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El excedente podría ser aún mayor porque las promociones que han pasado a manos de bancos y cajas no se incluyen porque aunque están para estrenar se consideran de segunda mano.

Pisos, locales y solares han quedado en sus manos porque sus dueños no podían pagar la hipoteca. Una situación que convierte a las entidades financieras en auténticas inmobiliarias y les obliga a reforzar sus campañas de ventas.

Durante años se ha dicho que las casas se revalorizaban cada día. Pero la crisis ha traído rebajas en los precios y un fenómeno nuevo. Para un 8% de los hipotecados su piso vale ahora menos que la hipoteca que contrató en su momento. Es decir, está en situación de pérdidas patrimoniales (11/10/10).