Conocemos cómo es el más pequeño de nuestros halcones, el cernícalo primilla.
Nuestro colaborador y experto en turismo de naturaleza, Paco Huertas, nos describe en detalle esta pequeña pero gran rapaz que ahora podemos ver sobrevolando nuestro cielo. Se trata de una especie protegida que fue, hasta mediados del pasado siglo, un habitante frecuente de torres, cortijos, casonas, palacios y castillos situados en regiones dedicadas a la agricultura y la ganadería extensivas, ya que allí podía encontrar abundantes invertebrados con los que alimentarse. Las transformaciones sufridas por el campo español en las últimas décadas mermaron su hábitat y ocasionaron su declive, aunque en los últimos años la situación de la especie parece haberse estabilizado tras verse favorecida por numerosas iniciativas y planes de conservación.