Sábado a las 14.00 horas
¿Anoche de anoche o esa noche...?
Es que como tengas que hacer un itinerario
de dónde estuviste anoche...
Igual hay que ocultar cosas. Que no, ¿eh?
Que yo una cerveza y para casa...
Pero no sé, o sea...
Yo tampoco voy preguntando a mis padres,
si quieren que me lo cuenten,
"¿dónde vas?", tal. A ver, un poco de distancia, de espacio,
he estado con mis amigos, te lo digo y ya.
-Yo creo... "¿Dónde estuviste anoche?".
Pues eso en teoría, "en teoría",
habría que dejarlo definido antes.
"Voy a salir, voy a estar aquí",
y que ya vea que tú tienes una edad
y que confíe en ti y que si le dices que vas a ir a esta discoteca,
no te vaya a buscar a ningún sitio raro.
En esas situaciones la mentira juega un papel que, a la larga,
va a hacer que la confianza se rompa,
porque si tú constantemente dices
con 20 años: "Me voy a dormir con un amigo a estudiar",
no se lo cree ni Peter.
O sea, tienes que tener dos dedos de frente
y saber que tus padres son racionales,
han tenido tu edad, han salido de fiesta
igual que tú o más
y decirles: "Voy a salir aquí, sabes qué va a pasar,
sabes que voy a beber, lo que sea, pero volveré".
Sí, también tiene que ver con lo que ha dicho Dani,
en el sentido de que los padres piensan que por la noche
hacemos cosas malísimas, no sé qué es lo que se imaginan,
pero realmente, por lo menos en mi caso,
es como: "Bueno, sí, voy de fiesta",
pero es que cuando yo voy de fiesta
tengo conversaciones superinteresantes,
que no es estar tirado, borracho, en el suelo ni nada de eso.
En relación a eso, cuando me lo preguntan, pienso:
"¿Quieres saber dónde estuve porque te interesa saberlo
o quieres comprobar que he hecho algo mal
para decirme: 'No habías dicho...'?".
Entra un poco en conflicto
si realmente quieres saberlo porque te interesa
o es para darme algún tipo de lección o de... pues eso.
"No sabía", "Me lo deberías haber dicho",
va con un poco de doble juego.
Realmente, debería ser el primer sentido:
"¿Qué hiciste anoche? ¿Te lo pasaste bien?",
más por ahí que: "¿Dónde estuviste?".
No lo entiendo. -Tienen miedo.
Intento decirles siempre dónde voy, tengo esa seguridad
con ellos y siempre les digo dónde voy.
O sea. No sé, entiendo que se preocupen,
pero poco a poco nos vamos haciendo cada uno más responsables,
entonces... ¿Que puede que nos vayamos por un camino malo?
Bueno, pues ahí está la típica, la grandiosa hostia,
que dicen: "Te vas a dar". Alguna vez te la tendrás que dar
y si es de fiesta, mira...
Anoche llegó una amiga de Plasencia
y vino aquí y bueno, se complicó un pelín la tarde.
-Anoche estuve estudiando hasta las cuatro de la mañana
porque tengo un trabajo importante que presento mañana.
-Anoche estuve de cervezas. Me ponían unas tapas...
Qué maravilla, qué ricas estaban.
-Anoche estuve dando un paseo con mi madre,
sacando al perro,
hice un poco de FaceTime con una amiga
y me fui a dormir y tuve una pesadilla horrible.
-Pasando el rato, viendo YouTube,
creo que es lo que hacemos la mayoría.
-El "¿Dónde estuviste anoche?"
es donde empieza un poco el distanciamiento con los padres,
sobre todo cuando es inquisitoria la pregunta.
"¿Dónde estuviste anoche?", cuando no puedes decir
dónde estuve anoche, y parte de la distancia que hay
en la adolescencia entre padres e hijos tiene que ver
con el "¿Dónde estuviste anoche?", "¿Dónde estás en la vida?".
