fuera de emisión
Subtitulado por TVE.
¿Puedes dejar un poquitín el móvil, eh?
Déjalo...
Tú no oigas, eh, tú no oigas.
Tiene razón papá, deja el móvil.
Ahora estamos en el médico.
El niño lleva diciendo tiempo que no oye bien,
y yo le hubiera traído antes,
pero su padre dice que soy una exagerada.
Según él, el niño oye mal solo cuando le interesa.
Pues mi mujer es que yo creo que se agobia por todo.
Vamos, el crío tampoco está tan mal.
Pero ésta, tiene una décimas de fiebre, a urgencias.
Está el niño un poco descompuesto, a urgencias.
Y, vamos a ver, en la calle hay virus.
Hola, buenos días.
-Buenos días. -Buenos días.
Soy la doctora Marina Rey.
Encantada.
¿Y qué le puede pasar a este chicarrón?
Pues nada, que lleva unos días quejándose de que le duele el oído
y que no oye bien, y hoy, cuando le he recogido del colegio,
se encontraba peor.
Muy bien, vamos a echar un vistazo.
Los dolores de oído en los niños son frecuentes.
El 75 % de todos los casos de otitis media aparecen en menores de 10 años.
Y algo muy curioso, lo que puede empeorar el dolor de oídos
en un niño es el hecho de que ellos encuentran muy difícil explicar
lo que les ocurre o lo mal que se sienten.
Perdón, señorita, ¿cuando van a verme?
En cuanto podamos, lo siento.
Cuando me dices una hora, es esa hora.
¡Estoy esperando media hora ya!
Lo sé... Le prometo que en cuanto podamos le atendemos... de verdad.
No podemos hacer nada más.
El estómago, me duele muchísimo el estómago.
Es desesperante. Me explican y me explican lo que no han averiguado.
¡Pero eso me da igual!
Yo quiero que me digan lo que me pasa y que lo van a parar.
Tengo mucho miedo.
He pasado por tantos médicos ya, y no sé que puedo...
Estoy solo en España, no tengo a nadie...
Mi plan era trabajar aquí, jubilarme en la playa,
era mi sueño...
Pero ahora, ¿dónde voy a acabar?
Con esto...
Es muy fácil decirlo.
Sí, los últimos años siempre...
Bueno, casi nunca he estado enfermo.
Pero lo voy a pedir ahora mismo, cuando llegue a casa.
¿Más pruebas? ¡Estoy tan cansado de las pruebas!
Es usted mi última esperanza.
Me fío. No tengo otro remedio.
Ahora tranquilín, Elías.
No te preocupes, que no muerde.
Mira a mamá, por favor.
A ver, gira un poquito...
¡Muy bien!
Para el otro lado.
Pues yo no veo nada.
Ni siquiera tiene signos de enfriamiento.
¡Cuentitis!
En los adultos es poco probable que el dolor en el oído
sea debido a una infección en este órgano.
El dolor puede provenir de otro lugar
como de la articulación en la mandíbula,
los dientes o la garganta.
A esto se le llama dolor referido.
Pero en los niños casi siempre es debido a una infección.
Aunque el dolor también puede venir
por la irritación del conducto auditivo externo,
el uso de bastoncillos de algodón
o por restos de champú que quedan en el oído.
Elías, ¿tú recuerdas haberte dado algún golpe?
Lo raro es que no me lo dé.
-Eso digo yo.
Es que mi hermana tiene las colchonetas elásticas al lado
y con su primo Santi pues todo el día haciendo el burro.
Como no tienen bastante con saltar ¿verdad?
Tenemos que hacer mortalitos, y saltar por encima de los hierros,
v y más si hay gente, que se ponen chulitos.
Bueno, pues lo normal de los niños.
Es lo lógico que salten y que jueguen.
A parte que, como somos feriantes, y vamos de un lado a otro,
él lo que necesitaría es un poco de estabilidad,
pero así, pues está complicado.
-¿Te duele? -No.
Un golpe en la cabeza puede provocar pérdida de audición
aunque no parece apreciarse nada a simple vista.
Es que no tiene ningún golpe, no tiene nada.
