La noche del 17 de julio de 1918 un grupo de militares de la revolución bolchevique asesinó brutalmente a la familia imperial rusa. El único superviviente fue un pinche de cocina de 15 años, El testigo invisible que da título al nuevo libro de Carmen Posadas.
La escritora uruguaya sitúa al lector en la Rusia de comienzos del siglo XX e introduce personajes inventados en los hechos reales para contar el trágico final de la dinastía Romanov. "Este libro era un reto porque es un periodo que la gente cree que conoce, porque hay mucha leyenda; hay infinitos ibros sobre el fin de los Romanov y hay personajes como Rasputín, que son muy fascinantes pero también muy horribles, y yo tenía que saber hilarlo", ha asegurado la escritora, que también ha confesado que este periodo histórico siempre le ha fascinado y fue su hermano quien la animó a escribir esta historia en la que además de hechos sangrientos hay amor y entrega en la distancia.
Posadas nos ha contado también que no le ha costado meterse en la piel del joven protagonista "porque siempre fui una niña extratímida y más observadora que participante" y, que como ocurre en otros de sus libros, el estilo de Charles Dickens está muy presente "es mi maestro, le he copiado un montón de trucos a Dickens" (31/01/13).
