Me encuentro ante Menga,

el mayor dolmen prehistórico del mundo.

Contemplarlo produce asombro, fascinación.

Pero más allá de esta espectacularidad,

"Arqueomanía" quiere conocer quienes lo levantaron,

qué técnica usaron y sobre todo, para que lo erigieron.

Acompáñenos a este fantástico viaje

a los arcanos, al secreto del megalitismo.

En 2016, en Estambul,

la UNESCO reconoció al sitio de los Dólmenes de Antequera

como Patrimonio de la Humanidad.

Y lo hizo por su paisaje,

por la vinculación de sus megalitos, colosales,

a otros hitos del entorno como la Peña de los Enamorados

o la Sierra del Torcal.

En el Tholos del Romeral

se han desarrollado labores de regresión

hacia el paisaje original.

Su túmulo se contempla ahora en todo su esplendor.

Muy cerca de Menga y Viera pero mil años después

se erigió el Tholos El Romeral.

Resulta tan espectacular como los primeros.

Este Tholos El Romeral, tiene una singularidad

le da la espalda a la gran montaña sagrada

de la Peña de los Enamorados para mirar a otro punto

singular la montaña que conocemos como el torcal de Antequera.

El gran monumento del conjunto es, sin duda alguna,

el dolmen de Menga.

Cuando el célebre arquitecto Le Corbusier

lo visitó durante la década de 1930,

firmó en el libro de honor

ofreciendo sus palabras a los ancestros arquitectos.

Reivindicaba así, el talento y el esfuerzo humanos

que hicieron posible el templo.

En los dólmenes realmente es muy importante la orientación.

Define el dolmen. Más concretamente de la necrópolis

de Antequera, en donde de tres grandes monumentos megalíticos

sólo uno, cumple con el canon de esos cuatro mil monumentos

investigados por el profesor Michael Hoskin

de orientar su eje su mirada hacia la salida del sol.

Hacia los equinoccios o hacia los solsticios.

Los otros 2 de Antequera,

tienen orientaciones a objetivos terrestres.

Menga, al perfil humano

que tiene justo enfrente a la Peña de los Enamorados

y el Tholos El Romera tiene una orientación sur

dirige su mirada hacia ese paraje mágico

que es el Torcal de Antequera.

De donde procedían las primeras comunidades

agricultoras pastoras y artesanas.

Tuvo una importancia capital El cerro del Marimacho.

Un cerro natural de arenisca.

Igual que el sitio donde se asienta esta gran construcción

y la altitud de aquel cerro, y la propia forma

en la que ellos imitan y alcanzan los 500 metros

sobre el nivel del mar, que tiene a que el cerro natural.

Es un punto de referencia clave. Un domen en el fondo

es un monumento funerario, para honrar a los muertos.

¿Qué relación tiene por tanto ese juego de orientación

con los muertos que la habitan?

En el año 2017.

Llevamos a cabo una investigación en el conjunto arqueológico.

Reconstruyendo con materiales efímeros el túmulo

que está destruido desde la antigüedad.

Desde época romana, llegamos a un descubrimiento asombroso

y es que el Sol...

baña el corredor de acceso a la cámara mortuoria.

Marca el camino...

que nos lleva a la muerte..

El recorrido, la vida con la luz, con el Sol

porque los rayos del Sol

llegan milimétricamente hasta el umbral de acceso

al cubo, a la cámara funeraria

que queda en sombra y en penumbra.

La luz, el camino de vida.

El reino de las penumbras,

el reino de los muertos. Exacto.

En el proyecto arquitectónico del gran Tholos El Rodenal.

Tenía un problema técnico y era que la camarita.

Estaba levemente desviada hacia la izquierda

o sea no estaba en el eje del monumento

y pensábamos que era un error.

Sin embargo ahora se confirma que los constructores

de aquel monumento que es mil años posterior a estos dos.

Seguían con la misma intención de dejar los restos

de los ancestros en la sombra y en la penumbra,

y la vida, el camino, el recorrido que nos lleva

a la cámara mortuoria, la luz.

