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El ministro español de Agricultura y Pesca, Luis Planas, se ha mostrado optimista en la posición española para el reparto de cuotas de pesca en el Atlántico y el Mediterráneo para 2024, un acuerdo que debaten los ministros de esta materia de la Unión Europea a partir de este domingo. En la reunión, que será la última en representación de la presidencia española del Consejo de la UE, se intentará fijar por primera vez cuotas plurianuales en algunas poblaciones de peces del Atlántico que cubrirán dos o tres años. Foto: Alberto Ortega / Europa Press.

Al mar se le puede sentir como propio desde tierra adentro. No es necesario criarse en zona costera para percibir el pálpito de las mareas. Es lo que le sucede a Irene Prieto. Nacida y criada en León, esta bióloga marina siempre supo que el océano era lo suyo. Tanto que lo convirtió en su medio de vida. Como secretaria de la Asociación Europea de Organizaciones de Productores Pesqueros (EAPO) asesora a los políticos en cuanto a las necesidades demandas de los pescadores a los que representa. Sobre todo ello ha charlado con Chema García Langa.

En Irlanda se descarga la mayor parte del pescado que la flota española captura en el norte de Europa. El precio del combustible está disparado y sale más barato traer ese pescado en camiones que navegando. Un cambio logístico que resta peso y actividad a puertos gallegos como Vigo.

Proyecto Math4fish. Conocemos el Proyecto Math4fish que propone aplicar las matemáticas en el mundo de la pesca para lograr un equilibrio más sostenible. Está financiado por la Unión Europea y liderado por el Instituto Español de Oceanografía.

La caída del consumo en los hogares es constante en la última década. De 27 kilos de pescado, a algo más de 18 por persona y año. Un descenso especialmente acusado desde hace 3 años: un 25% menos. Según la OCU, seis de cada diez consumidores han reducido la ingesta de productos del mar.

Comercializadores, armadores y pescadores se echan las manos a la cabeza. De media, cierran 30 pescaderías al mes, y las empresas pesqueras también sufren las consecuencias. Alarmados por los datos, todos los eslabones de la cadena pesquera piden que se suprima, o al menos se rebaje el IVA del pescado para incentivar un consumo en caída libre que, recuerdan, además de alimento, es fuente de salud.

El cambio climático está provocando temporales cada vez más frecuentes y más virulentos. Un ejemplo lo vivimos la pasada semana. En Galicia, la borrasca arrastró a tierra toneladas de almejas y berberechos, y ahora las mariscadoras intentan recuperar las crías que aún siguen vivas para devolverlas al mar. Es la última oportunidad de salvar la campaña más importante del sector: la de Navidad.

Dentro del sector primario, en la pesca las mujeres han sido menos visibles o han ocupado puestos supuestamente secundarios. Sin embargo hay oficios donde ellas son mayoría, como el marisqueo a pie. Y donde tienen que estar también muy pendientes de las cuotas y la sostenibilidad.

Japón ha empezado este jueves a verter al Pacífico más de un millón de toneladas de agua contaminada procedente de la planta nuclear de Fukushima.

El Gobierno japonés decidió en 2021 que recurriría a este tipo de descarga controlada al mar como vía para deshacerse del agua contaminada que se acumulaba en las instalaciones nucleares. El espacio en los tanques de almacenamiento se estaba agotando ya y el vertido es un paso que el Ejecutivo considera fundamental para el desmantelamiento de Fukushima. El agua ha sido tratada para retirarle la mayor parte de los residuos radioactivos recurriendo a un proceso de depurado. El proceso, que se prolongará durante unos 30 años, está generando una oleada de protestas dentro y fuera del país.

La industria pesquera nipona ha rechazado el plan, asegurando que la medida impedirá que los pescadores de Fukushima puedan librarse del estigma radiactivo que pesa sobre sus capturas desde 2011. También se han posicionado contra el vertido algunos sectores de la sociedad nipona, voces de la comunidad científica internacional y organizaciones ecologistas como Greenpeace. Estos sectores y varios países vecinos, como China, consideran insuficientes las garantías de seguridad presentadas. De hecho, ha suspendido la importación de productos acuáticos de origen japonés.