Oye, Tamara.
¿A ti te gustan los soldados?
¿Los soldados? Yo soy más de paz.
Eres más de paz.
Sí.
Aunque, bueno,
por razones humanitarias
me parece lógico que existan.
A mucha gente le gusta el uniforme.
Eso lo decimos.
No hablo de esos soldaditos.
No de esos.
No, hablo de los soldaditos de
pavía, un aperitivo muy de Madrid
y del sur de España también, que...
Yo soy de Madrid, nunca lo oí.
¿No has oído hablar?
No.
Mira qué bien, hoy los cocinamos.
Vale.
Es bacalao
que se fríe y se acompaña
de unos pimientos asados. Vamos
a hacer un plato muy tradicional
al que le vamos a dar un toquecito,
como siempre.
Y hoy recibimos a un cantante...
Muy grande.
Es muy grande. Tiene canciones
que llegan siempre al corazón,
como es...
Manu Tenorio.
Manu Tenorio.
Nos viene a cocinar un plato
de su infancia, de una época,
de una ciudad donde trabajó,
pero eso será después.
Primero, soldaditos de pavía.
Dime, dime.
Tú sabes que cocina a nivel pro.
Él mismo se autodefine así.
Cocinero a nivel pro.
Yo hago de pinche, ya que viene él.
Venga.
Fenomenal.
Primero, soldaditos de pavía.
No sé qué tal se te va a dar.
Ingredientes
para los soldaditos de pavía.
Necesitaremos...
Bueno, pues soldaditos de pavía.
No es más que un pescado.
En este caso, bacalao.
Sí.
En el sur, se utiliza más merluza.
Pasado por una tempura.
Vale.
Vamos a hacer
una tempura además bien hecha,
con todos para que quede perfecta.
Nunca la hicimos mal.
Nunca, verdad,
pero hoy la vamos a hacer...
Repetir para los que nos siguen...
Repetir más pro.
...lo vean.
Más pro.
La vamos a hacer negra
porque vamos a echar
tinta de calamar.
Ah.
Suele ser dorada.
Los soldaditos de pavía
se llamaban así por ser amarillos.
Y con el contraste del amarillo
y el rojo del pimiento
se parecían a los soldados
que lucharon en aquella batalla.
Los tercios españoles.
Ajá.
¿Qué te parece?
Me parece que tienes unos datos...
Cómo me he estudiado...
...alucinantes.
...de dónde venían.
Bueno, lo primero,
ya que lleva pimientos asados,
¿me echas aceite y sal?
Sí.
Y los vamos a asar.
A mí me gustan los pimientos
de dos veces. Les damos la vuelta
cuando han pasado
unos 30 minutillos.
Les damos la vuelta
y los asamos otros 15 y así
nos queda el pimiento bien asado.
Y vamos a ir cogiendo
nuestro bacalao
mientras eso se va asando,
que tardará 30 minutos por un lado
y otros 15 por otro,
a unos 160-170 grados.
Bacalao.
Un filete de bacalao.
Desalado. Si lo tenéis salado,
ya sabéis, ocho horas.
Cada ocho horas,
se cambia el agua durante un día
y os queda perfecto.
Vamos a quitar la piel.
Se puede de dos formas.
Cogiéndolo desde aquí
o haciéndolo desde aquí.
Hoy os enseño una nueva.
En vez de cogerlo desde aquí,
si no tenéis mucha destreza,
se corta así a la mitad,
llegar hasta la piel,
girar un poquito el cuchillo
y hacemos esto.
¿Vale? Y sacamos un pedazo.
Y así ya tenemos
mucho más fácil el sacar
la otra parte del bacalao.
Esto,
pues bueno, ya lo dijimos mucho.
Se puede secar, se puede meter
incluso en guisos porque soltará
algo de gelatina y siempre queda
cualquier guiso con mucho sabor.
Esto fuera.
¿Cómo vamos a cortar el bacalao?
Lo podemos cortar en dados.
Yo, lo que voy a hacer...
Esto aquí.
...es cortarlo así, mirad.
En unos rectángulos
más o menos de este tamaño.
Esto, lo que normalmente
era un aperitivo,
hoy lo vamos a hacer un poquito
un plato, un primer plato,
en las recetas de hoy.
Luego haremos además
un plato muy de cuchareo.
Nos va a completar el menú
francamente bien.
Me encanta la textura
que le queda al bacalao.
¿Sí?
Después de estar salado.
El bacalao es muy agradecido
para hacer un montón de cosas.
O sea, es un pescado
que va bien en un guiso,
que va bien para hacer estas cosas,
que va bien en crudo también
porque... Ya hemos hecho aquí
un paté superrápido de bacalao.
Pero hoy lo que vamos a hacer
va a ser los soldaditos de pavía.
Y una de las partes importantes
para darle sabor a este bacalao
es que tenemos que sofreír
un poco de ajo en aceite de oliva
y se lo añadimos aquí.
Lo dejamos macerar un poco.
Que coja sabor a ajo.
Tan característico
cuando hacemos un plato de bacalao.
Siempre le va muy bien.
Aceite. Un par de cucharadas.
Aquí sin miedo, ¿vale?
¿Qué hacemos?
No tengo guindilla,
pero pudimos echar alguna.
Vamos a hacer que el ajo baile.
Lo podéis cortar así
en pequeñito,
lo podéis cortar en láminas.
En cuanto eche a bailar,
sacamos de aquí.
Echamos el perejil
y se lo añadimos por encima
y eso lo dejamos macerando un poco.
Me pones cara de...
se me ha ocurrido una cosa.
Se me ha ocurrido...
No se me ha ocurrido a mí, pero
es que sé de dónde viene la frase
el que corta el bacalao.
Tú aquí eres
el que corta el bacalao.
¿No era Chimo Bayo?
Ah, no. Ese ponía el bacalao.
Perdón.
¿Quién ponía el bacalao?
Chimo Bayo.
¡Hu, ha!
Hay muchas cosas con bacalao.
La ruta del bacalao.
El que corta el bacalao...
¿Y de dónde viene esa frase?
Resulta que en los barcos
lo cortaba el capitán.
Ah.
Yo soy capitán.
Oh, capitán. Tu capitán
soy yo aquí en este programa.
Soldaditos de pavía.
Chef.
Capitán...
Cómo hilamos de fino aquí.
Todo el día estamos así.
Bueno, pues mira, Tamara.
Cuando lo tengo así...
Sí.
Que ya se está dorando,
¿qué voy a hacer?
Voy a coger el perejil.
Esto es un clásico
de la cocina española.
Y lo vamos a tirar aquí.
Así.
¿Vale?
Damos un par de meneos
fuera del fuego.
El perejil.