Los grandes megalitos

no han tenido siempre el mismo aspecto que poseen en la actualidad.

El dolmen de Menga tendría un atrio que hoy no se puede ver

porque está erosionado. Lo haría aún más monumental.

¿Tú crees que la ciencia nos permitiría reconstruirlo

para poder disfrutarlo en toda su grandeza?

Sí, realmente conocemos su conformación.

Gracias a las investigaciones llevadas a cabo en los 80 y 90

por la universidad de Málaga y en 2005 por la de Granada.

Vamos a ser testigos de auténtico prodigio.

El atrio vuelve a renacer.

En este punto del dolmen de Viera me gusta especialmente.

Aquí se marca el límite entre el corredor y la cámara sepulcral

separado por este pórtico perfectamente tallado.

Tanto Menga como viera, tienen la friolera

de alrededor de 6.000 años de antigüedad.

Es una profundidad en el tiempo que produce vértigo.

Si nos retrotraemos encontraremos sociedades neolíticas

y la pregunta está servida.

¿Cómo demonio pudieron erigir estas obras colosales

moviendo piedras gigantescas?

Creo que merece la pena que nos detengamos

para tratar de comprender

sus formidables técnicas constructivas.

El simple hecho de orientar un telescopio

para observar un cuerpo celeste tiene dificultad.

Hay que pensar que los constructores de los grandes megalitos

de Antequera, que situaron sus grandes monumentos

mirando a hitos del paisaje y a los solsticios,

tenían un conocimiento astronómico y matemático elevado.

Michael Hoskin, se ha preocupado de censar la orientación

de todos los grandes conjuntos megalíticos del Mediterráneo,

incluyendo Baleares, Córcega, Cerdeña y el sur peninsular.

En la Universidad de Sevilla,

en su departamento de Prehistoria,

se estudian algunos de los materiales obtenidos

en las excavaciones del dolmen de Menga durante los últimos años.

Leonardo García Sanjuán, Catedrático de Prehistoria,

nos da algunas claves.

Este conjunto de piezas proceden de la excavación realizada

por la universidad de Granada, en el dolmen de Menga

entre finales de 2005 y principios de 2006.

Son lo que denominamos en herramientas macrolíticas

en general elaborados, en este caso sobre ofitas

que son unas rocas volcánicas muy duras.

Aquí tenemos muchas mazas, martillos, empleados en el trabajo

de cantería y de elaboración de los ortostatos

de las cobijas y de los pilares del dolmen de Menga.

Concretamente esta pieza que tengo en la mano,

es una masa enorme, está fracturada.

Por varios sitios originalmente podría haber tenido

pues prácticamente un tercio más de tamaño.

Está muy rota con varias fracturas por los lados

debida a fuertes impactos y tiene una canala dura central

que servía para enmangarla con un enmangue de madera

correas y posiblemente algún tipo de adherentes potente.

Esta es una pieza evidentemente para el trabajo intensivo

y golpes fuertes.

Un buen ejemplo es el tipo de herramienta

empleada cantería que da lugar a la construcción

del dolmen de Menga, estas piezas proceden

tanto del túmulo, del entorno, como del pozo del dolmen.

Nos ilustran el tipo de actividad que había

en el cerro donde se construyó el dolmen de Menga.

Antes de que se construyera el dolmen de menga.

Es posible que en el cerro de Menga hubiera un pequeño asentamiento

antes de que se construyese.

Esto es bastante generalizado en el Neolítico Europeo.

¿De dónde viene esta sabiduría que ha permitido

este auténtico portentos arquitectónicos?

Conocemos una serie de yacimientos propiamente Neolíticos

del antiguo y pleno.

En particular la cueva del Toro

que nos aproxima muy bien al conocimiento de esas primeras

comunidades productoras, ganaderas particularmente

y también de agricultores que se establecen

Esa en esa comarca, ese es el germen

de lo que aproximadamente unos 1.000 años después

entorno hace unos 6.000 años.

