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Sobre el conflicto más sangriento de las revueltas árabes, el de Siria, el presidente Obama ha abogado durante el debate en Florida por un "liderazgo reflexivo" para asegurarse que los dirigentes sirios que sustituyen a Asad "sean amigos". "No podemos hacer lo que Romney ha dicho, que es entregar armamento pesado" a la oposición sin saber en qué manos cae, ha advertido.

Romney, por su parte, cree que la guerra civil que arrasa el país es un "desastre de grandes dimensiones". "Es el momento para que EE.UU. tome el liderazgo en colaboración con grupos responsables e introducir los cambios necesarios", ha argumentado el aspirante, lo que ha dado pie a Obama para subrayar que "no tiene ideas distintas".

El actual comandante en jefe de EE.UU., Barack Obama, llegaba a este debate con dos grandes bazas: haber puesto fin a la impopular guerra de Irak y haber dado muerte al considerado autor intelectual del 11-S, Osaba Bin Laden. Consciente de ello, su rival no ha entrado al trapo en el tema iraquí y ha intentado desde el primer momento desactivar la carta de Bin Laden.

"Creo que tenemos que seguir haciendo cosas como las que el presidente ha hecho, acabar con el líder de Al Qaeda, pero hace falta una estrategia más firme para que los países rechacen la violencia creciente" de los yihadistas, ha dicho Romney.

Sin embargo, Obama no ha renunciado a su ventaja. "En 2008, dije que si tenía a Bin Laden en el punto de mira dispararía, y usted dijo que antes habría que pedir permiso a Pakistán". "Merecía la pena remover cielo y tierra para dar con él", ha subrayado.

Obama ha recordado que el motivo de la invasión de Afganistán, la guerra más larga de EE.UU. hasta la fecha, fue precisamente perseguir a los autores intelectuales del 11-S. Cumplida esa misión, "no hay razón para que mueran americanos si los afganos pueden defender el país".

El candidato republicano, una vez más, se ha mostrado de acuerdo con la retirada de tropas fijada para 2014, pero ha tomado la iniciativa para llamar la atención sobre la situación en el país vecino, Pakistán.

"Si se derrumba y se convierte en un estado fallido, hay armas nucleares y terroristas que podrían tener acceso a ellas (...) No podemos dar las espalda a Pakistán", ha advertido.

Los candidatos a la presidencia de EE.UU. han abordado las relaciones con China desde el punto de vista económico en el tercer debate, celebrado este lunes. Los candidatos han coincido en que el gigante asiático puede ser un gran socio comercial si "cumple las reglas" sobre propiedad intelectual y cotización de su moneda.

"Nosotros hemos denunciado más casos de violación de normas comerciales que durante el gobierno de Bush", ha declarado Obama, que ha vuelto a afear a Romney que haga negocios con empresas que deslocalizan su producción a Asia.

En este punto, Bob Schieffer ha preguntado a Romney cómo pensaba tener buenas relaciones con las autoridades chinas si a la vez les llama "manipuladores de divisas". "No podemos rendirnos y ver como perdemos empleos a diario. No se trata de ser agresivos, pero si de repetirles que no pueden robar nuestra propiedad intelectual y modificar los tipos de cambio", ha explicado el republicano.

El programa nuclear de Irán, el apoyo a Israel en un hipotético enfrentamiento con Teherán y el presupuesto militar. Estos han sido los principales asuntos en los que los candidatos a la presidencia de EEUU, el candidato demócrata a la reelección, Barack Obama, y su rival republicano, Mitt Romney, han discrepado en un tercer y último debate presidencial dedicado a la política exterior y de seguridad, pero bastante plano dado el consenso general entre ambos en la materia.

Este acuerdo ha jugado a favor del presidente, ya que su contrincante se ha visto obligado a respaldar sus decisiones en varias ocasiones, como la muerte de Bin Laden o la salida de Afganistán. Romney, a cambio, se lleva de este debate el haber demostrado que sabe moverse en un terreno, el de las relaciones internacionales, en el que ha sido muy criticado.

Obama ha acusado en numerosas ocasiones a su rival de desdecirse de declaraciones anteriores y de "confundir" a los aliados. Por su parte, el republicano ha tomado la iniciativa para introducir asuntos como la estabilidad de Pakistán o las oportunidades de negocio en América Latina, región ausente del debate salvo por esta alusión. Europa ha sido la otra gran ausente y no ha aparecido en ningún momento, tal y como estaba previsto en la distribución de bloques temáticos.

Las primeras encuestas, a cargo de CBS y CNN, muestran que los espectadores dan como vencedor a Obama, con un 53% para el presidente y un 23% para el aspirante, en el primer caso y un 48% - 40% en el segundo.

El debate ha tenido lugar en la Universidad Lynn, en Boca Ratón (Florida), quince días antes de las elecciones y con las encuestas mostrando prácticamente un empate. El moderador ha sido el periodista de la CBS Bob Schieffer.

"Irán está cuatro años más cerca de tener un arma nuclear", ha asegurado Romney, en el ataque más duro del encuentro. "Puede llegar un momento en que no podamos detener su programa, y si no cumplen las exigencias adoptaremos cualquier opción necesaria", ha advertido Romney.

Obama, por su parte, ha destacado el papel de EE.UU. en imponer a Irán unas sanciones "que están derrumbando su economía". "No descarto ninguna opción (...) Pero el gobernador Romney ha hablado a menudo como si debiéramos tomar una acción militar prematura. Cuando envío a jóvenes a un conflicto, entiendo que la guerra es el último recurso".

Ambos han asegurado que estarían al lado de Israel en caso de un ataque contra este país, aunque el candidato republicano no ha dejado pasar la oportunidad de recordar las malas relaciones del actual presidente con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.

La BBC vive una de las peores crisis de su historia. Se acusa a la cadena de encubrir la supuesta pederastia de uno de sus presentadores estrella e incluso de censurar un programa sobre el caso. El responsable de ese informativo ha sido apartado temporalmente de su puesto, mientras dure la investigación.

El gobierno de Italia reconoce que, en materia de corrupción, está a la altura de Ghana o Samoa, y que eso le cuesta al país 60.000 millones de euros al año. Para que se hagan una idea, es tanto como costaría recapitalizar a la banca española con problemas en el peor de los escenarios.

Una manifestación en El Cairo ha pedido el regreso del fútbol a Egipto, donde la liga sigue interrumpida de forma indefinida por los sucesos de Port Said, donde murieron 74 personas.