Y se lo tiramos encima al bacalao.
Me ayudo de una cuchara
para hacerlo bien.
Y así.
Venga.
Este bacalao así un poco
al horno con el ajo y perejil,
yo ya estoy encantado.
Pero bueno, nos gusta liarnos aquí
en la cocina que no veas.
Venga, esto fuera. Y esto,
vamos a mantenerlo un poco en frío.
Lo meto a la nevera.
Vale.
Y nos metemos manos a la harina.
Manos a la obra con la harina.
Tempura.
Bien.
¿Secreto de la tempura?
Uno,
que debe estar el agua muy fría.
Y dos, que hay que
añadirlo lentamente. Y tres,
que hay que removerlo
también despacio.
Vete añadiendo ahí las yemas.
Y las vamos a partir un poco.
Yo tengo aquí mis yemas.
Las partimos con un tenedor.
Las batimos un poco.
Así.
¿A que te encantan estos huevos?
Me encantan. Veis que son
muy amarillos. Ya lo dijimos aquí.
Los huevos camperos son...
Tienen un color menos amarillento.
Al final, aquí sabemos
lo que ha comido la gallina.
Y si están muy amarillos,
han metido algo para que lo sean.
O han comido una flor
que da esas tonalidades,
pero es muy cara.
No suele ser habitual,
que lo sepáis.
¿Vale? Pues esto, batido.
Añadimos harina.
Vamos removiendo.
Espera, tengo aquí esto.
Me voy sacando los ingredientes.
Vale.
Vamos removiendo, aunque ahora
no esté ligando.
Cuando echemos el agua,
va a ir ligando perfectamente.
Harina de maíz.
También, para dentro.
Vamos removiendo.
Y tiene que llevar
o vamos a poner
un poquito de azúcar.
Y esto es para que nos dore.
¿Eh?
Y una buena proporción de sal.
No queremos que quede sosa.
Un tempura sosa
no es nada agradable.
Azúcar, sal.
Removemos.
Cuando tenemos esto,
el truco que os decía
es que se tiene que ir
añadiendo el agua muy fría.
¿Eh? Y...
de poco en poco.
¿Lo sacas? Lo tenemos en la nevera.
Lo vamos a hacer con una cuchara.
Vamos a remover despacito.
Añadiremos al final
la tinta de calamar.
Y venga,
esto, con movimientos suaves.
Vamos mezclando la tempura.
Hay muchas formas de hacerla.
Ya hemos enseñado aquí alguna.
Y esta es otro estilo.
Un poquito más de agua.
Y despacio.
Que se vayan juntando
todos los ingredientes.
Otro poquito. ¿Qué tal va?
Va.
Va.
Bueno, pues ahora que esto ya
empieza a juntarse todo,
es el momento de echar ahora
la tinta de calamar.
La tinta hay que cocinarla.
¿Eh? Siempre.
Vale.
Es un poquito tóxica.
Lo recomendable es cocinarla,
que supere esos 60 grados
para que no sea tóxica.
Y venga,
vamos a echar así una cucharadita
de tinta.
Te echo en la tuya.
Venga.
Ahí.
El secreto está
en trabajarlo bien al principio
para que no haya demasiados grumos.
Y aquí ahora,
lo vamos a disolver.
Va a coger un color negro
y nos va a dar mucho sabor.
La tinta de calamar
nos da bastante sabor.
Bueno, esto, lo que debemos hacer
es que repose bien en la nevera.
La tuya tiene muchísimo más color.
Me has echado lo mismo.
Más o menos, sí. Es igual.
Venga, esto a la nevera.
¿Te echo de la mía?
No hace falta.
¿Seguro?
Segurísimo. Quita el tenedor.
Va.
Venga, ahí.
Pues...
Uno, dos, tres.
Venga.
Pues tenemos ya esto preparado.
Sí.
Vamos con el siguiente paso.
Hacemos ese alioli
con ajo negro.
Vale.
Aquí tenemos mayonesa.
Esta mayonesa
la hemos hecho con un huevo.
Sí.
Con una parte de aceite de oliva
y con una parte
de aceite de girasol.
Para que tenga...
Te van a crujir.
¿Por qué?
Te van a crujir en redes sociales
porque no les gusta de girasol.
No pasa nada.
No, pero es fácil de explicar.
Al final, no queremos que tampoco
nos inunde el sabor el de oliva.
Queremos que sepa a ajo negro.
Entonces, para compensar,
mi recomendación es mitad de
girasol y mitad de aceite de oliva.
Queda explicado.
Muy bien, claro que sí.
Muy bien explicado.
Ajá.
Vamos a hacer una alioli.
Vale.
Un poco diferente.
El toque salino
y también un poco de color
porque buscamos un alioli oscuro,
como la tempura.
Se lo vamos a dar
con un poco de salsa de soja,
que puede ser
más o menos una cucharadita.
Y el ajo negro.
Este ajo negro, ¿cómo se consigue?
Este ajo negro se consigue
con tiempo y humedad, ¿vale?
Y nos da
unos toques a pasa, a café.
¿Vale? Muy interesantes y que van
a combinar muy bien con el bacalao.
Venga, lo que vamos a hacer es
sacar, por lo menos,
un diente para esta cantidad
de... de mayonesa.
Hay quien mete
este ajo negro tan bonito
en postres.
Se descubrió
que tiene muchas propiedades.
¿Has olido esto?
Lo he olido y lo he comido.
¿Y qué te...?
A mí me recuerda un poco
a la soja.
¿A la soja?
Sí. Y a lo mejor, a regaliz.
Y regaliz.
Sí, esas no las dijimos.
Soja y regaliz.
Soja hemos echado.
Va a combinar perfectamente.
Venga, echamos un par de dientes.
Sí.
Un par de dientes.
Se pela muy bien.
Están en su punto estos.
Así.
Guau.
Esto lo vamos a turbinar.
Bien turbinado.
No le echamos lima. Después.
Después. Primero, probamos.
Vale.
Y echamos un poco del zumo.
Lo batimos bien.
Que quede bien, bien fino.
¿De verdad
que conociste a alguien...?
Esto me lo ha contado Peña antes
y no sé si es verdad.
¿Conociste a alguien
que se quedó bizco...
de por vida por cruzar los...?
No...
¿O es lo típico de las abuelas?
Es lo típico.
Pero lo conociste.
Me has dicho: "Tengo un amigo".
¿Esto es verdad?
Tengo que contar esto.
Hay veces que bromeo antes
de empezar la receta con Tamara
y le he dicho...
No sé qué me comentó
y yo me he puesto bizco.
Y bueno, no sé si lo hago bien.
Pero bueno.
Bastante bien.
¿Sí?
Sí, sí.