A finales del Neolítico e inicio de lo que conocemos

como la Edad del Cobre.

Van a ser los constructores de estos auténticos monumentos.

¿Qué nos dice la arqueología de quiénes son,

de cómo vivían, cómo habitaban y qué relación tenían

en sus poblaciones con lo grande megalitos?

Nuestro objetivo en el trabajo que estamos haciendo.

Es intentar seleccionar algunos materiales arqueológicos

procedentes de excavaciones que se han hecho

en la obras del reciente del AVE.

Que nos han sorprendido por la densidad y la entidad

de los asentamientos coetáneos a la construcción

de los grandes sepulcros.

Que encontramos en la comarca de Antequera.

Sabemos hoy día que además del lugar de ocupación

o de asentamientos.

Tuvieron que tener un papel especial para estas comunidades

en clave social de agrupación de comunidades.

Donde precisamente se está fraguando

lo que vamos a ver, que después permite ejecutar

estas obras monumentales.

Sabemos que en torno a eso que nosotros entendemos

un gran esfuerzo, suele haber una gran fiesta.

Se relacionan, intercambian productos.

Son como grandes ferias.

Suelen estar asociadas a la construcción

de grandes sepulcros que en cierta manera,

generan también memoria de esos fenómenos,

y que generan también territorio.

¿Por qué se encuentra ese material dentro de los fosos y silos?

Se ve esa intencionalidad a lo largo de todos

los recintos de fosos y campos de hoyos

o campos de silos, europeos.

Es algo común a ese tipo de yacimiento,

ese tipo de fenómeno constructivo.

El por qué se decide ocultar

o depositar en esas estructuras los restos o elementos

que se fracturan para hacer algún tipo de depósitos,

quizás más simbólicos está todavía por dilucidar.

Empezando por lo más obvio,

¿cómo se alimentaban los constructores?

Esto que parece simplemente un hueso de ovicápridos,

del tipo cabra o oveja.

Nos deja patente el pasar del ser humano,

la acción del ser humano, con algunas marcas de cortes.

Elementos que sirven no sólo para reconstruir

la forma de producción, de alimentación.

Sino también nos permiten saber si estos animales asociados

a estas comunidades, se movían y por tanto el ser humano

se movía con ellos.

Además, tenemos algunos elementos líticos muy característicos

de la época, este molino con una mano.

Donde se trabajarían los cereales.

Otros elementos relacionados con esa vida diaria

que además podría ser muy comunitaria

son las producción de cerámicas.

Esto sería un gran plato. Exactamente.

Lo denominamos, cazuela.

Es muy grande y esto podría tener que ver

con que el consumo también era de muchas personas.

¿Algún elemento que nos permita asegurar que se adornaban?

Existen elementos materiales como tenemos aquí.

Esto es una caracola que además se ha perforado

para hacer cuentas de collar probablemente

o elementos mucho más cuidados, esta hacha de sillimanita,

que está muy trabajada.

Hay pesas de telar estos yacimientos.

Por tanto vestirían en gran medida de tela de tejido.

Los elementos de producción de tejidos.

Están hablando de un tipo de estética

existen también muestras en otras partes de Europa

donde se conservan mejor estos elementos orgánicos.

De tejidos, de vegetales, animales.

La cámara de Menga se enriquece con este gran pozo

que aún hace más monumental este gran espacio sagrado

de la prehistoria.

Cuando veo el pozo, las grandes piedras

y la complejidad de su construcción la pregunta que uno se hace

¿quienes lo construyeron?

Para comprender bien el sentido y utilidad del pozo de Menga,

hemos viajado a Cerdeña.

Allí, varios de estos pozos prehistóricos

pueden ser paralelismos válidos para Menga.

Acabo de salir del templo, pozo de Santa Cristina

y lo hago emocionado y sobrecogido.

Emocionado por percibir el eco de lo sagrado.

La piedra, el agua, la madre tierra

que te acoge en su seno y sobrecogido por su arquitectura.

De una geometría perfecta y casi imposible

pura arquitectura de vanguardia.

