Madrid, 1967. Un Citroën Tiburón de color amarillo se detiene en la esquina de la calle General Mola, hoy Príncipe de Vergara, con República Dominicana. Son las 9.10h de la mañana y del coche se bajan cuatro elegantes jóvenes. Bajo los abrigos esconden tres Walther del 7,65 y dos Sig Sauer 9 milímetros Parabellum. Lo que ocurre dentro del Banco de Aragón en los ocho minutos siguientes hará correr ríos de tinta en la prensa del régimen. Dentro del banco se recogieron diez casquillos de bala. Fuera, quince. Los testigos hablan de tres hombres armados en el interior del banco con acento francés. También dicen que otro joven aguardaba vigilando en la puerta, pero en esto último se equivocan. Los atracadores huyeron con 2 millones de pesetas y fueron juzgados doce días después del atraco en un Consejo de Guerra. Sus víctimas pudieron recuperarse de las heridas de bala.
El periodista Pedro Águeda repasa la crónica negra española en el informativo 24 horas de RNE.
