Rory Stewart abandonó su carrera de diplomático para desscubrir una forma más eficaz de abordar la ayuda al desarrollo: escuchando a la gente en primera persona y tratando de responder a sus necesidades. Lo dejó todo para iniciar un viaje a pie por Afganistán durante los primeros momentos tras la caída
del Régimen Talibán y el comienzo de la Guerra. Reunió sus experiencias en un libro titulado "La huella de Babur".