No, pensaba, como dándole la vuelta a la pregunta,
si ellos están dispuestos a escuchar dónde estuvimos anoche.
que si les interesa, decir: "Voy a sentarme y te lo voy a contar,
te voy a contar estas aventuras", que para mí son la leche
pero igual te parecen un aburrimiento y para mí sería doloroso
contar cosas que son importantes y que no las escuchen.
Darles ese mensaje a los padres:
"Si queréis saber de nosotros aprended a escuchar,
si no, no vamos a contaros nada".
-Desde mi experiencia ha sido un poco como desde ese toque
de: "Sé prudente".
O sea, vamos a ver.
Yo siempre he ido muy a lo loco.
Ellos a mí no me han hecho esa pregunta
como: "No puedes hacer esto" o "¿Qué has hecho?"
para echarme la bronca, sino para protegerme
dentro de mi propia actitud, porque yo muchas veces también...
Los adolescentes como que entramos en un pensamiento
de que no nos va a pasar nada. Somos inmunes a cualquier situación.
Entonces, creo que también, no solamente pensar:
"Mis padres lo hacen para echarme la bronca,
para que no haga esto, la fiesta es mala,
tomar drogas es malo", sino como desde un punto
de que cuando salimos de fiesta nos podemos exponer a peligros,
porque de pronto se me va la mano y me bebo ocho copas
y acabo supermal...
Es que si no me lo preguntan desde la primera vez que salgo
pues a lo mejor a la número 100 ya me da exactamente igual
cómo acabe esa noche.
Me ha dado una angustia extraña
empatizando con los padres de Eduardo,
pensando: "Tu hijo se va de casa y se va de casa", ¿no?
Sí, lo entiendo.
Eso dice mi madre.
Todas, yo creo que tienen mucha importancia
y que, por ejemplo, salimos de fiesta
y vemos a gente con ganas de pegarse y es que a mí
eso me repele mucho, pero es verdad
que sobre todo en los hombres
ves mucha violencia cada vez que sales de fiesta
y eso no debería pasar, porque muchas veces
es sin razones, porque salen con ganas de pegarse
y eso no debería ser así.
Cuando salgo de fiesta siempre hay alguien
que lo ves buscando pelea.
No entiendo dónde está el disfrute en eso,
no hay nada bueno en eso, y no sé por qué, es típico.
A la gente le gusta la violencia.
A ver, siempre hay ciertas situaciones,
por mucho que digamos ahora:
"Soy de los Vengadores, si te metes en una pelea
voy a ir a por ti a muerte".
Luego te pones en la situación:
"Lo mismo soy el que, sin hacer nada, me llevo un puñetazo gratis".
Tienes que pensar un poquito en esa faceta,
tienes que pensar en tu integridad física,
que es importante.
Cuando vas de fiesta es para pasártelo de fiesta,
para pasarlo bien, no tienes que ir de Vengador
ni ir de villano, tienes que ir a pasártelo bien.
-Yo quiero puntualizar una cosa:
en una noche pues puedes ver tres peleas,
pero ¿cuántas personas hay?
Si en las peleas hay seis personas que se han peleado
y somos 300 o 400, pues mira,
pues de 300 hay seis personas que...
Van así, pero... -No debería haber ninguna.
-Claro, sí, ya te lo digo, pero si van buscando movida
y se encuentran con otra persona
que también va buscando movida, yo no me meto.
Yo me pongo ahí con el cubata: "Mírales, dos borregos peleándose".
-Eso no está bien, creo, tan mala es la violencia
como el que no hace nada por pararla. -Una cosa es que se hayan metido
enzarzados y que no me pueda meter...
-No, pero que si lo puedes evitar... -Claro, eso sí.
Si van a por uno que no ha hecho nada y van a por él, ahí podemos pararlo,
pero si van con ganas de pegarse, no soy quién para decirles: "Parad".
-Vemos un montón de peleas de fiesta, yo veo un montón,
y eso es violencia.
-Yo, por ejemplo, no encuentro,
cuando salgo por ahí, no encuentro peleas,
que otros sí que igual lo viven, pero yo en general no veo ambiente
como de pelea física y tal.
