El presidente de EEUU, Barack Obama, ha dicho este miércoles, tras la victoria electoral del candidato republicano, Donald Trump, como nuevo presidente del país, que todo el mundo se entristece cuando su candidato pierde las elecciones, como ha ocurrido con la derrota de Hillary Clinton, pero a continuación enfatizó: "Somos estadounidenses primero y queremos lo mejor para nuestro país".
"Sigo creyendo en los Estados Unidos", ha dicho la ex secretaria de Estado, y "debemos aceptar el resultado", ha subrayado. Desde un hotel en Mahattan, Clinton ha reconocido la victoria de su oponente, "Donald Trump es nuestro presidente y le debemos una conciencia abierta y la oportunidad de liderar".
"Ayer felicité a Donald Trump y le ofrecí trabajar con él por nuestro país", ha dicho Clinton ante un público entregado que coreó su nombre minutos antes de salir al estrado. Ha sido la primera comparecencia pública tras conocerse los resultados de las elecciones que han dado la presidencia al millonario neoyorquino Donald Trump, tras una durísima campaña plagada de desencuentros y acusaciones.
Cuando se cumplen dos años del anuncio de normalización en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, en La Habana temen que el triunfo de Donald Trump ponga en peligro el deshielo. Cuba sigue apostando por la profundización en las relaciones bilaterales.
México ha recibido con inquietud la victoria de Donald Trump. Muchos mexicanos han mostrado su preocupación por los emigrantes que se encuentran ahora en Estados Unidos. El país contiene la respiración después de la campaña del republicano, basada en el descrédito hacia los migrantes, las promesas de construcción de un muro y en la eliminación del tratado de libre comercio que tienen Canadá, México y Estados Unidos.
Vladimir Putin ha felicitado a Donald Trump por telegrama y le ha pedido un diálogo directo para solucionar la crisis entre ambos países, sobre todo en lo relacionado con la guerra en Siria.
Cuando Donald Trump se dirigía esta mañana a sus seguidores, reunidos en el Hotel Hilton de Nueva York, lo hacía con la satisfacción de haber vencido a todos. A Hillary Clinton, su rival en la que ha sido una encarnizada y larga carrera por la Casa Blanca. Pero también al aparato de su propio partido. Los Republicanos vieron en un primer momento al magnate neoyorkino como una anécdota, que no pasaría las primarias, pero fue un error. Los pesos pesados del partido fueron cayendo uno detrás de otro a la misma velocidad que Trump, impulsado por el apoyo de las bases, se distanciaba del aparato republicano.
Con el objetivo conseguido, Donald Trump tendrá que empezar a cumplir sus promesas a partir de enero, cuando tome posesión como presidente. Entre sus propuestas, un mayor proteccionismo en lo económico y cambios profundos en sus relaciones internacionales, algo que ha levantado polémica e incertidumbres.
Donald Trump ha vencido en los tradicionales feudos republicanos, que ha sabido mantener, y también en varios de los llamados estados oscilantes que, como se esperaba, han sido decisivos. Ha vencido con autoridad en Ohio, el estado que desde 1964 siempre elige al presidente estadounidense; en Florida, otro estado cambiante (swing state) que concede el tercer mayor contingente de delegados en el Colegio Electoral; y varios estados industriales que en las últimas décadas solían votar demócrata, como son Pensilvania, Michigan y Wisconsin.
El golpe fue tan duro, que la candidata demócrata, Hillary Clinton, buscó refugio en su casa, mientras su jefe de campaña daba la cara ante sus seguidores. Podesta pidió a sus seguidores que se fueran a casa a la espera de tener resultados más ciertos. La comparecencia de la candidata se ha postergado hasta este miércoles.
La noche electoral en EE.UU. comenzaba con las fuerzas igualadas pero, a medida que avanzaba, la victoria del candidato republicano parecía más cercana hasta que su triunfo en Pensilvania le daba la presidencia. Con el anuncio de la cadena Fox estalla la euforia y Trump comparece asegurando que será el presidente de todos los estadounidenses.
El presidente de la CEOE, Juan Rosell, asegura en el Diario de las 2 que el discurso y la campaña electoral de Trump son una cosa y el programa para los próximos cuatro años, otra. También señala que las empresas españolas ubicadas en Estados Unidos no tienen que tener ninguna preocupación, como las estadounidenses afincadas aquí. Muestra de ello, dice, es que después de un inicio de excitación, las Bolsas han vuelto a la normalidad (09/11/16).
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha felicitado este miércoles a Donald Trump por su victoria en las elecciones presidenciales estadounidenses, en un mensaje el que ha abogado por una mejora en las relaciones entre Moscú y Washington. Por contra, en la Unión Europea se vive con preocupación el triunfo del republicano.Reino Unido y EE.UU. seguirán siendo "aliados fuertes". Alemania ofrece "estrecha colaboración". Francia: "Se abre un periodo de incertidumbre" y China espera cooperar con el nuevo Gobierno de EE.UU.