La peor pesadilla en un día como hoy es que te toque el Gordo y luego descubrir que ese décimo ha acabado en la lavadora, o que se ha roto sin querer. En esos casos se recomienda manipular el décimo lo menos posible. Si se intenta recomponer puede considerarse un intento de falsificación y podría quedar anulado. Lo mejor es meterlo en una bolsita de plástico y llevarlo directamente a una administración de lotería. Pero si el décimo está muy deteriorado, la administración lo enviará de vuelta al lugar en el que se fabricó: la Fábrica Nacional de Moneda y timbre, que será quien decidirá si el décimo se puede cobrar o no. Si estamos entre los afortunados también es importante saber hasta cuándo se puede ir a cobrar. El premio se puede cobrar hasta tres meses después del sorteo. Si es inferior a 2.000 euros se puede cobrar el mismo día en cualquier administración, si supera ese importe hay que acudir a una sucursal del BBVA o CaixaBank. Si se comparte entre varias personas, lo mejor es ir a cobrarlo todos juntos.
Foto: EFE/Ana Escobar