-Soy de Burgos, soy de Gamonal,
de un barrio que lo tienen como violento.
Siempre se nos pone la etiqueta
en el barrio de que somos los peores
y que yo sepa, las movidas yo las veo siempre en el centro.
En el colegio se ve reflejado.
Sí. En la universidad no lo sé, porque yo no he ido, pero...
Pero en el colegio se ve reflejado, es el claro ejemplo.
-Te marca. -En mi caso y en el de mis padres,
la violencia que más miedo nos da es la machista,
salir de fiesta, relacionando con la anterior pregunta,
"¿Dónde has estado?", en mi caso no hay pie a eso,
porque antes de que salga lo saben todo,
porque les da mucho miedo, e igual no depende de mí,
que sí, que yo en una noche loca puedo hacer alguna irresponsabilidad,
pero la violencia que no depende de ti,
lo que te pueda pasar, yo qué sé, jamás volver sola a casa,
que siempre te acompañe alguien, un amigo.
Eso da mucho miedo y está muy a la orden del día.
No sé si vosotras estaréis de acuerdo,
pero no se me ocurre volver sola por la noche.
Y a mis padres es lo que más miedo les da,
ese tipo de violencia.
-Sí que es verdad que no es la misma situación
que con las mujeres,
pero yo estoy como acostumbrado
a que alguien por la calle me diga algo.
O cualquier tipo de cosa, como...
al principio ni siquiera lo entiendo, porque ellos me ven
y dicen: "Ah, un negro", pero yo simplemente veo una persona
que me está gritando desde lo lejos.
Y digo: "Pero ¿qué le pasa a esa persona? Ah.
Es por eso".
Y bueno, en general como que...
no sienten que tengan tanto poder
contra mí como para hacerme daño,
pero sí que es verdad que te acostumbras
a la violencia verbal
por otras personas que no conoces ni siquiera.
-Ahora se habla mucho del micromachismo,
el microrracismo, la violencia en el lenguaje,
que nuestros padres no entienden tanto o no lo ven tanto,
y nosotros de pronto estamos aprendiendo a percibir
esa violencia que estaba implícita y que estaba un poco escondida.
-¿Tú cuando salías te encontrabas todo este tipo de violencia
en el mundo de la noche o no tanta?
Yo primero, que ha dicho algo como de una orquesta,
y que el director son tus padres. Creo que ahí cambia la cosa.
Cuando tú sales, ese director tiene que ser tu cabeza,
tienes que ser tú mismo y que los otros participantes
sean las consecuencias y tu propio cuerpo,
lo que puedas llegar a soportar y lo que no.
Y lo del tema alcohol, pues la presión social, no sé,
eso lo veo un poquito... Si tú no bebes y tu grupo bebe,
si te acaban presionando, pues... Chiqui, ten dos dedos de frente
y di: "No voy a cambiar porque mis amigos se pillen el pedo".
Ya, ya, la teoría, pero...
No, yo lo digo por si alguien es así.
está ahí, en las discotecas,
en todos los sitios, porque nos guste o no,
es algo que se ha normalizado.
Entonces, cuando sales tus padres ya dicen:
"Con la entrada vienen dos consumiciones".
-A mí me hace gracia cuando ves en los telediarios
que la gente se echa las manos a la cabeza
porque los adolescentes beben.
Obviamente hay mesura y debe haber una educación con las sustancias,
pero tampoco seamos ilusos: vivimos en una sociedad
donde el alcohol y el tabaco
son drogas que son legales.
Y forman parte.
Y si hay presión, pues como en cualquier momento
en el que estás probando quién eres y en este terreno tan confuso.
pero tenemos una edad que...
Yo no fumo y la mayoría de mis amigos fuman,
y están ahí fumando y yo no fumo. Pero bebo, por ejemplo.
Luego tengo algún amigo que no bebe.
A mí ya no me influye. ¿Que el resto fuma? Yo no.
Yo creo que juega un papel muy importante el tema
de la presión de grupo, porque yo hace dos años dejé de beber.
