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En Nueva York, cientos de miembros del movimiento Ocupa Wall Street han intentado en las últimas horas acampar en otras zonas de la ciudad. Un juez les ha prohibido montar tiendas de campaña en cualquier calle, parque o plaza. El balance es de casi 200 detenidos.

En teoría, volverán a autorizarlo cuando terminen las tareas de limpieza, pero los acampados no se fían y se han resistido al desalojo. La policía no da cifras de detenidos pero los medios locales hablan de unos 40.

El crack de la bolsa de Nueva York de Octubre de 1929 fue el inicio de la mayor recesión económica que el sistema capitalista ha vivido en toda su historia.

El hundimiento del mayor mercado de valores del mundo arrastró a la ruina a miles de inversores, dando paso a la gran depresión de los años 30, que no sólo afectó a la economía mundial sino que tuvo importantes consecuencias políticas, sociales e ideológicas.

Para desentrañar sus causas y consecuencias hemos invitado a Gabriel Tortella, Catedrático de Historia de la Economía de la Universidad de Alcalá de Henares; y Jordi Maluquer, Catedrático de Historia de la Economía de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Sigue dando que hablar en EE.UU el movimiento de protesta contra la banca y las consecuencias de la crisis, "Ocupemos Wall Street". Sus organizadores aseguran que cobra fuerza, y aún más después de detención este fin de semana de más de 800 personas en una manifestación en Nueva York.

La policía de Nueva York ha detenido a más de 700 manifestantes del movimiento "Ocupemos Wall Street" tras ocupar el puente de Brooklyn. Protestaban contra la inyección de dinero público para proteger a la banca de Estados Unidos. El puente de Brooklyn era el enclave fijado como fin de la marcha. Unas 1.500 personas habían partido del distrito financiero de Nueva York, donde desde hace dos semanas acampan en protesta por la ayuda pública a los bancos.

La autorización sólo les permitía ir por la zona de peatones.

Las bolsas europeas viven una nueva jornada de desplomes, entre los rumores sobre la quiebra inminente de Grecia y la certeza de que, si no recibe el sexto tramo de la ayuda, en octubre no tendrán dinero para los funcionarios y las pensiones. En este contexto, el anuncio del Gobierno heleno de un nuevo impuesto inmobiliario no ha logrado tranquilizar a los mercados. Lo que está suavizando las caídas ha sido la apertura de Wall Street a la baja, pero mucho mejor de lo esperado. De hecho, el índice Dow Jones de Industriales, que descendía el 1,18% minutos después de comenzar las contrataciones, reducía al 0,3% sus pérdidas. El Nasdaq, que perdía el 1% en la apertura, se dio la vuelta un poco más tarde. Con estos datos, a las 16.00 hora peninsular el selectivo español perdía un 1,80% y recuperaba el soporte de los 7.700 puntos, con todos los valores teñidos de rojo.

La presión de los mercados no cesa. Tras el batacazo que sufrieron el lunes, las bolsas europeas han cerrado la sesión del martes con pérdidas. La apertura en negativo de Wall Street, superior al 2%, y ha acabado de arrastrar a los parqués europeos. El mercado estadounidense vive su peor inicio de septiembre desde 1974. Así, el Ibex-35 ha cerrado con una caída del 1,61%, perdiendo de esta forma la cota de los 8.000 puntos (7.936,40), su nivel más bajo desde el 31 de marzo de 2009, cuando acabó en 7.815 puntos. Las pérdidas acumuladas este año en Madrid crecen hasta el 19,5%. El resto de plazas también han acabado en rojo: Fráncfort se ha dejado un 1%; París ha perdido el 1,13%; y Lisboa, que retrocedía un 2,47%. La que ha salvado los muebles ha sido Londres, que ha cerrado con una subida del 1,06%, pese a que la UE ha ratificado el estancamiento de la economía europea.También en negativo Milán, que ha cedido un 1,98% a pesar de que el Gobierno de Berlusconi ha anunciado una nueva versión del segundo plan de ajuste, contra el que ha habido una huelga general, que incluye la subida del IVA y la inclusión de una 'regla de oro' en la Constitución para limitar el gasto, tal y como está haciendo España.

La recuperación económica no llega. Lo dice Morgan Stanley en un informe en el que calcula que el crecimiento económico será 3 décimas menor de lo previsto.

Eso dejaría a Europa y Estados Unidos al borde de la recesión pero también afectaría a las economías que más crecen, como China o Brasil. Este informe ha provocado que todos los mercados sufran pérdidas. El Ibex35, ha caído un 4,7%, hasta los 8317 puntos.

Los más castigados, los bancos. BBVA cede casi un 6% y el Santander algo más de un 4%.

Milán lidera las pérdidas en Europa, con una caída superior al 6%, Francfort -en su mayor descenso desde 2008- y París, ceden más de un 5% y Londres casi un 4,5%. Las medidas adoptadas la semana pasada dieron un respiro en los mercados durante 5 jornadas. Pero la euforia ha terminado y las dudas vuelven. Tampoco la deuda soberana soporta la presión y, al cierre de los mercados europeos, la prima de riesgo española se situaba en 290 puntos básicos, 20 más que ayer.

El único que se salva es el oro. La onza ha superado los 1.800 dólares.

El desplome de las bolsas europeas el miércoles, con caídas superiores al 5%, contagió a Wall Street, que terminó en su nivel más bajo en once meses arrastrado por el desplome de los bancos. El Dow Jones de Industriales, el índice de referencia de la principal plaza financiera del mundo, cerró con una contundente caída del 4,62% (429,92 puntos) con la que perdió todo el terreno ganado el día anterior, volvió a terminar por segunda vez en lo que va de semana por debajo de la simbólica cota de los 11.000 puntos. Pese a ello, los parqués asiáticos han logrado resistir y moderar las fuertes pérdidas con las que abrían.