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Los países de la UE han adoptado este lunes nuevas sanciones contra Siria, concretamente contra 22 miembros de su aparato de seguridad y ocho organizaciones, por la continuación de la represión violenta de las protestas.

Se trata de la décimo primera lista de sanciones contra personalidades o entidades del régimen del presidente Bachar al Asad, y que incluye congelación de activos financieros y la prohibición de viajar a Europa.

A su llegada a la cumbre de Asuntos Exteriores en Bruselas, el ministro español, José Manuel García-Margallo, ha dicho que el presidente sirio debe dejar el poder y permitir una transición política, en apoyo de la petición formulada a Siria por la Liga Árabe.

García-Margallo ha pedido a Asad que empiece "las negociaciones de la forma más rápida posible para una salida, un cambio de régimen, en dos meses".

Los países árabes instaron ayer a Al Asad a traspasar el poder el vicepresidente del país y a formar un gobierno de unidad nacional en el plazo de dos meses, para convocar elecciones presidenciales, una idea que este lunes ha sido rechazada por el régimen.

Según la fuente citada por Efe, Siria considera la resolución adoptada el domingo como "una violación de su soberanía nacional, una interferencia flagrante en sus asuntos internos y una infracción descarada de los estatutos de la Liga Árabe

El gobierno sirio ha acusado hoy a Catar de presionar a la Liga Árabe para perjudicar al régimen de Bachar el Assad. Los países de la Liga habían pedido extender y ampliar la misión de sus observadores sobre el terreno. El equipo de TVE desplazado a Siria ha comprobado cómo se ha recibido la noticia en la capital, Damasco.

Al menos cuatro personas, entre ellas dos soldados desertores, han muerto este viernes en una emboscada tendida por las fuerzas de seguridad sirias en la provincia central de Homs, mientras que el país vive una nueva jornada de protestas contra el régimen de Bachar al Asad.

El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha explicado en un comunicado que el ataque, en el que perecieron dos civiles y dos militares disidentes, fue perpetrado cerca de la localidad de Tel Kalaj.

Por su parte, los Comités de Coordinación Local han confirmado este suceso y han afirmado, además, que detrás de una mezquita del barrio de Deir Baalba de Homs se han encontrado cuatro cadáveres más, que por el momento no han podido ser identificados.

La provincia de Homs es uno de los principales feudos opositores y objeto de una fuerte represión por parte de las fuerzas leales al presidente sirio desde el inicio de la revuelta el pasado marzo.

El jefe de la delegación de observadores enviada por la Liga Árabe a Siria, el general sudanés Mustafa Dabi, ha declarado este miércoles que la situación en la ciudad de Homs está "tranquila". "En algunos lugares la situación no era buena (...) pero no había nada de lo que asustarse al menos mientras estuvimos allí. Las cosas estaban tranquilas y no hubo enfrentamientos", ha explicado Dabi.

"No vimos tanques pero sí vimos algunos vehículos blindados. Pero hay que recordar que este ha sido solo nuestro primer día de visita, y hace falta una investigación. Tenemos a 20 personas que estarán allí (en Homs) un largo tiempo", ha añadido Dabi.

Los observadores visitaron la ciudad este martes, poco después de que la oposición denunciara la represión del Ejército. Miles de personas se manifestaron coincidiendo con la visita.

No obstante, fuentes de la Liga sí han confirmado que existen violaciones de los derechos humanos en Homs, pero no han podido determinar si fueron cometidos por las autoridades o por grupos "terroristas". La fuente, citada por Efe, ha explicado que los enviados se comunicaron por teléfono con la sede de la organización panárabe en El Cairo, para detallar las violaciones que han podido constatar.

Un grupo de observadores de la Liga Árabe viajan a la ciudad de Homs, en el centro de Siria, donde más de treinta personas murieron el lunes. Allí han sido recibidos por una multitudinaria manifestación de 20.000 personas, según activistas de la oposición.

La delegación internacional está compuesta por entre doce y quince expertos, encabezados por el general sudanés Mohamed Ahmad Mustafa Dabi, jefe de la misión. Los observadores tienen la labor de verificar si las autoridades sirias cumplen con los puntos de la iniciativa propuesta por la Liga Árabe para dar una salida a la crisis como el fin de la violencia, entre otros.

La oposición ha acusado al propio régimen de ser el culpable, mientras que Asad habla de que la autoría podría corresponder a Al Qaeda. Todo esto ocurría cuando no hacía ni 24 horas que los observadores de la Liga Árabe habían llegado a la capital Siria para certificar sobre el terreno el fin de la represión a los opositores, que ya dura 9 meses.