Al final, te encuentras en una fiesta
y te preguntan: "¿Por qué no bebes?",
"Tómate una copa, no pasa nada". A mí me ha pasado muchas veces
que me he sentido muy fuera de lugar cuando he salido sin beber
y me he ido porque no siento ni que la gente
se sienta cómoda conmigo ni me siento cómoda en ese ambiente.
A mí me parecen admirables
esas personas que son capaces de llevarle la contraria al grupo
y que todo el grupo bebe alcohol y ellos no beben,
todo el grupo fuma y ellos no.
Hay gente que lo consigue, es una cosa social.
A ver quién es el guapo que no lo hace.
-Voy a una discoteca, todo el mundo bebe, la gente pedo,
pues me bebo una copa, a pesar de que...
No que no lo esté disfrutando, sino que lo que me hace disfrutarlo
es el ambiente y es ese círculo social
que se crea en la noche que me hace disfrutarlo.
No el alcohol en sí. Sí que creo que hay un factor social importante.
Por una parte lo entiendo, pero por otra tienen dos opciones:
o pensar que sus hijos no beben porque son los únicos que no beben,
o aceptar que probablemente beban porque la mayoría bebe.
Yo quiero puntualizar una cosa, las drogas,
excluyendo el alcohol, están supernormalizadas
y yo no considero que tengamos que tratarlo solo de fiesta,
porque es a todas horas, y me refiero, el riesgo que tenemos
es que no es solo por la noche.
Es que los porros están supernormalizados.
Entonces, el riesgo es a todas horas,
lo estás viendo muchas veces al día
o varios días a la semana
y es ese riesgo, que no solo el sábado noche
se hace por exclusividad.
-Creo que ese es el problema,
decir: "Esta droga es más blanda que la otra".
Hay que clasificarlas en lo que son: son drogas,
son malas, por los efectos secundarios a largo plazo
y por cómo te puede cambiar la vida en un momento,
en cinco segundos que te pegue un mal viaje.
Es eso, son malas, y no creo que ni internet
ni tu condición de persona curiosa
sean suficientes... Sean como...
medidas para que tú pruebes y digas: "Esto es una pasada",
porque yo creo que está mal y no se debería hacer en ningún caso.
Yo creo que es importante la formación que se nos da
y bueno, ya lo hemos hablado mucho, que es un tema muy tabú
y tampoco sabemos las consecuencias al 100 %
y no es una cosa que se trate en los colegios del todo,
se habla muy poco de ese tema, igual que del sexo.
Creo que tiene mucha importancia que se empiece a implementar
en los sistemas educativos una clase dedicada específicamente
a estos temas tan importantes y que hacemos como que no existen.
Sí, es verdad que en cada fiesta
a la que vamos va a haber porros
y está en tu toma de decisión si fumar o no.
Es verdad que sí que hay una gran exposición,
aunque yo creo que los adultos no lo ven,
todo de lo que estamos rodeados
y casi que a veces mejor,
porque todavía habría una mayor sobreprotección.
Hola, soy Raquel, soy madre de un adolescente de 19 años.
¿Qué cosas son esas que dices que nunca harás
cuando seas padre o madre?
Yo lo tengo claro porque lo pienso mucho,
y no porque lo hayan hecho conmigo, al contrario,
pero digo que cuando sea madre no voy a prohibir nada.
Yo no estoy muy de acuerdo con eso porque las prohibiciones
están para saltárselas. O sea, es necesario equivocarse,
y si todo ha sido permisivo, no hay esa equivocación
y creo que equivocarse es necesario
para aprender muchas veces.
-Creo que te puedes equivocar aun...
O sea, a mí por lo menos no me han prohibido mucho
a lo largo de mi vida, pero sí que me he equivocado.
Lo que pasa es que he llegado a mis padres
y les he dicho: "Me he equivocado con esto".
-Límites sanos sí que habría.
-Al final los límites te los acabas poniendo tú.
No un tema tabú que no puedas hacer nada que tenga que ver,
sino explicar las cosas, los riesgos, y ya pues...
El modo de vida, no tendría nada parecido a mis padres.
