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Lo habitual es que si hay que demoler un edificio ocurra una voladura controlada que hace caer el edificio de arriba a abajo, pero en Japón ya hay una empresa que lo hace al revés: primero cortan las columnas de la parte baja del edificio, las sustituyen por unos gatos hidráulicos y consiguen, de forma controlada, hacer bajar todo el edificio, planta a planta. Según la empresa, este método es más seguro, crea menos ruído y polvo, es más rápido y, sobre todo, permite separar los materiales y reciclarlos mejor.

Con nocturnidad y cierta alevosía han derribado en Berlín un tramo emblemático del Muro que seguía todavía en pie. Antes del amanecer y escoltados por la policía, las excavadoras han llegado a la zona para abrir dos huecos de seis metros en la pared para seguir adelante con la construcción de un bloque de viviendas de lujo. A principios de mes, la movilización popular había conseguido detener las intenciones de la constructura, que, por otra parte, tiene todos los permisos. Los defensores de este tramo del muro, de poco más de un kilómetro, apelaban a su valor histórico y a las pinturas en el hormigón que lo habían convertido en un museo al aire libre. La constructora se ha comprometido a volver a colocar las planchas de hormigón, pero los defensores del muro no se fían y han convocado nuevas protestas para este jueves

Nos quedamos en uno de los BRICS, Rusia, donde crece la presión sobre las ONG que reciben financiación del extranjero. La Fiscalía ha registrado las sedes de organizaciones como Amnistía Internacional o Human Rights Watch. La Unión Europea, Francia y Alemania lo ven con preocupación.

El norte de Chipre ha sido tradicionalmente la zona más pobre y deprimida de la isla, por eso los turcochipriotas ven ahora con curiosidad y preocupación los problemas económicos de los grecochipriotas. La paradoja de la crisis en Chipre es que el históricamente deprimido norte (su economía depende fundamentalmente de Turquía, hoy en crecimiento) ve con condescendencia al durante años pujante sur de la isla, miembro de la familia europea que se tambalea.

  • El sistema financiero de Chipre es siete veces más grande que su PIB
  • El 54% de los depósitos del país superan los 100.000 euros
  • Necesita 17.000 millones, casi el 100% del PIB, para sanear sus cuentas

El grupo de los llamados BRICS, formado por Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica, ha anunciado la creación de un banco común. El objetivo es servir de contrapeso a la presión del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Queda por concretar la sede, y el capital de partida, aunque se habla de cerca de 8.000 millones de euros por país, en total, unos 40.000 millones, pero la cantidad podría ser menor.

El objetivo es aumentar la cooperación entre los países emergentes, movilizando recursos, fomentando la construcción de infraestructuras y, sobre todo, liberarse de la presión de las agencias de calificación y del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, a los que acusan de estar controlados en exceso por Estados Unidos y la Unión Europea.

Los BRICS suponen el 42% de la población mundial y el 21% del Producto Interior Bruto del planeta. El año pasado, el comercio de los países del BRICS con África superó los 250.000 millones de euros. Por eso la sede del nuevo banco podría ser Sudáfrica. Pero, curiosamente, muchos países del continente recelan de China, a quien ven como la nueva colonizadora.

Las mafias rusas y de los países del Este están utilizando los bancos de Chipre para blanquear dinero en la costa mediterránea. En dos años y medio se han contabilizado más de cinco mil millones de euros enviados a España por ese sistema.

Terminada su ronda de contactos, el ganador de las elecciones en Italia, Pierluigi Bersani, sigue sin conseguir apoyos que le permitan formar gobierno. El Movimiento Cinco Estrellas le ha dado la espalda. Y no hay acuerdo con Berlusconi, aunque todavía espera un último movimiento, antes del encuentro el viernes con el Presidente de la República.