Le dije que un amigo
se quedó bizco, pero era broma.
He probado
y le hace falta un poco de lima.
Vale.
Vamos a hacer, como nos gusta
aquí cortar la lima, así.
Sí.
Vamos a echar un chorrotón. Así.
Que tenga un punto ácido.
Me ha encantado, Tamara.
De verdad.
Me has mentido.
Vilmente. No sé cómo decirte.
Te lo he dicho en broma.
Bueno, esto lo tenemos.
Vamos a pasarlo a un bol.
Después le pondremos lágrimas
de esta salsa. Mirad.
Vale.
Qué pinta.
Qué color.
Y qué sabor. Aquí hay mucho sabor.
En este alioli de ajo negro
hay mucho sabor.
Dejamos esto recogidito
para prepararnos y freír
con nuestra bandejita,
papel y eso. Un minuto.
Antes de freír los soldaditos,
vamos a pelar estos pimientos.
Venga, los voy pelando yo.
¿Sí?
Sí.
Va a quemar.
Está ahora...
Pues pélalos tú.
No, no, no. Perfecto,
perfecto. Te viniste arriba.
Yo voy a ir haciendo una muestra
de cómo quedan ahora
los soldaditos.
Vale.
Vamos a hacer lo siguiente.
Se pela perfecto, ¿no?
Sí.
Esto de dar la vuelta al pimiento
cuando se asa va perfecto.
Salen genial.
Cojo la harina de tempura.
Bueno, la harina.
La tempura que hemos hecho.
Y lo que vamos a hacer ahora es...
Mirad.
Es harina de maíz.
Vamos a pasar...
Voy a coger un tenedor.
Un poco por harina de maíz
el bacalao.
Lo vamos a sumergir
en la tempura
y en aceite bien caliente
vamos a ir
lanzando.
Así.
El bacalao, ¿vale?
Va a ser muy rápido.
Un poco más de temperatura y mirad.
Hacemos un par más rápidamente.
Esto es muy fácil.
Cuando tenéis hecha la tempura,
podéis pasar por aquí
lo que queráis.
Verduras. A mí me gusta mucho
pasarlas por aquí.
Con este toquecito negro,
le dais un rollo diferente
a vuestro plato.
Así.
No os paséis con la tempura.
Escurrir un poquito siempre
antes de echar.
¿Qué tal los pimientos?
Bien. Me pierdo lo de la tempura.
Lo vamos a hacer ahora.
Vale.
Otra vez. Tranquila.
Y hay que controlar
las que echamos dentro del aceite.
Ese es el primero que he echado.
Vais viendo
cómo va cogiendo crujiente.
Y una cosa que nos va a indicar
cuándo está hecho es eso.
Que empieza a chillar, ¿vale?
Así que,
vamos a sacar el primero.
Ya ha cogido temperatura por dentro
y vamos a sacando.
Van a quedar trocitos de carbón
¿Tenemos ese pimiento?
Sí.
Suficiente.
Suficiente.
Luego cogemos unas tiritas.
¿Quemaba mucho?
No.
Lo haces de bien
con tu espatulina y tu...
Cada uno tiene sus trucos.
Sí, sí, sí.
Me tienes intrigado.
Esto no lo hace cualquiera.
Esto luego
pondremos tiras en el plato.
Lo cortaremos con la mano.
No hace falta sacarlo de ahí.
Y venga, Tamara. Lo que decía.
Pasamos por la harina de maíz.
Sí.
Y después, por la tempura.
Vale.
Hacemos esto.
Un poquito por aquí.
Sí.
Por todos los sitios bien,
para que nos agarre bien
la tempura. Pasamos por aquí.
Escurrimos bien.
Nos ayudamos un poco así.
Esto y...
lo añadimos aquí. Así.
¿Vale?
Vale.
¿Cómo lo ves, fácil?
Bien.
Fácil.
Venga.
Yo he hecho unos pocos.
Venga, lo llevo ahí.
Eso es.
Espera, te saco tu tempura.
La tuya es más negra.
La tuya ha quedado más...
Con más color.
Venga, venga.
Como vienes con más color
también en el vestido,
pues claro, ¿eh?
Mientras, si quieres,
hago un poco de pimiento asado.
Voy a cortarlo en unas tiras.
Lo podemos cortar con la mano.
O con el cuchillo,
pero como vamos a hacer un plato
un poco más tradicional,
voy a quitar pepitas
y lo corto
directamente con la mano.
Ahí.
Así. Bueno, ha quedado perfecto.
Con un poco de sal y aceite...
Quitamos así alguna pielecita
que tenemos aquí arriba.
Abrimos.
Casi no tiene pepitas. Fenómeno.
Pero quitamos las que tenga.
Esto es lo que hará
que amargue el pimiento.
Y esto de aquí,
que es la vena.
Así.
Recibimos a Manu Tenorio
y no le haremos un plato...
Cuando tenemos todo esto ya frito.
Sí.
Hacemos como así
media docenita o un poquito.
Tenemos el pimiento.
Lo pongo en un plato.
Tenemos el alioli de ajo negro.
Sí.
Si os parece, emplatamos.
Tenemos la tempura ya elaborada.
Sí.
Voy a emplatar.
Vamos a poner un poquito de alioli.
Vale.
Así, venga.
Venga, hacemos otra lágrima.
Ah, eso me ha gustado.
Muy buena, muy buena,
Tamara. Venga, hacemos otra.
Así. Ponemos un poco así y luego...
Guay.
Alargamos.
¿Qué hacemos?
Ponemos estos soldaditos de pavía.
Sí.
Que hemos hecho tan divertidos.
Así.
Y vamos intercalando un poco
de pimientos.
Como os he dicho,
lo cortamos con la mano.
Voy a hacer un rollito
y ponemos un poquito
de pimiento por aquí.
Un poquito del verde.
¿A ti cuál te gusta más,
el rojo o el verde?
Los dos. Creo que el verde
con carne va muy bien.
Sí.
Y el rojo, la verdad, me gusta
con todo tipo de verduras.
Yo soy muy del rojo.
¿Eres muy del rojo?
Sí, me gusta mucho el rojo.
¿Tú ya conoces a Manu?
Sí.
Ah, cuéntame.
Yo conozco a Manu.
Le he hecho cocinar
y le hoy vuelvo a ver en fogones.
Le vuelves a hacer cocinar.
Realmente, hoy va a cocinar él.
Realmente, hoy cocina él.
Nos trae una receta de cuchareo
que nos gusta aquí.
Vale.
Venga, vamos a poner
un poquito más de salsa.
Irá muy bien.
Esto,
si vas mojando un poco con todo,
va estupendo.
Pues nada.
Uy, me he pasado ahí.
Ese no.