No parece que estemos en un monumento prehistórico

sino un monumento futurista de hoy en día.

Los maestros de la Edad del Bronce desde hace 3.500 años.

Supieron crear una arquitectura que hoy en pleno siglo XXI.

Aún nos emociona y sobrecoge.

El pozo del dolmen de Menga siempre nos llamó mucho la atención.

Parecía único, pero cuando uno va conociendo lugares megalíticos

importantes en otros puntos de Europa.

Se encuentra esta presencia sagrada si cabe del agua

en lugares megalíticos.

Es el caso de este templo pozo de la nuraga

de Santa Victoria de Serri el corazón de Cerdena.

Que nos habla de piedra, agua y probablemente ritual sagrado.

Las motillas, como la de Azuer, son grandes construcciones

del bronce peninsular que también están relacionadas con el agua.

Federico Porcceda está trabajando en Serri y nos da las claves.

No es un pozo, porque aquí no hay una fuente de agua.

Entonces, el agua viene de fuera con una canalización.

Cuando llueve, el agua está el interior de la cámara.

La entrada del templo está dada para atrio, la escalera.

En originalidad, el templo fuera todo cubierto.

¿Qué tipo de rito crees que tendría lugar aquí?

El culto es seguramente del agua.

Es una reserva de agua.

Entonces la cosa más importante es el agua.

¿Qué nos dice la arqueología de su fecha de construcción?

En el siglo XII a. C.

El culto al agua, gracias a su abundancia,

es un fenómeno que se ha mantenido en Antequera.

Su propio patrón, el Señor de la Salud y de las Aguas,

una advocación de la Edad Moderna, apoya esta tesis.

Incluso algunos textos

hablan de la venta de agua de Menga durante el siglo XVI.

Lo colosal de Menga, se magnifican

en la gran losa que cierra la cámara.

Una losa enorme, pesa nada más y nada menos que 160 toneladas.

Una investigación recientemente publicada

confirma que las grandes piedras azules del célebre

yacimiento de Stonehenge, en Gran Bretaña,

fueron trasladadas desde un lugar lejano.

Son piedras que ya se habían empleado

dentro de la cultura megalítica de la isla en un recinto previo.

Eso nos sitúa ante dos incógnitas:

la reutilización de grandes piedras, y en el caso de Menga,

la localización de la cantera o las canteras

de las que se extrajeron los ortostatos

y las cobijas de cierre.

El primer aspecto parece claro: la reutilización de grandes piedras

y su traslado a otros lugares era un fenómeno frecuente

en la Prehistoria, como se comprueba en el dolmen de Soto

o en el Tholos de Montelirio, por citar casos cercanos a Menga.

La segunda cuestión presenta grandes novedades.

Por una parte, se ha localizado, fehacientemente,

la cantera en la que se excavaron todas las grandes piedras de Menga,

a excepción de una, de la más grande.

Esta cantera está, aproximadamente,

a un kilómetro en línea recta del monumento,

bajo la ermita de la Vera Cruz.

La gran novedad es la localización de la cantera

de la que se extrajo la gran losa de cierre de 170 toneladas.

Está situada a más de tres kilómetros del monumento

y hay que salvar un importante desnivel en un hipotético trayecto

sobre una pista artificial o calzada.

La pericia y el conocimiento de los ingenieros neolíticos

era de gran profundidad y su destreza técnica, inapelable.

La secuencia de corte y extracción bien pudo ser de esta manera.

Los grandes megalitos de Antequera

eran el centro de un territorio,

el vórtice de una cultura de gran dimensión.

Sus antecedentes en la Cueva del Toro del Torcal,

con elementos de gran sofisticación

como la venus neolítica o el cráneo copa,

no son más que la punta de un iceberg.

En Casabermeja, en la ladera sureste del Torcal,

la Edad del Cobre dejó huellas que se están recuperando.

Piedras de Mitra, es toda una novedad.

Al fondo se divisa el manto nevado de Sierra Nevada

y este lugar, a parte de este paisaje tan hermoso

tiene un altísimo valor arqueológico.

