El éxito que obtuvo la editorial Simrock con las Danzas húngaras, de Johannes Brahms, en 1869, le impulsó a encargar otra serie de danzas a un compositor checo, aún poco conocido. Todo ello gracias a la victoria de este joven, llamado Antonin Dvorak, en el prestigioso Premio Estatal Austríaco. En primer lugar, escribió los “Duetos de Moravia”, con muy poco éxito de ventas. Y ante este primer revés, ahora sí, comenzó la composición de las “Danzas eslavas” en 1878, acabándolas 8 años después, significando su primer gran éxito internacional, pues no utilizaba las melodías existentes del folclore tradicional checo –como hacían sus contemporáneos-, sino que utilizaba únicamente los ritmos eslavos en melodías de su propia invención. Y sobre esta colección de 16 obras para piano a cuatro manos, primero, y para orquesta, después, además de su contexto histórico, su origen, su análisis musical, su manuscrito y su significado se hablará en este nuevo documental de Gran Repertorio.´
En el programa se han podido escuchar las opiniones de Denis Zsoltay, Jaime Martín, Carles Jovaní, Klaus Döge, y François Dupray. En las lecturas han participado Roberto Quirós, Carlos González, María del Carmen Rosado y Amalia Pérez. La grabación seleccionada de la obra, en su versión pianística, ha contado con las hermanas Labeque; y en la adaptación orquestal se trataba de la Orquesta Sinfónica de Londres, con Willi Boskovsky a la dirección.