Pues nada, tenemos aquí
los soldaditos de pavía.
Hemos tardado un poquito por
el tema de esperar por la tempura,
pero que, creedme,
es muy fácil, muy sencillo.
Queda bien incluso con verduras.
La tempura es muy agradecida.
Si queréis terminar de decorar
con un poquito más de perejil,
le va muy bien.
Oye, Tamara,
antes de dar paso al invitado,
vamos a ver las redes.
Cómo se han manejado nuestros
pequeños cocineros que nos siguen.
No.
Bueno.
Que sí, que sí. Para eso, traigo
los tarjetones. Claro que sí.
No me asustes.
Con el nuevo peinado,
te pones muy seria.
Exacto. Bueno, pues... Ah.
¿Dices mi coleta?
Sí.
Ah.
Pensaba que tú
te cambiaste el peinado.
Yo sigo igual.
No sabía la diferencia.
¿De qué hablamos?
De tu peinado.
Instamara.
Venga, ¿qué nos han escrito?
¿Quién y qué han hecho?
¿Te puedes creer
que con esta rapidez nos han hecho
el tartar de remolacha?
No me lo creo.
Sí. Gracias,
Rodrigo Lacalle, por darnos
este recetón.
Y ahí está...
Muy buena pinta.
Sí,
la cuenta de Johnny, guión bajo...
Johnny, guión bajo.
...Mentero. Mentero.
Johnny, guión bajo, Mentero.
Sí, tiene muy buena pinta.
A lo mejor, Rodrigo Lacalle
no le daba paso a esos cubitos.
Está logrado, está logrado.
Bien.
Siguiente, hay más.
Qué tiquismiquis eres. Encima...
No, es lo que diría Rodrigo.
Se lo criticas lo de esto.
No le contrataría
para su cocina profesional,
pero está muy bien. Está muy bien.
Venga.
Johnny, sigue mandándonos recetas.
¿Recuerdas
los raviolis de sobrasada?
Sí, un plato muy bueno. Y estoy
viendo que está muy logrado.
Efectivamente.
Nos lo ha hecho @cugonal.
Y ella lo único es que
los ha versionado como te gusta.
Bien.
Los ha hecho con queso de Cebreiro.
Queso de Cebreiro.
Muy buena opción.
Estas cosas que dices
de versionarlos, que me encanta,
y es que es eso.
También me dais ideas.
No os creáis.
Seguid haciendo platos.
Bueno, ya.
Espera.
¿Te pensabas que era el último? No.
¿Hay más?
También tenemos
el trampantojo de callos.
Toma ya.
Esto yo los iba haciendo
en la taberna. Me encanta.
Sí, ¿te acuerdas?
Cortezas de cerdo deshidratadas.
Y está... ¿Qué te parece?
Tiene pintón
y estuvo muy atenta a la receta.
No sabría decirte si son míos
o de quien nos ha escrito.
Pues gracias a @lolagosa
por mandarnos esta magnífica foto.
Y sabéis que estamos esperando
vuestras fotos
en la dirección de redes sociales,
que es @cocinartve.
Sabía que lo ibas a decir tú.
No, no, no. Yo solo la del final.
Bueno, pues nada.
Pues ahí.
Vamos a saludar al invitado.
¿Te parece?
Claro. Hoy tenemos a Manu Tenorio.
Viene a hacernos...
Bueno, viene... Quiere saber bien
cómo se hace un guiso muy jerezano.
Damos la bienvenida...
(AMBOS) A Manu Tenorio.
Gracias, querido público. Gracias.
¿Qué tal?
Oye, eso hacía mucho tiempo
que no lo escuchaba.
Gracias, gracias.
Eso es muy viejuno.
Es un placer estar aquí.
No.
Muchísimas gracias.
El placer es nuestro.
Oye, eh...
Sabemos que te encanta la cocina.
Me dijo Tamara que eres muy pro.
Bueno.
Yo ya lo sé.
Yo he cocinado contigo algo,
pero cuéntanos.
¿De dónde
te viene esa afición a la cocina?
Pues mira, yo creo que durante
esta pandemia tenías dos opciones:
o te convertías en repostero
o te convertías en cocinero.
Aparte, obviamente,
de profesor en casa. Cómo no.
Y al final, me decidí a hacer cocina
y empecé a hacer cada día recetas.
Para arriba, abajo. Y llegó un punto
hasta que los sábados por la mañana
con nuestro amigo Juan Pozuelo,
que aprovecho para mandarle un beso.
Gran profesional.
Me ponía por las mañanas,
a partir de las 12:00 o por ahí,
a hacer alguna receta.
Él desde su casa y yo desde la mía.
Por el Instagram empezamos a cocinar
y, al final,
había momentos emblemáticos.
Sí, sí.
Pero aprendiste bastante.
Supongo.
Sí, aprendí bastante.
Sobre todo, me lo pasaba muy bien.
Aparte, bueno, a él también
le gusta tocar la guitarra y tal.
Y algunas veces,
como teníamos tantos seguidores,
un día yo cantaba una, al rato a él.
Qué bueno.
Y lo pasamos muy bien.
No trajimos guitarra.
Te trajimos
un platito para que pruebes
antes de empezar a hacer uno de
esos platos, que luego me cuentas
por qué quieres que hagamos ese,
porque es...
muy conocido en el sur,
pero en otras zonas de España no.
Esto me gusta.
¿Pasamos al lío o qué?
No. Primero, prueba.
Prueba.
¿Así a palo seco?
¿Ni un buchito de algo?
Aquí... Aquí...
Hemos hecho soldaditos de pavía,
que es un bacalao en tempura
con una salsita muy divertida.
Fantástico.
¿Te gusta?
Me encanta.
Un aperitivo muy rápido
de primer plato o aperitivo.
Muy rico.
Quieres hacer hoy
algo muy de cuchara.
Sí.
Cuéntame.
Siempre lo dijo mi abuela.
Mi abuela siempre decía:
"Mi niño es mucho de cuchara.
A él le gustan mucho los pucheritos
y los guisos que yo le hago".
Y efectivamente. De pequeño,
siempre me encantó el cuchareo.
Y he elegido ese plato
porque también durante muchos años
yo viví en Jerez de la Frontera.
Estudié allí.
Todavía tengo allí muchos amigos.
Y entonces, obviamente,
muchas veces, muchos días,
muchos fines de semana,
tomábamos la berza
y para mí dentro de lo que es
el campo de los guisos, cuchareo,
ya sabes que...
Es muy amplio.
En cada parte de España
hay un guiso...
diferente,
para mí uno de mis favoritos
porque después del cuchareo,
vienen los bocadillos de pringá.
Vale, eso me lo cuentas ahora.
Es una maravilla.
