Toma uno   Sentirnos libres 29/11/2020 58:53

Hoy queremos volver a señalar que el tema instrumental que abre y cierre cada uno de nuestros programas fue un regalo exclusivo de un gran amigo como Tony Luz, pionero del rock ‘n’ roll en España. Él fue autor e intérprete único de la sintonía de TOMA UNO. Y Tony Luz murió hace exactamente tres años, por lo que queremos compartir con vosotros lo mucho que le echamos de menos desde entonces.

El 29 de noviembre de 1975, hace exactamente 45 años, Neil Young grabó "Like a Hurricane" en el Broken Arrow Ranch in Woodside, California, aunque no saldría a la luz hasta dos años más tarde, cuando se editó en single y formó parte del álbum American Stars 'n Bars. El noveno de los 10 discos que componen el segundo volumen de sus Neil Young Archives recién publicado, se abre con aquella canción que el canadiense compuso en la parte trasera de un DeSoto Suburban, el coche de finales de los años 40 que pertenecía a su vecino Taylor Phelps en La Honda, un pequeño pueblo del condado de San Mateo, en California. Por entonces se estaba recuperando de una operación en las cuerdas vocales que le impedían cantar y toda su energía la expresaba a través de la guitarra.

Cubriendo tan solo cuatro años de su carrera, de 1972 a 1976, en el segundo volumen de su entrega de archivos personales, Neil Young se fija en la que todos consideramos su etapa más prolífica, e incluye 12 canciones nunca lanzadas en ningún formato, mientras que 50 son versiones inéditas de canciones conocidas. Entre los temas no publicados hasta ahora encontramos esta grabación junto a su paisana Joni Mitchell, que el 26 de agosto de 1973, llegó al Studio Instrument Rentals de Los Ángeles, donde Neil Young estaba sacando adelante Tonight’s the Night junto a los guitarristas Ben Keith y Nils Lofgren, el batería Ralph Molina y el bajista Billy Talbot. Es decir los Santa Monica Flyers. En aquel estudio surgió una versión desconocida hasta ahora de “Raised on Robbery”, la conversación de una prostituta que intenta ligar con un hombre solitario en un hotel, sin éxito. Al año siguiente sería el single de anticipo del álbum Court and Spark de la también artista canadiense.

Kindred Spirits es uno de los discos de versiones más interesantes que hemos escuchado en mucho tiempo. Larkin Poe, sus protagonistas, han utilizado la variedad de estilos elegidos para moverse por una variedad de amplios espacios sonoros que abarca desde Robert Johnson a Post Malone, pasando por Lenny KravitzAllman BrothersElvis Presley, Elton John, los Moody BluesDerek And The Dominos y Neil Young. En este último caso, las hermanas Lovell han elegido “Rockin’ In The Free World”, una canción que partió de una frase de Frank Sampedro cuando pensaban hacer un concierto en la Unión Soviética en 1989 y que formó parte en su álbum Freedom, con dos versiones, una eléctrica y otra acústica al estilo de “Hey Hey My My” en Rust Never Sleep. Hablaba de George Bush padre, del Ayatollah Khomeini y de Jesse Jackson. Cuando Trump se presentó a las elecciones en 2016 utilizó la canción contra la voluntad del canadiense.

Kelsey Waldon fue el único fichaje en vida de John Prine de su sello Oh Boy!, por deseo expreso de su dueño, el fallecido músico de Illinois a causa del COVID-19. Nativa de Monkey’s Eyebrow, en Kentucky, tiene una extraordinaria capacidad para componer canciones muy personales que abarcan las más distintas facetas de la condición humana desde su visión como sureña de un país como el suyo. Es por eso que los derechos humanos se han convertido en uno de los focos de su último EP, They’ll Never Keep Us Down, donde canta sobre la injusticia racial o las condiciones laborales de los mineros del carbón de su tierra natal. Para ello se ha acogido a siete canciones de músicos tan dispares como Nina SimoneHazel DickensBob Dylan, Neil Young o Kristofferson. Su versión de "I Wish I Knew How It would Feel to Be Free", un tema que se convirtió en himno en pro de los derechos civiles en Estados Unidos durante los años 60 y que Nina Simone hizo muy popular en el 67, ha contado con Devon Gilfillian en el apoyo vocal.

