Laboratorio hidráulico

A lo largo de la historia, los científicos se han esforzado por construir modelos que representen los fenómenos de la naturaleza de una manera clara y manipulable. Los más útiles, evolucionados y precisos para entender la realidad son los modelos matemáticos, esenciales en ingeniería para reducir costes y estudiar la viabilidad de un proyecto. Una herramienta fundamental para el desarrollo de esos modelos es el laboratorio de hidráulica en los que se recrean a escala fenómenos como corrientes, oleajes, vientos, lluvias o temporales. El objetivo --asegura Miguel Angel Losada, ingeniero de Caminos, Canales y Puerto y miembro de la Real Academia de Ingeniería-- es conocer la eficacia de las infraestructuras diseñadas, su resistencia y seguridad, y por supuesto, el coste de las obras. Los dispositivos de medida en estas instalaciones han evolucionado a lo largo de la historia, desde un simple corcho colgado de una cuerda para estimar la velocidad de la corriente a avanzados programas informáticos de simulación.
Según Losada, los datos obtenidos en estos laboratorios no dejan de ser complementarios porque una obra de ingeniería tiene mucho de arte, de creatividad y de talento, pero considera que el empleo de modelos debería ser obligatorio en toda obra que tenga un impacto significativo en el entorno natural.