Hacemos un cocido de berza.
Auténtico.
Unas berzas que le llaman.
Nada, ingredientes para esa berza.
Ingredientes
para la berza jerezana.
Necesitaremos..
Bueno, nos traes
un plato de cuchara contundente.
Este es plato único. Sí, ¿no?
Para tres días.
Sí, sí, sí.
Estos platos nos encantan
porque luego los dejas en la nevera
y al día siguiente más rico.
Exactamente. Son de esos guisos
que dejándolos que reposen 24 horas,
al día siguiente, dices:
"Joder, está mejor que ayer".
Bueno, pues yo te voy a dar dos
o tres trucos que hacemos siempre.
Es para que nos salga un buen
plato, pero no demasiado graso.
Esto ya lo hicimos en el cocido.
Vamos a hacer la parte más grasa.
Digamos, el chorizo,
la morcilla y el tocino.
Lo vamos a hacer en otra olla,
que se vaya desgrasando
y que se cocine, aunque luego
este agua, voy a quitar grasa,
la voy a utilizar para cocinar
tanto el garbanzo como la judía.
Auténtico.
Auténtico. Esto,
nuestras abuelas lo hacían muy a
menudo porque eran muy inteligentes
y sabían que,
si no, era demasiado contundente.
Bueno, esto lo metemos aquí.
Que se cocine poco a poco.
Aquí ya tenemos los garbanzos
que han estado en agua
y la alubia. En esta otra cazuela,
vamos a cocinar
las partes menos grasas.
La carne,
el cabecero y el morcillo.
Qué maravilla de género me traes.
Hombre.
Qué maravilla de género.
Género de Cádiz.
De la provincia de Cádiz.
Esto lo vamos metiendo aquí
y, gracias, Tamara, yo voy a ir
poniendo también esto para acá.
Mientras, vosotros,
me vais a echar una mano
con lo más difícil, complicado,
y lo que te haría tu abuela
si tuviera en la cocina.
Venga, quítame esto.
Lo que más tiempo lleva.
Bueno, no he conseguido tagarninas,
pero esto es lo más parecido.
¿Te parece bien una borraja?
Sí.
Borraja y acelga.
Y las acelgas.
Y las acelgas.
No le parece bien,
pero te ha hecho:
"¿Qué se le va a hacer?".
Es complicado.
Yo es que soy un purista.
Claro.
Como los flamencos.
Soy un purista.
Me has matado.
Yo también, pero a Peña le encanta,
y eso es de buen cocinero,
que con cualquier cosa
en la nevera reemplazar y...
Esto nos viene bien.
Para quien no lo tenga, es
más difícil encontrar tagarninas.
La borraja, que la vamos a tener
en temporada ya, será más sencillo.
Formidable.
Venga, os voy a decir.
Tenéis que hacer esto con la...
con la acelga.
Nos quedamos con esto y Tamara,
ya sabes cómo cortar aquí
y quitamos estos pelillos
un poco desagradables.
¿Vale? Venga, Tamara. ¿Te encargas?
Venga.
Y yo te voy a dar aquí
una labor que ya verás.
Esta es la más difícil de todas.
Quitamos esto.
Ya te conté que yo tiendo a liarla.
Con el cuchillo.
Sí.
Cuéntanos esa, ya que estamos aquí.
Muy poquita gente
la tiene que saber.
Una vez, estuvimos haciendo...
Me invitaron también a un programa
de cocina de Televisión Española.
Con los Torres.
Con los hermanos Torres.
Les mando un saludo.
Fueron fabulosos conmigo.
Y se les ocurrió la fabulosa idea
de invitarme a cortar una cebolla.
Y yo empecé a cortar la cebolla y,
sin darme cuenta,
metí la mano, el dedo, y...
Ay.
Sí, sí. Y yo: "Ups".
Todavía no había empezado
mi afición por la cocina.
Tenía destreza cero.
Aunque no hay que ser...
No, pero bueno. Hacerlo despacio.
No, no.
Y es verdad...
Los cocineros también se cortan.
Efectivamente.
Claro.
Aquello empezó a sangrar
y yo haciéndome...
haciéndome el loco,
como que no pasaba nada.
Cuando me di cuenta, tenía una
debajo de la mesa tremenda.
Pero bueno, una anécdota cualquiera.
Esto es bastante más sencillo.
Lo único que te pido
es que vayas quitando un poco la...
la parte exterior aquí, que esto es
lo que nos va a hacer que nos quede
algún hilillo.
Y luego, de aquí esta parte.
Así. Con eso, más que suficiente.
¿Tienes guantes protectores?
Tengo unos guantes de...
de aluminio. A lo mejor,
va a ser un poco complicado.
¿Vale? Y eso es sencillo y con...
Despacito.
Has cogido el cuchillo
con una alegría...
Con una alegría...
Con mucha determinación.
Le preguntaré a Juan
qué te ha hecho.
¿Por qué no le enseñas a cortar?
Se va a llevar un dedo.
No, lo ha hecho muy bien.
Fenomenal. Mira cómo lo sacó.
No, no.
Eso está muy bien sacado.
¿Sí?
Está perfecto.
Bueno,
tenemos seguro aquí en el programa.
Seguro médico estupendo.
Qué tensión.
Manu, tú eres de Sevilla, ¿no?
Sí, efectivamente.
De Triana, de toda la vida.
De Triana.
Sí.
Qué bonito.
De Triana. Vamos a ver, Triana,
yo no sé cuánta gente artista
ha salido de esa zona.
Andalucía en general es un vergel
de artistas. Por ejemplo, no sé.
Si te vas a Cádiz también,
con el tema de los carnavales y tal,
hay unos autores extraordinarios.
En Sevilla también.
También es un reguero de pintores,
de escultores,
de cantantes y de autores.
¿Fue duro "Operación Triunfo"?
Fue duro...
Durillo, ¿no?
Sí, fue duro. Fue un poquito...
Hombre, fue una experiencia
maravillosa e inigualable.
Sí, además fue la primera edición.
Efectivamente.
La primera...
El origen.
Yo lo seguí.
El origen.
Sí, pero fue
una experiencia maravillosa.
Pero sí es cierto que...
fue un golpe de popularidad
demasiado brusco.
¿Sabes lo que te digo?
O sea, yo pasé de vivir en Triana
en un pequeño ático que tenía allí
con una vida bohemia
que yo llevaba con mi música.
No tienes pinta de bohemio.
¿Eh?
¿Sí, eres muy bohemio?
Sí, bueno.
En aquella época, sí.
Después ya tienes un hijo, te casas
y se te quita la tontería.
Vale.
Sí, sí.
Pero yo, realmente,
vivía una vida auténtica de bohemio.