Siempre digo... me levanto y digo:
"Cada vez soy más mi madre", pero no, el modo de vida.
Es un modo de vida guay el de mis padres,
pero es el de casi todos, de levantarse, trabajar,
llegar a casa, hacer la cena.
Pero el trabajo a veces es muy monótono.
Yo quiero un trabajo en el que cada día
haya un problema distinto.
-A mí me gustaría ser como mis padres.
Lo único que cambiaría es lo de repetir tanto las cosas.
No me gusta estar repitiendo siempre lo mismo,
a mis hijos no les repetiría las cosas.
No, no sé. (TODOS RÍEN)
Me pasa con mi madre, me repite mucho las cosas.
"Hazte la cama", porque me lo dice y se me olvida,
se me olvida y no la hago, o lo que sea.
Ya me he enterado y no hace falta que me lo repitas.
en esta franja de edad donde decimos: "No voy a ser como ellos en mi vida",
pero al final acabamos siendo iguales,
igual que ellos se hicieron la misma pregunta
hace X años sobre sus padres.
Yo creo que ahora mismo estamos en un tira y afloja permanente,
siempre con el respeto que hay en una familia,
pero que al fin y al cabo, esas repeticiones, como decía David,
de mil y una veces de: "Haz la cama",
esas son las que a ti se te quedan
y las que tú vas a acabar diciéndole a tus hijos.
Ya que estamos la perspectiva de los adolescentes,
tú como padre, es una pregunta a ver
si me sabrías decir algún caso, ¿qué cosas has dicho que nunca harías
y has acabado haciendo?
es encontrar esa edad
a la que empiezas a darles rienda suelta a tus hijos.
Ese punto, ¿cuál crees que es el adecuado, a partir de qué edad
empiezas a dar más libertades y a proteger menos?
(RESOPLAN)
-Yo creo que sí. -Hay temas tabú.
Hay cosas que nunca se han hablado y te da vergüenza
o miedo abrir esa puerta, romper esa burbuja:
"¿Qué hago? ¿Cómo comentamos esto?".
Pero luego te das cuenta de que son tus padres
y lo van a acabar entendiendo
y van a hablar contigo de política, por ejemplo,
y pensaban que no tenías esa faceta.
Yo creo que también esto de hablar de todo está guay,
pero hay temas que también conciernen a tu intimidad
y es lícito no hablarlo.
No le voy a contar a mis padres
que salgo y tengo una relación sexual esporádica.
Porque... Porque no. -Yo creo que es verdad
el tema de la intimidad y de que hay que guardarlo,
y a la vez considero que es importante hablar de esos temas
porque... Bueno, me quedé embarazada
y con mi madre, por ejemplo, ese tema no lo pude hablar
pero con mi padre, que siempre ha sido más abierto,
el sentir su apoyo, el sentir su compañía
y el que me pudiese ayudar me parece importante
haber podido tener ese espacio,
que él me ofreciese esa comprensión
y que no me echase la bronca de primeras.
O sea, yo tenía 16 años y fue una situación
que si no hubiese estado mi padre, yo no sé cómo hubiese manejado
esa situación, porque joder, quedarte embarazada con 16 años
es una situación bastante complicada.
Y mi padre me salvó la vida.
Yo sé que fue... Vamos.
porque debes tener ese colchón
de hablar con tus padres cualquier cosa,
pero una cosa es romper el hielo y otra es partírselo en la cabeza.
que te pasan a ti como persona,
como persona que vive y tiene sus experiencias
que si no es un caso tan grave como el de Ana,
es más guardártelo para ti, o ya no guardártelo,
pero compartirlo con un grupo de personas
que sepas que no se vaya a alarmar por algo
que es luego insignificante.
Me llamo Rafa Celda y tengo tres hijos de 27, 25 y 20 años.
Hay un momento en que decides tener hijos,
y claro, no tienes ni idea de cómo se hace eso,
de qué hacer, cómo se educa...
Hay una entrevista que le hicieron a Lorca en Nueva York
en que le preguntaron que por qué escribía poesía,
y García Lorca contestó: "Para que me quieran".