Pues por dos motivos, primero porque lo que venimos llamando

la arqueología de las toponimias, fijaros que este sitio

se conoció por la gente del pueblo históricamente

como las piedras de Mitra.

Probablemente, ninguno de ellos supiera que estaba invocando

a una antigua deidad mistérica, que, por algún motivo prolongó

su sombra a lo largo del tiempo

y en segundo lugar, este sitio va a demostrar

que los yacimientos de Antequera, los dólmenes de Antequera

tuvieron una cultura muy similar y por tanto con relación.

Andrés, vaya sitio y sorpresa.

La verdad que sí, estamos en un yacimiento,

en una sepultura que pertenecen a la Edad de Cobre.

Por la cultura material que llevamos hasta el momento.

Estamos en los momentos iniciales del Calcolítico.

Por tanto hace unos 5.000 mil y pico años.

Entre la construcción de menga y la contracción de El Romeral.

Al excavar en la covacha ¿qué ha aparecido?

Distintas cavidades que presentan en la roca.

Están acondicionadas con muretes, acondicionando el espacio

para utilizarlo como sepulcro.

Hemos encontrado un hacha de cobre digamos que nos está indicando

a cierta jerarquía que podían tener estas sociedades.

Tenemos argumentos de que puede haber más enterramientos

que tengamos aquí una necrópolis de este período.

Sí hay un lugar que prometía grandes novedades

y desde luego, no ha defraudado, es la Peña de los Enamorados.

Hasta este verano se pensaba que era un campo de menhires,

una instalación previa a Menga,

cuyo atrio se orienta hacia el gran antropomorfo.

Parece más plausible es que... si aquí hay un lugar

de elevada significación simbólica y religiosa.

Antes de la construcción de Menga.

Tenga asociación con algunos de estos bloques de piedra

y que algunos de estos hayan sido el foco de una actividad ritual.

Podrían haber sido piedras levantadas o menhires.

Este año, ha comenzado la excavación con resultados prometedores.

Llevabas años diciendo que en este sitio absolutamente privilegiado,

debajo de la gran Peña de los Enamorados.

Existía un dolmen, que acaba de aparecer.

Ha sido un momento muy especial.

Teníamos las sospechas de que era posible

que aquí hubiese un pequeño monumento megalítico.

Los primeros días teníamos bastantes incertidumbres

cuando a los tres días pues aparecieron

los primeros restos humanos, fue una emoción bastante especial.

Por lo que representa encontrar una estructura megalítica aquí

en este lugar, pero también por el conjunto megalítico

que preside y domina esta región en Antequera,

que es tan importante.

También hay una sorpresa que nos aguardaba en la entrada.

Hay claramente una disposición que es la entrada

a la estructura, orientado hacia el este.

Como una posible puerta que sería esta losa de aquí delante,

y detrás de la losa

y entre las dos ortostatos que delimitan la entrada.

Descubrimos una pieza que es un betilo,

que por la posición que ocupa...

Casi con toda seguridad tiene una significación apotropaica,

es decir, está protegiendo la entrada al monumento,

haciendo una función simbólica como de guardián o centinela

de la estructura funeraria en la que se encuentran

los antepasados de estas comunidades.

La forma me recuerda a la de la peña.

¿Podría tener esa capacidad como una reproducción del paisaje?

Tiene una forma muy particular ciertamente porque los betilos

son piedras poco elaboradas, talladas o trabajadas.

Son piedras en un estado cuasi natural.

Suelen tener una forma cilíndrica o subcilíndrica o troncocónica.

A medida que se avanza, la complejidad aumenta:

Aparecieron unas estructuras de piedra

que parecen compartimentar la zona interna de la cámara funeraria.

Parece que hay como una especie de semicírculo

formando como una cista, ya que el individuo éste

se apoya directamente sobre lajas de piedra

y además está rodeado por piedras de este tamaño grande y mediano.

Está en posición primaria, con las piernas flexionadas

y parece ser masculino.

