Larry Campbell ha sido el encargado de producir Rise, el nuevo álbum de Roger Street Friedman, un excelente compositor que eligió el apasionado camino de la música dejando atrás a su familia y una vida acomodada. “Carry Me” es una canción compuesta durante su estancia en Nashville, intentando establecer un equilibrio entre su estatus como cantante y compositor y su situación familiar. Es una de las doce que conforman un disco elegante que aparecerá el próximo mes de abril con muchos argumentos de folk-country con el énfasis de unas exquisitas armonías vocales.
Jonathan Wilson es otro de esos cantautores a los que no se puede perder de vista. Hace un par de años nos dejó Rare Birds, después de un par de discos magníficos, pero ahora con Dixie Blur ha subido mucho el nivel, combinando con muchísima destreza bluegrass y country, algo que empezó a probar hace 15 años cuando se mudó a Los Angeles desde Carolina del Norte, donde tiene sus raíces sureñas. Steve Earle le sugirió que se trasladara a Nashville para grabar con los mejores músicos de la Music City. De esa forma en el Sound Emporium de Cowboy Jack Clement tuvo a su lado a un grupo de primer nivel incluyendo a Pat Sansone de Wilco colaborando en la producción. "So Alive" habla de un amor casi perfecto que goza de la naturalidad de un grupo de instrumentistas inigualables conectando a la perfección.
Desde el corazón de Dallas llegará This Town el próximo EP de Saints Eleven, uno de esos poderosos ejemplos de la Red Dirt Music, con una mezcla perfecta de country, blues, rock y bluegrass. El grupo tiene su pilar fundamental en el vocalista y guitarrista Jeff Grossman, respaldado por una base de ritmo tan sólida como la que forman el bajista Travis Udall y el batería Alex Shepherd, además del Steel guitar de Jim “Haystack” Novack. Tras tres álbumes excelentes, canciones como “My Home Is” llenan el ambiente de nostalgia con recuerdos infantiles de paisajes familiares. Es lo que tiene el estar fuera de casa, lejos de la familia y, sobre todo, ser sureño.
El Panhandle no es el lugar que uno describiría como idílico. Los veranos y los inviernos son igual de duros, con excesos de temperatura en ambos sentidos. Por algo le llaman “flatland”. Es el petróleo lo que le da cierta vida. Pero la música es otra cosa. Desde Buddy Holly y un juvenil Waylon Jennings, hasta Joe Ely, Jimmie Dale Gilmore y Terry Allen, además de Lloyd y Natalie Maines, la zona ha dejado momentos más que brillantes en la historia. Debe ser que la falta de belleza natural inspira a sus habitantes a crear ambientes sonoros imaginarios. Inspirados en los Flatlanders, ahora llegan los Panhandlers para continuar esa rica tradición musical. Josh Abbott, William Clark Green, Cleto Cordero y John Baumann, todos ellos con carreras independientes, se han unido bajo ese nombre y Bruce Robison los ha acogido en su sello The Next Waltz. Las historias y el entorno es lo que hace que da un significado atractivo. Es evidente que la pérdida del apego a la tierra ha sido directamente proporcional a su declive. También es una de las razones por las que la escena de Texas y la Red Dirt Music sigue siendo rica y vibrante. “The Panhandler” describe todo ello con una belleza inusitada.
Suele ser habitual comentar que los artistas realizan sus mejores temas cuando están pasando por sus peores momentos personales. Suelen estar relacionado con el abuso de ciertas sustancias y la ingesta de alcohol. Para desbaratar esas apreciaciones tenemos los casos de Jaime Wyatt, Jason Isbell o BJ Barham, el único superviviente de los fundadores de American Aquarium. El nuevo álbum de la banda de Raleigh, en Carolina del Norte, es Lamentations, un disco más centrado en las raíces camperas más clásicas lo que les va a permitir debutar en el Grand Ole Opry el próximo 1 de mayo. Por ejemplo, en “The Long Haul”, Barham cuenta una historia personal llena de altibajos, pequeñas victorias y grandes derrotas sobre el estar sobrio, perseverar y valorar a la mujer que está a tu lado. Y cuando el músico canaliza esas pasiones y frustraciones, los resultados son difíciles de discutir.