El pasado jueves 12, Lucinda Williams hizo público el segundo de los seis conciertos temáticos que ha grabado con el título de Lu's Jukebox en apoyo de promotores y salas de conciertos y que irá distribuyendo hasta finales de año. Esta vez se trataba de Southern Soul From Memphis To Muscle Shoals And More, con una selección de 10 versiones e canciones de rhythm and blues y una de cierre que suponía recordar su álbum Car Wheels on a Gravel Road gracias a “Still I Long for Your Kiss”. Lucinda recordó a Brook BentonAnn PebblesEtta JamesAl Green,  Otis ReddingBobby Gentry o Joe South entre otros y, por supuesto, no olvidó a Barbara Lynn, cuyo “You’ll Lose a Good Thing” de 1962 también cantó Aretha Franklin e incluso fue versionada por Freddy Fender en el 1976, llevándola al No.1 de las listas de country.

La canción que anticipó el último álbum de Lucinda Williams, Good Souls Better Angels, fue "Man Without A Soul", tres años después de que revisara aquel Sweet Old World de 1992. En ese registro se dedicó a abordar los problemas que les son más cercanos y, por supuesto, no ha podido obviar las cuestiones políticas, un terreno en el que, además, entró en profundidad. Hablamos de un disco con evidentes tintes de blues, elementos de rock y un poderoso protagonismo de la guitarra de Stuart Mathis. Ahora esa canción ha obtenido una nominación al premio Grammy a la mejor canción de raíz Americana, compartido con su marido, Tom Overby, que compuso el tema con ella.

Desde Carolina del Sur, el guitarrista Marcus King se ha convertido en una de las grandes realidades de la música Americana con acento sureño. Ahora al lado del productor Dan Auerbach, ha conseguido precisamente la nominación al mejor álbum de Americana con El Dorado, el primero de sus álbumes como solista tras su etapa como cabeza visible de la Marcus King Band. Un disco que incluye piezas tan rotundas como “The Well”, compuesta por él, Auerbach y Ronnie Bowman, que sirvió en su momento como primera escucha del trabajo con un impactante trabajo a la guitarra.

Acaba de cumplir 28 años y Billy Strings, que recibió el apodo de su tía, se ha convertido en un instrumentista con una envidiable habilidad para interpretar las distintas formas en que se manifiesta el bluegrass. Este joven músico de Lansing, en el estado de Michigan, es la gran realidad de un género muy revitalizado en este siglo XXI. Home, su último álbum, aspira a llevarse un Grammy como mejor álbum de bluegrass, un regalo sonoro impregnado de miradas al pasado que recuerdan a las jam bands, y también a los grandes del jazz o del bluegrass. Son los sonidos puros que, como en “Hollow Heart”, memorizan de dónde viene y le activan a encontrar nuevos horizontes.

Si la Country Music Association se olvidó mencionar a John Prine en su última gala de entrega de premios, la Academia de la Música no lo ha hecho y ha nominado al Grammy al artista como mejor interpretación de Americana del año por “I Remember Everything”, la última canción grabada por el mítico artista que nos arrebató el Covid-19 el pasado mes de abril. Competirá también con Lucinda Williams y su marido para lograr ser la mejor canción de raíz Americana. "I Remember Everything" está compuesta por Prine y su buen amigo Pat McLaughlin, contando recuerdos del pasado que dejan una marca indeleble. 

En enero de 2018, la USC Annenberg Inclusion Initiative publicó un estudio sobre la industria musical, señalando que la mujer necesitaba un mínimo de seis años para situarse al mismo nivel del hombre. She Is The Music, es una organización que busca cerrar esa brecha, apoyando a las mujeres en todos los aspectos de la industria de la música, aumentando sus oportunidades y su visibilidad, procurando que la próxima generación de mujeres consiga roles de liderazgo en esa industria. The Highwomen han tomado la iniciativa junto a She Is The Music para organizar campus de composición femeninos y ayudar a financiar programas de tutoría. “Crowded Table”, una canción que Natalie Hemby y Brandi Carlile han compuesto con Lori McKenna y que se ha convertido en todo un himno desde que las escucharon estrenarlo en el Newport Folk Festival del año pasado. Ahora, sus tres compositoras aspiran a llevarse el Grammy como mejor canción country.

A lo largo de su carrera, Linda Ronstadt ha cantado temas de todos los estilos musicales imaginables, desde country a ópera y comedia musical, pasando por folk, rhythm'n'blues, rock'n'roll, pop o música latina. En todos los casos, su voz ha brillado tanto que se ha convertido en una de las vocalistas femeninas de mayor prestigio. Su segundo álbum en solitario, Silk Purse, cumplió esta primavera medio siglo desde su publicación, siendo recordado por canciones como “Long Long Time”, una balada exquisita que llegó a ser nominada a los premios Grammy y en el que hablaba de haber hecho todo lo posible por retener a su pareja. Ahora, 50 años después, la legendaria artista de Arizona ve como su documental Linda Ronstadt: The Sound of My Voice está nominada para llevarse el fonógrafo dorado como mejor película musical.  

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