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El sur de Europa registra, desde el pasado domingo, una ola de calor con temperaturas superiores a los 40 grados. En Francia, donde las máximas suelen darse a finales de julio o principios de agosto, varios departamentos siguen en alerta. En Italia la ola de calor llamada ¿Lucifer¿ deja ya quince muertos.

La curva de los delitos se invierte en Italia. Después de tres años registrando un descenso, en 2011 se produjo un incremento del 5¿4% en el número de infracciones contra la ley que se produjeron en Italia.

Los atracos aumentaron el 24% en todo el país mientras los robos en las casas se incrementaron el 21%.

Es el efecto de la crisis sobre el delito según datos del Ministerio del Interior recopilados por Il Sole 24 Ore. En total 2.760.000 frente a los 2. 620.000 del año anterior.

Por ciudades es Milán la más peligrosa de Italia. Roma y Nápoles la siguen en esta turbia estadística del delito.

Para luchar contra esta tendencia se necesitan más medios policiales pero las fuerzas de seguridad no lo tienen fácil. En la última revisión del gasto se prevé un recorte de 1.500 millones de euros en los gastos de policía. De los 2.000 agentes que se jubilan este año solo 400 serán remplazados.

Más paro, menos trabajo y menos policía suponen un caldo de cultivo para los infractores. La contención del gasto dispara el miedo y la inseguridad. Gobernar no es solo una cuestión de números.

El primer ministro italiano, Mario Monti, ha negado que su Gobierno estudie actualmente una rebaja del impuesto de la renta sobre las personas físicas (IRPF) en Italia, como aseguraba el diario 'La Repubblica'.

Monti afirmó este jueves en un comunicado que su intención es sanear las cuentas del Estado para posibilitar, en un futuro, una rebaja de la carga fiscal, pero que hacer eso ahora sería "prematuro".

IÑAKI DÍEZ (Corresponsal de RNE en Roma). Morir de cáncer o de hambre. Es la dicotomía a la que se enfrentan los habitantes de Taranto, una ciudad industrial del sur de Italia.

El juez de instrucción ha decretado la suspensión de actividades de la acería ILVA por los serios problemas para la salud que provocan sus actividades. Las investigaciones señalan a esta empresa como la causante de buena parte de los tumores. En la zona, el cáncer es un 15% superior a la media de Italia. En el caso del de pulmón, el porcentaje se dispara hasta el 30%.

Pero ILVA tiene 12.000 trabajadores. La carretera estatal 7, la Appia, que une Taranto con Brindisi, se ha convertido en el escenario de las protestas: los empleados cortan el tráfico unas horas para volver rápido a su puesto, no sea que se haya ejecutado la orden judicial en su ausencia.

Entre el polvo negro de las escorias emergen las divisiones: entre los habitantes, entre los sindicatos, los trabajadores e incluso las instituciones. El Gobierno asegura que el juez no es competente para decretar el cese de la actividad.

Hasta el Iglesia ha entrado en el conflicto. El arzobispo de Taranto, Filippo Santoro, asegura que el decreto judicial evidencia la contaminación dañina que sufre la ciudad desde hace años, pero también la gente teme por su puesto de trabajo.

Los ministros de Trabajo, Desarrollo Económico y Medio ambiente serán los embajadores de Monti en la ciudad. La visitarán el viernes para pisar el terreno del miedo antes de que el Ejecutivo adopte alguna medida.

El primer ministro de Italia, Mario Monti, ha reclamado más "margen de maniobra" y "apoyo moral" por parte de Alemania y otros socios comunitarios para que los países afectados por la crisis que aplican ajustes y reformas puedan tener éxito.

En una entrevista avanzada este domingo por el semanario político alemán Der Spiegel, el primer ministro italiano advierte de los riesgos de la inflexibilidad en esta crisis. "Si Alemania y otros países están interesados en que la actual política en Italia tenga futuro", entonces deben dar "apoyo moral, no financiero" a Roma, ha asegurado Monti.

Italia, como España, sigue pendiente de que la Eurozona actúe para frenar la crisis de deuda. Mario Monti ha reclamado "más flexibilidad y apoyo moral" a Alemania, que sigue rechazando que el Banco Central Europeo compre bonos de los países en riesgo.

El primer ministro de Italia, Mario Monti, no ha descartado acudir al fondo de rescate europeo para que el Banco Central Europeo (BCE) compre deuda sobernana de los países con dificultades mientras que el presidente de España, Mariano Rajoy, ha evitado pronunciarse a este respecto. Ambos mandatarios han comparecido después de su reunión en La Moncloa y tras las palabras del presidente del BCE, Mario Draghi, que ha anunciado "medidas no convencionales" en las próximas semanas para preservar la estabilidad del euro anta la crisis que afecta a países con problemas de financiación como España e Italia. Draghi condiciona la compra de deuda a que los países acudan al fondo de rescate. Monti cree que en este momento Italia no necesita el rescate pero no ha descartado someter esta cuestión a análisis y acudir al rescate en un futuro. Rajoy, preguntado varias veces al respecto, no ha contestado a la pregunta.