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Una subida entre uno y dos puntos, según los productos. Y que no afecta a algunos alimentos básicos ni a las medicinas. Entre los consumidores había división de opiniones sobre si se notaba ya esa subida.

Entre lo que queda de este año y 2011. La decisión de subirlo la tomaba el gobierno hace un año ante el descenso de la recaudación por la crisis económica. Argumentaba que el IVA de España es uno de los más bajos de la Unión Europea y que la reducida tasa de inflación permitía hacerlo. Hemos estado en varios comercios para ver qué ha ocurrido con esa subida.

Este jueves la vida es un poco más cara. El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) ha pasado del 16% al 18% en su tramo general y del 7% al 8% en su segmento reducido. El tipo superreducido (alimentos, prensa y otros productos básicos) se mantiene en el 4%. Además del impuesto, con fecha 1 de julio también han subido algunas tarifas como el gas o el butano.

Hemos estado en notarías, concesionarios y comercios y hemos comprobado que había mucho comprador de última hora que no ha querido perder la oportunidad de ahorrarse un buen pellizco.

El Impuesto sobre el Valor Añadido es un impuesto indirecto que recaudan y liquidan los empresarios con Hacienda pero que pagan íntegramente los consumidores.

Por eso hay quienes se han apresurado a cerrar en estos últimos momentos algunas compras importantes como automóviles o pisos. Al tratarse de grandes cantidades de dinero el ahorro se nota más.

Sobre todo si se trata de productos que suponen un desembolso grande de dinero, como los electrodomésticos, cuyo IVA sube un 2%, de un 16 a un 18.

Para esquivar la subida del IVA que empieza a aplicarse el 1 de julio, hay personas que adelantan las compras de más valor, como las de electrodomésticos. Un dato importante que conviene saber: la regla general es que el IVA se aplica no en el momento de la compra, sino cuando el producto pasa a manos del consumidor, o este disfruta del servicio.