Y la verdad es que ya te digo.
Fue un golpe de popularidad brusco
porque de la noche al día
nos conocían hasta en Latinoamérica.
Claro.
¿Sabes?
Y yo me acuerdo cuando una vez
fui a comer con un amigo
después de salir.
Estuvimos ahí por Rota.
Y tal.
Y salí corriendo de un restaurante
y la gente venía detrás de mí
para pedirme un autógrafo
y era como si yo fuese
el flautista de Hamelín.
Yo iba corriendo y todos detrás.
Y yo: "Pero que no me sigáis.
¿Esto qué es?".
Fíjate, claro.
Digo: "Yo os agradezco mucho,
pero es que soy persona
y necesito un tiempo
con mi familia, con mis amigos".
Pero nada, fue eso lo que...
Fue un golpe demasiado brusco
y sin atemperar digamos.
Pam.
Oye, y cuéntame más de lo de...
Cuando cocinas y todo eso.
Hiciste unos Instagram "live".
Sí.
¿No? Y...
¿Cantabas mientras que cocinabas?
Mira, como nos hemos aburrido
todos lo más grande porque aquello
no era normal...
Han salido
una cantidad de cantantes
en el confinamiento...
Ha sido alucinante.
Alegraron los balcones.
La verdad es que la cultura,
yo creo que ha jugado un papel
muy importante durante la pandemia
y nos hemos dado cuenta de lo grande
que ha sido poderse apoyar
en los músicos, autores,
compositores, en los poetas.
En los libros,
por supuesto. En la literatura.
Y yo creo que ha cogido...
Se ha postulado
como una cosa muy importante
que debemos tener presente
en la sociedad y cuidar.
Y alegra.
Tenemos que cuidar la cultura.
Sí. Y además, alegra.
Es muy importante.
En momentos difíciles y tal,
la música te alegra.
Sí, por supuesto.
Efectivamente. Y entonces, nada.
Como te comenté, al final,
como tengo un buen amigo,
que se llama Juan Pozuelo,
pues empezamos: "Oye, tío.
¿Por qué no los sábados por
la mañana cocinamos un platito?".
Pero es que te atreviste.
A tu mujer le encantan los arroces.
Sí, sí, sí.
Y te atreviste
con un arroz de Quique Dacosta.
Sí, tío. La verdad es que...
Si vas a seguir...
Olé, así.
...al mejor.
Mira, hay...
Claro, un arroz
de Quique Dacosta. ¿Qué tal?
Hay un dicho que dice:
"Si tu mujer te pide
que te tires por un puente,
pídele a Dios que sea bajito".
Lo que es tirarte,
te terminarás tirando. Eso es así.
Hace mucho tiempo, me dijo:
"Me encanta el arroz a banda,
el arroz a banda.
Oye, te puedes tirar el rollo
y a ver si te pones las pilas".
Y la verdad
es que empecé, empecé, empecé
y en un par de vídeos
de Quique Dacosta aprendí a hacerlo.
¿Lo hiciste?
Sí, sí.
Ahí hay que estar muy atento.
Aquí también hay que estarlo.
Y os voy a decir
lo que vamos a echar aquí.
A ver.
Para que le dé ese punto de sabor
que a ti te gusta.
Sí, ¿no?
Bien, metimos la carne.
Metimos un par de dientes de ajo
machacados. Simplemente.
Una cebolla con unos clavitos,
no demasiado porque esto
tiene mucho aroma.
Si no, se nos pasa.
¿Vale?
Esto va para dentro. Y que cocine.
Luego nos va a ayudar a ligar un
poco y lo pasamos por la máquina.
Pimentón. No puede fallar.
¿Vale?
De la Vera, obviamente.
Obviamente, sí.
¿Es el dulce o el otro?
Este es dulce.
Podíamos echar picante, pero no.
Yo veo picante en un guiso y digo:
"Aquí hay algo que no funciona".
No le des ideas.
Le encanta el picante.
Y un poco de comino.
Esto es muy, muy típico andaluz.
El comino bastante.
Se utiliza bastante.
Un poco de comino, no demasiado
porque, si no, nos inunda
demasiado. Y mira, tengo aquí un...
un cuenco, un bol donde
voy a ir espumando continuamente
el guiso.
Esto es muy importante
para que luego nos quede limpio,
sin impurezas, y que vaya
toda la legumbre, toda la carne
y demás, ¿vale?
¿Desayunas manteca colorá?
Obvio.
¿Sí?
No lo hago habitualmente
o estaría como un barril.
Cada vez que voy a Andalucía,
me gusta
manteca colorá para desayunar.
¿Y la zurrapa de lomo?
Oh.
¡Ah!
¡Ah!
Cómo nos gusta
esa forma de expresarse
sin palabras.
Es que los andaluces somos...
Un poquito de manteca colorá aquí
y esto ya le va a dar un sabor
a esta legumbre, que la ponemos
a fuego suave, que vaya ahí
chof, chof, chof, chof.
Unas dos horitas.
Como esto se va a reducir,
luego sacaremos el chorizo
y la morcilla.
Nos lo reservaremos
y añadiremos este caldo aquí
para que tenga ese sabor que debe.
Consistencia auténtica.
Cántanos algo
de "Nosotros en la noche".
¿Así, directamente?
Así, hala.
Mientras que...
Es que Tamara no...
Me has pillado, no lo esperaba.
Te has puesto colorado.
No, pues mira.
"Nosotros en la noche",
había un trozo del estribillo
de la canción que lleva el título.
Sí.
Bien.
Que dice algo así como...
# Nosotros en la noche
# somos una fantasía.
# Somos renglones de un cuento
# que al leerse nadie comprendería.
# Oh, oh, oh. Nosotros
# en la noche
# nos volvemos tan salvajes.
# Es tan fuerte el cuerpo a cuerpo
# que nos volvemos
# dos seres irracionales. #
Guau.
Mira, los pelos de punta, maestro.
De verdad.
¡Pero bravo!
Cada vez que tenemos
a un cantante...
Me alegro tanto
de haberle pedido que cantase.
No te lo esperabas, ¿no?
No, no, no.
Pero vamos.
No necesitas micrófono ni nada.
Qué bueno.
Si os parece,
mientras esto se termina,
nos dais unos minutos.
Nos canta otra en petit comité
y volvemos en un segundo.
Venga.
Estábamos discutiendo aquí
que veníamos los tres de azul
y se le ha ocurrido a Manu decir
que montemos un trío, pero no.
No. Mejor sigue cantando tú, porfa.
Es que...
Cada uno a lo suyo.
Ya. No, no, no. Por lo menos,
tú tienes algo de don musical.
Eso espero.
A estas alturas...
Tú no.
Tú estás...
