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La muerte de Kim Jong il ha cambiado muchas cosas, incluyendo la vida de su doble. Se llama Kim Jung sik, vive en Corea del Sur y tiene 61 años. Lleva una década haciendo anuncios y películas. "Se ha muerto algo también dentro de mí", dice, aunque reconoce que a veces le han insultado por la calle por su parecido con el difunto líder norcoreano. Lo más importante ahora, asegura, es la unificación de las dos coreas y un futuro en paz para todos.

Un memorial en el que ser han congregado miles de soldados y civiles ha servido para dar inicio durante la madrugada de este jueves al último día de los actos fúnebres por la muerte de Kim Jong-il, que gobernó el estado comunista durante los últimos 17 años en Corea del Norte. En unas imágenes retransmitidas por la televisión estatal KCTV, se ha mostrado la plaza de la capital con una gran fotografía de Kim Jong-il y miles de personas atentas a los discursos de las autoridades militares norcoreanas, entre las que se ha podido observar al hijo menor y sucesor del fallecido gobernante Kim Jong-un.

En una gélida y soleada mañana en Pyongyang el considerado número dos del régimen y tio del sucesor,Kim Jong Nam de 83 años, ha ofrecido a los presentes un discurso en el que ha alabado los "avances" que el "querido líder" llevó a cabo en el país durante 17 años de mandato, informa Efe.

"Fue un gran revolucionario y político", ha asegurado el jefe del Presidium de la Asamblea Popular Suprema norcoreana, que ha destacado que el fallecido gobernante "lideró el avance de nuestra revolución" y a su vez "comprendió la nueva era y los problemas del mundo", según la misma agencia.

Tres minutos de silencio han cerrado hoy en Pyongyang los actos funerarios en honor del dictador Kim Jong-il, fallecido el pasado 17 de diciembre, tras el multitudinario memorial organizado en la céntrica plaza Kim Il-sung. Antes de los tres minutos, cañones de artillería cercanos a la plaza han disparado 21 salvas de condolencia, tal y como han mostrado las imágenes ofrecidas por la televisión estatal norcoreana KCTV.

La comitiva ha recorrido los puntos más importantes de Pyongyang, la capital norcoreana. Hasta ahora no ha trascendido si Kim Jong-Il será enterrado o si su cuerpo será embalsamado y expuesto en el Palacio Memorial de Kumsusan, como el de su padre Kim Il Sung. Han sido tres horas de cortejo fúnebre meticulosamente coreografiado, al estilo norcoreano: con miles de soldados alineados al milímetro para despedir al líder, y decenas de miles de personas de toda condición llorando su marcha sin consuelo aparente ni cansancio. Mientras, en Seúl algunos celebran la muerte de Kim Jong Il con fuegos artificiales y champán. Y a la vez lamentan la subida al poder de su hijo Un, porque entienden que eso retrasará aún más la reunificación de Corea.

Las únicas dos comitivas surcoreanas autorizadas por Seúl a asistir a las honras fúnebres por el líder norcoreano Kim Jong-il llegaron hoy a Pyongyang, donde el régimen sigue allanando el camino de la sucesión al hijo menor del fallecido líder. Lideraba una de las delegaciones la ex primera dama Lee Hee-ho, viuda del ex presidente surcoreano y Premio Nobel de la Paz Kim Dae-jung, y la presidenta del grupo Hyundai, Hyun Jeong-eun, estaba al frente de la segunda.

Estados Unidos, que apoya militarmente a Corea del Sur desde la guerra en la Península en los años 50, ha calificado de "transición suave" el traspaso de poderes en Corea del Norte tras la muerte de Kim Jong-il. Su hijo, Kim Jong-un, ha participado en el homenaje de Estado a su padre y ha recibido el apoyo explícito de China, el único aliado de peso de Pyongyang.

En Corea del Norte, el nuevo líder, Kim Jong Un, va teniendo un mayor protagonismo. Hoy se ha sabido que ha dado ya sus primeras órdenes militares, lo que apunta a un control del Ejército, la verdadera clave del poder. Mientras, millones de ciudadanos siguen riendiendo homenaje a Kim Jong Il, el dictador fallecido.