Dentro de la estructura megalítica parece que hay ciertos tipos

de compartimentación que separan unos individuos de otros.

Estos dos individuos que aparecen en posición primaria

se diferencian de los otros que íbamos encontrando antes,

estaban semiarticulados o quizá en posiciones secundarias.

Puede deberse a una de las primeras fases de ocupación

de la estructura ya que posteriormente vemos

que algunos fueron más desplazados para seguir

introduciendo nuevos individuos.

Hemos encontrado dos recipientes cerámicos

en la zona oriental de la tumba.

También nos aparece bastantes líticos microlitros de sílex

asociados a los cráneos.

Las primeras dataciones, realizadas sobre restos

de los niveles medios y superiores.

Sitúan cronológicamente el dolmen en la Edad del Cobre,

aunque no hay que descartar una fundación más antigua,

en el final del neolítico.

El conjunto de las tierras de Antequera

está generando un bagaje arqueológico

que aumenta a un ritmo muy alto.

Para ello, este mismo año,

se va a inaugurar el Museo del Sito de los Dólmenes de Antequera,

un nuevo equipamiento cultural de gran calado.

Aurora es tan descomunal este dolmen.

Que no parece obra humana.

En la antigüedad dirían que es obra de gigantes o dioses.

Sí, efectivamente llamaba muchísimo la atención

por la escala del espacio, por la propia ubicación

y de hecho el obispo de Málaga en 1530 autorizó

la construcción de un oratorio cristiano

cerca de la cueva quizás con objetivo de resacralizarla.

Esa visión fue cambiando con el tiempo.

Hay una visión más científica a mediados del XIX

con Rafael Mitjana, un arquitecto malagueño.

Viene aquí a hacer su proyecto pero pasa por la cueva,

a dibuja, estudia y él llegar a la idea

de que esto es un verdadero templo druida.

Después dio un salto una figura muy importante fue Romero Robledo.

Es el que promueve su declaración como monumento nacional en 1886,

es el segundo monumento en España y además promueve

la construcción del museo del sitio justo aquí.

¿Va a poner el museo justo a la puerta de dolmen?

Era un pequeño espacio de 150 metros cuadrados.

Era un proyecto de casa para el guarda.

El descubrimiento posterior en 1903 de Iviea Romeral,

nos hace comprender a esto como un auténtico espacio prehistórico

y por supuesto, la ubicación que menos interpreta

esas visiones cruzadas es aquí.

¿Nos enseñas el museo? Claro que sí.

Museo de los dólmenes, tras este hermoso nombre

sin embargo hay mucho conocimiento historia y alma del propio lugar.

Sí, está el trabajo de muchos profesionales de la arquitectura,

arqueología, el paisaje y luego de muchas personas

vinculadas a la historia de los dólmenes.

Es un museo de sitio y está vinculado precisamente

a explicar y complementar la visita al yacimiento.

En este vestíbulo queremos contar el valor universal excepcional

de los 6 sitios Patrimonio Mundial vinculados al megalitismo.

Tendremos una exposición permanente que va a explicar el sitio.

Contando la prehistoria de los pobladores,

de los constructores de los dólmenes y luego, por supuesto una zona

específica de las biografías de Menga, Viera y Romeral.

Qué vista. No lo esperabas.

No, es la misma vista de Menga

Está orientado perfectamente al gran icono y símbolo de Andalucía

que es la Peña de los Enamorados.

El museo precisamente complementa la visita al yacimiento.

El edificios pues en cierta manera recupera esas claves

para que siempre haya vínculo entre las colecciones

que se van a exponer con el sitio del que proceden.

El megalitismo no son solamente grandes piedras

lo hemos repetido, sino el diálogo en el paisaje

y estamos viendo lo que se vería desde el interior de Menga.

No podemos contar un cuadro más hermoso.

A medida que pasan los años y se perfeccionan los resultados

de la investigación científica,

la sociedad que fue capaz de producir los grandes megalitos

de Antequera empieza a mostrar su verdadera dimensión.