No tiene nada que pueda justificar los dolores de oído
y la pérdida de audición.
¿Y eso que quiere decir? ¿Que está bien?
Pues sí, eso está diciendo.
Es que aquí, como nos pica un dedo y ya vamos al hospital...
Bueno, el hecho de que yo
no haya encontrado nada en una primera exploración,
no quiere decir que el niño oiga bien.
Les voy a hacer un volante
y lo mejor es que le vea un especialista
para que le haga un reconocimiento médico.
Van con él a la entrada y piden cita.
Muy bien.
Alteración del pulso, insuficiencia cardíaca y respiratoria.
Nosotros no hemos visto nada en el reconocimiento.
Pero es que en la feria puede ser cualquier cosa...
Que puede ser una canción alta, pueden ser los coches de choque...
Alguna sirena...
Elías no para de llorar, le duele muchísimo la cabeza.
Vamos a hacerle un TAC.
Está estable, pero le está subiendo la fiebre.
Por favor, doctora, díganos que no es algo grave.
Tranquilos, ya tenemos los resultados del TAC.
Han dado negativo.
Siéntense, por favor.
La verdad es que no hemos encontrado nada extraño.
He estado barajando la opción de que pudiese tener una enfermedad
que se conoce como la malformación de Arnold Chiari,
es una enfermedad que se presenta a través de síntomas como vómitos,
insomnio, dificultad a la hora de tragar, de hablar,
y por supuesto, dolores de cabeza y pérdida de audición.
La malformación de Arnold Chiari es una anomalía cerebral
que consiste en que el cerebelo,
la parte del cerebro que controla
la coordinación y el movimiento muscular,
sobresale y ocupa parte del espacio
que normalmente ocupa la médula espinal.
Hay algunos niños que nacen con esta anomalía
mientras que otros la desarrollan conforme van creciendo.
Voy a prescribirle una analítica completa al niño
y cuando tenga los resultados dentro de unos días, me gustaría citarles.
Muy bien.
Un segundito.
-Hola, buenos días.
Quería saber si han ingresado aquí al señor Breuer esta mañana.
Hola, buenos días. ¿Cómo está?
Soy Manuela, su vecina.
Es que he visto esta mañana que se lo llevaban en la ambulancia
y me he quedado un poco preocupada.
Muchas gracias.
¡Ay! Le traía también este sobre,
porque ha llegado esta mañana a su casa.
Se lo he recogido yo, y viene de una clínica o un hospital.
Por si les puede ayudar.
-Muchas gracias.
Es un hombre muy agradable
y últimamente le veía un poquito mustio.
Sé muy bien lo que es estar solo,
y especialmente cuando estás en un hospital.
Por eso estoy aquí.
Y espero que se ponga bien.
Bien. Los antibióticos están haciendo efecto.
Ya no tiene fiebre.
Bien.
¡Al niño le duele mucho la tripa!
De repente empezó a chillar,
y la verdad es que no sabía qué le pasaba.
Yo le preguntaba y él me decía:
¡Mamá, mi tripa, que me duele mucho la tripa!
Y era muy frustrante, porque no podía hacer nada,
no podía ayudarle, y estaba sufriendo.
Y menos mal que llegó mi marido,
lo cogió corriendo y nos vinimos a urgencias.
Siempre es estresante tratar a un paciente que grita
y se retuerce de dolor.
Y aún más a un niño por razones obvias.
Pero lo médicos ya están con Elías,
y lo importante ahora es evitarle el dolor para que no sufra.
El niño está más tranquilo.
Le hemos dado unos calmantes y está mejor.
Es que a él le duele mucho la cabeza.
Está muy irritable,
últimamente me dice también que le duele mucho la tripa,
hace mucho que no va al cuarto de baño...
Muy bien... Voy a hacer una radiografía entonces.
Voy a llamar al laboratorio
para que me envíen de urgencia los análisis de sangre.
-¿Y podemos pasar a verle?
Esperen aquí, por favor.
Gracias.
-Tranquila.
Dolores de cabeza, irritabilidad, pérdida de audición...
Todo parece generarse en la cabeza, pero el TAC no mostró nada.
Por esa razón he pedido una radiografía de tórax y abdomen.