Se lo has dicho a él.
Peña tocaba el cajón.
Don musical.
Bueno, sí. Toco un poquito...
La batería me gusta mucho.
Ah, la batería.
Sí.
Bueno, oye. Seguimos con la receta.
Nos desviamos. Y...
no quieres
un mal batería en tu grupo.
La carne.
Entonces, ya aquí ya... Vamos.
La carne. Vamos a sacarla de aquí.
¿Por qué?
Porque ahora sé que te gusta
hacer eso de la pringá
y te voy a dar ese honor.
Vamos a sacar todo de aquí.
Esto así.
Qué maravilla.
Tiene un aspecto espectacular.
Chicos, yo he echado
un poco más de caldo.
Añadimos la verdura.
Esto tardará en hacerse
muy poquito si queremos
que tenga una buena textura.
Y esto en nada,
en cinco minutos lo tendríamos.
Cuéntanos eso del pan.
Esa picada. ¿Cómo se hace?
Yo tengo un poco de hogaza de pan.
¿Cómo hago eso? Por favor.
Al explicármelo,
ya se me caía la baba.
Esto es antidieta completamente.
Si haces dieta...
No.
Dieta de verdad,
olvídate.
Vale.
Aquí no somos muy de dieta.
Somos más de sabor y de comer.
Y de contundencia.
A lo mejor, Tamara un poco.
Me mira mal.
Iba a decir
que yo lo que he comprobado
es que es buenísimo
tomarte los platos
que te apetecen y tal.
Por supuesto que es buenísimo.
Y esto, olvídate.
No.
Una maravilla.
Pero para llevar
una dieta sana...
No puedes restringir todo el día.
Por supuesto.
Entonces, tomarte de repente
el puchero de tu abuela y todo eso,
está genial.
Obviamente, por supuesto.
Otra cosa es comerlo siempre.
Cenar todos los días.
Es un plato
como la fabada y tal,
que son muy contundentes.
Yo creo que el origen de este plato
es porque como se vendimiaba.
Estaban en el campo.
Se trabajaba mucho en el campo.
Les hacía falta estos platos.
Después lo quemaban
de estar tantas horas.
Claro.
Y ese es el origen.
Esto, ¿qué haces?
¿Una picadita con esto?
Coges un trocito de morcilla.
Venga.
Un trocito de chorizo.
Venga, no se hable más.
Y lo pico muy picadito, ¿no?
Exactamente. Con tocino y carne.
Esto no puede fallar.
Si no, ¿qué amalgama todo esto?
Pues el tocino.
Venga, esto y una rodajita.
He cortado una rodaja de pan.
Vamos a hacer una tosta.
Una picadita.
Sí.
Es que, realmente,
yo aquí muero.
¿Quieres cortarlo tú?
Sí, sin problema.
Yo muero. Y esto, muchas veces,
en algunos bares de Andalucía
lo ponen para desayunar.
Para desayunar.
Para desayunar.
Te tomas eso con el cafelito
y vas al trabajo
con una energía
y una fuerza tremenda.
¿Sabes lo que nunca tomé
hasta que fui
a un bar verdadero andaluz?
Los altramuces
los altramuces, por supuesto.
Por supuesto.
Bueno, tiene también otro nombre,
pero no sé si se puede decir.
Ah, sí. Claro.
Aquí puedes.
Vale, vale.
A buen entendedor,
pocas palabras hacen falta.
Eso.
Que sí, todo se puede decir.
Bien, pues esto picadito.
Eso lo puedes después mezclar,
como es natural.
Le pones caldo, lo metes en el pan,
lo metes en el grill, tostadora...
Bueno, bueno.
Y realmente...
Esto...
Sería difícil replicar esto.
Ya te digo, ¿verdad?
A mí me recuerda
a las pirámides de Egipto.
La berza.
Grandes cosas en la cocina
se han inventado gracias a un error
e igual
te inventas una técnica nueva
para cortar el pan.
Sí. Es el bocadillo de pie.
Tú haces el bocata
y lo pones de pie.
Y ya está.
Muy buena.
Muy buena, muy buena.
Oye, echo un poco de caldo, ¿no?
Sí, un poquito.
Un poquito.
Esto así. Digamos que es un poquito
como el relleno
que se hace en los cocidos,
pero comido así encima del pan.
Efectivamente,
todos los guisos en España
más o menos tienen después el
chorizo, el tocino y tal y Pascual.
La gente lo suele tomar muy aparte,
pero...
yo siempre lo he comido así.
Lo han picado mucho y tal
y se hace el bocadillito
y es gloria bendita.
Lo aplasto, que se moje con tocino.
¿Esto es así o...?
Sí, sí. Perfectamente es así.
Si lo hago mal, dímelo.
Me das así una colleja.
Gloria bendita,
como en Andalucía. Gloria bendita.
Venga, a ver.
Por favor,
esta pirámide de Egipto...
Yo soy un vanguardista.
¿Sabes de dónde viene
la frase de Sevilla Nodo?
No me ha dejado.
Ah.
Ah, no.
Creías que me ibas a pillar.
No.
Pues va a ser que no.
No me ha dejado.
¿No...?
No, me ha deja...
Y después, do. No me ha dejado.
No me ha dejado.
Pues nada, esto así.
Lo ponemos al revés.
No sé cómo ponerlo.
¿Cómo habéis cortado el pan?
Venía con un desnivel.
Bueno.
Ahí está mejorado.
Bastante mejorado.
Menos mal, menos mal.
En vertical.
Era más complicado.
Que tenemos a alguien competente.
Bueno, en el grupo,
tú cantarías y yo cocinaría.
Eso lo dejamos así.
Eso funciona seguro.
Eso seguro.
Eso seguro. Hacemos aquí esta...
Oh.
Esto, cuando se empape el pan...
¿Eso te sirven para desayunar?
Sí.
Anda.
Con la rebanada de arriba.
Lo pasas por el grill.
Haces un bocadillito.
Qué bueno.
Bueno.
Es una maravilla.
Si os parece,
eso lo tenemos.
Esto, prácticamente.
Sí.
A ver cómo está.
Una cosa que sí que recomiendo.
No lo he comentado.
Cuando lo tengáis así,
siempre lo decimos,
no metáis cuchara.
Aquí al chuf, chuf
y al movimiento.
¿Cómo te gusta, muy caldoso?
A mí me gusta...
Contundente.
Prefiero contundente.
Contundente, más ligadito.
Sí.
Pues nada.
Dadnos unos minutos
en lo que esto se termina de hacer
y se lo ponemos bien ligadito
aquí dentro.
Eso sí,
después tenéis que echar una siesta.
Una siesta de hora u hora y media.
No te vamos a dejar.
