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El fiscal ha calificado los altercados como actos de guerrilla urbana. Que no se haya detenido a ninguno de los 150 hooligans rusos implicados en los disturbios de Marsella cuestiona, como poco, la previsión. El Fiscal ha reconocido que se trata de grupos extremadamente entrenados, y preparados para operaciones híper rápidas e híper violentas, dice. Términos que ya distancian el fenómeno, del clásico grupo alcoholizado fuera de control. Quienes lo estudian señalan un fallo: juzgarlo con criterios de hace 20 años. Ahora, dicen, hooligans como los rusos están entrenados en deportes de combate, no son particularmente bebedores, y en Marsella habrían pretendido echar un pulso a los ingleses, todavía en el imaginario colectivo, a la cabeza en este tipo de incidentes. De hecho, casi todos los 35 heridos del fin de semana son británicos. Desde Londres arrecian las críticas por que las autoridades francesas no hayan sabido gestionar a los ultras del este. La UEFA amenaza a las dos Federaciones con la expulsión, si se repiten los enfrentamientos, y ha abierto un procedimiento disciplinar contra Rusia, duro golpe a la imagen de Moscú, próxima anfitriona del Mundial 2018. El gobierno francés apuesta por reforzar la presencia policial, prohibir el alcohol y cerrar bares del entorno de los estadios, expectante ante la alerta de los próximos partidos que disputarán, Rusia el miércoles en Lille, y los ingleses, al día siguiente en Lens, a sólo 40 km.

“Desperté con la devastadora noticia de Florida. Mientras esperamos más información mis pensamientos están con los afectados de este horrible acto”, ha twiteado en español la candidata presidencial Hillary Clinton. El Papa Francisco desde el Vaticano ha condenado la "locura homicida de Orlando”. El presidente de Afganistán, Ashraf Gani, ha sido el primer presidente extranjero en manifestar públicamente su condena la matanza.

En ocho años, desde 2007 hasta 2014, un centenar de personas han muerto en cinco matanzas indiscriminadas similares a las de Orlando. La más mortífera fue la que ejecutó el estudiante surcoreano Seung Hui Cho, en una Universidad de Virginia. Mató a 32 personas. Antes de que lo detuviera la policía, se suicidó.

Omar Mateen es el protagonista de la matanza que se ha vivido en Orlando al entrar en una discoteca para homosexuales, Pulse, y comenzar a disparar indiscriminadamente. El último balance habla de 50 muertos y 53 heridos. Además las autoridades han declarado el estado de emergencia porque relacionan el ataque con el yihadismo.

Oman Mateen era estadounidense de ascendencia afgana y según las autoridades había recibido entrenamiento en armas. 12/6/16

Un tiroteo en un club gay de Orlando, Florida, ha provocado numerosos heridos. Un hombre armado entró en el local, donde se celebraba una fiesta de orgullo gay latino, y abrió fuego indiscriminadamente contra los clientes después de publicar en su página de Facebook un mensaje en el que urgía a los organizadores a que todo el mundo saliera del local y corriera. No hay muertes confirmadas aunque, según ha confirmado la Policía de la ciudad, hay numerosos heridos. Según medios locales el asaltante está atrincherado en el local con varios rehenes. La policía, que sospecha que incluso pueda tener un artefacto explosivo, ha pedido a los vecinos que permanezcan fuera de la zona.

  • Un hombre se atrincheró en el local abarrotado disparando indiscriminadamente
  • El presunto atacante ha fallecido abatido tras un enfrentamiento con la Policía
  • Ha sido identificado como Omar Mateen, estadounidense de origen afgano
  • Mateen habría declarado su lealtad al EI justo antes del tiroteo, según NBC News
  • Se trata de un "guerrero" del EI, según la agencia Amaq, vinculada a la organización terrorista
  • El FBI investiga un posible "acto terrorista" y registra la casa del sospechoso
  • Este es el peor tiroteo registrado en la historia de Estados Unidos

Las autoridades electorales de Venezuela suspenderán el referéndum revocatorio contra Maduro si hay violencia. El anuncio llega tras la agresión sufrida por el diputado de la oposición Julio Borges durante unas protestas junto a otros parlamentarios ante el Consejo Electoral. Presuntos partidarios chavistas le golpearon en la cara. Los diputados opositores reclamaban la validación de las firmas para solicitar el referéndum.