Espero que la respuesta a nuestros interrogantes esté ahí.
La situación y los síntomas son lo suficientemente graves
como para empezar a preocuparse.
Perdone, doctor. Han llegado los resultados de Klaus.
-Me molesta mucho...
-La garganta... Es normal, es por la sonda.
Ya.
Pero ya está mucho mejor.
Dentro de poco, podrá estar de nuevo con su familia.
-Yo no tengo familia. -¿Ah, no?
-No, estoy solo. -Pues ya somos dos.
Yo tampoco tengo familia... No tengo hijos.
¿No tiene? ¿Tan joven, no cree en el amor?
No tengo mucho tiempo yo para creer en el amor...
Yo sí creo en el verdadero amor.
Pero mi mujer se ha muerto hace poco y ahora...
La echo mucho de menos, todos los días.
Como pueden ver, hay una serie de objetos circulares
que están dentro del tracto digestivo.
¿Y esto es por lo que le dolía la cabeza, el estómago...?
Seguramente el dolor de abdomen sí,
pero no estoy tan segura con la cabeza y los oídos.
¿Entonces...?
Necesito ingresar inmediatamente al niño.
¿Ingresar? Si solo tenía un dolor de tripa...
Todavía no tengo los resultados de los análisis de sangre,
pero es evidente que hay que hacer un lavado de estómago.
¿Un lavado de estómago? ¡Madre mía!
Hay que hacerlo, para que esté bien...
Ya está, ¿no?
Pero... ¿cómo se ha complicado todo?
Es que estaba claro que la cosa iba a salir mal.
Pero claro, yo soy la histérica, la que me preocupo siempre,
los niños no se ponen malos...
Los niños tienen enfermedades de niños que se curan solas y ya está.
Pues le tienen que hacer un lavado de estómago...
¡Le van a tener que dormir y todo!
A ver, yo no es que sea un mal padre,
pero todos hemos sido chavales y...
nos henos hecho los enfermos para no ir al colegio...
Pero es que esto no tiene muy buena pinta...
Rocío está mal y...
¡cómo le pase algo a mi chaval...!
¿Está usted bien?
Tengo mucho frío.
Un momento, que ahora le traigo una mantita, eh, un momento.
-¡Espera!
El paciente está empeorando.
Le está subiendo mucho la fiebre.
Un lavado de estómago es una técnica habitual.
Una vez sedado, se introduce una sonda lentamente por la nariz
o por la boca.
Esta sonda pasa por la faringe, llega al esófago,
y lo atraviesa hasta llegar al estómago.
Es importante que la sonda pase al esófago al llegar a la faringe
y no a la tráquea porque si no iría a los pulmones.
Para comprobar que se ha colocado correctamente,
se introducirá un poco de aire con el que se debe hinchar el estómago,
y no los pulmones.
Cuando se llega al estómago, se succionará el contenido
y se recogerá en una bolsa o en un embase transparente
que hay en el extremo externo de la sonda.
Así podremos ver de forma directa el contenido del estómago
y se comprobará la presencia de sangre, medicamentos
o restos de alimentos.
Mediante la aspiración por sonda,
pues lógicamente, no hemos podido extraerle los objetos
que les he enseñado en la radiografía.
Lo bueno es que si le hemos limpiado el estómago
y ahora vamos a proceder a realizarle una endoscopia
con la que sí le quitaremos los cuerpos extraños.
-Muy bien... ¿qué pasa hijo? -Tengo que ir al baño.
Pasa por aquí...
-Ya están aquí los resultados. -Gracias.
Los niveles de plomo en sangre son altísimos...
El nivel de plomo en sangre es de 27,4 microgramos por decilitro,
mucho más alto que los 5 microgramos considerados tolerables.
¿De dónde sale este altísimo nivel de plomo?
Hay que encontrar cuanto antes la fuente de intoxicación.
La vida de Elías podría correr peligro.
¡Elías!
¡Ay, ay! -¡Elias!
Doctora, ¿qué está pasando?
¿Me podéis decir qué está pasando, por favor?
Acompáñenme fuera.
¿Cómo iba a imaginar yo que estoy iba a acabar así?
