Hasta ocho millones de toneladas de plástico acaban cada año en el mar, contaminando costas, playas, y fondos marinos antes de acumularse, empujados por las corrientes, en los llamados giros subtropicales. Nuestros océanos se están convirtiendo en gigantescos basureros flotantes y no parece que estemos haciendo lo posible ni lo imposible para evitarlo. Por eso, nos parecen especialmente valiosas iniciativas de reciclado como la que nos cuenta Lucía.