Los músicos independientes de la escena e la country music son, sin duda, los que están dando brillo al género e impidiendo que la industria lo aplaste con su rodillo. Día a día seguimos descubriendo nuevos nombres como los de Porter Union, el matrimonio formado por Kendra y Cole Michael Porter que se conocieron en un bar de su ciudad natal y establecieron una relación personal y artística. Los altibajos de esas relaciones, con unas armonías emotivas y un arrope fresco y brillante son evidentes en su nuevo disco Loved & Lost, al que da nombre este tema y que supone la continuación de su debut de 2017. La solidez y un cierto sentido de atemporalidad son la norma de este trabajo.
La edición del álbum The Ranch. A Netflix Original Series Official Sountrack nos ha permitido, por fin, escuchar la versión completa de "Mammas Don't Let Your Babies Grow Up to Be Cowboys", compuesta por Ed Bruce y su mujer Patsy, que han realizado Lukas Nelson y Shooter Jennings evocando la primitiva grabación de sus padres respectivos, Willie y Waylon en 1978. Se había convertido en el tema central de la serie de Netflix The Ranch desde su estreno en 2016, aunque hasta ahora no se había escuchado la canción completa.
Lukas Nelson & Promise Of The Real publicarán en un par se semanas Naked Garden, una especie de epílogo o opción alternativa de su trabajo del pasado año Turn Off The News (Build A Garden) el el que se incluyen maquetas, versiones inéditas de ese álbum y otras que quedaron fuera de la edición final como fue el caso de “Couldn't Break Your Heart”. Su título, Naked Garden, viene dado por la forma de trabajo que imperó en aquellas sesiones. Todos los músicos se reunían en una mesa del jardín, Lukas presentaba las canciones en acústico y entraban al estudio a grabar. La atmósfera fue tan agradable y productiva que no hubo lugar para incluir todo aquel material. Es la visión más desnuda, cruda y honesta de Lukas Nelson & Promise Of The Real.
Cuando se unen los nombres de Margo Price y Sturgill Simpson el resultado puede ser demoledor. El músico de Kentucky nos dejó el pasado año Sound & Fury y ese poderío sonoro se refleja ahora en el nuevo registro de la artista de Illinois que ha compuesta todas las canciones con su marido, Jeremy Ivey.
Margo Price lanzará su tercer álbum de estudio, That’s How Rumors Get Started, producido por Sturgill Simpson y coproducido por Price y David Ferguson, siendo la continuación de All American Made de 2017 y su debut en el sello Loma Vista. Fue grabado con Margo embarazada en los estudios EastWest de Los Ángeles arropada por músicos como el guitarrista Matt Sweeney, el bajista Pino Palladino, James Gadson a la batería y Benmont Tench en los teclados. "Twinkle Twinkle" está inspirada en una conversación que ella y Marty Stuart mantuvieron en backstage sobre la dura realidad de la vida en la carretera.
Kate Mills ha publicado antes de ayer su nuevo álbum Each Bittersweet Drop, donde en canciones como “Fall Apart” saca a la luz la falta de empatía que se produce cuando mostramos nuestro lado más vulnerable. Y a veces lo hace en un contexto optimista y alegre ya que entiende que la vulnerabilidad no es un signo de debilidad. Nuestras deficiencias nos hacen humanos y nuestros defectos suelen ser lo que nos dan una cierta hermosura. Esta mujer afincada en Nueva York adora aquellos años en los que los cantautores de Laurel Canyon despuntaban sobre los demás. Y esos sonidos de la otra costa nos llevan a imaginarte conduciendo con la música de Dan Fogelberg, Linda Ronstadt y más cercanos en el tiempo con las canciones de Grace Potter o Brandi Carlile.
Para despedir esta semana y el programa de hoy nos trasladamos desde Laurel canyon a Muscle Shoals para reencontrarnos con Laura y Lydia Rogers, es decir las Secret Sisters, esa maravillosa versión femenina de los Everly Brothers a quienes ha dado un mayor empaque el apoyo de Brandi Carlile y los mellizos Hanseroth desde hace tres años. En su cuarto álbum no se han perdido las armonías suntuosas y las canciones introspectivas. Así “Fair” es tan melódica que parece realizarse sin esfuerzo. En un ambiente exquisito que envuelve la mayoría de las diez canciones de este disco, concebido desde un perfeccionismo natural, a menudo introspectivo donde los toques de folk se anteponen a otras sonoridades.