Te vas a llevar algo dulce,
así que...
Bueno, pues nada, Manu.
Yo te voy a servir un poquito.
Espero que se parezca algo
a lo que tú conocías.
Estas cosas siempre son muy...
Es complicado.
El de tu abuela
tendría su truquito...
No lo hacía mi abuela.
Era una receta jerezana
de cuando yo viví en Jerez.
Ah, vale.
¿Por qué no me lo has dicho?
Solo he mencionado a tu abuela.
Por no llevarte la contraria.
En todo el programa.
No te preocupes, Manu.
Hay confianza. Ya, hombre.
Anda, canta otra cosa.
Una nota aclaratoria.
Para resarcirte.
Pues mira.
Canta otra cosa.
Me estaba acordando
de una canción de mis amigos.
De Camela. Decía...
# Sueño contigo.
# ¿Qué me has dado?
# Sin tu cariño.
# No me habría enamorado. #
Camela,
grandes amigos del programa.
Estoy enamorado de este plato.
A ver, a ver.
Bueno, tenemos ahí cucharita. Vale.
Anda,
quiero que pruebes y nos cuentes.
Y ha hecho lo mismo
que antes de cantar. Ha hecho...
A ver si esto está bueno.
No sé, pero huele que alimenta.
Cuando viene el frío y tal...
Uf, se agradece un montón.
Oh, esto está...
Ah.
Esto es una maravilla.
¿Sí?
Sí, sí. Hombre.
Bien.
Bueno, pues nada.
Ya os voy contando.
Menos mal
que hicimos para el equipo.
Huele que alimenta.
Esto, si tienes el cuerpo
un poquito torcido
te lo pone derecho.
Derecho del tirón.
Nos gusta escuchar eso.
Sí.
Y como nos has aprobado,
te has merecido que te hagamos
unas piruletas de chocolate.
El postre.
El postre.
Postre.
Hala, ingredientes
para piruletas de chocolate.
Ingredientes
para las piruletas de chocolate.
¿Eres goloso?
Sí, también.
Sí. Lo dices como...
Como un suplicio.
Todo lo que me gusta
es ilegal, es inmoral o engorda.
A mí me pasa cuando dicen:
"Prueba esto, está buenísimo.
Te gustará". Y digo:
"Sé que me va a gustar.
Lo que quiero es dejar de probar".
Claro. Y dices: "A ver.
Otra cosa que te gusta más".
Exacto.
Haremos algo de chocolate
muy fácil y muy sencillo.
Si tienes niños,
esto les va estupendo.
Un día están entretenidísimos
haciendo piruletas de choco.
Yo hago una
y luego hacéis vosotros otra.
Bien.
O lo intentáis.
Esto, tengo un palito.
Lo podéis hacer con una brocheta
de las de madera de toda la vida.
Como somos muy fashion,
nos han traído unos palitos verdes
de plástico estupendos. Mirad.
Vamos a hacer lo siguiente.
Ya tengo el chocolate caliente
en el baño María
y hago esto.
Cojo el chocolate y voy a poner
un poco de chocolate en el centro
para que se quede pegado.
Voy a hacer un circulito
y unas rayitas para que se pegue.
Vale.
¿Vale?
Tamara está superatenta.
Está mirándome ahí como:
"Venga, a ver qué hace este loco".
Mirad, esto vamos a hacer.
Un poquito en el centro
y voy a ir haciendo esto.
Guau.
Así.
¿Vale?
Sé que parece fácil,
pero no pasa nada.
Esto se quedará pegado
y te quede como te quede,
estará rico. Y luego,
para que se quede pegado bien
y hagamos unas... Hacemos esto.
¿Vale?
Así.
Ahora que está caliente,
tengo unos liofilizados.
Esto está muy guay,
esto es una frambuesa
que cuando la machaque así,
se hará polvo
y tiramos un poco por encima.
Ahí. Esto parece
un cuadro de Dalí ahora mismo.
Eres muy artista.
El artista aquí eres tú, amigo.
Y tengo un poquito también
de mango. Igual, deshidratado.
Lo parto así con la mano.
Hala. Y esto cuando toque frío
en la nevera, tenemos hechas
unas piruletas de chocolate.
Qué chulo.
Con el palo.
¿Por qué
no llenas los huecos vacíos?
Venga, ¿os animáis a hacer?
Venga, dale.
Dale, venga.
Una cada uno.
Tú primero, Manu.
Yo primero, ¿no?
Veo que tenéis una confianza...
excesiva en mí.
Has dicho que eras cocinero pro.
Has cocinado, queremos verlo.
Venga, un poquito en el centro
y luego haces un circulito.
Estoy aquí opositando
para "MasterChef".
Amigos de "MasterChef",
aquí tenéis a un futuro...
Venga, venga. Ahí, ahí.
Un poco más en el medio
para que se agarre.
Manu Tenorio.
Toma ya.
Pero Manu Tenorio.
Yo voy...
Dale un poquito en el centro.
Eso.
Te lo ha dicho el profe.
Venga, Tamara.
Qué maravilla.
Tienes toda la razón.
Claro.
Ponle un poco.
Yo saco las que tengo ya hechas.
¿Vale?
Bueno, bueno.
Como se ve tu experiencia.
Claro que sí, ahí ya Tamara,
el tema de la cuchara
lo ha cogido muy bien.
Ahí.
Y nada, para que veáis.
Esta parte te quedó mejor a ti.
Siempre...
Has hecho un garabato.
Un garabato fatal.
Ha puesto Tamara Falcó.
Ahí, ahí, ahí. Perfecto.
Como lo habéis hecho tan bien.
¿Eh?
Oh.
Yo te he traído una ya hecha.
Tamara.
Sabemos que estas saldrán 100 %.
Claro que sí.
Ah.
Te he traído otra.
Y...
Salud.
Manu, de verdad.
Cocinar contigo, la leche.
Lo pasé muy bien.
Qué bien me lo paso
cuando te veo cocinar.
Muchísimas gracias, querido.
Te gustan platos
que a mí me emocionan.
Es tu casa.
Riquísima.
Un placer, la verdad.
Cuando quieras, vuelve.
E inundar este plató
con ese chorro de voz
que has inundado.
Encantado. "Arigato, arigato".
Y a vosotros,
recordaros que estas piruletas,
el cocido de berza jerezano.
Auténtico.
Y el primer plato de hoy
lo tenéis en el nuevo portal
de Radio Televisión Española,
RTVE.es, barra, cocina.
Y nos quedamos aquí con esto.
Venga.
Añadir comentario ↓
En Ecuador no pudimos ver soldaditos de Pavia
El programa de soldaditos de Pavia no se ha podido ver en Ecuador. Esperamos que nos prohiban otros programas