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Las autoridades de Filipinas elevaron hoy a 418 los muertos provocados por el tifón Bopha, mientras los equipos de rescate trabajan a destajo para auxiliar a cientos de miles de afectados desde el pasado martes. Otras 383 personas se encuentran desaparecidas en el centro y sur del archipiélago, las zonas donde golpeó con más virulencia el tifón desde la noche del lunes, según el Consejo Nacional de Desastres. Bopha o Pablo, que llegó a alcanzar vientos sostenidos de 160 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 195 kilómetros, ha perdido fuerza hasta convertirse en tormenta tropical y tiene previsto salir mañana de Filipinas hacia el Mar de China Meridional y la isla de Borneo. De los más de cinco millones de afectados, sólo unos 64.000 se encuentran alojados en unos 500 centros de evacuación en las zonas afectadas, sobre todo en Mindanao y Visayas, y 15.850 viviendas y chamizos han sido afectados, con unos 10.000 totalmente destruidos.

Las autoridades filipinas elevaron hoy a 325 los muertos provocados por el tifón 'Bopha' mientras no paran de aparecer más cadáveres entre los escombros dejados por el temporal en los últimos días. Del total de fallecidos, sólo 29 han sido identificados hasta el momento, mientras que también hay 401 heridos y 378 personas desaparecidas a causa de la tormenta, que provocó graves inundaciones y corrimientos de tierra principalmente en el sur y centro del archipiélago. Más de 229.734 personas se han visto afectadas por la tormenta, a la que en Filipinas han bautizado como 'Pablo', sobre todo en las regiones de Mindanao (sur) y Visayas (centro), golpeadas entre el martes y el miércoles. Surigao del Sur, Davao Oriental y el Valle de Compostela en Mindanao se encuentran bajo el estado de calamidad, con cientos de aldeas anegadas y numerosas vías de comunicación cortadas por las riadas. 'Bopha', que llegó a alcanzar vientos sostenidos de 160 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 195 kilómetros, ha perdido fuerza hasta convertirse en una tormenta tropical y se dirige hacia el Mar de China Meridional, aunque aún puede dejar copiosas lluvias en el extremo occidental de Filipinas.

El tifón Pablo ha dejado un rastro de destrucción y muerte a su paso por el sur de Filipinas. Hay 270 fallecidos y más de 200.000 desplazados. Las autoridades creen que el número de víctimas podría aumentar porque sigue habiendo decenas de desaparecidos por el lodo y los deslizamientos de tierras.

Las autoridades elevaron hoy a 115 los muertos causados por el tifón 'Bopha' en el sur de Filipinas, mientras continúan las tareas de rescate entre los escombros provocados por las inundaciones y los corrimientos de tierras. El tifón, que alcanzó ayer vientos sostenidos de 160 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 195 kilómetros, ha perdido fuerza y se encuentra sobre la isla de Palawan, en el oeste, en dirección al Mar de China Meridional, según el servicio meteorológico PAGASA. Al menos 60.000 personas se encuentran en centros de acogida por las inundaciones y los deslizamientos de tierra principalmente en las regiones de Visayas y Mindanao, donde los soldados buscan a decenas de desaparecidos.

Al menos 54.000 personas han tenido que ser realojadas este martes en centros de acogida habilitados por las autoridades de Filipinas a causa de la presencia del tifón Bopha por el sur del país con vientos sostenidos de 175 kilómetros por hora y ráfagas de 210 kilómetros por hora, además de copiosas lluvias.

Horas después de tocar por la mañana en el lado oriental de Mindanao, Pablo, su nombre local, había perdido algo de fuerza, los vientos sostenidos habían caído a 160 kilómetros por hora, y avanzaba a 20 kilómetros por hora hacia el oeste noroeste, en dirección la isla de Palawan, según el boletín del mediodía el servicio meteorológico (Pagasa).

El tifón ¿Haikui¿ llega al este de China, donde más de un millón de personas se han visto obligadas a dejar sus casas. Los vientos han alcanzado los 150 kilómetros por hora y las olas han llegado a los nueve metros. Es el tercer tifón que azota el país, tras ¿Saola¿ y ¿Damrey¿ y se prevé que avance hacia la zona noroeste a una velocidad de 15 kilómetros por hora.

Al menos cuatro personas han muerto y dos están desaparecidas en Japón por los vientos y lluvias torrenciales del tifón "Roke", que ha obligado a evacuar a casi 6.000 personas y ha dejado hasta el momento más de 8.000 viviendas sin electricidad.

Hacia las 11.00 hora local (4 de la madrugada en España), el "Roke" se encontraba cerca de la sureña península de Kii y avanzaba a hacia el noreste a unos 35 kilómetros por hora, arrastrando fuertes lluvias y vientos de hasta 216 kilómetros por hora.

Un portavoz de la Agencia Meteorológica de Japón, que mantiene la alerta en prácticamente todo el país, ha indicado que se espera que el tifón llegue a Tokio hacia las 18.00 hora local y posteriormente continúe hacia el noreste.

Está previsto que el "Roke" llegue por la tarde a la provincia de Fukushima, afectada por la catástrofe del 11 de marzo y donde se encuentra la maltrecha central de Fukushima Daiichi, epicentro de la crisis nuclear abierta por aquel desastre.