño no veías eso.
Habría uno o dos, pero ahora hay muchísimos.
No sé si es la alimentación...
Cuando subía escaleras me notaba un poco cansado.
Entonces, ahora me noto mucho mejor, me noto más ágil.
La mejoría fue muy buena.
-¡Uno! (SILBATO)
Uno, dos y vuelvo.
Otra más, vamos. Adelante. Eso es.
Atención, a la señal. Dime.
Es el gimnasio municipal de Salas en vivo y en directo.
Había cuatro personas, efectivamente,
y en cuatro años hemos subvertido esta tendencia.
Era una preocupación del Ayuntamiento
porque se superaban esos índices de obesidad
y ahora estamos en casi 100.
Si me empieza a tirar el hombro, estiro las mancuernas.
Tranquilamente.
No.
No, poco. Yo soy de comer poco y de coger kilos.
El problema de las dietas es que subes, bajas, subes, bajas.
Prefiero hacer deporte, machacarme tres días a la semana,
y comer lo que quiero.
Estoy encantada.
Mientras estoy aquí no me acuerdo ni de comer ni de otras cosas.
¡Prevenidos!
Tres, dos, uno... (SILBATO)
A la siguiente vuelta, la colchoneta.
Casi la mitad de la población española tiene sobrepeso. ¿Por qué somos el segundo país de Europa con más obesos? ¿Por qué cada vez más niños y más jóvenes sufren sobrepeso? Los reporteros de Comando Actualidad recorren España buscando las respuestas de afectados, médicos, psicólogos, dietistas...
El administrador de la página ha decidido no mostrar los comentarios de este contenido en cumplimiento de las Normas de participación