Pero si vinimos porque ... porque no oía bien...
Sé que es una situación delicada
pero les aseguro que su hijo está en buenas manos.
Vamos a realizarle una laparatomía exploratoria de urgencia.
¿Y eso que es?
Es una cirugía con la que vamos a abrir el abdomen
para ver los problemas que tiene su hijo
y que no hemos podido saber con otras técnicas.
Pero, ¿tienen que abrir?
Sí, es necesario.
-Vale, vale. -Tranquilos, todo saldrá bien.
El niño está grave.
El plomo puede haber afectado
el buen funcionamiento de sus órganos internos.
Lo que no se es como teniendo ese nivel de plomo
todavía no ha sufrido un colapso.
La situación es muy delicada.
Los cirujanos están intentando estabilizar al niño
y encontrar esa fuente de plomo que lo está envenenando.
El problema es
que haya afectado a algún órgano interno irremediablemente.
La posibilidad de que sufra algún fallo multiorgánico es grande.
Mira, tiene el cobalto y el cromo, los dos, muy altos,
en sangre y en la orina.
He pedido un informe a toxicología para que nos diga
cual es el antídoto más adecuado.
Pero... ¿y el protocolo normal?
Tiene derecho a elegir cirujano...
Pero, ¿voy a recuperar la vista y el oído?
Ojalá, porque no puedo más.
Ha salido todo bien.
La doctora Rey quiere hablar con ustedes, quiere enseñarles algo.
Nadie en el hospital ha visto nunca una cosa parecida.
No me extraña que el chaval tuviese esos dolores.
Esto es lo que su hijo tenía dentro del apéndice.
¿Tienen idea de lo que puede ser?
Es que no lo había visto en mi vida.
¡Claro, claro que lo sabemos!
Si usted no lo conoce es porque nunca ha estado en la feria, doctora.
Son los perdigones del tiro al blanco del puesto que tenemos en la feria.
¡La madre que lo parió!
Pues eso es lo que su hijo tenía alojado en el apéndice.
¡Qué barbaridad, qué barbaridad!
Dentro del apéndice de Elías había exactamente 57 perdigones
y, además de la intoxicación por plomo,
y de las graves consecuencias que conllevó,
estos perdigones hicieron
que su apéndice pesara 7 veces más de lo normal.
Evidentemente, estos perdigones son
de la casa de tiro que tienen sus padres
y han llegado hasta allí porque se los ha tragado.
¿Por qué? Eso es algo que solo Elías podrá contestar.
Pueden ir pasando.
Gracias.
¿Se puede?
Sí, si. Las últimas semanas se ha estancado un poco,
pero, en general...
Pues no se como agradecerle todo esto.
Me ha salvado la vida.
Eran apuestas con mi primo Santi.
Lo llevamos haciendo un año.
El que ganaba, se comía una chuche,
pero el que perdía se comía un perdigón.
¡Hijo mio, de verdad!
Elías, escúchame bien. No puedes hacer eso nunca más, ¿me oyes?
El plomo es muy tóxico, es muy peligroso
y te puede llegar a matar.
-¿Lo estás oyendo bien, Elías? -¡Nunca más!
Avisen a sus familiares para que le hagan un reconocimiento
también al otro niño.
Sí, ya llamo yo.
Si tu has perdido 57 veces,
¿cuántas veces ha perdido Santi?
¡Vaya dos, vaya dos!
Ya hablaré yo con Santi.
Estábamos en la parada del bus,
he empezado a notar que me mareaba...
Lo que le ha sucedido a Yolanda es pero que muy raro
que fuera solo por llevar pantalones ajustados.
Por fin podré hacer algo útil por él.
Ojalá funcione y dejemos de verle sufrir.
He encontrado una información en los análisis que...
Docuficción basada en un exitoso formato internacional que recrea cada día dos historias basadas en casos clínicos reales, curiosos y atractivos. A través de siete personajes fijos -cinco médicos y dos enfermeras- los espectadores irán conociendo los casos que llegarán a las consultas de los doctores.
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hola soy de Venezuela todos los día veo el programa no me lo pierdo estoy enamorada de el doctor javier blanco quisiera que el mismo me responda