He intentado que se sintieran queridos,
me gustaría saber si os habéis sentido queridos
por vuestros padres.
Me he sentido muy querido por mi padre,
lo que dice ahí lo ha logrado bastante.
También es verdad que, bueno, en un mundo tan hostil
haberse criado con el amor por delante,
dice, que igual se ha pasado, porque a veces es complicado,
como de pronto... Merece la pena igualmente
pero es complicado.
-De primeras responder a la pregunta,
yo me he sentido superquerida por mis padres,
creo que los padres nos pueden querer siempre
y también mantener a raya esa actitud que tú puedas tener
como adolescente o como persona,
porque tú me puedes querer siempre
y que ese amor haga que las faltas de respeto
no importen...
Estoy de acuerdo con Ana. Ese amor incondicional
damos por hecho que va a estar siempre,
pero hay que merecérselo.
Yo con mis padres cuando más he notado
que estaban orgullosos de mí es cuando hago las cosas bien.
Y cuando he ido logrando cosas que realmente digo:
"Este amor va a estar ahí, pero me lo merezco más que nunca".
Hay que tener esa actitud de merecérselo
y de, también, ayudarles en la tarea como padres,
hacerles las cosas fáciles y darles alegrías
para que tenga sentido todo.
El único problema es que muchas veces yo no he sabido
gestionarlo, o sea, lo que me daban yo no lo veía como cariño
y me he quejado de falta de eso,
pero a medida que creces te das cuenta de que cada uno
da el cariño como puede y sabe.
Y en eso he sido muy intransigente
y no lo he sabido gestionar.
Entonces he tenido conflictos por eso y reproches
de echarles en cara a mis padres, pero que te pones a pensar
y es como: "Lola, abre los ojos, que te estás montando una película".
-Quería decir que no creo que el amor de padres a hijos
sea incondicional.
Que me parece un privilegio que lo sea
y en mi caso lo celebro porque sí siento que ha sido así,
me he sentido incondicionalmente querida,
pero hay que valorar que no todos tienen eso
y que a veces no sucede.
Que puede pasar y que es lícito, o sea, puede pasar
que haya padres e hijos que no se lleven bien.
En mi caso no me pasa como a ti, Berta,
yo he visto el amor más incondicional en los peores momentos.
Cuando he estado bien han estado ahí,
pero cuando he estado mal es cuando me he dado cuenta de:
"Es el momento más bonito de mi vida",
cuando yo he estado fatal y ellos estaban ahí.
de lo que cuesta amar a veces.
Amar incondicionalmente no es fácil.
O sea, yo creo que tienes que dar tu cuerpo y tu alma
para poder amar así, y yo, de alguna forma, me gustaría
en algún momento devolvérselo.
Porque ellos incondicionalmente,
día tras día, nos han transmitido eso.
Me gustaría hacer esa reflexión
e intentar llegar a ser esa persona que da constantemente
sin buscar nada a cambio.
A ver, yo espero que sí. Te quiero, mamá.
(RÍEN) -A ver, cada persona es un mundo,
y ahora en estas épocas somos dos mundos.
Somos personas difíciles de tratar, obviamente,
y tenemos que tener ese pensamiento
de decir: "Sé que soy un...", ¿puedo decir "pedazo cabrón"?
Puedo pensar eso pero luego también saber
que ellos vean que les quiero un huevo. O sea, mucho.
Hay una persona más, el actor Tristán Ulloa,
que quiere preguntaros. Vamos a escucharle.
-Si tuvieseis que decir a nuestra generación,
a la generación de vuestros padres, si tuvieseis que decirnos
algo que pensáis que hemos hecho muy mal,
¿qué sería? ¿Cómo lo corregiríais?
Si tuvieseis que decir algo que hemos hecho bien, ¿qué sería?
¿Qué hemos hecho bien y qué mal?
lo mejor ha sido apostar por la educación.
Que ellos a lo mejor no... Ellos empezaron a tenerlo
pero de alguna forma se ha sistematizado,
y es lo más bonito que nos han dado,
esa generación a nosotros.
y el que estuvieran también ahí.
Por ejemplo, mi madre consiguió salir del pueblo gracias a una beca
a estudiar Periodismo e incluso luego estudió Políticas.
Entonces, la fuerza y la herramienta que para ellos, para nuestros padres,
fue la educación, como lo han disfrutado
y lo han valorado nos lo han inculcado
y claro que es un arma superpotente.
Faltan valores, muchísimos.
Pero muchísimos valores de respeto y libertad.
O sea, ahora mismo nuestra generación estamos avanzando un montón,
y no digo que la anterior no, avanzó un montonazo también
y se hizo todo lo que se pudo por restablecer una democracia,
un montonazo de cosas, pero me faltan valores
de respeto hacia otras personas, de minorías.
Minorías o gente que siempre ha estado oprimida.
A mí me falta un montonazo y que todavía, a día de hoy,
se pueda seguir soltando, por gente de vuestra generación,
sin ningún problema y "me río, y las risas de lo que ha soltado",
lo siento muchísimo pero es una cosa por la que nuestra generación
yo creo... Que no digo que todo el mundo, eh,
es una cosa que a mí me choca y que cuesta mucho abrir.
Para eso estamos nosotros, para darles la mano
y decir: "Vamos con vosotros, te voy a abrir la mente".
porque todo es malo lo que estamos diciendo.
Lo que me gustaría decir es que para una generación de padres
que supuestamente han vivido tanto me sorprende la facilidad
con la que asumen la información. Yo que estudio Periodismo,
me ha impresionado muchísimo cómo, durante la cuarentena,
la gente no ha puesto en balanza nada de lo que se ha dicho.
Como predican tanto de todo lo que han pasado
todo lo que han vivido, y las cosas más básicas,
como es criterio propio...
No sé, me ha llamado mucho la atención.
lo que dice Lola, pero a la vez creo que no están acostumbrados
a todo esto.
Es como que los padres a nosotros nos dicen: "No hagas caso
de lo que dicen por ahí, no pasa nada, tú solamente, no sé,
hazme caso a mí".
Pero luego pasan dos minutos y te pasa un hilo de WhatsApp
que dice que te dan cosas gratis o cualquier cosa,
y se lo creen genuinamente.
porque no están acostumbrados...
No están acostumbrados a tantos medios de información.
Yo os pediría una visión objetiva,
desde fuera, de cómo se ve todo nuestro mundo
de cómo, al final, ¿para vosotros qué es lo que somos nosotros?
De manera objetiva, importante.
-Yo como pregunta diría que si quieres lo mejor
para tus hijos desde el punto de vista
de lo que tú quieres que ellos sean pero para tu gusto propio,
como padre, ¿o quieres lo mejor para tus hijos
desde el punto de vista de lo que ellos quieren ser?
Una cosa sí que preguntaría,
a alguien que esté a punto de ser padre,
o que su hijo o hija esté a punto de entrar en la adolescencia:
¿estás dispuesto a ir de la mano con tu hijo o hija
y a abrirte caminos que no sabías que existían?
¿Estás dispuesto a seguir aprendiendo o le vas a inculcar
lo que tú sabes?
Solamente eso.
Ya, claro.
Te pongo ejemplos, no sé, ¿estás dispuesto tú,
que eres de un pueblo, a ir con tu hijo
al Orgullo de Madrid y abrirte caminos?
Digo un pueblo, una ciudad, o sea...
Que no lo has visto en la vida. ¿Estás dispuesto?
Eso es ir de la mano con tu hijo o hija.
porque sí, para quedar bien, o...? Piénsalo, no lo digo por ti.
porque yo no tengo la percepción
de que yo sea mayor, pero mi pregunta es:
¿en qué momento decidisteis que ya erais mayores?
En este episodio, el matemático Eduardo Sáenz de Cabezón se reúne con un grupo de adolescentes que han aceptado el reto de responder a todas esas preguntas que los adultos quisimos hacerles alguna vez pero nunca nos atrevimos.
Contenido disponible hasta el 25 de octubre de 2021